ⁿ ⁺¹⁸ ²². Para nada asustado.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

⁺¹⁸
Si este tipo de escenas no son de tu agrado, te pido por favor que dejes de leer.

Jungkook;

Mis ojos se encontraron con la televisión frente a mí puesta en un canal aleatorio que no tenía ni puta idea de qué estaban hablando. Mi celular sonaba, insistentemente con alguna llamada, pero siendo sincero no quería atender porque sabía que era mamá y que me esperaba un interrogatorio como todas las semanas. Cuando la llamada se cortó, aproveché ese momento para apagar el celular, dejándolo a un lado y olvidandolo.

Mi mirada se paseó por toda la sala y luego se puso en mi entrepierna. Malditamente dura por culpa de Taehyung y el hermoso cuerpo que tenía. No había podido bajarla porque si me ponía a pensar en cualquier cosa lo primero que se me venía a la mente era la cintura pequeña de Tae, las hermosas caderas que poseía y los preciosos muslos anchos; Y ni hablar del redondo culo trabajado que se veía gracias al pequeño short azul que llevaba puesto. No quería pensar así, me sentía un maldito asqueroso y quería controlarme, pero se me estaba haciendo un poco difícil.

Me levanté del sillón y caminé hacia mi habitación una vez que sentí como mi pene se volvía flácido al pensar en algo asqueroso que me dio incluso repulsión. Seguí manteniendo ese pensamiento mientras golpeaba la puerta, un bajito pasá se escuchó y así lo hice. Taehyung estaba sentado en mi cama con sus largas piernas cruzadas mientras estaba con su celular, sus ojitos se asomaron por encima de este y pude ver la vergüenza en ellos.

— ¿Qué pasó?—Preguntó. Negué con la cabeza mientras me movía hacia mi armario, remojandome los labios en el camino porque ver las bronceadas piernas de taehyung hacía que mi boca se secara.

—Vengo a buscar ropa, nada más—Murmuré con la voz más ronca de lo habitual. Tenía que salir de ahí antes que mi maldito pene volviera a levantarse y perdiera el poco autocontrol que tenía cuando se trataba del lindo muchachito que ahora estaba recostado en mi cama.

— ¿No vas a ir a la universidad?—Me di vuelta a mirarlo y le sonreí.

—No, ¿tenés algún problema con que me quede?

—Hum, no.

— ¿Por qué escapaste así de la cocina?

No quería preguntar porque ya sabía la respuesta, pero como soy un idiota que no sabe quedarse callado, las palabras se habían escapado sin permiso alguno. Sus cachetes se pusieron rojos antes de desviar la mirada y morderse el labio inferior. Mierda, yo mismo me estaba torturando al quedarme en ese lugar y ver como él hacía esos gestos tan tiernos, pero a la vez tan calientes.

¿Podía ser el hecho que hacía unos meses no tenía sexo? ¿O era por lo precioso que era Taehyung en sí?

—Pensé que te habías ido. Me puse cómodo, por eso andaba así.

—No me molesta igual. Te quedan lindos esos shorts—Murmuré con una sonrisa antes que él me mirara unos segundos largos, negué con la cabeza y después me dispuse a salir de la habitación. Los largos dedos de Tae se enredaron en mi muñeca y tiró de esta para que lo mirara, lo hice desde arriba y sus ojitos dulces lo hacían ver demasiado tierno.

La puta madre, ver tanto anime me hace distorsionar las cosas de la realidad.

—No te vayas—Dijo mientras deslizaba su mano hasta la mía. Sus dedos rozaron la palma de mi mano y sus ojos seguían viéndose demasiado tiernos para mi gusto. Iba a perder el control, lo sabía por la forma en la que estaba apretando la mandíbula, se me estaba haciendo doloroso—, ¿qué pasa, Koo?—Negué con la cabeza, y sentí mi pene endurecerse en el momento que Taehyung pasó su lengua por sus labios. Esos apetitosos labios que quería joder de formas inimaginables—. Sí, pasa algo—Se colocó de rodillas para poder mirarme mejor y yo estaba clavando mis uñas en la palma de mis manos controlandome todo lo que podía—, umm, lo venís notando de hace rato y te hacés el que mirás para otro lado. Ya sé qué querés controlarte y que pensás que no es bueno porque puede torturarme o algo por el estilo, pero Koo te juro que desde hace unos días que quiero que me cojas.

—No, Taehyung. Cerrá la boca, si lo hago voy a romper la confianza que me diste. Te costó mucho y un desliz así no puede pasar.

—Pará, te juro que no. No va a romper, ni incomodar nada. Si yo te lo estoy pidiendo ¿No podés tomar en cuenta eso?

—No te das ni una idea de como quiero hacerte cosas de las que no te imaginas, pero también te respeto y no sé cómo vas con las sesiones...

Eso era otro asunto. Tae había empezado a salir de la casa y a pesar de que él mismo había dicho que lo que le había pasado no era tanto alboroto y que habían personas que lo habían tenido peor, empezó terapia. Como una manera de sentirse seguro con él mismo y todo su entorno, obviamente yo lo acompañaba las veces que podía y cuando no, su mejor amigo Yoongi era quien se mantenía a su lado. A pesar de que no había sucedido nada mientras él salía aún no podía mantenerme tranquilo con él saliendo completamente solo.

—Voy excelente, te lo juro. Le conté de vos y las ganas que tengo de besarte todo el tiempo; sos tan lindo—Sus ojos estaban brillando y su boquita estaba algo abierta—. Mmm, Koo, aunque sea déjame chupartela—Volvió a pasar la lengua por sus labios, sus manos acariciaron mi erección y eso fue lo último que necesite antes de separarme completamente y salir de la habitación—. Jungkook—Gimoteó. Sentí sus pasos detrás mío y lo miré unos segundos antes de meterme dentro de la sala de estar. Maldición, esa remera unos talles más grandes tapaba por completo el pequeño short azul, pero me daba una hermosa vista de sus preciosas piernas largas y bronceadas.

—No me sigas, Tae. Te vas a arrepentir, te lo juro.

— ¿Querés cojerme o te doy asco?—Me di la vuelta encontrándomelo de frente con su mirada llena de incertidumbre sin entender muy bien la reacción que estaba teniendo.

—Tae, te lo voy a decir una sola vez ¿Sí? Tengo muchísimas ganas de cojerte, hacerte mío y que grites toda la noche mi nombre, pero, bebé...—Me acerqué a él y tomé sus mejillas con ambas manos para que me mirara a los ojos—, ¿Estás seguro que querés chuparmela?—Él asintió rápidamente como si fuera un nene de cinco años a quien le habían prometido eso que tanto anhelaba si cumplía con las cosas que sus padres decían.

Cuando volvió a humedecer sus labios con su lengua traviesa fue cuando me dejé llevar y perdí todo el poco autocontrol que me quedaba. Lo besé con brusquedad, haciendo que él se perdiera un poco por el ritmo furioso que yo estaba creando. Sus brazos se enroscaron en mi cuello y yo lo tomé de la nuca, atrayendolo más a mí, profundizando el beso aún más. Pegó un pequeño saltito y yo lo atrapé de sus muslos poniendo mis manos debajo de su lindo y redondo culo, enroscó sus piernas en mi cadera y tiró de mi cabello hacia atrás para que mi boca quedara mejor a su altura.

—Sos tan precioso, no sé cómo carajo hice para aguantarme todo este tiempo. Me torturas—Murmuré antes de volver a chocar su boca con la mía. Sus labios se sentían tan suaves, tan dulces que no quería separarme nunca de la forma que encajaban con los míos. Me sentía tan bien.

—Mmm Jungkook—Jadeó cuando mi boca bajó a su cuello y él echó la cabeza hacia atrás dándome mejor acceso. chupé, mordí y succioné, dejando marcas rojas que por un momento me hicieron sonreír como un idiota. Sus manos pasaron por mis hombros antes de sostenerse de estos con fuerzas—. Sentate, sentate—Susurró sin aliento dando pequeños saltitos sobre mí, saltitos que rozaban mi pene contra su culo.

Hice lo que me pidió porque si era Taehyung el que me mandaba no me importaba obedecer a todas y cada una de las cosas que él me decía. Había comenzado a tener sentimientos hacia él, lo sabía. La forma en la que me sentía cuando estaba con él aunque simplemente tuviéramos un pequeño roce me hacía sentir que tocaba el paraíso. Tae estaba a horcajadas sobre mí con su culo encima de mi pene el cual estaba más que duro. Los labios del muchachito que me estaba volviendo poco a poco un demente se encontraron con mi cuello y succionó esa parte arrancándome un ronco gemido, mi remera desapareció de un momento a otro y Tae se quedó mirando unos momentos mi pecho y abdomen antes de morder su belfo inferior. Pasó sus manos suavemente, delineando mis abdominales, su dedo fue reemplazado por su lengua y eché la cabeza hacia atrás cuando esta hizo círculos en mis pezones.

—Mierda, Jungkook. Tenés un cuerpo tan bueno—Susurró antes de que sus manos desabrocharan el botón de mi pantalón, bajó el cierre y después me los quitó con sus ojos bien puestos en mi boxer—. Apa, ¿qué tenemos acá? ¿Hmm?—Pero sabía que no estaba hablándome a mí. Sus largos dedos acariciaron el bulto frente a él y me estremecí de pies a cabeza.

Ahora, lo tenía de rodillas frente a mi erección con su manos acariciando el largo y grueso falo como un maldito experto. Su pulgar se movió en círculos sobre el glande haciéndome apretar mis muslos con fuerzas, dije su nombre sin aliento queriendo más de esos movimientos que él estaba realizando con sus manos. Sus esponjosos labios dejaron un beso en la punta y su caliente lengua se paseó por el largo de mi falo hasta llegar a mis testículos, los cuales succionó con fuerza.

—La puta madre—Solté entre dientes sintiendo como todo el cuerpo se me tensaba para después perder toda fuerza al momento en que Tae se metió casi todo mi pene en su boca, tocando el fondo de su garganta. Mi mano fue a su cabello castaño, tomando la parte trasera con fuerza mientras dejaba mi miembro en su boquita por más tiempo del que él quería, cuando se retiró con un sonido excitante rió y me miró con los ojos llenos de lágrimas gracias a la forma en que me había empujado provocándole leves arcadas.

—Mmm me gusta tanto tu pija—Murmuró antes de llevársela de nuevo a la boca moviendo su cabeza a un ritmo rápido, su lengua alcanzado las partes que al ahuecar sus mejillas seguía sin entrar, haciendo un ruido sumamente sucio que me tenía pendiendo en un hilo.

—Tae vení acá—Dije antes de tomarlo del pelo y hacer que se levantara del piso, él se dio cuenta que estaba a punto de correrme y por eso me miraba con una sonrisa llena de burla que ahora no me importaba. Le arranqué el short y fue una sorpresa cuando descubrí que era lo único que tenía puesto. Su pene era un poco más pequeño que el mío, pero estaba duro y goteante de presemen. Mi mano se cerró en su falo y apreté suavemente sacándole un gemido entrecortado.

Sus ojos tenían lágrimas contenidas por el placer cuando aumenté el ritmo de mi mano, su boca estaba entreabierta con sus labios hinchados y perfectamente rojos, saliva goteando de la comisura de estos. Taehyung era arte y yo se lo haría saber, su piel era un lienzo perfecto y mis marcas comenzaban a dar algo de color. Mordió mi hombro con fuerza cuando acaricié con círculos brutos la cabeza de su pene, di tres estocadas más antes de que se viniera sobre mi mano con sus piernas temblando con fuerza y un grito que resonó en el departamento.

—Oh por dios, Jung-Jungkook—Tartamudeó volviendo a sus rodillas, mis ojos fijos en los suyos mientras llevaba mi mano a mi boca y comenzaba a probar de su escencia derramada.

—Sabes tan bien, bebé—Murmuré apretando los dientes cuando sus manos masajearon mi polla—. Más profundo, Tae. Dale, tragatela toda, yo sé que gusta.

Él rió antes de hacer lo que le dije, llevándome lo más profundo que podía en su garganta. Murmuré un insulto antes de apretar mis muslos juntos con fuerza, sintiendo como me rompía, como me desarmaba por culpa del orgasmo que me había golpeado en enormes olas. Me vine en la boca de Taehyung, abundante y caliente. Él no dijo nada, se tragó toda mi semilla al tiempo que me miraba con una pequeña sonrisa, su dedo índice volviendo a meter en su boca todo lo que se había escapado por las comisuras de sus labios.

Trepó a mi regazo en un rápido movimiento y me besó. Lento y suave, como si ambos pudiéramos rompernos en cualquier segundo. Mis manos se pasearon de arriba abajo en su espalda brindando los suficientes mimos para hacerle saber que acá estaba y no pensaba irme, no tan pronto.

Nos costó solo unos minutos limpiarnos y acostarnos en mi cama con Tae sobre mi pecho, haciendo círculos con su dedo índice y cantando una canción bajito. Después de luchar contra el impulso de tenerlo, de poder besarlo, eso, estaba sucediendo y no estaba para nada asustado.

No tenía muchas ganas de volver a subir este capítulo porque nada, no sé escribie smut y simplemente hice lo que me salió en ese momento, el cual, no recuerdo cuándo fue. Lamento si no te gusto y si te gustó espero que lo hayas disfrutado.

Muchas gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro