Capítulo V-Parte II: Familia...

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— ¡Al fin se recuperó, serás mío! — La Diosa de la belleza, Freya gritaba mientras miraba el orbe, al fin su hermoso niño, Bell será suyo.

— ¿Kami-sama, está todo correcto? — El capitán de la Familia Freya se esperaba una reacción así, pero no que lo quiera reclamar sí o sí.

— Ottar, salgamos ya, Bell no va esperar.

— Sí mí Diosa — Ottar hizo una reverencia, y salió de la habitación de Freya, iría a arreglarse y a buscar sus armas.

El momento más esperado para Freya e importante en todo lo que lleva de vida en el mundo de los humanos.
Claramente no iría con su traje de siempre, se iba a vestir para una ocasión súper especial, no siempre reclutarás a tu favorito a tu Familia.

[...]

— ¡Bell! Mira a quién me cruzo, Aiz se alegrará de verte.

— ¿Cómo se encuentra Riveria-san? ¿Aiz no está con usted?

— Estoy bien, gracias por preguntar, Bell. No, Aiz ya se encuentra en el calabozo, salieron con Tione, Tiona y Lefiya... — La elfa respondía mientras miraba hacia un lugar que había un tumulto de gente

— ¿Lefiya? — Bell no conocía a la chica.

— Una elfa, pelo amarillo dorado, de ojos azules oscuros... Por cierto, hay mucha gente cerca de la torre de Babel, aparte de aventureros obvio.

— No, no la conozco;sí es cierto que hay muchos civiles cerca de la torre de Babel, ¿vamos a ver? — El peliblanco le sugirió a la peliverde, y ella aceptó.

Caminaron hasta donde había una masa de gente, había demasiadas personas, sobre todo hombres, casi todos susurraban que era hermosa, Riveria se dió cuenta de quién era, pero Bell no.
Inocentemente Bell se fue metiendo entre medio de las personas, abriéndose paso cómo podía, hasta llegar hasta adelante, Freya se encontraba rodeada de 2 pallums de una armadura mediana, con un casco que no dejaba ver quiénes eran.

— ¡Esos son 2 de los 4 hermanos Gullivers! — Un civil le había dicho eso a Bell, Bell pensó en responder algo, ¿pero quién era para hablarle? Era un desconocido, aunque si le agradeció por la información.

Bell recordaba que los hermanos eran nivel 5, y Ottar claramente, nivel 7, el único de Orario.
Aún así, ¿qué hacía Freya ahí? No era común que la Diosa de la Familia más poderosa de Orario quiera salir a caminar porque sí.
¿Acaso iría a la sede de su Familia, o está buscando un nuevo miembro?

— Bell, vámonos — Riveria quería retirarse del lugar, que ella y él estén allí era peligroso, y Riveria esté husmeando, era una provocación a la Familia Freya, siendo que ella es la vice-capitana.

— ¿Ottar ese es Bell? ¡¡¡Bell, ven aquí, te extrañé!!! — Freya gritaba dichas palabras, mientras la mayoría quedaba boquiabierto, Diosa Freya con el novato, Little Rookie. Ya lo había marcado como suyo con esas palabras, la mayoría de Dioses presentes se sentían mal, Bell podría haber sido una gran pieza en su Familia.

— D-Diosa Freya, ¿cómo se encuen- — Uno de los dos pallums lo había parado con su hacha de batalla, no lo dejaría pasar.

— ¡Alfrigg, déjalo pasar, es por quién estamos aquí! — El pallum dejó pasar a el ojirojo, mientras Ottar miraba a las personas, señal de que se tenían que ir, algunos se fueron, y otros se quedaron a una distancia media para ver qué pasaba, cómo Riveria.

— ¿Diosa Freya, Ottar, cómo se encuentran? — Bell terminaba su anterior oración, pero esta vez añadiendo a Ottar.

— Bien, por lo que veo tú estás mucho mejor que antes, me enteré de todo lo ocurrido, ¡qué gusto me da que estés vivo! — Freya tenía una expresión de niña contenta, a la vez mezclado con su belleza, Bell se sonrojó al observarla detenidamente, y Freya se percató.

— Yo estoy bien.

— Ottar se mantuvo igual que antes, nada a cambiado ¿ves Bell? — Freya jugaba un poco, causando una risa de parte del chico, y una mirada de sorpresa por parte de Ottar.

— Ya veo... Me da gusto que todo se encuentre así.

— Ahora, Bell, yo bajé de la torre por algo en específico, muy específico y exacto entre nos, quería unir a alguien en mi Familia, un chico como de 1.70, peliblanco, ojos rojos, tiene una espada de mismos colores y un cuchillo negro, ¿lo has visto por algún lado?

— ¿Diosa Freya, es enserio? ¿Quiere que yo me una a su Familia, la Familia más poderosa de Orario? — Bell se encontraba desconcertado, no sabía que ella había bajado por él.

— Sí Bell, quiero que seas mi nuevo miembro de Familia, pero tendrás algunas cosas a tener en cuenta, no vivirás en la sede, mucho menos en algún lugar cualquiera, vivirás en la torre de Babel, conmigo.

— Freya-sama, muchas gracias, no sé qué decir, pero tenía pensado una Familia mucho más chica... — Bell no quería tener la riñas que habían entre Familia Freya, sabía muy bien de las devociones extremas a Freya.

— Bell... La mayoría de ejecutivos de nuestra Familia son envidiados, pero también respetados por su puesto, aparte de que nadie les haría nada, ya que meterse con uno de ellos, es como arrancar un pelo de Freya en frente de toda la Familia Freya — El Rey, Ottar, el capitán de la Familia Freya, o más bien, su capitán.

— En ese caso, Freya-sama, Ottar-sama, será un gusto estar en su Familia.

— ¡Bell! — Riveria había gritado el nombre del chico, pues no se esperaba la aceptación de Bell tan fácilmente, unas pocas palabras de Ottar lo convencieron, ¿Bell era tan fácil de ceder?.

— ¿Ésto es una declaración de guerra, Riveria-kun? — Freya se encontraba extrañada, pero intrigada.

— N-no, discúlpeme Freya-sama, me sorprendió ver a Bell fuera y ya recuperado al 100% — Riveria tenía que mantener la compostura para no iniciar una disputa entre Familias.

— Ya veo, acepto tus disculpas, vice-capitán.

Riveria se marchó hacia el calabozo, ya no podía tener trato con Bell, ni ella, ni Aiz, era una asociación entre Familias o incitación, y no podía provocar ninguna de las dos.
Le tendría que avisar a toda la Familia, ¿Cómo se lo diría a Aiz?...

[...]

Mientras tanto Bell se encontraba en la torre de Babel, y los pallums en la escalera que conducía hacia la habitación de Freya, mientras que Ottar se encontraba en la puerta del lado de afuera, y había recibido la orden divina de Freya de no entrar, hasta que ella pronuncie su nombre.

— Bell, desvístete.

— F-Freya-sama, creo que solo se necesita sacar la camisa para ello.

— Claro, por eso, sácate la camiseta.

— Entiendo — Bell había mal pensado algo, lo directa que fue Freya ante él, y considerando que se lo digo ella, era algo que simplemente nadie no podría haber malpensado.

Freya sacó una aguja de un cajón de los tantos muebles que habían. Se pincho el dedo mientras se subía encima de la espada del chico, quien se encontraba recostado en la cama de la peliplata, por primera vez tocaba su piel, la sentía, estaba muy suave y frágil, qué triste que eso es porque no tiene falna.

— Bell, oficialmente eres nuevo miembro de la Familia Freya, y noveno ejecutivo de la Familia.
Felicidades, ahora eres mí niño, eres mío.

Freya abrazaba a Bell por la espalda, el peliblanco sentía los cálidos brazos de su nueva Disoa, una piel tan suave y fina, que pocos habían llegado a tocar probablemente, era un lujo que no cualquiera podía tener, sentía como el calor del cuerpo de Freya pasaba al de Bell, su piel se tocaba con la suya, se pegaba la carne de ambos, Bell estaba todo rojo, y Freya era demasiado lujuriosa.

— ¿K-Kami-sama?

— Bell... ¡Estoy tan cómoda, tienes una piel muy suave para ser aventurero! — Freya no se movía encima de Bell, más bien, se acomodaba encima de él, cómo si estuviese acostada.

La Diosa se encontraba cansada, pero con mucha felicidad, definitivamente el chico esta tarde estaría con ella, Freya se tiró de la espalda de Bell hacia la cama, mientras se tapaba.

— Kami-sama... — Bell giró su cabeza hacia la derecha, encontrándose los ojos violetas de Freya, mientras ella tocaba su pelo, era un sentimiento de satisfacción tremenda, quizás pueda quedarse un rato así, con su Diosa.

Ambos se durmieron; Ottar con la fuerza de voluntad que le quedaba, entró al cuarto, vio a ambos durmiendo, Freya estaba abrazando a Bell, mientras que ella reposaba su cabeza en el pecho de él.

Ottar observó unos segundos más, para luego irse, ordenó a los dos hermanos Gullivers irse de la Torre de Babel.

Él pensaba en lo que pasaría, quizás ésto solo era un comienzo de un final, mientras caminaba con destino a la Anfritiona de la Fertilidad, Mamá Mia se encontrará con una sorpresa, más bien dos.

[...]

Final del acto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro