Cuando me enamoré de ese chico. Era mi primer novio, recuerdo haberle entregado una carta en donde decía que lo amaba, y que quería su respuesta. Pasaron las semanas, y me había hecho amiga de la hermana de él, quien lo incentivaba a salir conmigo. Pidió permiso a mi hermano para salir conmigo, era muy protector. Y eso es algo que causará una acción de la que luego trae consecuencias. Algo que incluso él admite haberse equivocado.

Al tener el sí, comenzamos a salir. Yo era muy inexperta, y no sabía lo que se hacía en pareja. Ni que debía decir, así que hice lo mejor que pude con lo que sabía.

La relación a mi punto de vista iba bien, hasta que pasó el incidente con mi hermano. Quien a la salida de la escuela, se lo llevó a rastras a un parque cerca de allí. Lo esposo y le dijo que se liberará, y que él no iba a hacer nada. Si lo hacía, me había ganado como su novia.

Él lucho, creando heridas en sus muñecas por las esposas. Y cuando se liberó, mi hermano le golpeó el estómago. Diciéndole que peleará por mi amor, algo que mi novio se negó. Y mi hermano le entregó las llaves de las esposas, mostrándote que era mi corazón. Y que lo cuidara.

A la madre no le gustó en lo absoluto lo que pasó, negándose estar conmigo y salir conmigo. Mi padre fue a su casa a disculparse, pero ella solo formuló su rotundo no. Cosa que también nos afectó a nosotros, que solo pudimos vernos a escondidas a la salida de su escuela. Yo no hablaba, y eso es algo que me recriminó cuando terminamos. Decía que por chat hablaba un montón, pero en persona no decía palabra. Lo que más afectó y marcó para mí, fue haber hecho esa estupidez en la escuela.

Había una compañera, cabe decir que... tenía sus cosas que aprender. Ella había hecho una publicación en Facebook, donde nos ponía a cada uno de nosotros con un verbo en definición. O obviamente yo era "la rara". Como ya habrán visto. Siempre fui la rara en donde sea que vaya. Y eso es algo que no me agrada en lo absoluto, lo más gracioso era que se juntaba conmigo a la fuerza. O mejor dicho, me obligaba a juntarme con ella.

Su descaro de llamarme la rara obviamente me molestó, así que la encaré y de dije que pensara bien lo que hiciera. Algo que no le importo en lo absoluto, y comenzó a esparcir por la escuela que yo le tenía miedo.

No lo iba a dejar así, y diciéndole que la llevarán al baño, saqué una cadena que guardaba en la mochila y la esperé, intenté ahorcarla con la cadena. Pero viendo que llegaba la hora de terminar el recreo, y que la idiota ponía la mano. No me daba el tiempo suficiente para matarla y no llamar tanto la atención, así que le advertí que no se metiera conmigo.

Obviamente, con su altanería no me escuchó y fue a hablar con las autoridades de la escuela. Haciéndose la víctima indefensa, pero lo que ella no contaba es que yo tenía buena reputación entre los profesores y autoridades. Y no me hicieron mucho. Lo que más me atacó fue después, escuchar en mi cabeza la voz de una persona decirme que era inútil. Que no podía ni con una víctima tan fácil, y que aún así esa víctima saldría victoriosa ante mis acciones.

Esa voz cada minuto comenzaba más fuerte, calandose en mi cabeza mente y cuerpo. Llegando a alterarme y llamando la atención de las autoridades, quienes me tuvieron con ellos todo el resto de las horas. Dando posibilidad a los del salón mentir diciendo que tenía un cuchillo, mentira más obvia y redunda. Cosa que desmenti obviamente.

Pero de lo que no me salvé fue que llamaran a mis padres y les dijeran que me llevarán al psicólogo. Cosa que acepte e hice, y estuve un tiempo yendo a un psicólogo en una iglesia a dos cuadras de mi casa. Hablar con alguien fue liberador para mi, al punto de animarme y mostrarle las marcas que me había hecho en un arrebato de impulsividad en mi brazo izquierdo. Una bajo la otra eran mostradas las finas líneas de cortadas.

Ahí fue cuando la situación se puso más intensa y me deribaron a un psiquiatra que me médico y preguntó que había pasado. Yo creí que si decía algo iría presa, ante mis ojos había hecho un intento de asesinato a un compañero de clase. Por lo que mentí, había dicho que veía alucinaciones. Muy conciente de que no era así. Y para reafirmarlo destaque una figura que más de una vez había aparecido en mi casa "el hombre sombra" una figura oscura de una persona que más de uno de mis hermanos habíamos visto. Pero nadie quería decirlo, terminando por tomarme de loca siempre que lo decía.

Me diagnosticaron esquizofrenia como primer diagnóstico, cosa que acepté. Era el resultado que quería, así. Nadie diría que fue conciente mis acciones. Y por consecuente no iría presa.

Lo que sigue después de eso, es lo que marcó un antes y después en mí.