Mis padres no tuvieron problema en dejarme ir a otra ciudad con mi novia, principalmente por que vamos con su padre que es un adulto responsable. Al parecer nuestros padres se conocen de las juntas del comité del vecindario que se tienen una vez al mes por temas de seguridad y mejoras en el lugar. Emily se notaba muy nerviosa pero intentaba disimularlo hablando de cualquier otra cosa que no fuera sobre el cumpleaños de su amiga o sobre la ceremonia en su memoria.

– Iremos directo a la casa del tío Angus, nos alistaremos allí para luego ir a casa de Natacha – hablo el papá de Em viéndonos por el espejo retrovisor por unos segundos para volver su mirada a la ruta.

– Esta bien papá – mi novia miraba por la ventana con su cabeza apoyada en mi hombro y su mano fuertemente aferrada a la mía. Ya estábamos en su antigua ciudad faltaba poco para llegar a la casa del tío de Em. Por lo que se veía a través de las ventanas la ciudad no era muy parecida a donde vivimos nosotros, en este lugar hay muchísimos más parques y casas hogareñas lejos de enormes edificios. – Odiaba vivir aquí porque este era un pueblo pequeño – comenta Em riendo sin gracias – Recuerdo que con Nat fantaseábamos con la idea de que cuando llegara el momento de irnos a la universidad pudiéramos escaparnos de este lugar – la castaña aprieta un poco más mi mano y yo la miro corriendo un mechón que se le cayo encima del ojo. No parecía estar triste sino que melancólica, con mi dedo pulgar acaricie su mano y apreté el agarre.

– Si lo piensas un poco si lograste cumplir el sueño de escapar de este pueblo por ambas – beso su frente viéndola sonreír con un poco menos de esa melancólica que venia cargando.

– Llegamos – nos habla el señor Burton parando el coche frente a una pequeña casa azul con la puerta y ventanas blancas. Tocando el claxon el papá de Emily se baja del auto y de la casa salen dos niños de nomas de diez años exactamente iguales de cara. Detrás de ellos aparece una adolescente de no más de doce o catorce años con los ojos pegados al celular. A su costado aparece un hombre un poco más joven que el señor Burton que comparte muchos rasgos con este. Y por ultimo una mujer una cabeza más baja que el hombre con una sonrisa enorme. Los niños corren a abrazar al señor Burton mientras que nosotros bajamos del auto y el resto de la familia se acerca.

– Tío Brayden tienes que ver la casa en el árbol que papá hizo para nosotros – habla uno de los niños cinchando del brazo al papá de Em.

– Niños dejen llegar a su tío por favor – habla la mujer elevando la voz por sobre las quejas de los chicos – Isy saluda a las visitas – la chica guarda su celular para sonreírle a Emily dándole un fuerte abrazo, luego sigue con su tío y por ultimo viene hacia mi extendiendo su mano.

– Les presento a mi novio Víctor – me señala Emily ante su familia – Víctor ellos son, mi tío Angus, mi tía Raylee, mi prima Isy y mis primos los gemelos Asher y Neo – el hombre me extiende la mano y yo se la estrecho, mientras que la mujer me da un abrazo como si me conociera de toda la vida. Los pequeños me miran algo desconfiados pero terminan por chocar los puños conmigo no sin antes amenazarme con romperme las piernas si hago llorar a Emily.

– Ustedes no le partirán las piernas a nadie zopencos – la chica golpea a sus hermanos en la nuca que se quejan por el golpe con su padre.

– Niños cálmense ya por favor – habla el hombre con voz tranquila y pausada, me recuerda a mi padre cuando yo y Melanie nos peleábamos de niños delante de extraños.

Emily me codea indicándome que la acompañe a bajar nuestros bolsos y de inmediato abrimos la cajuela y sacamos nuestras cosas. No son muchas pasaremos el fin de semana aquí por lo que no necesitábamos mucho.

– Vamos dentro les serviré algo de té y galletas – nos dice Raylee ya caminando hacia la casa, dejando que los dos hombres charlen a gusto frente al auto – Isy lleva al novio de tu prima al cuarto de los gemelos y Emily dormirá en tu cuarto – junto a mi novia cargamos nuestras cosas y fuimos hasta el cuarto de los gemelos que contaba con una litera de dos camas y una extra que salía de debajo con solo empujarla.

– Te enseñare donde queda el baño – comenta la castaña en cuanto dejo mi bolso sobre una silla libre que encontré cerca de la cama. Isy camina hasta el final del pasillo y me señala la ultima puerta. – Este es el baño hay un mueble con todo lo que necesites si te hace falta algo y Em sabes donde es mi habitacion. Ahora debo irme no me digan a mamá que los deje solos, te quiero prima – y con una velocidad asombrosa la menor se esfuma tecleando algo en su celular.

– ¿Tu tía es súper religiosa? – pregunto por las ultimas palabras que uso la prima de Em como despedida. Mi novia se gira a verme y suelta una pequeña risa negando con la cabeza. Entra en una habitacion y sale al instante sin su bolso.

– No mi tía Raylee considera descortés que los invitados que no conocen su casa deambulen perdidos – comenta Em abrazandome con fuerza, yo paso mi mano por su cabello apretando el agarre de mis brazos. Beso su cabeza queriendo transmitirle tranquilidad y ella se aleja de mi tomando mi brazo. Caminamos siguiendo las voces de los niños que se escuchan peleando. – Ya te acostumbraras a ella es algo peculiar y diferente a muchas personas y es por esa razón que mi tío se enamoro de ella – entramos en la cocina viendo a los gemelos pelear sacándose la lengua el uno al otro. La madre del hogar se mueve de un lado a otro buscando algo en los armarios.

– ¿Isy viste donde deje los sobres de té? – grito la mujer dándose la vuelta y al vernos suelta un grito ahogado. – Perdón no los escuche entrar – habla la mujer volviendo a recuperar el aliento.

– En el armario de las latas mamá – escuchamos la respuesta de Isy y a los minutos aparece en la cocina.

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