Capitulo 26

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Ethan:

―Ogsh―Es lo primero que sale de mi garganta, antes de comenzar a recuperar la conciencia un uno porciento.

Antes de poder siquiera mover un hueso de mi cuerpo, las neuronas de mi cabeza comienzan a golpear las paredes de mi cráneo y unas náuseas repugnantes comienzas a recorrer de mi estómago hasta la garganta. Como puedo me trago las náuseas y me obligo a mi mismo recuperar el control de mi cuerpo. Cuerpo que en estos instantes no parece que me perteneciera.

Afirmo las manos en lo que parece al tacto un colchón y aplico en los brazos un poco de fuerza para poder levantar mi cuerpo, arrepintiéndome al instante gracias a un dolor punzante en el pecho, por lo que dejo caer derrotado mi cuerpo de nuevo al colchón. 

¿Que mierda había pasado?, ¿Acaso habíamos tomado demasiado con Channel anoche?.

Trato de recuperar algún recuerdo de lo sucedido en la noche pero nada viene a mi mente. Es una pantalla en blanco esperando que la película comience. Luego de unos minutos que solo parecen segundos y en los que lo único que hago es resoplar, vuelvo a obligar a mi cuerpo moverse para averiguar qué sucedió. Si yo no tenía una respuesta, lo más seguro era que Channel la tuviera y pudiera reírme con ella de lo ridículos que tuvimos que ser al tomar unas copas demas. Aunque lo que según yo podría haber sido unas copas, mi cuerpo lo siente como si hubieran pasado un camión por encima, una y otra vez hasta haber roto cada uno de los huesos de mi cuerpo.

Afirmo las manos en el colchon y logro enderezar todo mi torso hasta quedar de rodillas en el colchón. Siento que comienzo a perder el equilibrio de mi cuerpo por lo que coloco mis manos sobre las rodillas. En ningún momento había querido abrir los ojos, así que lo hago ahora, pestañeando varias veces para recuperar la visión y que no estuviera borrosa.

―Pero que...carajos―sigo pestañeando como si eso borrara las imágenes que me deja ver mis ojos en estos momentos. Llevo mis manos a lo que se encuentra a unos pocos centímetros de mi, lo levanto con solo dos dedos y lo suelto al instante con repulsión. Una puta liga negra se encontraba tirada en el colchón al lado mío, al igual que un sostén transparente negro y otras ropas que eran tanto mías como de mujer.

Esa no era la ropa que Channel suele usar.
Esa no era la ropa interior de Channel. 
Estas no eran las sabanas de mi cama, ni de la cama de Channel.
Y ese asqueroso perfume barato que ronda a mi alrededor y que siento pegado en cada parte de mi cuerpo, tampoco era perteneciente de la chica que tanto quiero.

Como si fuera un resorte me levanto de la cama, a pesar del dolor de cabeza, y camino hacia  atras hasta tropezar con lo que parece una botella y caer al suelo asustado. 

―¿Pero que mierda?¿Que mierda?¿Que mierda paso?―me pregunto para mi mismo en voz baja, mientras con las dos manos, me jalo del cabello con desesperación. 

No sabia en donde me encontraba en estos momentos y gracias a eso lo único que podía pensar era en que no estaba con Channel, y si no era con ella…¿De quien era esta cama?.

Me llevo las rodillas al pecho y me abrazo a ellas asustado como un niño pequeño mientras oculto mi cabeza entre el espacio que forman. Mi corazón comenzó a latir a mil kilómetros por hora. Lograba sentir y casi escuchar por mis oídos como la sangre transcurría por mis venas mientras mi respiración se volvía irregular y poco constante. Si no llegaba a calmarme, en poco tiempo me desmayaria por hiperventilación. Mientras seguía en la misma posición, mi cuerpo comenzó a moverse involuntariamente mientras una capa de sudor empieza a recorrer mi espalda y frente, mojandome entero. 

Entre la desesperación, la desorientación y el miedo que sentía, tarde solo unos segundos en un momento de claridad, darme cuenta que era lo que me sucedía. Estaba teniendo una resaca de cocaína. 

Mierda...Se supone que hace muchisimo que no la consumía, dos años para ser exacto. ¿Que mierda había pasado para que volviera a ocurrir?. 

Vuelvo a tratar de recuperar mi respiración, pero no sucede nada. Años atrás estos ataques se habían hechos naturales para mi que ya sabía cómo controlarlos, o ya ni los sentía, pero ahora todo era diferente, que volverlos a tener era como si todo se volviera a repetir de nuevo, pero con mayor intensidad por la falta de costumbre. Levanto la cabeza como puedo y miro a mi alrededor hasta dar con la botella de vodka con la que había tropezado, como puedo la alcanzo hasta alzarla junto con mi brazo unos metros para luego estrellarla contra el suelo, haciéndola añicos y quedandome con el cuello de la botella entre mis dedos. 

Vuelvo a tratar de respirar regular pero aun no lo logro, por lo que sé que está en la única solución que me queda. Suelto mi otra mano que aun sujetaba mis rodillas y la posiciono sobre ellas, mi mirada va del cuello de la botella roto hacia mi mano. Mierda Ethan, no seas cobarde ahora. Con lentitud acercó la botella hacia la palma de mi mano y la entierro de la esquina de ella hasta mi dedo pequeño, mientras dejo caer la cabeza hacia atrás, ahogando un quejido de dolor. 

Cuando mi cerebro recibe la notificación sensorial de que estoy siendo herido, por arte de magia mi cuerpo deja de tiritar, para colocar todas las neuronas en estado de alerta. Enfocándose simplemente en el dolor proveniente de mi mano.  Con años de experiencia había descubierto que el dolor reemplaza los ataques de pánico y desesperación, que son provocados por las drogas.

Tiro lejos lejos el cuello de la botella y me dejo caer derrotado al suelo, mientras mi respiración por fin se regulariza. Cuando ya me siento un poco mejor, me enderezo y observo mi mano. Se encuentra llena de sangre, manchando con grandes gotas el suelo y parece que no quiere dejar de sangrar. Mierda, había hecho demasiado profunda la herida. Me levanto de donde estoy, aun con el cuerpo pesado y la cabeza llena de dolor para tomar el primer pedazo de tela que encuentro, envolviendome la mano con esta y así cubrir la herida evitando que quede expuesta.

Ahora que ya me encontraba un poco menos ido, me siento en la cama afirmando los brazos en las rodillas y suspiro cansado. No recordaba nada, no sabía en dónde mierda estaba metido, ni sabia como habia llegado hasta aqui y no quería ni imaginarme la respuesta porque sabria que seria mala. Pero como si el karma quisiera llevarme a la realidad, junto con una punzada en la cabeza que hace que me queje en voz alta, una película en imágenes de la noche anterior comienza a hacer un recorrido por mi mente. 

La  primera imagen que llegó a mi mente fue la de de Channel y yo dandonos un fogoso beso de despedida en la entrada de la cabeza, la segunda escena fue de Marion y yo conversando, luego gritandonos para finalmente ella lanzarse en mis brazos pero sin resultado alguno ya que yo la rechace. 

Las siguientes fueron de la reunión con Ivanov en una de sus nuevas mansiones. Uno de sus últimos planes aquí en París, antes que se fuera a otra ciudad, comenzaba a estar en marcha y nos incluía a todos los que lo rodeaban. Y como yo aún seguía siendo sumano derecha, me incluía a mi.  Aún le faltaban millones de detalles para ejecutarse, para no cometer ningún error, pero el igual lo tomo como un gran avance y lo quiso celebrar con una de sus épicas...fiestas. 

Mierda.

Me enderecé de la cama y comencé a caminar en círculos mientras solo unas pocas imágenes más llegaban a mi cabeza; Prostitutas por todos lados, mujeres borrachas, hombres borrachos. Ivanov y sus hombres de confianza consumiendo drogas. Si mal no recuerdo, yo me encontraba en una esquina apartado de todos, no estaba consumiendo nada, me había prometido a mi mismo no hacerlo desde que llegué con Channel aquí. Pero como la vida es injusta, la imagen de Ivanov y tres hombres más apuntandome a la cabeza con una pistola llego a mi mente. Me habían obligado a consumir una, tras otra línea hasta perder el conocimiento como ellos querían. Como ellos ya lo estaban.

La verdad esque no me sorprendía para nada, Ivanov me manejaba. Siempre lo había hecho. 

Camino hacia la cama y busco mi ropa interior por entre las sábanas. Me la coloco y término de buscar el resto de  ropa por toda la habitación hasta que ya estoy vestido con el traje de ayer. O mejor dicho lo que queda de él. Me siento y me coloco los zapatos sin importarme no llevar calcetines. Tanteo con una de mis manos el bolsillo interior de la chaqueta y le doy gracias a Dios por no haber perdido el celular, trato de desbloquearlo pero no enciende, solo sale un signo de batería sin carga.

―Carajo―reclamo en voz alta mientras me pasó las manos por el cabello. Tengo la intención de salir de la habitación para salir cagando leches de aquí, pero algo llama mi atención en el mueble que está al lado de la cama, haciendo que me detenga y camine hacia allí.

Tomo la fotografía entre mis manos y caigo en la cuenta en qué habitación me encuentro. 

Estoy en la habitación de Marion.

―¿Ethan qué hiciste?―me reclamo a mi mismo en voz alta mientras dejo la fotografía en que aparece un Ethan que no recuerdo, abrazando a Marion. Una fotografía de los dos siendo una pareja de adolescentes en plena pubertad. 

Dejo la fotografia en donde estaba y camino lejos de la habitación hasta llegar por un pasillo amplio con las murallas de cristal y otros dos pasillos más. Nose por donde irme, nunca habia estado aqui. Por lo que me dejo guiar por la fila de botellas que recorre el pasillo de la derecha y le agradezco a Dios por haber llegado a la sala. Sala en que tanto mujeres como hombres se encuentran en coma etílico, mientra alrededor de ellos aún se encuentran botellas a medio servir y en cada mesa de cristal negro, llamativas líneas de cocaína y bolsas de anfetaminas se esparcen por todas ellas. 

Esto es un verdadero desastre. 

Ahora que lo veía con otros ojos, esto era realmente enfermizo y asqueroso. Nunca debía haberme dejado llevar por lo que Marion me dijo anoche, lo mas bien me habría enterado de los planes de Ivanov por el mismo, más una paliza obviamente por no haber estado apoyándolo. 

¿Como pude ser tan estúpido?.

Volví a llevar mis manos a mi cabello por sexta vez para tirar de él. La culpa me carcomía, si yo me encontraba aquí era porque no había pasado la noche con Channel. Nunca había llegado con ella como le había prometido. Era una mierda de hombre, una real mierda. Channel tenía razón, ninguna persona en su sano juicio se deja llevar por las palabras de una ex. Ni siquiera por pareja. 

Si anoche pensaba que yendo solo una hora lejos de la casa, podría recompensarlo con una noche de películas. Ahora no tenía ni la menor idea de cómo recompensar el haber no llegado y menos...una infidelidad.

Aunque no estaba seguro, porque no tenía ninguna imagen de eso.

―Mierda, Carajo―maldije en voz alta.

Antes de salir por la puerta principal, recordé que no había llevado conmigo mi Jeep por lo que tomé las primeras llaves de un auto que encontré en la mesa más cercana. Volví a caminar hacia la puerta de entrada mientras sujetaba las llaves con miedo y odio, hasta que antes de abrir alguien me llama a mis espaldas. 

―Ethan.

¿Porque me castigas Lucifer?.

―No me dirijas la palabra―dije mientras me giraba hasta quedar de frente, pero a unos buenos metros distancia de ella. Se que no debía tratarla así, pero si ella me había seducido tenía tanto la culpa ella, por no pensar en que me contraba en una relación amorosa, como yo por no haberla detenido.

 Marion era descarada, siempre lo fue, por lo que no me sorprendió verla desnuda, sin que nada le cubriera sus partes íntimas más que su cabello rubio que le caía sobre sus senos prominentes. No le importaba lo más mínimo estar desnuda, a Pesar de que en cualquier minuto alguno de los hombres de Ivanov se pudiera despertar y con tal solo mirarla no dudarian en estar encima de ella. Aun sin su consentimiento. 

Antes, la situación hubiera sido diferente, antes hubiera caminado decidido hacia ella ante esa imagen de su cuerpo en pleno esplendor y la hubiera hecho mía en su habitación hasta saciarnos, pero ahora ya no.

―¿Ya te vas?―hizo un puchero y comenzó a acortar la distancia que había entre nosotros. Caminando entre los hombres desnudos que se encontraban casi muertos en el suelo.

Me lleve una de mis manos a la cabeza para ejercer presión. Su voz chillona me molestaba―¿Tu que crees?―pregunté con la voz ácida.

Con una voz de gatita me respondió―Déjame calmar ese dolor que traes, además...―se detuvo enfrente mío―Podemos ducharnos juntos―ronroneo―Así podemos sacarnos de encima el hedor de la fiesta de anoche.

La mire directo a los ojos con asco―No Marion, me tengo que ir―tuve la intención de girarme pero me detuvo por el brazo, enterrando una de sus uñas acrílicas―que más parecían garras que uñas―en mi brazo. 

―No quiero que te vayas―hizo un puchero. De un solo movimiento y sin pudor alguno, llevo mi brazo hacia uno de sus pechos. Haciendo que se lo apretara gracias a que ella ejerció presión con su mano. Instantáneamente saque mi mano con todas mis fuerzas.

―¡Pero qué te sucede!.

―Tomame Ethan, hazme tuya como en los viejos tiempos.

―Estas enferma Marion―dije dándome vuelta.

―Enferma por ti―la sentí abrazarme por la espalda―Tan enferma que me gustaría ver la cara de la zorra esa que vive contigo, al vernos así. Tu con el traje todo arrugado y yo desnuda.

Lo último que dijo me calento la sangre. Y no de la forma sexual. Si no, de la forma que provoco que toda la lástima que sentía por ella al enterarme lo mal que lo había pasado hace unos años, ahora se transformara en asco. 

Me gire de un movimiento y la tope de los brazos para que se quedara quieta.

―No vuelvas a llamarla zorra, ¿Me escuchaste?―le escupí en el rostro con odio―No te lo permito.

Marion ni se inmuto con mi voz, y en sus ojos note que lo que le había dicho lo había tomado como un reto―La perra inocente si que te atrapo entre sus garras―siguió hablando mientras una sonrisa arrogante aparecía en sus labios.

―Basta.

―No, basta tu de no darte cuenta que el destino quiere que volvamos a estar juntos―Marion logro soltar uno de sus brazos para pasar su mano por mi cabello. Pero la volvi a su lugar en solo segundos―No te resistas Ethan. Yo se que tu quieres estar conmigo―se mordió el labio diciendo esto ultimo, mientras movía su cabeza, dejando que su cabello cayera por su espalda y tuviera una perfecta vista de sus senos. Pero ni ese movimiento sirvió para que le mirara su cuerpo.

Tome una respiración para calmarme y así no llevar las cosas a los extremos y volví a hablar―Necesito que te metas en tu cabeza que yo ya no te quiero como algo más, yo ya no te necesito para tener sexo de pareja, ni para tenerte en mi vida. Fuiste mi primer amor, al igual que yo fui el tuyo―un brillo de tristeza apareció en sus ojos―Lo fuiste, lo fuimos uno para el otro pero ya no...Ahora tengo ahora ese amor que es para toda la vida, el último amor―cerré mis ojos y le implore tanto a Dios como a Lucifer para que la respuesta a la pregunta que le iba a hacer fuera buena y no mala. No me podía quedar solo con mi imaginación vacía―Y es por eso Marion, si aun me quieres, si aun tienes una pisca de amor por mi a pesar de los años, necesito que seas sincera conmigo... y me digas si anoche nos acostamos.

Marion movia sus ojos para todos lados, como si analizará hasta lo más profundo de mi, para saber si lo que había dicho era la verdad o no.

―¿Te duele esta situación?―me pregunto casi en susurro, haciendo que volviera escuchar a la Marion de antes. La Marion comprensiva.

―Como el infierno, porque si lo hicimos significa que la engañe y no me perdonaría causarle otro dolor más en la vida―confese apenado.

Marion con la mirada cabizbaja se movió por debajo de mis brazos para que la soltara y retrocedió unos pasos mientras se trataba de cubrir su cuerpo desnudo.

Y así supe que no me responderia, me dejaría con la duda. Maldita sea.

Pero aun así, con motivos para odiarle mas de lo que lo hacia ya, no puede ser malo y antes de girarme para ir hacia la puerta, le cubrí el cuerpo con la chaqueta de mi traje. 

―Adiós Marion―le deposite un beso en la mejilla y comencé a caminar dándole la espalda. Antes de cerrar por la puerta de entrada escuche su voz.

―Ethan―me llamo pero no me gire, solo seguí sujetando la puerta mientras esperaba que hablara. Soltó un suspiro apenado y dijo lo que me imaginaba―Tomaste demasiado luego de inhalar linea tras linea, fue...fue como volver a verte de adolescente, solo que esta vez mi padre te obligo. Estabas en muy mal estado, por lo que te lleve conmigo a mi habitación en la que una pareja de amigos de mi padre ya habían ocupado, por eso la lencería y el desorden―la volví escuchar suspirar―Trate de besarte, pero aun casi inconsciente solo la nombras a ella, por lo que me resigne y te deje en la habitación para que nadie te molestara.

>> Así que tranquilo Ethan...No la dañaste dos veces.

Channel:

Hoy me tocaba clases a la una de la tarde por lo que le agradecí al señor por este horario. Ya que podía seguir en mi miseria por unos minutos más. Tan solo unos minutos.

Eran las 11:45 de la mañana y yo todavía me encontraba con el vestido de anoche y aun me encontraba en la cama de Ethan hecha una bola, mientras lagrimas de cocodrilo recorrian mis mejillas. Había llorado tanto anoche que la cabeceras blancas de Ethan, que ahora estaban manchadas de mi rimel corrido. Debía parecer un maldito mapache. 

Odiaba llorar, este último tiempo llorar me dañaba muchísimo tanto el corazón como mis ojos. Era como si esas dos partes de mi, se quemaran al mismo tiempo, hasta tener que gritar para que se pasara el dolor. Se que estaba siendo la situación un drama gigante pero…¿Como nada no me podía salir bien amorosamente?¿Ni siquiera una cita?. 

No sabia que pensar. 

Se que esta la parte en que Ethan pudo haberse quedado con ella por algo importante, pero por lo menos avisarme para no quedarme como una estúpida esperándolo con todo listo. Me sentía agotada. Agotada de la situación. Agotada anímicamente. Agotada psicológicamente.  Agotada de ser yo y agotada de apegarme tanto a una persona, causando que sufrir por amor fuera lo peor de la vida.

Necesitaba un descanso… Aunque fuera breve.

Tanto pensar, de tener la mente de un lado a otro pensando en que hacer para luego volver a lamentarme, los minutos se pasaron volando, por lo que me lante de la cama y comencé a ordenar. Después de guardar toda la comida en tuppers y las botellas en el minibar, me fui a duchar lo más rápido que pude, pero sin antes botar el vestido por la ventana.

No quería ver esa estúpida prenda de nuevo. Que si a alguien le gustaba, que se lo llevara, yo ya no lo quería. Yo era de esas personas que cuando le sucedía algo malo en su vida con una prenda de ropa puesta, esa prenda se iba a la basura. 

Una hora y treinta minutos después ya me encontraba con el primer vestido y sandalias sin tacones que encontré, sin ninguna pisca de maquillaje y el pelo húmedo porque no había alcanzado a secarlo luego de ducharme. Si lo hubiera hecho estaría llegando más atrasada de lo que ya estaba yendo a la universidad.

Hoy era un desastre andante. Y no me importaba, no hoy.

Luego de darle el dinero al taxista, comencé a caminar con paso apurado hacia la facultad mientras sacaba mi celular para llamar a Caleb. Siempre lo esperaba para entrar y esta no sería la excepción. A Pesar de que anoche intente no estar pendiente del celular esperando alguna llamada de Ethan, me rendí y con todas mis fuerzas lo apague y desde ese momento que no lo había vuelto a encender. 

Con las manos temblorosas rezandole a todos los arcángeles para que no tuviera ninguna llama de Ethan, ni siquiera de entrada, por fin lo encendi. Estaba a punto de llamar a Caleb cuando a mi celular comenzó a vibrar entre mis manos, indicando que Ethan por fin me estaba llamando.

Tome una respiración y me lleve el celular al pecho, dejándolo sonar mientras trataba de normalizar mi respiración y eliminar todas las ganas de hablar con el. Si le respondía apenas lo escuchara, lo perdonaría y eso no era justo para mi misma.

El celular dejo de vibrar, pero comenzó a hacerlo denuevo―A la hora en que me llama este cojonudo―dije cortando la llamada para buscar en mis contactos el número de Caleb, cuando iba por la C, otra llamada de Ethan entró pero también le corte. Estaba actuando de manera inmadura, lo tengo más que claro, pero estaba en todo mi derecho.  Corte las tres llamadas siguientes que intento hacer Ethan hasta que porfin pude llamar a Caleb.

Al tercer tono me atendió la llamada―¿Ya vienes en camino?―le pregunté mientras pateaba una piedrita que estaba en el camino.

―Ya voy mi dulce amor, me faltan unas cuadras―hablo con una voz cantarina.

―Apurate―dije nerviosa―Que necesito a mi amigo y juro que en estos momentos si estoy sola me va a dar algo.

―No me demoro, no te muevas de nuestro lugar―Asentí aunque no me viera, para luego cortarle.

Estaba guardando el celular dentro de mi bolso, cuando se escucha mi nombre en un grito.

―¡Channel!―Levante mi vista y vi como Ethan gritaba mi nombre mientras venia corriendo apurado hacia mi. ¿Cómo mierda había dado conmigo?.

Bufé molesta y me di la vuelta para comenzar a caminar lejos de ahí. Si no me alejaba de él mi decisión entrará en duda en menos de lo que canta un gallo y eso no podía pasar. Tenía que ser firme. Caleb tendría que encontrarme dentro de la sala de clases.

Estaba por llegar a la escalera  de la entrada cuando un brazo me detuvo, haciendo que girara y le diera cara.

―Channel detente por favor―pidió Ethan.

―Ethan suéltame, tengo clases―trate de hablar firme pero más sonó como con lastima, por lo que levanté la vista con la mirada gélida, para contrarrestar mi voz que me delataba.

Ethan me miraba con cara de cachorro atropellado, pero no le creí nada―Channel déjame explicarte…

No lo deje continuar―¿Explicarme que?―levanté una ceja mientras mi corazón comenzaba a doler―¿Viniste a explicarme porque no llegaste anoche a casa?¿Viniste a explicarme porque mierda me dejaste tirada como un maldito perro desamparado?¿Me vas a explicar porque no cumples tus promesa?―lo mire de arriba a abajo al ver su estado y sentí que algo dentro de mí se quebró de nuevo. Mis ojos volvieron a querer llenarse de lágrimas pero me aguante. Lleve una de mis manos hacia su rostro y le tomé el rostro para acercarlo al mio y comprobar algo―¿O me viniste a explicar porque te encuentras drogado, con el aliento pesado alcohol y para variar labial rojo en tu pecho?.

Llevó la vista su camisa y maldijo para sí mismo antes de hablar―Channel dejame explicarte...no-no es lo que tu crees―me tomo de la cintura, pero me solté.

―Anoche te espere, espere como me dijiste, esperé como una tonta...pero yo tenía razón―mire hacia mis pies para ocultar que estaba llorando―Lo que hiciste anoche valia mas la pena que nosotros dos.

―No digas eso Channel―trato de tomarme de las manos pero igual me solte. Cuando lo hice vi que su mano derecha estaba sangrando. Instantáneamente mi lado preocupon se activó, pero lo mande a volar―Lo nuestro es importante.
Dolida lo mire a los ojos sin importarme que me viera llorar―Pero parece que esta vez Marion y lo que supongo que hicieron fue más importante.

Los ojos de Ethan se abrieron con horror―¡No!¡No!―negó con la cabeza y me tomo el rostro entre sus manos desesperado―¡No te engañe Channel!¡Lo prometo! ¡Te lo juro! ¡Jamas me atreveria a engañarte!.

―¡Channel!―se escuchó la voz de Caleb hasta que llegó hasta nosotros dos. Lleve mi mirada hacia él para que viera la situación en que me encontraba―Ups, lo siento, llegué en muy mal momento. Mejor te espero dentro de…

―¡No!―lo detuvo tomándolo de su brazo―Yo ya me estaba despidiendo―dije esto último mirando a los ojos a Ethan.

―Channel...―Ethan volvió a decir mi nombre, solo que esta vez a quien se le quebró la voz fue a él.

―Necesito...tiempo―fue lo único que dije. Con su estado y ese maldito labial en su camisa, mi decisión pareció más que perfecta en estos momentos, pero no sabría si a los días me arrepentiría o no.

―¿Tiempo?―pregunto asustado―¿Ti-tiempo lejos de mi?.

―Si...no, nose―dude mientras negaba con la cabeza―Solo necesito mi espacio Ethan.

―Pero Channel...Ti-tienes que escucharme―a Ethan se le escapo una lagrima de los ojos, haciendo que se me partiera el alma.

Eche un poco de mi tristeza hacia al lado y acorte la distancia para depositarle un beso en la frente. Nose si fue por acto reflejo o para calmar tanto mi dolor como el de él―Cuando esté preparada y ya haya pensado...todo, te escucharé. No antes, lo siento Ethan.

Y con eso me di vuelta dejándolo ahí parado, mientras me afirmaba del brazo de mi amigo para no caer al suelo derrotada. Al entrar a la facultad ya no veía nada, ni tampoco escuchaba nada más que un dolor pito proveniente en mis oídos.

Había pasado la noche con Marion.

¿De verdad me había engañado? ¿O realmente no lo había hecho?


Bueno pimpollos, llego una actualización larga y por fin sabemos que sucedió y porque Ethan dejó abandonada a Channel durante la noche, pero ahora quien aún no lo sabe es la misma Channel y eso hará que tenga que pensar si lo que siente por Ethan es tan fuerte o no como para confiar en sus palabras.
Lo bueno de todo, esque Channel tendrá un momento para ella, pero como la conocemos tan bien, de todo puede suceder.

Quiero leerlos, siempre lo hago. Por lo que comenten, dejen sus votos (La estrellita de abajo) y diganme lo que piensan.

Gracias por tanto apoyo, los quiero un montón a cada uno.

Acuerdense que Ethan tiene cuenta de instagram (@demonio_holland) y yo también.

 




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