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Todo es aparentemente normal.
Las hojas caen de los árboles, el viento se nota frió y esté las hace arrastrar. El cielo se muestra nublado, aún así las aves eurítmicas vuelan.Alumnos transitan en el patio, quizá caminando a su siguiente clase, tal vez solo buscando algún lugar o compañía para alimentarse.
Y desde el techó ella puede verlo todo, cada detalle, muerde su labio inferior mientras golpea la goma del lápiz contra el pupitre, comienza a sentirse nerviosa pues no deja de mover la pierna, su ceño no puede evitar fruncirse, y luego un suspiró pesado la abandona.
Pues por más que lo intenta, no puede sacar esa escena de su cabeza.

—¿Y? ¿Qué dices?—habla por fin llevando la punta de sus dedos a su boca—Quiero que seas sincero—pide y luego voltea para poder mirarle.

—¡Wow!—exclama aquel chico rubio de una manera exagerada mientras continúa evaluando aquella foto—Ella enserio, enserio parece de otro planeta—recalca haciendo ademanes exagerados.

—¿Qué?

—Qué es toda una diosa—contesta agitando un poco el celular—¡Wow! Su belleza casi me deja ciego.

—¿Tan bonita es?—cuestiona la chica mirando hacia todos lados para después tomar su teléfono de vuelta.

—¡Claro que si !—le responde casi en un grito—Presta atención ¿Está bien?

La chica a su lado asiente rodando los ojos, y se acerca un poco a él mostrando nuevamente la pantalla.

—Incluso desde esa toma sus curvas se notan, tiene una piel suave, labios gruesos y rosados, su cabello brilla, seguro es muy sano, además mira con detenimiento—dice haciendo un poco de zoom—Tiene la estatura perfecta.

—¿Es que acaso hay una estatura perfecta?

—Déjame decirte algo Geraldinaaaaa—menciona el rubio tornándose serio—Los hombres buscan una chica que no sea tan alta como rascacielos pero tampoco tan baja que parezca un minion.

—¡¿Qué tiene de malo ser alta o baja?!—exclama haciéndolo sobresaltar—¿Por qué los hombres deben aprobar eso también? ¿Hay una regla acaso? ¿Algo que dice que un hombre no puede salir con una mujer más alta que el? ¿Estamos en la década de la prehistoria?

Aquel chico cae en cuenta de lo que ha dicho, y sonríe nervioso.

—Tranquila, sólo digo que, suele ser un poco incómodo, aunque depende del gusto personal claro.

—Ash—espeta dandole un golpe al rubio—No sé qué hago pidiéndote tu opinión, pervertido ridículo.

—Lo mismo digo, sólo me haces perder mi tiempo—se queja el chico en forma de respuesta—Pero...no me dijiste quién es.

La joven duda un poco en si contárselo o no, pero eran amigos, sabía que aunque pelearan todo el tiempo, siempre estaría ahí para apoyarla.

—No lo sé exactamente—responde sincerándose—Pero la vi con Tae.

—¡¿Con Tae!?—exclama haciendo que inmediatamente la chica ponga la mano sobre su boca.

—Cállate Jimin—susurra observándolo de mala gana—Cualquiera puede escucharte desde aquí, me vas a terminar delatando.

—Estamos en la cima, nadie va a escuchar.

Es lo que logra entender y así dejarlo libre.

—Se ven cercanos—vuelve hablar el rubio ganándose otra mirada en desaprobación—¿Puedo preguntarte algo?

—¿Qué cosa?

—¿Qué hacemos sentados en las bancas abandonadas del techo?—cuestiona mirando su alrededor—Hace frió y está muy alto.

—Olvídalo Jimeno—responde levantándose y tomando su mochila apresurada—Me voy, tengo clase.

—¡A mi no me engañas Geraldinaaaaaa!—grita para ser escuchado—¡Se que estabas escondiéndote de él!

—¡Adiós!—grita en respuesta antes de bajar.

Su respiración se agita conforme baja cada escalón, solo a ella se le ocurría esconderse en ese lejano lugar, y
mientras sigue con su camino hacia su siguiente clase, no puede evitar pensar en todo lo que su amigo le ha dicho. Su cabeza le da vueltas y comienza a sentirse más ansiosa, todo se vuelve más confuso y una fuerte opresión en el pecho yace. Nunca había tenido el valor de confesarle sus sentimientos por temor a arruinar la bella amistad que ambos había formado con el pasar del tiempo, pero también temía no poder hacerlo jamás y oprimir su sentir. Estaba en un dilema, un gran dilema del que no sabía cómo salir.

—¿Curvas?—suelta deteniéndose de pronto—Bueno, no las tengo tan marcadas, pero si hay—exclama hacia su persona y continúa con su caminar.

Pero entonces nuevamente se frena de golpe.

—¿Estatura perfecta?—cuestiona soltando una pequeña risa fingida—¿Qué hay de malo en ser alta? ¿Eh? Además, es de familia, ya está en mis genes.

Se dice tratando de convencer a su mente quien comienza a jugarle en contra suya. Nunca había aprendido a controlar su mente.

—Bien, ella es muy bonita—suelta admitiendo la derrota—Pero yo, yo soy...¿Qué soy?

—¿Otra vez hablando sola?—interrumpe una voz a sus espaldas haciéndola tensar al instante.

Pues sabe perfectamente que el dueño de aquella voz, es el mismo del que estuvo escondiéndose hace unos minutos.

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