Todo era normal, hasta hace tres semanas, se despertaban escuchando los gritos de Ishimaru anunciando el inicio del día, hoy, los despiertan los estruendosos chillidos de un adolescente hormonal. Muchos maldicen la hora en la que ese par se les olvido usar protección, pero se les pasa al ver el rostro lleno de ilusión del menor, esperando a tener en brazos a aquella criatura que guarda en su interior.

Como se habia hecho una costumbre desde que Tsumiki dio la noticia, la voz del pequeño resonó en todo el lugar.

—Quiero un helado de mayonesa~!!!—llega a oídos de los encargados de cuidar al menor en la ausencia de sus familiares o pareja

—Vamos—menciona aburrido el azabache de ojos rojos a su hermano mayor para que le acompañe, ya que si no llegan a tiempo, podría ocurrir un desastre

Como era de esperarse paso, frente a la cama del menor y con un helado en mano, cada uno, se encontraban la causa por la que ambos se pregunten que les atrajo de esas personas. La Super modelo de preparatoria, cabellos rubios rodadizos recogidos en dos coletas altas y orbes celestes, rumoreada pareja del menor de los gemelos pero aun no han confirmado, al 100%, nada, por otro lado estaba el Super suertudo de preparatoria de segundo año, alto, de cabellos esponjosos que van desde un blanco hueso hasta un rosado clarito y orbes de un verde grisáceo, pareja del mayor de los gemelos y acosador experto del mismo, confirmado por ambos. Ese par tan peculiar se encontraban discutiendo acerca de quién le daría el helado al menor, utilizando argumentos tan validos que ni ellos mismos los entendían.

Así que utilizando la distracción los gemelos se adentraron en la habitación de aquel que destruyo su pacifica rutina, ese pequeño demonio de orbes amatistas que los extorsiona hasta que su pareja llegue, si, ese pequeño enano que adora ponerle el "chan" a todos, el Super dictador de preparatoria, Kokichi Ouma.

—Aquí tienes—le ofrece el gemelo azabache con una casi imperceptible sonrisa en el rostro, mínima, pero hay esta

—Mi helado~!!—celebra el menor tomando con sus manos aquel potecito de maravillas

—No te lo comas tan rápido que te va a hacer daño—indica el mayor a su vez que con un pañuelito le limpia la mejilla de aquel dulce de sabor dudoso, menos para el pequeño Ouma que tragaba, como si fuera lo más importante en su vida

—Kamukura-sempai~!—la chillona voz de la modelo suena por detrás de el chico de cabellos largos y antes de que pudiera decir palabra alguna ya se encontraba sosteniendo a la chica para que no se cayera—Eres muy cruel~—reprocha con un puchero que luego cambia a sonrisa—Pero aun así te quiero~—

—Hinata-kun...—el aura depresiva que rodeaba al albino podía hasta deprimir al inexpresivo azabache, mas para evitar que eso ocurra su novio se le acerco—Desesperación es muy molesta!!—comienza a quejarse, una vez más, de la chica

—Ah~?—cambia una vez mas de la personalidad linda que anteriormente tenia a la chica fashion—Te recuerdo, sempai~, que soy mucho más que solo molesta! La desesperación es lo que me mueve!!—

—La esperanza siempre brillara, solo eres un escalón mas para que eso ocurra—y volvemos con lo mismo

—Esponja de baño desteñida! La esperanza solo es una cosa aburrida y predecible!—

—La esperanza es lo más hermoso que podría existir en este mundo, oxigenada mal teñida—

—Agh! Me desesperas!!—de pronto cambio de su personalidad de desesperación a una completamente alegre—Por eso es que te adoro~! Contigo nunca me aburro~!!—

—Lo primero es mentira Junko-chan—interrumpe el menor de la habitación quien ya habia terminado de comerse aquel misterio para la humanidad

—Como era de esperarse de el más grande mentiroso de toda la academia—alaga Junko con su personalidad intelectual

—Ahora que quieres hacer Ouma-kun?—pregunta el albino con deseos de salir de una vez de ese cuarto, estar tanto tiempo, en un espacio tan pequeño, junto a Enoshima solo consigue que le den mareos, y sobre todo tienen que llevar a Ouma con Tsumiki para que ella de el veredicto final, puesto que esa tarde vuelven los verdaderos encargados del bienestar del menor, por lo tanto deben averiguar si es seguro que sepan sobre el estado del dictador

—...—se queda pensativo por unos instantes mas rápidamente se le ocurre que hacer—primero vamos a donde Tsumiki-chan-sempai~! Quiero asegurarme de que mi pequeño este bien!—dicho y hecho parten hasta la enfermería para encontrare con la chica

En el camino se van encontrando los adornos colocados para la ocasión, todo tiene que quedar perfecto o si no el pequeño embarazado volverá a llorar como cuando se le cayó al suelo la manzana de caramelo hacia una semana. Serpentinas de colores, cadenetas, pequeñas imágenes al relieve, parecía un castillo encantado, mas solo era la escuela, en eso Ouma apresura un poco el paso. Los demás, confundidos por tal acción, comienzan a seguirle de la misma forma, hasta que llegaron a el Super suertudo de primer año, Makoto Naegi, quien acababa de colocar uno de los adornos que habia hecho con el menor.

—Makoto-chan~—lo abraza cual Koala ante la rabiosa mirada de Togami—Acompáñanos~—con voz cantarina lo toma del brazo, llevándolo consigo, a rastras, hasta la enfermería

Antes de poder decir nada Nagito pierde el conocimiento por la falta de aire, se esforzó en demasía al intentar seguir al menor, por suerte no llego a tocar el suelo puesto que Hajime lo levanto y lo llevo a una de las camillas de aquel lugar, siguiendo instrucciones de el ser menos esperado, Junko, aunque en el fondo ella también quiere al albino, a su manera. Ya con más calma procedieron a la revisión diaria del pequeño, los primeros tres meses son muy importantes, y más para un caso tan especial como es el de Ouma.

—Entonces todo está bien, verdad?—pregunta el menor asustado de que algo anduviera mal con el feto pero la mirada de la enfermera le corroboro que todo estaba bien, que no habia problemas

—No te preocupes, el estrés solo hará que se ponga malo—avisa Yukizome entrando en la enfermería con una pelotita de colorines en la mano

—Co-como dice Yukizome-sensei, si te estresas mucho puede hacerles daño, a ti y al bebe. Pe-pe-pe-pero no hay problemas!!! Pueden contarle a Saihara-kun de tu estado—como si fuera un rayo, el rostro del menor puso una expresión de completa felicidad y, lo que más ama Nagito después de Hinata, esperanza

—Eso es hermoso!! Me dan ganas de destruirlo!!—tal frase de Junko alertaría a los presentes de no ser porque Ouma estaba calmado, el sabia que aunque a ella no le gustara la esperanza no iba a hacer nada que atentara contra la vida de aquel niño, ya que ella misma le habia tomado aprecio, autoproclamándose la tía principal del pequeño en ausencia de Maki

—Déjate de bromas Junko-chan!—aunque como toda madre hormonal el menor no se resiste a regañar a la modelo por el chiste sin gracia

—Me descubrió!! Que malo...—de buenas a primeras vuelve a cambiar de su personalidad energética a la depresiva—pero no me importa!! Yo los quiero mucho!!—y así como se fue, volvió, la Junko energética que no aguanto ni un segundo más antes de lanzarse a abrazar al menor

—E-e-eso sí es peligroso!!!—grita Tsumugi asustada

Resultado de la mañana:

-Junko regañada por casi todos los presentes

-Izuru fantaseando con su hermano embarazado

-Nagito mareado pero aun así sonriente, como siempre

-Hajime con la frente roja gracias a un palm face

-Makoto ayudando a su sempai suertudo a no caerse de la cama

-Togami ignorado y frustrado

-Mikan enrollada en vendas puesto que resbalo con un pomo de medicinas

-Chisa protegiendo a el menor de los presentes

y por último, el más importante

-Kokichi feliz de tener a quienes lo apoyen

—(Me pregunto si nos aceptaras, Saihara-chan)—con ese último pensamiento en mente salió junto al grupo de inadaptados autistas rumbo al comedor, aun quedaban cosas que revisar

Notas:

Este es un three-shot dedicado al cumpleaños de @Liah602 que fue el 20 de octubre

Por problemas que no voy a mencionar tuve que publicarlo hoy

Pronto vendrá la segunda parte: Mediodía

Bye-Bee