Capítulo 4

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¡Actualización hoy! Porque es el cumpleaños del líder más increíble del mundo. Y para que k_rito234 tenga un mejor día. 💜

          En la estación de policía de Seúl, todos los involucrados en la operación de rescate de la noche anterior estaban reunidos alrededor del Teniente Coronel, Jackson Wang, quien daba orientaciones precisas respecto a los informes a entregar, la conducta a tomar con los omegas rescatados y los sospechosos a interrogar, así como el manejo de la evidencia encontrada. Además, había que hacer un comunicado de prensa a toda la nación. Si bien fue una tarea olímpica, y todavía quedaba trabajo por hacer, era un triunfo que debía ser dado a conocer. La población merecía sentirse tranquila y los criminales, amenazados.

          Desgraciadamente, el departamento forense también tenía trabajo. Los cadáveres de omegas abusados estaban siendo investigados, así como otras muestras sospechosas de elementos recolectados durante la persecución. Hubiese sido utópico desear que todos los omegas fueran rescatados ilesos, y que ningún oficial saliera lastimado, pero no fue así. Había varios heridos que estaban siendo tratados y, los que habían causado baja, lamentablemente estaban siendo preparados para el velatorio y entierro.

          Jungkook, con una nueva taza de café instantáneo en su mano, apenas se mantenía despierto. Las sucesivas noches en vela de preparación, la operación hasta altas horas de la noche y haber amanecido casi en el hospital, le estaban cobrando factura. A duras penas había tenido tiempo de ir a casa, darse un baño y cambiarse de ropa.

          Terminadas las orientaciones, se desplomó en su escritorio, como un peso muerto, dejó un profundo suspiro y se estiró con los ojos cerrados, sus huesos y músculos protestando por una cama.

          —Esa no es la cara que esperaba de ti, una vez completada la operación. —Yoongi hizo acto de presencia, sus ojeras eran igual de profundas, pero una sonrisa adornaba sus labios—. ¿Por qué no te veo feliz y orgulloso?

          —Porque tiene algo entre manos que contarnos, no es así, ¿JK? —Namjoon se incorporó, colocando un grupo de files frente a cada uno—. Hay mucho papeleo que ordenar, pero puede esperar. ¿Me hablarás de lo de anoche? Es eso lo que te tiene todo el tiempo con el ceño fruncido, ¿no?

          —¿Qué pasó anoche? —cuestionó Yoongi, ajeno a lo sucedido.

          —Tengo un mal presentimiento —resumió Jungkook.

          Les habló de Jimin, quien resultó ser la misma persona que había venido a reportar Kim Taehyung, de las condiciones deplorables en que se encontraba, del evidente secuestro, de cómo su padre había negado todo, de la posibilidad de que fuese cómplice, o al menos tuviese alguna clase de implicación. Todas las dudas y teorías que ocuparon su mente desde que salió del hospital, salieron de su boca como una cascada. También estaba el tema de las drogas. Aunque las peleas entre alfas eran legales, el uso de drogas, no. Y si se trataba de uso de fármacos que tuvieran algún tipo de efecto en el combate, más aún.

          Algo le apestaba. Lo suficiente como para no poder regocijarse en sus triunfos. Todas estas coincidencias, ¿realmente lo eran? ¿Podía siquiera llamarlas coincidencias? No encontraba un hilo conductor, u orden especifico, o lógico. Era como si estuviese frente a un gran rompecabezas, pero faltaran las piezas claves para poder armarlo.

          —También tengo un mal presentimiento sobre esto —dijo Min, serio, al escuchar todos los datos expuestos.

          —Da la sensación de que tuviéramos algo grande, cocinándose frente a nuestras narices, pero no podemos percibir el aroma —añadió Namjoon.

          —¿También lo creen? Me da la misma vibra de cuando estamos frente a un caso grande. No creo que sea un suceso aislado, pero no sé cómo conectarlo.

          —¿Conectarlo con qué? ¿La prostitución de omegas? —Yoongi alzó una ceja.

          —No es descabellado. Para un alfa triunfador, agresivo, con las feromonas a tope y excitado, no hay nada mejor que un omega con el cual descargar todo. Mejor aún si no tiene que preocuparse por si lo daña. Las peleas alfas son legales, pero caminan al filo de la ilegalidad.

          —Pensamos exactamente igual, Nam. Pero siento que va más allá de eso. —Un nuevo detalle vino a su mente—. Ayer, el lugar de donde saqué a Jimin era un cuarto con puerta de hierro, jaulas y cadenas. Normalmente, los alfas participan en las peleas por su voluntad, suele haber incluso habitaciones para los competidores. Jimin estaba secuestrado, solo su caso era diferente. ¿Para qué, entonces, las jaulas?

          —¿Secuestran a más alfas? —tanteó Min, hizo un breve silencio y añadió, sorprendido—: O, crees que… ¿hacen pelear a omegas? —La bilis subió por su garganta, solo de imaginar la escena.

          —Lo llegué a pensar, pero lo descarté. El lugar estaba impregnado de un olor fuerte, que no logré asociar con nada. Apestaba. No había ni una pizca de olor a omega ahí. Tal vez algún animal, pero tampoco me olía a nada como eso. ¿Será algún producto para enmascarar olores?

          —Sin importar lo que esté pasando, no cabe dudas de que Park Jimin está relacionado. —Namjoon se recostó en su silla, sus dedos tocando rítmicamente en la madera—. Teniendo en cuenta el reporte de su desaparición, debe haber pasado ahí mínimo dos semanas, puede tener alguna información. ¿Cuándo podremos hablar con él?

          —Jin dice que sobrevivirá, pero está reportado de grave. No ha recuperado la consciencia aún, tampoco sé en qué estado estará cuando lo haga.

          —¿Qué hay de Kim Taehyung? ¿Has hablado con él de nuevo, lo ves como posible sospechoso? Fue quien lo reportó, a pesar de que su familia lo negara. ¿Estará involucrado de alguna manera? —Kim Namjoon siempre había sido conocido por su tenacidad y buen olfato para los crímenes, no le gustaba dejar ningún cabo suelto.

          —No he vuelto a contactar con él, a pesar de que la idea me pasó por la mente, quería ponerlos a ustedes al tanto primero. No me parece que tenga que ver, pero no podemos descartar la posibilidad. —Miró al oficial de patrulla—. ¿Tú qué crees, Yoongi? Fuiste quien más interactuó con él.

          —No me parece que tenga que ver, su preocupación se veía bastante genuina. No podemos confiarnos, pero por más que se pueda actuar, el olor y las feromonas no mienten. —Suspiró—. De hecho, viendo ahora que resultó tener razón, me siento como una mierda por no haberle tomado más importancia.

          —No vayas por ahí. —Jungkook le puso la mano en el hombro—. Vi tu informe, hiciste un trabajo impecable. Si su padre negó todo y mostró evidencia, obviamente falsa, del paradero de su hijo, no había más que pudieras hacer. Es de Park Minhyuk de quien más sospecho. ¿Puedes creer que ni siquiera haya ido al hospital?

El teléfono de Jeon comenzó a vibrar en su bolsillo. Lo sacó para ver quién era, pausando la conversación momentáneamente. Era Seokjin. Contestó de inmediato.

          —Hyung, ¿qué tienes para mí?

          —Acaba de despertar, pensé que querrías saberlo. Le estamos haciendo unas preguntas básicas y todo parece en orden con su cerebro, al menos por el momento. Puedo hacer arreglos para que hables con él, unos minutos.

          —Perfecto… ¿Su padre?

          —Todavía no llega, ni ha tenido comunicación de ningún tipo con el hospital.

          —Voy para allá, hyung. Si Park Minhyuk llega, me avisas de inmediato.

          —Entendido.

          —Nos vemos. —Colgó y miró a todos con expresión de disculpa—. Jimin ha despertado, está en condiciones de hablar. Su padre aún no va.

          —¡Genial! —exclamó Namjoon—. ¡Vete ya! Averigua sobre las drogas, si había alguien más en esas jaulas, el aroma extraño; todo lo que puedas conseguir. Tenemos que garantizar el primer contacto.

          —¿Qué pasa con los informes y el papeleo? —intervino Yoongi—. Todavía tenemos que cerrar el caso actual por completo, y esto ni siquiera es algo oficial. ¿Lo haremos a espaldas del Teniente Coronel? Nos meteremos en problemas.

          —Nadie lo sabrá, si no lo decimos. —Jeon tomó su chaqueta del respaldo de la silla—. Muchas veces, fallamos porque esperamos a que haya un caso para actuar, llegamos demasiado tarde. Podemos ser mejores que eso.

          —Del papeleo nos encargamos Yoongi y yo. —Namjoon se puso sus espejuelos y miró a Jungkook—. Evaluaremos los datos que traigas y tomaremos conducta. Reuniremos la evidencia necesaria y la presentaremos a Jackson, para entonces abrir un caso oficialmente, si es que esto lo amerita. No me he oxidado lo suficiente como para sentarme en mi oficina, dejar que los criminales actúen una primera vez y luego tomar el caso. ¡Vamos a por ellos primero!

          —¡Tú lo has dicho! —Jungkook le palmeó el hombro antes de salir.

          —Joder, por cosas como estas es que me encanta trabajar con ustedes —aseveró Yoongi, poniéndose a teclear también.

          Ciertamente, hasta cierto punto, los detectives y policías habían caído en la conformidad y la pasividad, esperando la sucesión de los crímenes para actuar, investigando con desgana y por obligación, dando por sentado que muchas cosas escapaban de sus manos. ¿Dónde estaba la pasión? ¿Qué había sucedido con el clásico instinto de detective que se veía en las películas, la capacidad deductiva?

          Si Yoongi en algún momento se sintió perdido y dudoso de sus decisiones, solitario en sus ansias de sacar adelante los casos, tomando riesgos de ser necesarios…. Si se sintió ridiculizado por los demás, por tomarse demasiado en serio las llamadas «batallas perdidas», todo eso terminó cuando el destino le permitió cruzarse con Jungkook y Namjoon. Por algo les había confiado su mayor secreto.

─━━━⊱✿⊰━━━─

          En el Hospital General de Seúl, Jimin, con una vergüenza monumental y sin saber a dónde mirar, escuchaba las explicaciones de un médico beta, que se había presentado como Kim Seokjin. Si era incómodo escuchar que otros estaban al tanto de lo que le había sucedido, lo era aún más oír la descripción de cómo examinaron su ano y recto, para determinar si necesitaba o no cirugía reconstructiva. Por suerte, las laceraciones curarían con paciencia y cuidado. No le hacía gracia lo de necesitar untarse cremas cicatrizantes, sobre todo porque no podía hacerlo por sí mismo.

          Había demasiados detalles que Jimin desconocía, pero que su cabeza no podía centrarse en procesar. Recordaba el aroma de Jungkook, pero no sabía hasta qué punto era un recuerdo, o una alucinación de su mente moribunda. Apenas habían pasado poco menos de veinticuatro horas y se sentía como una eternidad. Mover su boca para responder las preguntas, era una odisea. Cada brazo y pierna parecían pesar cien quilos.

          —Bueno, ese es, a grandes rasgos, el resumen de lo que tienes. Tenemos altas expectativas en tu recuperación, todo es cuestión de tiempo, paciencia y adherencia al tratamiento.

          —Gracias, doctor —dijo, casi en un susurro, su garganta dolía horrores con cada palabra.

          —Hemos avisado a tu padre sobre tu estado —dijo Jin, con cuidado, evaluando su reacción—. Suponemos que venga, en las próximas horas.

          —No estaría… tan seguro, pero gracias. —La mirada de Jimin permanecía en la nada.

          —Escucha, no sé qué pueda estar sucediendo, pero parece complicado. No voy a pedirte que confíes en mí, pero soy tu médico, puedes hablar conmigo. No importa si eres alfa, u omega. Para mí, eres mi paciente, tu seguridad siempre va a ser mi prioridad.

          Jimin asintió, un intento de sonrisa asomando en su rostro, pero sin notarse del todo convencido. Seokijn le sonrió de vuelta, sintiéndose rendido, probablemente no conseguiría más que eso ahora. Los alfas eran todos iguales, callando sus problemas, aparentando ser duros hasta el final. ¿Era tan difícil mostrar sus emociones? Entendía que en parte era porque estaba herido y los analgésicos lo hacían sentir descoordinado, pero la casta influía, sin dudas.

          Si cualquier omega hubiese atravesado lo que Jimin, se habría tratado como un crimen. La sociedad se hubiese horrorizado. Se presentaría una denuncia formal, se daría asesoramiento psicológico y se haría todo lo posible por protegerlo. ¿Por qué, tratándose de un alfa, se tomaba solo como una pelea más? ¿Por qué se normalizaba esa clase de abuso? Se llenaba al ganador de cumplidos y adulaciones, mientras se trataba al perdedor como basura, como un fracaso inútil, solo por ser más débil.

          Era imposible que todos fueran fuertes, que todos fueran triunfadores. En algún momento, hasta el más fuerte acabaría siendo derrotado, cuando apareciera alguien mejor. Seokjin había llegado a pensar que los alfas pensaban con los músculos, y no con el cerebro. Tal vez por eso le agradaba tanto Jungkook. Era el alfa más fuerte y dominante que había conocido, pero no se pasaba la vida jactándose de todos los alfas que había doblegado, creando una alfombra de ellos para pisarla. Justo cuando los pensamientos rondaban alrededor de su compañero de universidad, lo vio asomarse detrás del cristal, desde un ángulo donde no era visible para Jimin.

          Ambos intercambiaron un asentimiento silencioso y Jin volteó su mirada al alfa en la cama, que continuaba observando algún punto fijo en la pared. El médico tocó su hombro para llamar su atención.

          —Jimin, hay alguien aquí que quiere verte. —Eso pareció captar su interés—. Es la persona que te sacó de ese lugar y te trajo aquí: Jeon Jungkook. ¿Te suena su nombre?

          Jimin solo asintió, su mirada ahora en la sábana y las mejillas rojas, los puños apretados. El doctor lo comprendía. A pesar de no ser alfa, entendía cómo pensaban. Jungkook había sido testigo de la faceta más vulnerable que pudo llegar a tener Jimin, era lógico que se sintiera avergonzado. Aunque no se veía renuente a recibirlo, eso era algo bueno.

          Tras recibir un permiso silencioso por parte del alfa convaleciente para dejar entrar a Jeon a la habitación, Jin salió para ayudarlo a vestirse con la ropa estéril y explicarle un par de cosas.

          —Ha accedido a verte. No sé qué tanto pueda hablar, hasta ahora solo pronuncia monosílabos y está física y mentalmente bastante agotado. No te pases con el interrogatorio, ¿ok? Puede ser un alfa, pero sigue siendo una persona que sufrió múltiples abusos y está herida.

          —No te preocupes, no vengo a presionar —respondió Jungkook—. No se trata solo del trabajo, me preocupa su seguridad, del mismo modo que a ti.

          —Pondré a Jiwoo como su enfermera, para más tranquilidad. Cualquier cosa que pase, puedes contar con ella. Los dejo solos. —Se marchó, moviendo su mano como despedida.

          —Gracias, hyung.

          Jungkook entró a la habitación, deslizando su mirada por el rostro inflamado, el cuello vendado, cubriendo las marcas de colmillos, algunos moretones eran visibles en sus pectorales y hombros, los cortes en sus brazos también con vendas manchadas de sangre. Verlo despierto le daba una indescriptible sensación de alivio.

          —Hola, Jimin. Me da gusto verte con los ojos abiertos. ¿Cómo te sientes? —No tenía muy claro cómo actuar, era su primera vez en una situación así.

          —Como la mierda, pero al menos no me duele. —miró al suero, con el goteo constante de analgésicos—. No tendría cara para mostrarle, si aparte de ser testigo de mi vergüenza, también me viera retorciéndome de dolor aquí. —Sonrió con tristeza.

          —No digas eso. No pienso menos de ti, ni te considero inferior. Has pasado por algo difícil, que no le deseo a nadie. Eso no te hace menos alfa, ni menos tú.

          —Sabía que diría algo como eso. —Lo miró con honestidad—. Usted siempre parece saber las palabras correctas. Quizás no me recuerde, pero…

          —Lo hago. Te recuerdo.

          Ambos compartieron un corto, pero significativo silencio.

          —Siempre quise volverme a encontrar con usted, ¿sabe? Quería mostrarle en el alfa que me había convertido, y agradecerle por contribuir a ello. —Resopló, frustrado—. Vaya alfa, ¿no? —dijo, cargado de auto desprecio.

          —Eres fuerte, Jimin. Un sobreviviente. Olvida los estereotipos, los juicios ajenos. Todos pueden decir lo que quieran, pero solo tú puedes decidir cómo y cuánto sus palabras pueden afectarte.

          Jimin lo observó, anhelante, tentado a gravitar a esas palabras. Pero, lamentablemente, su realidad no era tan sencilla.

          Desde que recuperó la consciencia, su mente no paraba de luchar contra el inminente agotamiento. Debía pensar qué hacer, su libertad estaba en juego. Había pasado toda su vida en la mansión de su padre, con su comportamiento público siendo vigilado y controlado a cada momento. Para su progenitor, tener un alfa recesivo como hijo era suficiente vergüenza, no podía permitirle dañar su imagen.

          Toda su vida, había deseado salir de allí, dejar de sentirse asfixiado. Pero su padre era un alfa demasiado dominante, no podía enfrentarse a él. Cada día, se había dedicado a recordarle a Jimin lo incompetente que era y, a pesar de ello, a decirle cada uno de los logros que esperaba de él. Como todo hijo, deseoso de la aprobación de su padre, hizo todo lo posible, y más, por ser lo que Park Minhyuk anhelaba que fuese. Pero nunca fue suficiente.

          Cuando pensó que estaba a punto de ser libre, que todas las condiciones se habían cumplido, pasaba esto. No había forma de escapar de lo que se avecinaba. Quería librarse de su prisión, ser fuerte, independiente, vivir su vida a su manera y no a expensas de expectativas ajenas e imposibles. Pero no sabía cómo, aún. Si alguna vez pensó que podría encontrar el camino, después de este vergonzoso suceso, solo parecía quedarle vivir en una eterna prisión.

          —Le agradezco infinitamente por salvarme, detective Jeon, pero no debió traerme aquí.

          —No te preocupes. Nadie sabe que estás aquí, moví unos contactos para garantizar tu privacidad.

          —Otra cosa más… para agradecerle. Pero no tiene sentido, la persona de quien quería ocultarlo, ya lo sabe.

          Jeon entendió de inmediato lo que esas palabras querían decir.

          —Jimin, no sé qué pasa, pero podemos ayudarte. —Puso su mano sobre la de él—. Esto fue un secuestro, sin dudas, planeado. Hay una denuncia de tu desaparición, así como evidencia de declaraciones falsas de tu padre. Si testificas…

          —Es inútil —interrumpió—. Siempre lo es.

          La resignación en la expresión de Jimin era tan dolorosa. Sus ojos habían perdido todo el brillo, no había ganas de luchar. Cada palabra era para herirse a sí mismo, cada sutil movimiento era de rendición. ¿Qué había pasado con las ganas de vivir de este chico? ¿A dónde se había ido la mirada inocente que lo observaba con admiración, después de aquella conferencia? ¿Por qué ya no luchaba, como cuando se resistía a la derrota inminente en aquel cuadrilátero?

          —¡No es inútil! No te rindas, Jimin. Puedes con esto. Lo que te espere a partir de ahora, no es nada comparado con lo que ya viviste.

          —No sabe lo que dice, detective. Allí…

          —Allí —lo cortó—, vi tu mirada. Vi el fuego de la furia, te vi luchar hasta el último instante para mantenerte en pie. Peleaste contra una fuerza superior, y aquí estas. Vivo.

          —Porque usted me salvó, no porque sea fuerte.

          —Te equivocas si crees que ser fuerte, es poder hacerlo todo solo. Sí. Estuve allí —enfatizó—, del mismo modo en que lo estoy ahora. Déjame ayudarte, Jimin. Seamos un equipo.

          Por un instante fugaz, a Jeon le pareció ver el brillo de la determinación pasar fugazmente por la mirada de Jimin. No todo estaba perdido. Podía ayudarlo a levantarse, a luchar y seguir adelante. Sin embargo, cuando pensó retomar la conversación, la puerta de la habitación se abrió, tras un par de toques, dejando ver a una pequeña y hermosa omega vestida de enfermera.

          —Jiwoo, hola —saludó.

          —Hola, Jungkook, tiempo sin verte. —Se acercó, sonriente y calmada. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, le susurró al oído—: Park Minhyuk ha llegado, viene hacia acá.

¡Holiwis! Llevo pensando subir el capítulo hoy desde hace ya varios días. Quería hacerlo más temprano, pero los apagones no me han colaborado. Con este calor y sin luz, me estoy volviendo loca.

Fue emocionante leer el capítulo otra vez antes de subirlo, espero a ustedes les haya gustado igual. 🙈

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro