CAP 21

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10 días era el tiempo que había pasado desde que los padres de las chicas llegaron a París. No iban a poder quedarse más tiempo a causa del trabajo, pero habían disfrutado muchísimo el tiempo que pasaron con sus hijas y amigos. Habían podido conocer a los novios de estas y, afortunadamente, les habían caído de maravilla. Pero ahora llegaba el momento de la despedida.

Ui y Des se encontraban en el aeropuerto despidiendo a sus familias. Sus padres aún no entendían por qué sus hijas lloraban. Se verían en un par de meses, o al menos eso pensaban ellos. Lo que no sospechaban es que a sus hijas solo les quedaba poco menos de un mes antes de que nadie volviera a verlas o siquiera a recordarlas.

Se despidieron y sus familias se montaron en el avión. Las chicas se fueron a la mansión Agreste, con la única mentalidad de hablar tranquilamente sobre lo que se aproximaba. Ellas no tenían ni idea de cuánto tiempo más podrían disfrutar de sus amigos, pero sin duda debían aprovecharlo al máximo.

Ya en la mansión, se sentaron en la cama de Ui pensando cada una en sus cosas durante un par de minutos. Sin necesidad de palabras se miraron a los ojos sabiendo perfectamente lo que la otra opinaba. Tener que haberse despedido de sus familias les había hecho darse cuenta de lo realmente difícil que sería irse de ahí. Dejar a todos los que habían conocido, a sus amigos, a sus parejas...

Ui: No me quiero ir. De verdad que no... Mientras más tiempo pasa, menos ganas tengo de marcharme. Luego de lo de hoy, siento un gran dolor en mi pecho al saber que no los volveremos a ver y ellos ni siquiera nos van a recordar —miró a su mejor amiga con lágrimas a punto de salir de sus ojos y la pelinegra la abrazó protectoramente, pero también aguantaba las ganas de llorar. Sabía que debía intentar sobrellevar esto por las dos. No era tonta, sabía que Ui le ocultaba cosas y que estaba cargando con muchas otras que no iba a contarle por mucho que la presionara. Por eso debía intentar ser fuerte, porque sabía que si ella también se derrumbaba, Ui explotaría.

Des: No pasa nada. Yo tampoco quiero irme, pero tristemente no nos queda más remedio. ¿O hay alguna forma de quedarnos? —dijo con un poco de esperanza, pero si era sincera, dudaba muchísimo que fuera siquiera posible quedarse un poco más de tiempo.

Ui: Ojalá pudiéramos quedarnos, pero las reglas son muy estrictas. No nos podremos quedar mucho más tiempo después de derrotar a Hawk Moth... —al principio de todo, Des se preguntaba por qué no iban directamente a derrotar a Gabriel si ya sabían quién era y su propósito, pero ahora se alegraba de haber alargado su tiempo ahí. Aunque eso no quitaba su curiosidad. Se separó del abrazo una vez estar segura de no tener lágrimas y la miró fijamente.

Des: ¿Por qué no derrotamos a Hawk Moth en cuanto llegamos? Sabemos desde siempre donde está su guarida, obviamente sabemos su identidad y teníamos claro que vencerlo no sería tan difícil si logramos separarlo de Nathalie —la miró expectante esperando una respuesta por parte de la castaña, pero esta solo giró la cabeza y miró hacia otro lado. Al parecer había otra cosa que no podía contarle —. Déjame que adivine. ¿Un plan de Vinnus? —Ui la volvió a mirar, esta vez su rostro reflejaba la aflicción de no poder contarle nada y que no preguntara al respecto— Está bien. Entiendo que "el jefe"—hizo comillas— no quiera que yo me entere de nada... o que tú no quieras que yo me entere porque tienes la manía de cargar con todo tú sola —se puso de pie y caminó hacia la puerta—. Espero que en algún momento te dignes a contarme la verdad de por qué y cómo estamos aquí —antes de salir de la habitación, se giró y le dedicó la mejor sonrisa que pudo—. ¿Esta noche hacemos un maratón de pelis en Netflix?

Ui: Oh, no. Tengo algo qué hacer esta noche y no puedo aplazarlo más —evitó mirar a su mejor amiga a los ojos. No quería que se diera cuenta de que se iba a meter en algo peligroso—. Cody me invitó a cenar y... olvidé comentártelo, pero tranquila. No me esperes para dormir, no creo que regrese temprano.

Des: ¿Otra vez se van a quedar hasta la madrugada con su familia viendo pelis? —Ui asintió aliviada de que ella misma le diera la excusa perfecta— Está bien. Pero mañana no te vas a librar de hacer una maratón de series y pelis conmigo, Luisa —Ui la miró con obvio desagrado por el nombre con el que fue llamada—. Hasta mañana —y salió tranquilamente hacia su habitación.

Vinnus:—sale de la pequeña casita que Ui le hizo— Vaya, tus capacidades para mentir cada vez son mejores. Al menos esta vez pensaste en algo con lógica. El maestro estará orgulloso cuando le cuente que sus instrucciones te han servido de algo en estos meses. ¿Lista para verle después de tanto tiempo? Él lo está deseando.

Ui: No sé si yo esté igual de deseosa que él. En parte me alegro de que esto acabe de una vez porque significa que todos estarán a salvo, pero también significa que nos tendremos que ir pronto de aquí... —empezó a preparar un par de cosas para que no sospecharan demasiado.

Vinnus: Tampoco tienes que decirlo así. Has hecho un buen trabajo hasta ahora e incluso Des que no sabe todo nos ha ayudado con nuestro verdadero propósito —Ui suspiró sintiéndose culpable por haber usado a su mejor amiga y no haberle dicho nada —. ¿Tienes planeado contarle la verdad o que te lo guardarás para siempre?

Ui: Se lo contaré cuando todo esto termine... Solo no quiero que se enoje cuando se entere que di la mitad de mi alma como seguro de que cumpliría con mi parte del trato —miró a Vinnus con algo de dolor en su mirada. Sabía que el enfado de su mejor amiga sería bestial y probablemente no le perdonaría aquello, pero era eso o que las mataran a las dos si no cumplían el trato. Decidió dar parte de su alma por un tiempo, pero luego se le sería devuelta en cuanto derrotaran a Hawk Moth y descubrieran al traidor—. Vinnus, ¿crees que podremos descubrir quién es el traidor a tiempo? No sé cuanto más nos queda y no tenemos demasiadas pistas...

Vinnus: Para eso vamos hoy con el jefe. Quiere hablar contigo sobre algo muy importante. Dice que tal vez te pueda a ayudar a solucionar el enigma de quien es el traidor —Ui la miró con sorpresa ya que creía que iba a conocer al jefe porque ya les quedaba poco tiempo ahí o algo así.

Ui: Esperemos que así sea. No tengo ganas de quedarme sin alma —rió amargamente. La verdad es que se arrepentía un poco de algunas cosas que hizo para poder llegar a donde estaban, pero luego recordaba que todo era por un bien mayor y se le pasaba. Y, aunque sabía que hacía lo correcto, no dejaba de sentirse mal por mentirles a todos y no poder contarle toda la verdad a Des.

Estuvo un rato mirando al suelo pensando en todas las cosas por las que habían pasado hasta ahora. Vinnus le hizo reaccionar diciendo que ya debían irse si no quería llegar por la mañana a su casa. Ui se transformó rápidamente y salió por la ventana volando con su Fast Flapping. No se detuvo hasta llegar a su destino, donde se encontraba la persona detrás de todo, la persona que le había permitido ir allí. Por fin le conocía en persona y pudieron hablar tranquilamente sobre todo lo relacionado a la persona que se encontraba manejando los hilos para que la historia no siguiera su curso natural.

Pasó horas allí en las que pudo deducir cosas tan impactantes que esperaba que fueran mentira. Comentó todas y cada una de ellas con su extraño jefe quien se quedó analizando cada una de las posibilidades, hasta que dieron con una respuesta que no fue para nada del agrado de Ui. Ya tenían una sospecha sobre quién era el verdadero villano de esta historia, la persona que se había perjudicado con la llegada de Ui y Des y sabía sus identidades, además de cuáles eran sus verdaderas intenciones. Jamás hubiera sospechado de esa persona si no llega a ser por las características que le dijo su jefe.

Regresó a la mansión Agreste a eso de las 5 de la mañana. Cuando llegó a su habitación vio a Des dormida en su cama. Sabía que la habían descubierto y por eso su mejor amiga estaba durmiendo ahí. La estaba esperando para regañarla. Entró silenciosamente a la habitación, pero eso no funcionó porque en el momento en el que se destransforma ve a Des despierta mirándola acusadoramente.

Des: ¿Dónde estabas? —Ui iba a responder que se había quedado dormida en casa de Cody y por eso había llegado hasta ahora, pero de inmediato Des habló— Y no me digas que estuviste en casa de Cody porque ya sé que no es así. Anoche vine a preguntarte si querías un trozo de pizza antes de irte y vi que ya no estabas, pero me di cuenta de que te habías dejado el móvil sobre la cama —la castaña se maldijo internamente por olvidar ese detalle—, así que llamé a Cody y le pregunté si ya habías llegado. ¿Sabes qué me respondió? Que le habías dicho que no podías ir a su casa porque ibas a ver un maratón de series conmigo. Obviamente, se preocupó y le tuve que decir que no pasaba nada, que me había olvidado que te habías ido a comprar más comida... —Ui se quedó en silencio sin saber qué decir exactamente. La había pillado completamente— ¿Dónde rayos estabas? Llevo toda la noche tratando de llamarte como Chax y tampoco pude contactarte, te busqué por toda la ciudad y no había ni rastro de ti. ¡No sabes lo preocupada que estaba de que hubieras hecho una locura! —en el momento en el que las lágrimas empezaron a salir de los ojos de la pelinegra, Ui entendió qué es lo que realmente la había preocupado. No era el haber desaparecido como tal, sino lo que eso significaba para ellas. Recordó el tiempo en el que desaparecía por días y nadie sabía nada de ella, haciendo que su mejor amiga se preocupara siempre temiendo lo peor por los instintos suicidas que tenía desde temprana edad.

Corrió a abrazarla tan fuerte como pudo. Mientras las dos lloraban y Ui pedía perdón una y otra vez. Habían superado esa etapa de sus vidas en la que Des se pasaba todo el tiempo preocupada por la salud mental y física de Ui, quien se la pasaba desaparecida solo llorando y queriendo desaparecer. Des se había preocupado de que toda la situación que estaban llevando fuera demasiado para la salud mental de Ui que había logrado hacer muchos progresos desde que supieron que podrían ir a París. Luego de estar un rato llorando abrazadas en silencio, se sentaron en la cama de la castaña una al lado de la otra.

Ui: Lo siento mucho, no creí que te pondrías así... Te prometo que no volveré a desaparecer sin dejar rastro —Des la miró como esperando algo más. Quería saber toda la verdad—. Está bien, supongo que ya es el momento para que sepas todo.

Des: ¿Estás segura de eso? No quiero que por mi culpa vayas a ser castigada o nos hagan irnos antes de tiempo...

Ui: No, eso no pasará. La elección de no contarte todo fue mía. No quería que te preocuparas —Des la miró expectante. ¿Tan malo era todo lo que le había ocultado como para decir eso? —. Está bien... ¿Recuerdas que para venir aquí debíamos pagar un precio? —Des asintió y respondió recordar algo sobre que ya hablarían de ello después de regresar— Pues... Eso era mentira. La verdad es que hice un trato con el jefe de Vinnus... Le di la mitad de mi alma como seguro de que cumpliría la misión que me encomendó y si no podía cumplirla me quedaría sin ella... —la pelinegra la miró incrédula— ¡Pero no debes enojarte! Me la devolvió esta noche. No he completado aún la misión, pero ya está casi completada, así que pensó que era innecesario seguir con ella.

Des: ¿¡Me estás diciendo que llevas medio año sin la mitad de tu alma!? —Ui asintió lentamente— ¿¡Qué clase de misión es tan importante como para quitarte parte de tu alma!?

Ui: Hay alguien que no debería estar aquí y está cambiando las cosas que no debería —la de ojos grises la miró y las señaló a ellas mismas con duda—. No, al contrario. Nuestra presencia aquí es lo que hizo que todo se volviera a equilibrar —Des la miró extrañada. Estaba empezando a perderse un poco en la conversación—. ¿Nunca se te hizo extraño que los akumas de Hawk Moth se hicieran de repente mucho más fuertes y que estuviera dispuesto a matar a un par de adolescentes con tal de conseguir su objetivo? Eso no lo hizo por sí mismo. Alguien le estaba ayudando desde las sombras, alguien que necesitaba el poder de los Miraculous tanto como él, pero que tiene el poder suficiente como para entrar en un mundo al que no pertenece y meterse en el cuerpo de alguien para así no causar sospechas —ahora sí que había logrado impresionar a Des. ¿Realmente había alguien así?—. El jefe y yo estuvimos toda la noche hablando sobre ello y llegamos a una conclusión que no me agradó en lo absoluto. La persona que ha sido, vamos a decir poseída, debe ser alguien que pueda ver diariamente tanto a Marinette como a Adrien, alguien que sea capaz de vigilarlos y que pueda causar problemas entre ellos de manera que no se den cuenta.

Des: ¿Estás insinuando que uno de nuestros amigos lo hizo? —Ui negó— ¿Entonces? ¿Alguien tan cercano a ellos como para verlos todos los días? Los únicos que les vemos diariamente somos el grupo de superhéroes y los de la clase, ¿no? Pero dices que no es alguien amigo... Alguien cercano que los vea diariamente...

Ui: Te daré otra pista. Los papelitos con insultos de la clase de español. ¿Quién pudo ponerlos ahí y no sospecharíamos nunca?

Des: ¿Los papelitos...? —de repente pasó alguien por su mente— No, es imposible...

Ui: ¿En quién pensaste? —preguntó con curiosidad.

Des: No, es que es imposible... ¿Verdad?

Ui: Si no te termina de convencer, te diré más detalles. La persona que está haciendo todo esto es una mujer, así que el jefe y yo hemos supuesto que haya poseído también a alguna chica. ¿Vuelves a dudar?

Des: Es... Madame Bustier, ¿verdad? —Ui asintió con pesar.

Continuará...

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