El sol ya había pasado su punto más alto, se podía calcular que ya eran las 3:00 pm

El parque seguía repleto de personas, parejas, amigos e incluso alguna que otra mascota

Pero éso no le importaba en ése momento

—(es aquí... Escucho su aura por esta arboleda) —señalo en su mente, una voz tranquila y masculina — (hay otras dos... No deberían ser un problema)

—bien, gracias por asegurarlo —miro a ambas direcciones para asegurarse de que no había alguien observando. Para su suerte, casi nadie transitaba está zona

Entonces centro su vista al frente, en un pequeño bosque

Muy al fondo, estaba repleto de rocas flotantes, césped cortado, arboles astillados, partidos, perforados, destrozados y toda palabra similar que termine en "dos". El ruido de madera desquebrajandose resonaba con ritmo, al mismo tiempo que Kirishima interpretaba el opening de cierto anime con protagonista calvo y poderoso

—sanjou! hisshou! shijou saikyou!
nan datte n da? furasutoreshon! ore wa tomaranai!~ —cantaba el pelirrojo, modulando la voz mientras observaba atentamente a su compañero peliverde

—Smash! —exclamo Izuku, balanceando su puño brillante bermellón contra el tronco de un árbol cualquiera

La madera se hundió tras el impacto, y el resto del árbol tembló hasta las ramas, dejando caer una docena de hojas verdes

Izuku sonrió satisfecho, al ver que después del golpe, su brazo seguía intacto

—The hero!~ —exclamo Ochako con voz cantada, elevando los brazos mientras se mantenía suspendida en el aire, acompañada de un puñado de rocas flotantes

Había costado un par de horas, varias veces se quebró la mano, el dolor persistía, pero el apoyo de sus amigos presentes lo acercó más y más hacía su objetivo

Lograr dar un golpe sin romperse un hueso

—la potencia no es la misma de aquella vez... Pero es similar, ¡es un avance! —animo Ukyo desde la rama de un árbol

Izuku se miró la mano, divagando— la idea es forzar el poder al mínimo, pero aún así el golpe es tan fuerte que ni siquiera deja que las astillas se claven en los dedos

—si, el par de golpes que me diste me dejó entumesido —comento Kirishima mientras sonreía divertido. El primer golpe que recibo en su coraza por parte de Midoriya no fue de contacto directo, pero la fuerza del viento logro presionarlo bastante, hasta el punto de dejarlo sin defensa— menos mal y cambiaste a golpear los árboles

—jejeje sí, Kirishima-kun tiene razón —afirmo la castaña, dando giros controlados en el aire

Izuku se sorprendió un poco— ¿ya te acostumbraste a levitar?

—eh? —Ochako se miró así misma confundida. No sabía en qué momento había dejado de tocar el suelo, y ahora que le prestaba atención, no pudo evitar caer sentada sobre el césped, seguida por las rocas— uh! Estaba concentrada en otra cosa, n-no me percaté

—¿en otra cosa? ¿Como qué? —indagó el pecoso

—pues en tí... —respondió ella con naturalidad, hasta darse cuenta de lo que dijo—. E-en tí y tu progreso, te rompiste el brazo varias veces... ¡Pero ahora ya no!

—si! Ahora tengo que ver cómo aprovechar esa pequeña porción de poder... E irla aumentando —

—soportaste una cola y medía gracias al entrenamiento, si sigues aumentando tu físico, podrás extraer más poder —explico Ukyo a su portador

El aludido seguía pensando, miró su brazo, concentrar el poder allí aumentaba la potencia de los golpes. Bajo la vista hasta las piernas y pensó que lógicamente, podía hacer algo similar

—¡claro! ¡Concentrar el poder en las zonas necesarias! —dedujo, y seguido flexiono las rodillas. Las orejas y la cola se hicieron presentes, al igual que el brillo bermellón, sólo que esta vez lo llevó a las piernas

El césped debajo de él se estremeció, como si lo moviera una brisa fresca. Kirishima y Uraraka miraron a Midoriya, expectantes

—¡voy! —al igual que un resorte, salió disparado hacia arriba, más alto de lo esperado. Atravesó el techo de hojas y ramas, hasta colarse por encima de ellos

La vista duro poco, pero fue satisfactoria. Por unos segundos sintió que nadaba en un pequeño lago de hojas de distintos tonos de verde

Y al otro segundo vió un gélido blanco

—¿¡uh!? —a toda velocidad, una capa de nieve venía hacía su posición

Abajo en el suelo, Ejiro y Uraraka percibieron un cambio de temperatura, gracias a ello lograron evadir lo siguiente

Una oleada de escarcha gélida

—¿¡que diablos!? —sin titubear, el portador de Tetsutetsu activo su endurecimiento, justo antes de ser cubierto por una capa de hielo

—¡Kirishima! —Ochako se había salvado, levitando sobre aquel desastre helado. Si hubiera reaccionado antes, hubiera hecho levitar a su amigo pelirrojo también

Izuku aterrizó en el suelo, ahora blanco,  al igual que casi todo lo que cubría su vista; árboles, arbustos, césped, etc.

—¿estan bien, chicos? —pregunto en voz alta, claramente preocupado. Ahora podía ver su aliento en forma de vapor— (¡¿de dónde demonios vino ésto?! La temperatura bajo demasiado rápido. No es para nada normal. Además...)

Ochako tocó el suelo y buscó a Ejiro. El pelirrojo estaba hecho una estatua de hielo, que no duró mucho pues logro liberarse utilizando su habilidad

—k-kirishima-kun —tartamudeo por el frío. Se abrazo a sí misma para abrigarse

—uff e-estoy bien, estoy bien —mascullo, agitando su cuerpo para entrar en calor— ¿Midoriya se encuentra bien?

—d-debió aterrizar en algún lugar
a-alejado de aquí —

—hay que buscarlo, ésto no huele bien ¿no lo sientes?

Ochako se extraño, no sabía a qué se refería— ¿sentirlo?

—un sentimiento, una sensación, como si alguien o algo nos hubiera atacado... Y estuviera justo aquí —explico el pelirrojo — (es una presencia familiar, parecida a la de Uraraka y Midoriya...)

Ochako intentó concentrarse, pero no sintió nada de lo que su amigo pelirrojo había mencionado. Ya culparia a Zero por no enseñarle a percibir presencias

Pero ya no hizo falta, entre los árboles y arbustos, el posible culpable se hizo presente, mirando los alrededores hasta fijarse en ellos

Kirishima no se quedó callado, apretó los dientes y preguntó— ¿quién eres?

El aludido, de cabello lacio enteramente blanco, rostro de ojos grises, carentes de expresión, con una especie de cicatriz del lado izquierdo. Observó a Ejiro sin interés alguno, lo mismo hizo con Uraraka

—(no respondió, ¿será alguno de los que quiso atraparte Zero-kun ?) —se cuestionó Ochako, intrigada

—no, su aura es muy distinta, no hay maldad en su ser —corrigió el hurón en la mente de Ochako— es otro portador

—¡o-otro portador! —exclamo la castaña. Kirishima la escuchó, él también intuía lo mismo

—tch! Si eres otro portador ¿porqué nos atacas? —interrogó el pelirrojo, claramente enojado

—estoy buscando a One for All —hablo el extraño con voz monótona. Ejiro y Ochako lo miraron con sorpresa— lo conocen en persona, ¿verdad? Sentí su presencia por aquí

—(¿será un conocido de Deku-kun?... No, si lo fuera lo llamaría por su nombre o apellido)

—¿que quieres con él? —la pregunta vino de ambos, pelirrojo y castaña

—eso no les importa —respondió cortante, sin alterar su expresión ni un poco— está más allá de ustedes. Haganse aún lado, tengo asuntos personales que atender

Y sin más, empezó a caminar hacia ellos

Ejiro frunció el ceño y activo su habilidad. como si fuera a dejarlo pasar después de haber congelado casi toda la arboleda— no pasarás de aquí hasta que aclares tus intenciones

El albino no le prestó atención, siguió caminando, como sí ninguno de ellos existiera

—(rayos, ¿q-qué debería hacer, Tetsubro?) —busco consejo con su bestia divina, era la primera situación de peligro en la que se encontraba y no sabía cómo actuar con exactitud. Se sentía amarrado al suelo

—¡no lo dejes pasar! Puede que no sea alguien malo, pero no sabemos qué hará precisamente —

Éso fue suficiente para hacer actuar a Kirishima

—tsk! Ahh! —endurecido, se lanzó hacía adelante como un toro enojado.

—espera! ¡Kirishima! —advirtio la castaña, pero el conflicto ya era inevitable

A suficiente distancia, Ejiro preparó un golpe de frente, uno de los tantos que había usado para perforar la madera, directo a la cara del adversario

Pero fue detenido en seco, a poco menos de un metro. El pie del albino se había plantado en su torso a gran velocidad

Nada impresionante para el portador de Tetsutetsu

—(a ésta distancia puedo golpearlo) —y éso hizo, balanceo sus nudillos hacía adelante— ¡toma est-

Sus palabras se congelaron, literalmente. Desde la planta del pie del albino, una capa de hielo se propagó por todo el torso y extremidades de Kirishima, dejándolo estático

El desconocido seguía con su falta de expresión, pero sus ojos, grises, emanaban una sensación de superioridad. Sensación que se clavaba en Ejiro cómo un puñal a bajas temperaturas

—(m-mierda, ¡rápido, libérate!) —

El albino aún con la pierna en el torso del pelirrojo, aplicó suficiente presión como para atravesar el grueso hielo y estamparlo contra el suelo congelado

—te pedí que te apartaras, necio —susurro, imponente. Aplastando al portador de Tetsutetsu con su presencia y fuerza sobrehumana. Si no estuviera usando endurecimiento, le causaría bastante dolor, Kirishima no podía ni moverse

A la espalda del albino se pudo apreciar un par de colas escamosas, largas y delgadas de color blanco, y unos ojos afilados de color plata

Su rostro seguía inmutable, indiferente

F
I
CONTINUARÁ