Capítulo X - Hacia Delante

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Capítulo X

Una semana completa había pasado y no tenía noticias sobre Naruto o el equipo 7. Por lo que le había comentado Asuma, el equipo 7 había reportado haber enfrentado al Demonio de la niebla Zabusa Momochi. Pero llevaba 3 días desde que Kakashi había mandado a su perro con aquel mensaje y estaba comenzando a preocuparse por su amigo.

Trataba de distraerse mientras trabajaba en la floristería, pero para su desgracia había sido un día demasiado tranquilo sin clientes. Por más que trataba no podía quitarse de su cabeza aquella pesadilla que tuvo hace algunos días, simplemente no podía descifrar lo que significaba realmente.

En esos momentos se escucha la campanilla de la puerta, en cuando la rubia volteo para darle la bienvenida al cliente, su cara esbozo una sonrisa de oreja a oreja al ver al rubio entrar por aquella puerta.

- He vuelto – anuncio el rubio al entrar a la floristería.

Inmediatamente Ino salto directo hacia Naruto para darle un fuerte abrazo a su amigo, se alegraba de que este se encontraba sano y salvo. Naruto comenzó a ruborizarse ante aquella demostración de afecto que estaba demostrando la rubia.

- Tranquilízate Ino, tan solo pasaron dos semanas – comento un apenado Naruto, en cuanto Ino se dio cuenta inmediatamente se separó de él avergonzada

- Me alegra que finalmente hayas vuelto – dijo finalmente

- Te prometí que volvería de una pieza Ino chan, y yo siempre cumplo mis promesas, de veras. – Comento mientras una gran sonrisa se dibujaba en su rostro.

Ino inmediatamente noto lo desgarrada que se encontraba la ropa de Naruto, sabía que el rubio debió de haber tenido una batalla muy dura para que su ropa hubiera quedado en esas condiciones. Afortunadamente ella tenía la chaqueta que le había comprado en Suna. Se había pasado los últimos días ajustándola para que quedara a la medida de su amigo.

- Acompáñame Naru, te tengo un regalo

Ambos se dirigieron a la habitación del rubio para que Naruto pudiera probarse la ropa que ella le había comprado, deambulando por las tiendas de la aldea logro encontrar también unos pantalones que hacían juego con aquella chaqueta.

No tardo mucho para que Naruto saliera de su habitación luciendo su nuevo conjunto, realmente el negro le daba otro aspecto totalmente diferente a su amigo. Adicionalmente la rubia se encargó de bordar aquel Remolino rojo del clan Uzumaki en la espalda de la chaqueta, mientras que en los brazos de la mismo bordo el logo del clan Yamanaka

- Sé que te encanta el Naranja, pero la vi y pensé que se te vería genial

- Esta genial Ino, de veras – exclamo el rubio con una gran sonrisa de oreja a oreja

Ino se encontraba feliz de que le hubiera gustado su regalo, había gastado gran parte del dinero que había ahorrado en sus últimas misiones y el que sus padres le daban por atender la tienda, pero valió la pena al ver la gran sonrisa de Naruto. En esos momentos ambos rubios lograron escuchar la voz de su madre quien buscaba a Ino, se había olvidado por completo de la floristería dejándola desatendida, pero estaba segura que Aiko lo entendería en cuanto viera a Naruto.

- Ino, ¿Dónde estás cariño?

- Estoy en la habitación de Naru mamá – respondió Ino ante la pregunta de Aiko.

Inmediatamente la castaña se dirigió hacia Ino para darle una reprimenda por dejar la tienda sola, pero la sorpresa fue gran cuando vio a su hijo adoptivo luciendo su nuevo look. Inmediatamente fue donde este para darle un fuerte abrazo. Al parecer todos en la aldea se habían enterado sobre el enfrentamiento del equipo 7 con el demonio de la niebla y Aiko era la más preocupada de todos por el bienestar de su hijo adoptivo.

- Me alegra que hayas regresado a salvo – comento la castaña sin separarse del pequeño rubio

- Ya te lo dije mamá, soy un shinobi ahora, puedo cuidarme solo

- Eso no importa – replico la castaña tomando a su hijo en hombros mientras lo miraba directamente a sus ojos – una madre siempre se preocupará por sus hijos.

Las palabras de la castaña provocaron que Naruto esbozara una gran sonrisa mientras le devolvía el abrazo a Aiko. Después de todo sabía que siempre podría confiar en su familia adoptiva sin importar nada, especialmente podría confiar en Ino. Pero justo en esos momentos las palabras de Haku volvieron a resonar dentro de su mente.

"cuida de las personas a las que quieres"

Algo le quedaba claro después de aquella misión, aun le faltaba un largo camino por recorrer si realmente quería convertirse en un Shinobi de Elite y posteriormente en Hokage. No quería que lo que sucedió con Haku y Zabusa se repitiera nuevamente, así que necesitaba entrenar arduamente para volverse aún más fuerte y así poder proteger a sus seres queridos. Sin importar el peligro al que llegara a enfrentarse.

Mientras tanto Kakashi se encontraba dentro de la oficina del Hokage, este le daba detalladamente el informe de aquella misión en el país de las Olas. Hiruzen había quedado realmente sorprendido de la gran capacidad que demostraron los 3 genin, y más aun de que el Uchiha hubiera despertado el Sharingan a tan corta edad, hasta el momento solo conocía a tres personas que lograron despertar su Dojutsu desde pequeños. Izumi Uchiha, Shisui Uchiha y su propio hermano Itachi Uchiha.

- Veo que tuvieron grandes complicaciones en su misión – comento el sandaime sin quitarle la mirada a Kakashi – ¿hay algo más que quieras reportar Kakashi?

En esos momentos el peliplata recordó como Naruto despertó parte del chakra del Kyubi durante la batalla contra Haku. Aun no estaba seguro si realmente el sello se había roto, pero en lo trataba de investigarlo prefirió omitir ese detalle de momento para proteger al hijo de su antiguo sensei.

- Bien Kakashi, veo que a pesar de lo complicado que se tornó la misión pudieron manejarlo sin mayores problemas – comento mientras se levantaba de su asiento para mirar fijamente la aldea desde su ventana – como sabrás los exámenes Chunin serán muy pronto. Dime ¿acaso tienes pensando en que tu equipo participe?

- Demostraron una gran capacidad durante esta misión, pero aún les falta entrenamiento. Estoy seguro de que con el entrenamiento adecuado estarán listos para cuando llegue el día de los exámenes. Eso me lleva a otra petición Hokage sama – comento el peliplata

- Dime Kakashi, soy todo oídos.

Momentos más tarde en la floristería Yamanaka, Naruto se encontraba platicándole a Ino todo lo que había sucedido durante su misión, desde aquel arduo entrenamiento que tubo para escalar arboles con su chakra, hasta el momento en que utilizo el jutsu que su padre les dio para poder liberarse de la trampa de Haku. Ino solo escuchaba detenidamente cada palabra del rubio mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Estaba realmente feliz de que su amigo haya podido dominar el jutsu de su familia sin ayuda. Y más aun que este haya logrado regresar sano y salvo tal y como lo había prometido. En esos momentos Naruto fue interrumpido con la llegada de Inoichi a la tienda.

- Naruto, me alegra mucho que hayas regresado – comento el Jounin mientras se acercaba al rubio para revolver su cabellera.

- Me alegra que hayas llegado padre, tengo tantas cosas que contarte de mi misión – comento un emocionado Naruto

- Me gustaría escucharlo todo hijo, pero solo vine por unas cosas, hablaremos después

- ¡Espera! – exclamo el rubio antes de que el jounin dijera otra cosa – Necesito hablar contigo de algo padre.

Inoichi miro el semblante de su hijo notando que se trataba de algo serio. Así que accedió a la petición de Naruto yendo a un lugar privado para poder hablar con más calma despertando así la curiosidad de Ino. No sabía lo que su amigo quería hablar con su padre, pero para que Naruto cambiara su actitud tan de repente es porque algo malo estaba sucediendo y quería saber el por qué.

Naruto comenzó a contarle a su padre sobre su misión, específicamente hablo de la batalla que tuvo con Haku. Sabía que el prácticamente hubiera muerto en esos momentos, pero aquel extraño chakra que sintió logro salvarlo, curando prácticamente todas sus heridas y dándole una fuerza sobrehumana; pero a cambio también había adquirido una extraña sed de Sangre. Estaba completamente seguro de que hubiera matado a Haku en esos momentos de no ser porque logro recuperar la conciencia en el último segundo. Él no quería admitirlo, pero en el fondo sabía que se trataba del Kyubi, y tenía miedo de que nuevamente perdiera el control de si mismo.

Inoichi solo se limitaba a escuchar cada palabra de su hijo mientras un semblante serio se dibujó en su rostro.

- ¿alguien más sabe sobre esto? – preguntó un serio Inoichi, Naruto solo negó con la cabeza – No tienes nada de qué preocuparte hijo. El sello que el cuarto puso dentro de ti es demasiado poderoso como para romperse fácilmente. Además, estoy completamente seguro de que eres demasiado fuerte para poder controlar fácilmente a ese zorro pulguiento.

- Eso me lleva a otra cosa padre – comento Naruto sin perder aquella seriedad – Necesito volverme aún más fuerte, Kakashi Sensei me dijo que por el momento necesitaba ayudar a Sasuke con su Sharingan, así que necesito que tu me entrenes más por favor.

Las palabras del rubio sorprendieron a Inoichi, tal parece que Naruto le había leído la mente. Él había visto el progreso de su hijo adoptivo desde pequeño y sabía que tenía un gran potencial. Después de todo había logrado dominar hasta ahora los jutsus secretos de los Yamanaka sin problemas. Pero ahora Naruto necesitaba ir un paso más adelante y él no podía ayudarle a sacar todo su potencial. Solamente conocía a un Shinobi que podría ser capaz de entrenar a Naruto la misma persona que entreno personalmente a su amigo, pero para desgracia de él, nadie tenía la más mínima idea de donde se encontraba. A pesar de eso haría lo posible para buscar a aquel hombre, mientras tanto el trataría de apoyar a Naruto en todo lo que pudiera, después de todo esa fue la promesa que le hizo a Kushina y a Minato.

Por su parte Ino había escuchado la conversación entre su padre y Naruto, afortunadamente esta vez su Inoichi no se cercioro de su presencia y pudo escucharlo todo. No podía creer el peligro al que Naruto se había expuesto en aquella misión. A pesar de que Naruto trato de suavizar los detalles de su enfrentamiento con Haku, está en el fondo sabía que algo malo había sucedido con él. Ahora tenía más sentida aquella pesadilla, aquellos ojos sedientos de sangre que recordaba eran los del Kyubi queriendo tomar el control de Naruto. No sabía que pensar en esos momentos, después de todo aun le costaba creer que tal demonio se encontrara encerrado dentro de su mejor amigo. Los pensamientos de la rubia fueron interrumpidos al escuchar la voz de su padre detrás de ella.

- Veo que alguien no pude evitar ser tan curiosa

- ¡Papá! – exclamo la rubio ante la sorpresa que le había dado su padre. – Perdona, no quise espiarlos, es solo que...

- Te preocupas por Naruto ¿no es verdad? – Termino de decir el rubio arenoso ante el comentario de su hija, esta solo asintió. – Sabes, cuando decidí adoptar a Naruto mi mayor preocupación era en como reaccionarias tú, pero mis dudas se disiparon en cuanto vi cómo te acercabas para curar todas las heridas que tenía, desde aquella ocasión he logrado ver el gran vinculo que los dos han formado.

Ino en esos momentos recordó aquel día donde su padre trajo a un herido Naruto, no era un grato recuerdo, pero fue la primera vez que logro ver la gran sonrisa que Naruto siempre portaba.

===Flash Back===

Parecía una tarde tranquila dentro de la aldea, había sido un día demasiado tranquilo sin clientes en la floristería. Aiko se encontraba detrás del mostrador un poco aburrida mientras miraba como su pequeña hija jugaba con algunas flores. Pensó que sería hora de cerrar la floristería, después de todo pronto llegaría su esposo y estaba segura de que se encontraría hambriento.

Coloco el letrero de cerrado para después dirigirse hacia la cocina cuando escucho la campanilla de la puerta de la entrada principal, sabía que se trataba de su esposo, aunque llego un poco antes de lo normal. Por lo regular siempre pasaba un rato con sus amigos tomando después de cada misión. Por su parte la rubia fue inmediatamente hacia donde se encontraba su padre.

- ¡Papi! – exclamo la rubia corriendo directo hacia su padre deteniéndose inmediatamente al ver que llevaba consigo a un niño gravemente herido.

- Llegas temprano cariño, aún no he preparado la cena – comentaba la castaña dirigiéndose hacia su marido cuando en esos momentos tira la cacerola que tenía en las manos al ver el estado en el que se encontraba el pequeño rubio – por dios, Naruto.

Inoichi inmediatamente llevo al pequeño dentro para tratar todas sus heridas lo antes posible, Aiko fue rápidamente por el botiquín de primeros auxilios, trato de acercarse al rubio, pero este implemente no dejaba que se le acercara, era normal la reacción que el pequeño tenía después del trato que había recibido por parte de los habitantes de Konoha.

- Cariño tranquilízate, no te hare daño

- ¡No, aléjese! - Exclamo el rubio mientras trataba de forcejear con las pocas fuerzas que tenía.

Aiko no sabía qué hacer, a pesar de tener todas las intenciones de querer ayudar al rubio, este no confiaba en ellos, tampoco podía obligarlo para curar sus heridas, eso solo empeoraría las cosas. Ino solo se limitaba a mirar con tristeza el estado en que estaba el rubio. Siempre que salía a jugar con sus amigas lo llegaba a ver solo, incluso cuando quería acercarse a este sus mismas amigas le decían que tenían prohibido acercarse a él. No sabía el por qué le tenían tanto miedo, pero decidió también tratar de alejarse del rubio por la influencia de las demás niñas. Pero jamás se imaginó todo lo que el niño sufría, ahora Ino estaba comenzando a sentirse culpable, pues ella también participaba cuando molestaban o denigraban a Naruto.

Decidido enmendar su error tomando una gaza y un poco de alcohol acercándose al rubio.

- No te preocupes, te prometo que ni mami ni yo te haremos daño, solo queremos tratar tus heridas – comento la pequeña rubia acercándose a Naruto

Naruto no sabía que era, pero había algo en aquella niña que lo tranquilizaba, así que decidió confiar en ella. Ino con ayuda de su madre comenzó a desinfectar y curar todas las heridas que el rubio portaba, la verdad es que ella no entendía como las personas podían ser demasiado crueles como para hacerle eso a un niño pequeño.

Por su parte Aiko miraba con dolor al pequeño niño, no podía soportar ver ni un segundo más el maltrato que el hijo de los que fueron sus mejores amigos estaba recibiendo por los habitantes de la aldea. Simplemente no podía creer que el hokage no haga nada al respecto por el hijo del héroe de la aldea. Su marido había salido rápidamente hacia la torre del Hokage para hablar del tercero sobre esto, aunque no le dijo ni una sola palabra la castaña sabía perfectamente cuales eran las intenciones de su esposo. Una vez que lograron desinfectar todas las heridas del rubio, decidió darle un baño para limpiar toda aquella sangre y poder acostarlo para que descansara un poco.

Ino decidió quedarse con él por cualquier cosa, pero el rubio aún seguía soltando varias lágrimas, se ve que había sufrido mucho, realmente a Ino no le gustaba verlo de esa manera, finalmente fue el rubio quien rompió aquel silencio.

- ¿Por qué? – comento entre varios sollozos - ¿Por qué me pasa esto? Yo no les hice nada, pero aun así me tratan como basura, todos me insultan e incluso me lanzan piedras o me tratan de lastimar, ya no puedo soportarlo más.

En esos momentos Naruto sintió como la pequeña rubia comenzó a abrazarlo en un intento de consolarlo, no supo por que lo hizo, simplemente algo la impulso a hacerlo. Estaba comenzando a ver que Naruto no era ese "monstruo" que los padres de sus amigas decían, tan solo era un niño en busca de aprecio y comprensión.

- No se que fue lo que te hicieron y no puedo imaginar todo lo que has pasado, pero te prometo que no volverán a lastimarte nunca más, papi y mami no permitirán eso, y yo tampoco lo permitiré.

- Gracias – comento el pequeño mientras se secaba aquellas lagrimas – eres una gran amiga, de veras.

Ino se sentía más tranquila ahora que Naruto ya se encontraba más animado, los dos rubios comenzaron a hablar de sus pasatiempos y sus gustos, mientras que Ino le contaba como le encantaba sembrar y cuidad flores, Naruto solo le conto que le gustaba entrenar, ya que su sueño era convertirse en el mejor Shinobi que haya para así poder ser Hokage.

- ¿de verdad quieres ser Hokage? – pregunto curiosa la rubia

- Así es, me convertiré en el mejor Hokage y así todos finalmente comenzaran a respetarme.

- Es un sueño genial Naruto, es más yo misma te ayudare a cumplir tu sueño. Serás el mejor Hokage de todos

====Fin FlashBack====

Después de eso, Ino dejo de hablar con varias de las que eran sus amigas en ese momento pasando la mayor parte del tiempo con el oji azul, la rubia simplemente esbozo una sonrisa al recordar todo lo que había pasado con Naruto cuando fue sacada nuevamente de sus pensamientos por Inoichi.

- Escúchame, hija, no sé exactamente lo que le depare a Naruto en el futuro, pero quiero que estés ahí siempre para apoyarlo sin importar nada

- ¿a que te refieres con eso papá? – pregunto un poco curiosa ante el comentario de su padre

- No es nada hija, solo quiero que ambos se cuiden mutuamente. Me gustaría quedarme un poco más, pero tengo mucho trabajo que hacer – fue lo ultimo que dijo antes de dar media vuelta dejando sola a la rubia

Realmente no sabia lo que su papá quiso decir, pero si estaba segura de algo, si Naruto quería volverse fuerte entonces ella lo ayudaría en todo lo que pudiera.

Momentos más tarde Kakashi se encontraba como de costumbre frente al memorial de los héroes en completo silencio, solamente se limitaba a observar el monumento mientras recordaba a su amigo caído. Los pensamientos del peliblanco fueron interrumpidos en cuanto sintió la presencia de alguien acercándose.

- Veo que realmente te gusta este lugar Senpai – Comento la ANBU castaña acercándose al peliplata

- Que puedo decir, me ayuda a despejar mi mente – respondió Kakashi ante aquel comentario – Supongo que el profesor ya te dio mi mensaje Izumi.

En esos momentos la ANBU se quitó la máscara de perro que portaba revelando así su rostro, realmente era una mujer bella con un pequeño lunar debajo de su ojo derecho y unos ojos color gris oscuro los cuales solo eran característicos de un Clan en todo Konoha. Lo que realmente llamo la atención del peli plata era la máscara que la castaña portaba, pues su antiguo dueño fue el responsable de aquella masacre que acabo con la mayoría de su clan. Por su parte la castaña solo quedo en completo silencio mientras miraba fijamente aquella mascara. Siempre se la colocaba todos los días y la portaba la mayor parte del tiempo. Pero jamás se había puesto a mirarla detenidamente.

- ¿sabes algo senpai? Muchos pensarían que soy afortunada por haber nacido en el Clan Uchiha, afortunada porque tengo conmigo unos de los Dojutsus más fuertes que hay, afortunada por que logre sobrevivir a la masacre de mi clan. ¿pero te digo algo? Tenía apenas 7 años cuando desperté el Sharingan al ver morir a mi padre tras el ataque del Kyubi. Siempre fui menospreciada por mi clan solamente por ser una mestiza, y por si fuera poco, la persona que más amaba en el mundo se encargó de acabar con todo el clan incluyendo a mi madre - en esos momentos la castaña comenzó a soltar varias lagrimas que caían lentamente sobre su máscara, Kakashi trato de acercarse a ella cuando esta lo miro con su sharingan activo, este solo veía como las tres aspas que conformaban el sharigan comenzaban a distorcionarse hasta formar una figura parecida a una flor mostrando así la forma más avanzada de aquel dojutsu,– Todos se equivocan senpai, tener estos ojos no es más que una maldición, y no quiero que Sasuke pase por este mismo dolor también.

- Te comprendo Izumi, yo mejor que nadie se lo que uno debe sufrir por culpa del Sharingan – comenzó a hablar el peli plata mientras recordaba por unos instantes la memoria de su amigo caído – y me parece algo muy noble de tu parte querer proteger a Sasuke de la maldición del odio que siempre ha atormentado a los Uchihas...Pero creo que ya es un poco tarde para él – dijo finalmente llamando toda la atención de la castaña – Ustedes dos fueron los únicos sobrevivientes de aquella masacre, pero a diferencia de ti Sasuke esta cegado por la venganza; su único objetivo en la vida es vengarse de Itachi sin importar como. Esta bien si no aceptas, pero siento que solo tu puedes ayudarme para que Sasuke no se desvíe del camino. Después de todo hay algo que ambos tienen en común, y es ese gran vinculo que aún tienen con Itachi por más que intenten negarlo.

Izumi solo se quedo en silencio mientras miraba detenidamente la mascara de quien fue alguna vez su amor, aunque comprendía perfectamente las intenciones que Kakashi tenia con el joven Uchiha, simplemente no podía mirar a Sasuke sin que le recordara a su hermano mayor, y eso era algo que prefería evitar. Después de pensarlo por unos momentos aventó la mascara al aire solo para partirla en dos con la pequeña espada que portaba característica de todo ANBU, con eso daba por hecho que dejaba atrás todo recuerdo con Itachi, era momento de que avanzara hacia adelante.

- Te ayudare con una condición Senpai, después de cada misión me invitaras una orden de Dangos – comento la chica con una sonrisa dulce que Kakashi no había visto en mucho tiempo.

- En ese caso Izumi, como capitán del equipo 7 te doy la bienvenida, desde ahora serás la segunda al mando dentro del equipo.


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Perdonen por la tardanza en actualizar pero ahora por el trabajo me es un poco más dificil continuar seguido por el fic, pero no lo dejare abandonado ya que quiero llegar pronto a los examenes Chunin.

Bueno espero que haya sido de su agrado y espero sus comentarios

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