Título: Traición.

Despierto con Kaden junto a mí, aunque si he logrado quedarme dormida, mis horas de sueño no han sobrepasado los veinte minutos.

Anna va temprano para su casa, no queremos que Dorothy sepa que se ha quedado a dormir sin su previa autorización, y tampoco ha venida preparada para quedarse.

Quedamos en encontrarnos más tarde en la escuela antes de se marche.

Llego a la escuela, me he salgado el desayuno junto a mis abuelos, mi estómago se encuentra demasiado revuelto para aceptar algún alimento.

Mi cuerpo duele por el hechizo de ayer, una punzada de aloja en la parte trasera de mi cabeza, debo haber caído de espalda cuando me desmaye.

Sienna me espera en la puerta apoyada a un auto junto el chico moreno.

Me acerco a ellos.

—¿Sabes dónde se encuentran? —asiento a la pregunta del chico— perfecto atacaremos.

—¿Ahora? Es de día.

—No se lo esperan, los cogeremos desprevenidos —añade el moreno.

Monto al carro con ello, Sienna no ha hablado, ocupo el asiento trasero junto a Kaden.

Llegamos a la casa de Anya en silencio.

—¿Seguro que debemos atacar? —pregunto nuevamente

Las brujas llevan ojeras bajo los ojos, aunque la mayoría están recuperadas no tienen suficientes fuerzas.

—¡Si! —responde una de ellas.

—¿Dónde está Grace?

—Ha ido en busca de refuerzos, enviaremos la dirección por mensaje y nos uniremos a ella.

Una esperanza me inunda, la palabra refuerzo hace que la esperanza nazca en mis ojos, podemos derrotarlos, vengar a Anya.

—No debemos perder tiempo —habla Coral.

Les cuento sobre la iglesia, ellos me explican el plan no muy sofisticado.

Entrar y atacar antes de que ellos lo hagan primero.

Regresamos a los carros.

En el trayecto Kaden me da algunos consejos, también algunos hechizos.

Congelar, quemar y aturdir son mis armas.

Aparcamos unas cuadras antes de la Iglesia para no levantar sospechas y nos acercamos caminando.

Ha llegado la hora.

El lugar luce igual que ayer, desolado y apunto del derrumbe.

Entramos por atrás.

Coral y Kevin se encargan de debilitar el escudo que protege la iglesia.

Sigo a Sienna de cerca.

El caos se empieza a sentir.

Los ataques comienzan.

Veo a Grace a lo lejos, un vampiro se encuentra atrás de ella, lo reconozco por los visibles colmillos.

Lo derribo congelándolo.

Grace mira en mi dirección, sonrió.

En lugar de devolver la sonrisa como esperaba me ataca.

Caigo al suelo de espalda.

La observó incrédula, Grace me ha atacado.

No puedo pensar en más nada, solo en su ataque y el grito de la guerra a mi alrededor.

—¿Dónde están los refuerzo? —pregunta Kevin

Grace no contesta, lo ataca de igual modo que ha hecho conmigo.

El mismo desconcierto que me abraza se apodera de él.

—Ha sido una trampa, Grace está con ellos —escucho a alguien gritar.

Kaden me ayuda a ponerme de pie, la ataco con todas mis fuerzas sin pensar, me siento traicionada, pero ella lo esquiva con facilidad y me regresa el golpe.

La guerra se ha reducido solo a nosotras dos, no veo nada más allá de eso.

—Piensas que tus golpes pueden lastimarme cuando te he enseñado todo lo que sabes —sonríe cínica.

—¿Por qué? —grito con lágrimas en los ojos—, ¿cómo puedes estar con ellos?, han matado a Anya.

Me golpea nuevamente, por primera vez desde que la conocí siento su magia liberada, su fuerza, mi cabeza duele mi cuerpo también, el dolor es insoportable, pero no pienso rendirme, aunque su poder mágico sea aterrador.

—Tengo mis motivos —confiesa fría—, ya te lo he dicho antes, algunas criaturas intentan aprovecharse de otras, no puedes confiar en nadie por más linda que sea su sonrisa.

Sienna me ayuda a ponerme de pies esta vez.

—Te dije que no confiarás en ella —me recuerda.

Por primera vez miro a mi alrededor.

Muestras gente están perdiendo, son demasiados, y los refuerzos, nuestras esperanzas, no llegarán nunca.

Golpeo a algunos brujos y vampiros, con las fuerzas que me quedan, no puedo derrotar a Grace, pero causaré algunas bajas en su ejército.

—Concéntrate Hilary —me suplica Kaden.

No puedo dejar de mirar a Grace, la ira me consume, me mantiene en pie.

El grimorio también golpea a algunas personas, Kaden sabe cómo defenderse en un combate cuerpo a cuerpo, nunca lo habría pensado a pesar de sus fuertes músculos.

—¡Cuidado! —grita en mi mente, pero es demasiado tarde.

Mis ojos no han captado cuando un hombre se acercaba.

Clava un puñal en mi vientre.

Caigo sobre mis rodillas.

Algo me golpea haciendo que me estrelle contra el suelo.

Observó cómo luchan, mientras me desangro.

Hemos perdido, y como sospechaba, moriré.

Kaden morirá nuevamente también, lo busco con la mirada, a unos metros de mí se encuentra de igual modo contra el suelo.

Sentimos el mismo dolor.

¡Kaden!, estamos acabados.

Lo llamo con la mente.

Sonrió sintiéndome patética, por pensar que tendríamos posibilidades.

Los ojos brillosos del grimorio encuentran los míos.

En su mirada veo como quisiera decirme lo contrario, darme esperanzas, pero es imposible en esta situación.

Aparto la mirada.

Pocos de nuestros brujos quedan en pie.

Sienna entre ellos, la miro orgullosa, es fuerte, ella sobrevivirá, tiene más experiencia que yo.

Una lágrima corre por mi rostro, pienso en mis abuelos.

Ambos quedarán solos.

No lo merecen, ni Anna.

¿Quién consolará a mi amiga cuando sufra desilusiones amorosas?

¿Quién ira a fiestas con ella y regresaran borrachas de madrugada?

Utilizo mis últimas fuerzas para pensar en mis seres queridos ante de que todo se ponga negro.

Fin.