Dos semanas después, las cosas con Kiba habían progresado sin problemas, aunque más lentamente de lo que les gustaría.

Y finalmente, después de incontables horas de tomar notas, hacer nuevas máquinas y dispositivos, y una cirugía aparentemente interminable, Kiba ahora estaba en un estado en el que podía permanecer consciente y recibir visitas.

"¿Cómo te sientes?" Izuku le preguntó a su hija mientras se sentaba junto a su cama.

"Estoy bien, papá", dijo Kiba. En verdad, su cuerpo se sentía muy difícil de mover, y todavía le dolía la cabeza de vez en cuando, pero en comparación con antes, ahora era increíble y no quería preocupar a Izuku. "¿Abrazo?"

Izuku sonrió. "Por supuesto."

Inmediatamente se inclinó y abrazó a su hija. Y Kiba se inclinó hacia su abrazo. Desafortunadamente, no pudo devolverle el abrazo, porque incluso en este estado SEVERAMENTE debilitado, aún podría lastimar fácilmente a Izuku.

"Siento mucho que hayas tenido que pasar por todo eso. No puedo creer lo negligente que fui". Izuku se disculpó. "Sinceramente, no te merezco".

"¡No digas eso papá!" Kiba dijo con un puchero. Honestamente, ni siquiera recordaba cómo fue secuestrada, o incluso qué lo llevó a eso, pero estaba segura de que no fue culpa de él. "¡Yo soy la que no te merece!"

"Oh, Kiba", dijo Izuku mientras la abrazaba más fuerte. "Una vez que te mejores, salgamos. Solos tú y yo. Podemos ir a donde quieras".

"¿Podemos llevar a los otros?" Preguntó Kiba.

Izuku sonrió. "Por supuesto que podemos. Estoy seguro de que estarán encantados".

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"¡Kiba!" Fuku sollozó en el pecho de Kiba mientras la abrazaba con fuerza. "¡ESHTUBE MUY ASHUSTADA!"

"Ahí, Fuku", le aseguró Kiba, con una sonrisa triste en su rostro. "Desahogate."

"¡Prométeme que nunca más serás capturada!" Fuku gritó entre lágrimas. "¡Prometemelo!"

"Quiero decir, no es como si quisiera ser capturado". Kiba se rió entre dientes, pero una vez que vio el puchero con los ojos llorosos de Fuku, cedió. "Está bien, lo prometo. Pero primero, tienes que darte una palmadita en la cabeza ya que no puedo en este momento".

"¿¡Eh!? ¡N-No puedes hablar en serio!" Fuku hizo un puchero.

"Hablo muy en serio", dijo Kiba con una mirada tan seria como pudo. Lo cual no fue muy efectivo considerando que ella no tenía control total sobre sus músculos faciales, por lo que estaba a medias como mucho.

Pero Fuku cayó de todos modos.

"Bien." Fuku suspiró, antes de llevarse la mano a la cabeza y acariciarla con torpeza. "Ahí, ¿estás feliz?"

"Por supuesto." Kiba se rió. "Gracias. Mi queridísima hermanita".

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"Hola, Kiba", dijo Le mientras entraba en la habitación de Kiba, para su visita. "Es bueno ver que estás mejorando".

"Oh uh... hey... tú..." dijo Kiba torpemente en respuesta, tratando de recordar quién era.

Los ojos de Le se agrandaron. "¡Espera un minuto! ¿¡No te acuerdas de mí!?"

"Lo siento, faltan muchos de mis recuerdos". Kiba se disculpó, sonrojándose de vergüenza. "Parece que no tengo ningún recuerdo de ti".

Le pareció un poco ofendido por un segundo, antes de simplemente suspirar. "Bueno, no es como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo. Solo tengo que asegurarme de que lo recuerdas esta vez. Me llamo Leden. Pero llámame Le. Luchamos juntos en Monstra... por eso necesito disculparme por dejar que te secuestraran. ."

"Lo dudo, DEJAR que me secuestren", le dijo Kiba. "Pero si realmente quieres compensarme... ¿podrías decirme qué pasó antes de que me secuestraran?"

"...Supongo", dijo Le, sin parecer demasiado ansioso. "Algunos villanos importantes nos atacaron, y tuvimos que luchar contra un tipo realmente fuerte. Nuestros ataques superfuertes no le estaban haciendo casi nada. Pero tú eras prácticamente la única persona que podía detenerlo. Gracias a ti, logró detenerlo el tiempo suficiente para que Aka tomara el control de otro villano, lo distrajera y me permitiera teletransportarlos a unos cien metros en el aire. Así que sí, pateamos traseros. Pero luego entró otro villano, el tonto te transmitió cuando se debilitó y comenzó a patear nuestra evaluación. Y en la lucha, otro villano se coló y te tomó".

"Veo." Kiba se tomó un segundo para asimilar todo eso. "Es una pena que bajé la guardia, ¡pero al menos pensé valientemente hasta el final! Y nadie más resultó herido".

"Pareces estar tomando todo esto bastante bien", señaló Le, un poco extrañado por cómo... no parecía molesta por todo esto.

"Bueno, no puedo recordar la mayoría de las cosas terribles que me han dicho que me sucedieron". Kiba señaló, encogiéndose un poco. "Aunque todavía recuerdo un dolor horrible... horrible. Pero la mayor parte es solo un espacio en blanco para mí. Me alegro de que nadie más haya resultado herido. Y ahora que me dices que en realidad ayudé mucho, estoy sintiéndome aún mejor!"

Le solo la miró, con una expresión desconcertada, tomándose unos minutos para tratar de procesar lo que dijo Kiba antes de sacudir la cabeza y encogerse de hombros. "Bueno, mientras seas feliz. Cuando te mejores, tengamos otra pelea. He estado practicando y escuché que tienes nuevos poderes. Así que veamos quién ha mejorado más".

Cuando Le se fue, Kiba pensó en esa oferta y se miró las manos. "No estoy seguro de que sea una buena idea".

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"¡Maldita sea!" Kioku lloró mientras quitaba las manos de la cabeza de Kiba. "¡No funciona!"

Kiba frunció el ceño. "Ya me lo imaginaba."

"Nunca antes había visto algo así", explicó Kioku. "Es como tratar de armar una olla rota. Pero algunas piezas están tan rotas que no puedes tocarlas sin romperlas más, y algunas piezas simplemente faltan por completo".

"Por comprensible que fuera, te agradecería que no compararas mi mente con una olla rota", le preguntó Kiba. "Pero gracias por intentarlo. Y no luzcas tan molesto. Arruina tu linda carita".

"Hmph". Kioku hizo un puchero. "No soy bonita."

Kiba se rió. "Ahora ahora ahora, no le mientas a la reina".

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Eri hizo un puchero, mientras quitaba las manos de Kiba, con una expresión muy molesta. "Así que mi peculiaridad realmente ya no funciona contigo".

"Es bastante irónico cómo me llamé a mí misma reina vampiro, y ahora realmente soy un no-muerto". Kiba se rió entre dientes. "Ese doctor enfermo tenía al menos un interesante sentido del humor".

"Otro doctor malvado", dijo Eri en voz baja, estremeciéndose un poco. "Siempre son los peores".

"De acuerdo. Entre él y ese tipo de Overhaul, me pregunto quién es peor". Kiba se preguntó.

"Realmente no quiero pensar en eso", dijo Eri.

"Correcto. Lo siento, eso fue una tontería de mi parte". Kiba dijo, antes de darle a Eri una gran sonrisa. "¡Debería estar agradeciéndote antes que nada! Sin ti, todavía sería ese monstruo".

"Realmente no hice nada", dijo Eri. "Solo están usando mi poder con esos fractales, ya ni siquiera me están sacando sangre".

"Todavía es bastante envidiable. No muchas personas pueden bendecir al mundo simplemente existiendo". Kiba medio bromeó con una sonrisa. "Realmente eres un regalo del cielo, mi querida hermana".

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"¡Hola, Lady K! ¡Me alegro de ver que no eres un monstruo!" Sori dijo mientras entraba en la habitación.

"Fuiste la chica gato que me salvó, ¿verdad?" Kiba preguntó mientras miraba a Sori con vaga familiaridad. "Y el mismo que irrumpió en nuestro bosque y causó todo ese pánico".

"Aww hombre, ¿es ese el único recuerdo que tienes de mí?" Dijo Sori, encorvándose mientras hacía una expresión desanimada. "Eso apesta."

"Desafortunadamente, solo mis recuerdos más importantes pueden recuperarse. Entonces, si no tuvimos un momento muy íntimo juntos, te recordaré menos". Kiba explicó. "Mis disculpas."

"No, eso es mi culpa. ¡Supongo que eso significa que solo tengo que crear mejores recuerdos contigo, Lady K!" Dijo Sori, volviendo a su habitual buen humor. "¡Qué tal si vamos a cazar después de esto!"

Kiba en realidad se rió. "Bueno, ciertamente pareces una persona divertida... Aunque no creo que deba ir a cazar. No estoy seguro de que el bosque pueda manejarlo".

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Había habido un poco de espera después de Sori. Pero Kiba sabía que aún no había terminado con sus visitantes.

Prácticamente todos en la Fundación le habían hecho una visita. Todos excepto uno, técnicamente dos personas que ella sabía que TENÍAN que venir.

KRRRRRRRRRR.

La puerta se abrió y entró Fu. "Hola".

"¡No me oigas! ¿¡Por qué llegas tan tarde!?" preguntó Kiba, cruzándose de brazos y haciendo un puchero a su compañero mayor.

"Lo siento, quería ir el último porque sabía que estaríamos aquí por un tiempo". Fu mintió.

"Supongo que tiene sentido." Kiba aceptó. "Ahora ven aquí, deseo abrazarte".

"Parece que tu vocabulario no ha sufrido", señaló Fu, mientras se acercaba a Kiba, trepaba a su cama y la abrazaba.

Entonces Kiba le devolvió el abrazo, rompiéndole las costillas y la columna, y causando que la sangre y los órganos internos de Fu salieran de su boca.

'Bienvenida de nuevo, hermana.' pensó Fu.

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"¡Hola, mis leales secuaces!" Kiba le dijo a la cámara, haciendo la mejor pose que pudo en su cama.

¡SEÑORA KIBA!

¡ELLA ESTÁ DE VUELTA!

¿¡OH DIOS MÍO QUE PASÓ!?

"¡Estoy seguro de que todos ustedes deben haberme extrañado mucho! ¡Y estoy orgulloso de su paciencia y honrado por su preocupación!" Kiba dijo dramáticamente. "Desafortunadamente, contraje una enfermedad desconocida que me impidió hacer videos durante bastante tiempo. ¡Pero ahora me he recuperado lo suficiente como para hacer este anuncio!"

¿Enfermedad desconocida? ¿La tecnología de Midoriya no puede curar nada? O usa la peculiaridad de esa chica.

Pobre señora Kiba.

¡Deberías habernos dicho, Lady Kiba, que te habríamos enviado regalos de recuperación!

Sí, ¿por qué nadie sabía de esto?

Jeeze, algunos de ustedes son tan invasivos, ella y su familia tienen derecho a la privacidad, ¿sabes?

"Desafortunadamente, todavía no estoy al 100%", dijo Kiba con un suspiro. "Así que no podré producir videos normales por un tiempo más. Pero confío en que todos ustedes sean pacientes hasta que me recupere. Sé que será difícil, ¡pero les aseguro que serán recompensados! Y siéntanse libres de mirar mis hermanos mientras tanto. Como Nise".

"Ey." Nise tímidamente desde detrás de la cámara.

"¡Dicho esto, me despido de todos ustedes por ahora!