Ꜥꜥֶָ֢🌴ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O7

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TaeHyung parqueo el automóvil en el estacionamiento de J.D Mcfunnigans, dando un largo suspiro al ver como JungKook estaba de pie frente al lugar en donde acordaron verse. Sus dos hijos saltaron del auto emocionados, porque a pesar de que era una reunión para conocer a la conquista del Alfa, estaban felices de sacar provecho de la situación. 

Ambos niños bajaron del auto viendo a JungKook acercarse rápidamente hasta ellos, TaeHyung cerró todas las puertas con seguro y bajo del auto también. 

— Ya era hora, Hae-In lleva horas esperando — Se quejó. 

— Nos tardamos solo cinco minutos — Respondió estirando sus músculos por el dolor corporal que sentía al traer aquellas ropas tan ajustadas. 

— ¿Qué llevas puesto? — Hizo un mueca al ver como iba vestido tan extravagante, con unos pantalones de cuero, una playera ajustada, una chaqueta de cuero negra y unos lentes oscuros — Parece que vas a un funeral.

— Pero si es la ropa que tu me compraste — Respondió con notable molestia. 

— Agh, no importa. Muy bien ¿Están listos? — Preguntó y los dos niños asintieron felices — ¿Estás listo mafioso? Muy bien, no me defrauden, y recuerden son mis hijos.

Los cuatro entraron en aquel lugar tratando de acabar con toda la incómoda situación de aquella mentira, Hae-In por supuesto estaba encantado de conocer a los dos niños, quería formar un buen lazo con aquellos dos pequeños. Había estado saliendo con JungKook durante esos días, si la noche en el bar se conocieron demasiado bien, se podría decir que ahora se conocían mucho mejor. 

JungKook era alguien lindo y atento, pero le daba mucha felicidad cuando lo veía estando con aquel Omega, se veía mucho más tranquilo y una parte que él no conocía del mayor salía a la luz. 

— Wow, este lugar huele a pañales y sudor de bebé — Habló el Alfa. 

— Mmn, feliz día del padre — Contestó. 

Hae-In se acercó hasta estar junto con ellos, vio a aquellos dos niños los cuales eran una ternura, no se parecían tanto a JungKook, pero sí se parecían demasiado a TaeHyung. 

— ¡Hae-In, querido! — Exclamó el Omega, mientras se acercaba y le daba un abrazo amigable, el cual fue correspondido.

 — Hae-In, déjame presentarte a los únicos dueños de mi corazón, por los que vivo y muero — Habló muy convencido de sí mismo, mientras TaeHyung lo veía con una sonrisa no tan agradable en el rostro por toda la mentira que estaba diciendo — Ella es Mi-Sun, la mayor y por supuesto mi primer amor, y él es Sun-Kyu, quien es mi pequeño bebé el cual amo mucho.

TaeHyung cruzó de brazos tratando de no armar un alboroto, sabía que JungKook tenía que fingir ser el padre de sus hijos, pero que estuviera diciendo esas palabras era un poco molesto. 

— Hola niños, de verdad me da mucho gusto conocerlos — Les sonrió dejando a la vista sus lindos y perfectos dientes. 

— Me gustaría decir lo mismo — Habló Mi-Sun — Antes de que tú aparecieras, todo era risa y diversión en casa, correr con mariposas en los prados ¿y ahora que tengo? dos horas de diversión en J.D Mcfunnigans, con él y su zorra. 

— ¡Sun-Kyu! — Regañó — ¡Mi-Sun! — Corrigió al notar que se había equivocado de nombre. 

La niña salió corriendo fingiendo sentirse triste y lloriqueando. Hae-In sólo se quedó boquiabierto y algo herido por sus palabras, pero no porque le hubieran afectado del todo a él, sino que eso debió ser un golpe duro para un niño del cual sus padres se estaban divorciando. 

— Le afectó bastante — Murmuró. 

— Está así por las pastillas que tomó del buró de su padre — Respondió el Alfa. 

— ¿Qué? JungKook — Lo regañó TaeHyung ante la exageración de sus palabras.

— Ah, iré a hablar con ella — El azabache se alejó de ellos para ir en busca de aquella pequeña. 

Subió entre los juegos para niños, siendo golpeado por los pequeños ya que el juego era demasiado pequeño para un Alfa de su tamaño. 

— ¿Qué rayos fue eso, Mi-Sun? — Preguntó mientras se arrastraba y seguía los pasos de la niña.

— Dijiste que lo hiciéramos parecer real y así lo hice. ¿Qué niño estaría contento de que sus padres se estuvieran divorciando y que aparte su padre ya tuviera un amante? 

— Bueno, pero esa no era la manera de decirlo — Siguió regañando mientras aún lo seguía. 

— Está bien, me disculparé.

— Pues gracias, ahora mira para allá y finjamos que todo está bien — Le dijo. 

A lo lejos, los dos Omegas los observaban arreglar sus cosas. Ambos alzaron la mano con una gran sonrisa en sus labios. 

— Ya no eres una zorra, Hae-In — Exclamó Mi-Sun para el Omega pelirrojo, viéndose como toda una niña inocente y feliz. 

Después de que las horas transcurrieron, todos estaban sentados en una mesa dispuestos a comer un poco, Hae-In a pesar de haber tenido un mal presentimiento al inicio, se dio cuenta que ambos niños eran demasiado cariñosos y divertidos. Y lo que más quería era crear alguna clase de conexión con ellos. 

— Y bien niños, ¿qué cosas les gustan? — Preguntó sonriente. 

— A mi me llama mucho la actuación, es algo que he practicado en casa porque papá no tiene dinero para pagarle a un maestro profesional — Le dijo la niña.

— Oh, eso es genial, aprender a actuar es algo muy importante, te ayuda mucho — Le respondió el pelirrojo. 

Uh, si supieras. 

Mi-Sun le sonrió tratando de no delatarse a sí misma. 

— ¿Y tú, Sun-Kyu? ¿Qué es lo que te gusta? — Preguntó ahora hacia el menor, quien se mostraba algo serio.

El más pequeño hizo un puchero y murmuró: — Nada. 

— No habla mucho, ¿cierto? — Preguntó al Omega. 

— Así es, Sun-Kyu es un hombre de pocas palabras — Respondió. 

— Es que la verdad estoy triste.

Vio la oportunidad perfecta, JungKook no estaba porque había ido a traer servilletas, así que tendría que sacar provecho de eso. 

— ¿Triste por qué salgo con tu padre? — Preguntó algo abrumado el pelirrojo, ya se esperaba algo así. 

— No es eso, a él le gustas y eso me alegra — El pequeño hizo un puchero — Solo estoy triste porque no cumplió su promesa.

— ¿Cuál promesa? — Preguntó Hae-In.

— Sí, ¿cuál promesa? — TaeHyung dudó.

— Me prometió que cuando las vacaciones llegaran, me llevaría a Hawáii a nadar con los delfines — Su puchero se hizo más notable y sus ojos comenzaron a brillar — Pero de la nada canceló el viaje.

Justo en ese momento JungKook llegó, escuchando todo lo que Sun-Kyu decía. 

— ¿Y por qué se canceló el viaje? — Preguntó Hae-In con notable preocupación. 

— Por tu culpa — Respondió el pequeño y comenzó a lloriquear, Hae-In miró al Alfa quien veía todo confundido y algo alarmado. 

— ¿Qué? no, no, no es así — Se apresuró a decir, porque la mirada que Hae-In le daba significaba peligro — Creo que no me entendiste, dije que cancelaría el viaje para esperar a que ustedes conocieran a Hae-In y así ir todos juntos. ¡Iremos a Hawáii! 

TaeHyung lo miró confundido por lo que había dicho y JungKook ya no sabía cómo seguir cubriendo su mentira, observó a Sun-Kyu, quien pronto quitó su rostro triste y le dio una sonrisa triunfal. 

El Alfa rodó los ojos, definitivamente nada estaba saliendo como lo planeado.


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