Capitulo 1

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La decisión había sido tomada apenas un mes atrás, ahora Marco y Janna subían sus cosas al nuevo apartamento que estarían rentando juntos. Dejando la caja sobre la mesa de centro, Marco Diaz se enderezó emocionado de admirar aquel apartamento en el cual ahora viviría por su cuenta. Y con algo de ayuda de su amiga. Exhalando un suspiro el joven se dejó caer en el sofá nuevo, la mudanza casi estaba por terminar y las dudas aún rondaban en su cabeza, el tema de alejarse de sus padres y vivir por su cuenta, el tema de su amiga que compartiría el apartamento con él, y... Principamente, el tema de aquellos días borrosos que le atormentaban un poco, pero él intentaba olvidarse de ello centrándose en su amiga, aquella chica que apenas se enteró que el joven Díaz dejaría Echo Creek se aventuro a proponerle un trato que beneficiaria a los dos, a ella le traería más libertad y a él un mano extra en una nueva ciudad para mantener el apartamento. Marco sonrío al ver entrar a aquella peliazul algo exhausta al apartamento, ella dejó caer la caja en la entrada y entre el arrastrar de sus botas se dejó caer sobre aquel castaño en el sofá descansando su cabeza sobre el regazo de aquel castaño.

—Ey Marco, esa era... La última caja —eleva las manos victoriosa.

—Realmente trajiste un par de cosas.

Mencionaba con algo de vergüenza ante el acercamiento de esa chica encima suyo, Janna sonrío divertida y observo las cajas en la mesa para luego tomar asiento al lado de aquel castaño para ajustar el amarre a sus cabellos.

—Si bueno... No pienso volver pronto.

—Aun no comprendo del todo el porqué de querer dejar Echo Creek...

Ella suspira mirándo el lugar —Problemas de familia, Jackie se fue a la universidad así que era... Quedarme sola en casa con ¡Haagg! —Dice con disgusto — "Nuestros padres" o —sonrie había él —salir de una vez de ese lugar, además tú universidad no queda tan lejos... Si lo quiero puedo ir una vez por semana... A ver a tus padres o algo... —aprieta los labios — ¿Que hay con Star?

— ¿Que hay con ella? —cuestiona disgustado —Dice estar bien... —exhalá un suspiro —Ha decir verdad le creó, está esforzándose por estar bien con su madre, por estar en paz... ¿No has hablado con ella?

—No se porqué —rasca su nuca —pero ella solo habla contigo.

Los ánimos bajaron rápidamente dentro de la habitación, pero una vez Janna revolvió sus ideas cambio por completo la conversación.

— ¿Cómo crees que estén Dipper y Mabel?

—Posiblemente bien —sonríe animado —me parece que hoy llegaban a Gravity Falls... ¿No crees... Que sería buena idea ir a visitarlos en algunas vacaciones?

Ella sonríe —Si... Sería cool sorprenderlos, además no creo que ellos vuelvan —menciona pensativa —no tienen familia por acá, solo a nosotros y a tus padres... ¡Oye, tal vez hasta podríamos convencer a tus padres de ir con nosotros para visitarlos!

—No suena mal, pero... Por ahora deberíamos concentrarnos en terminar aquí.

— ¡Tú mandas chico Karate!

Decía con total ánimos levantandose al lado de aquel chico que se dirigía al montón de cajas que debían desempacar y acomodar. 

Los gemelos habían decidido partir luego de la última pelea con sus padres, por fin la castaña se había decidido a hablar de ellos sobre el cómo se sentía con la situación de su vida, pero llamada tras llamada los nervios de la castaña terminaron por estallar dando como resultado una enorme pelea.

" — ¿¡Piensan al menos que son buenos padres!? ¡Estoy harta de ambos! A Dipper le costó mucho convencerme de tener está charla con ustedes, pero ustedes simplemente sigue y siguen con... ¡Esas malditas llamadas! ... Se que de ahí nos mantenemos, pero por un momento quisiera tener más a mis padres que esa gente...

—Por favor Mabel, intenta calmarte —se acerca preocupado el castaño.

— ¿¡Calmar me!? ¡Dipper estoy harta!... ¿¡Por qué no... Por qué no simplemente regresamos a Gravity Falls!? —se acerca casi rogando —nuestros tíos seguro que nos recibirán bien, ellos... Ellos ciertamente nos aprecian más que nuestros propios padres.

—Mabel Hija, piénsalo un poco mejor —expresa cansado de esa actitud —es verdad que tu madre y yo no tenemos mucho tiempo para estar con ustedes, pero sabes que los queremos.

— ¿Qué? —expresa incrédula entre una risa — ¿Cómo sirvientes para mantener la casa limpia mientras no están? —sonrie tranquila —deberian de pensarlo mejor ustedes, sería un gasto menos —extiende las manos —deshacerse de ésta casa... Después de todo ustedes solo se la pasan de hotel en hotel, nunca están aquí.

—Mabel cariño, no digas eso —masajea su sien —claro que no queremos separarnos de ustedes, es más —dice con entusiasmo tomando su móvil —comenzaré a apartar cada fin de semana para venir a estar con ustedes.

—Yo bien podría apartar entre semana —abre su laptop.

— ¿¡Ves eso Dipper!? —señalá con ambas manos —simplemente no puedo —expresa cansada —tenemos que tomar cita para tener un día con ellos —rie incrédula —les agradezco todo lo que han hecho por nosotros todo este tiempo, pero ahora Dipper y yo estamos por tener la mayoria de edad, nos iremos a vivir con los tíos apenas nos den nuestro certificado, y... Nos mantendremos por nuestra cuenta.

—Mabel —intenta interferir su hermano.

—Esta vez no, Dipper. Si así lo quieres quédate con ellos, pero yo si me iré.

Si más ella avanzó escaleras arriba con total decisión, Dipper la miró hasta perderla de vista y entonces giró la mirada hacía sus padres que parecían no saber que hacer, la mujer se mostraba preocupada y aunque el hombre estaba algo molesto también parecía inseguro de como actuar, pero antes de que Dipper pudiera decirles algo un mensaje llegó a sus correr, su atención cedió rápidamente haciéndolos volver la mirada a sus respectivas pantallas.

—Me iré con ella, lo siento mucho padres, pero... Después de todo yo debo protegerla... Cuidar de ella.

Con la para del bus en la estación de Gravity Falls se podía admirar a una castaña que salía con su bolso en manos y chico que salía acomodando su gorra mientras observaba mejor aquel viejo lugar, animados se golpearon los costados entre un juego y avanzaron rápidamente por sus maletas. El rato había pasado y los gemelos seguían sentados sobre su equipaje en espera de sus familiares.

— ¡Pff! —se encoge sujetando su estómago con gracia —creo que Stan se olvidó de nosotros... ¡De nuevo! —estallá en risas.

—Es mas doloroso saber que Ford se olvidó de nosotros.

Se miraron y comenzaron a reír juntos muy animados al saber cómo era su tío, apenas dejaron de reír un poco Dipper dirigió la mirada a aquel bosque donde antes habían vivido tantas aventuras, los árboles, el aire fresco de la naturaleza, el silencio y el leve sonido de las aves entre la brisa del cielo... Pero entre tanta calma algo lo hizo levantarse apresurado, su gemela sonrío de gran manera buscando con la mirada, ese sonido... El sonido de la naturaleza siendo destruída por Stan. Se mirarón emocionados preparados para saltar lejos si era necesario, pero el hombre giró el auto y frenó a tiempo haciendo volar la tierra de debajo de sus neumáticos hasta la banca de parada del bus, la gemelos cerraron sus ojos un segundo ante el viaje de la tierra sobre sus cabezas, y al abrirlos, pudieron ver a un muy alterado Ford dentro del auto sosteniendose con uñas y dientes de su asiento mientras Stan salía victorioso del auto, azotando aquella vieja puerta.

— ¡Chicos! —extendia los brazos con entusiasmo.

Ambos gemelos se miraron con una sonrisa en sus rostros, pero Mabel fue más rápido y corrió a los brazos de su desastroso tío para abrazarlo dejándole a Dipper todas las maletas; el castaño suspiro y simplemente tomo todo en brazos arrastrando la enorme maleta rosa con brillantes de Mabel, y pasando al lado de un chico rubio que avanzaba con su hermano admirando el desastre de aquella familia, Dipper lo miró de reojo topandose con aquellos ojos Ámbar, pero aquel chico rubio teñido solo giró la mirada tomando la maleta azul de su hermano para llevarla hasta el autobús que estaba llegando mientras a sus espaldas los abrazos de bienvenida eran dados.

—Oye —lo sostiene del hombro —Ten cuidado en la ciudad, no confíes en cualquier idiota que "quiera ayudar"

Sin más le dió la maleta a su hermano, el rubio lo abrazo con prisa y enseguida lo empujó dentro del autobús haciéndolo reír, una vez adentro se despidió desde su asiento; soltando un suspiro asintió despidiendose por igual de su hermano y siguiendo al autobús con la vista hasta verlo perderse en la carretera, con la mirada un tanto baja y desanimada el rubio exhaló un suspiro aún más profundo y llevo sus manos a los bolsillos entre su avanzar. La mirada de Dipper viajaba curiosa hacia aquel chico rubio teñido mientras subía al coche de sus tíos escuchándolos reír y bromear.

— ¿Y que tal el viaje chicos? —cuestiona el de lentes. (Ford)

— ¡Me quedé dormida como siempre! —confiesa avergozada.

—Chicos —los mira por el retrovisor —realmente no los extrañaba —sonríe mirándolos —pero que bueno que hayan vuelto, Wendy y Soos no paraban de preguntar por ustedes.

—Tambien te extrañamos tío Stan.

Aunque había dicho eso mirándo a su tío por el retrovisor, no pudo evitar querer volver la mirada a aquel chico. Tenía algo muy llamativo, no solo ese cabello teñido con mechones aun negros, o su color moreno de piel, ni siquiera los tatuajes de su antebrazo y nuca... Tal vez... Esos ojos color ámbar tan extraños y algo tenebrosos, pero en ese momento mientras tomaba su bicicleta y subía a ella... Ese chico parecía decaído, completamente triste. Dipper trago grueso volviendo la mirada al frente.

— ¿Que tal han estado Glenda y Candy? ¿Saben algo de ellas? —cuestionaba su gemela.

— ¿Cómo quieres que estén? —contesta con enfado del recuerdo —como casi no se comunicaban con nosotros, ellas cada día iban a la tienda solo a molestar —peleaba contra el encendido el coche.

— ¿Realmente? —cabizbaja miraba a su gemelo —Bueno... La verdad es que no recuerdo porque no los contáctamos más seguido...

—Es verdad —confiesa apenado —no hicimos nada especial en la ciudad, pasamos tiempo con los chicos... Hasta con Jackie —cuestiona a su gemela con la vista —pero...

Ford regresó la mirada ante la duda en la voz de sus sobrinos, y Stan por igual regreso un poco la mirada en un intento de saber que ocurre pero no ser descubierto. Los gemelos se miraron cuestionandose, nunca lo habían pensado mucho como para llegar cuestionarse y darse cuenta de que había algo que faltaba... Ford notó aquella duda y miedo palpable en los asiento de atrás, pero simplemente no podia arruinar la sorpresa de esos chicos con sus teorías locas.

En la ciudad Marco y Janna se habían dispuesto a buscar un buen lugar en el cual tomar el almuerzo, ellos apenas bajaban las escaleras saliendo del edificio entre su charla animada y leves empujones por parte de Janna, cuando Marco se detuvo ante una melena pelirosa que avanzaba por la calle con el celular contra su oído.

— ¿Marco? —vuelve a su lado buscando con la mirada — ¿Pasa algo?

Ante la nula contestación de aquel chico Janna dirigió la mirada hacia el lugar que él veía tan atentamente, por la calle avanzaba un chico pelirosa de piel pálida que parecía estar en una llamada importante mientras avanzaba; regresando la mirada al castaño lo vió entrecerrar los ojos como si tratará de reconocer a ese chico.

—Si, voy yendo por ti, tengo un buen restaurante al cual quiero llevarte —sonrie animado —antes de que te muestre el apartamento, ¿Te apetece tomar una bebida conmigo o quieres ir directo al apartamento?

(Aún no me decido como indicar llamadas, probemos con esté) *—Si claro, aún tengo fuerzas para pasear por la ciudad ¿Pero que haremos con las maletas?

—No te preocupes tanto Will, el dueño es amigo mío.

La peliazul ya estaba harta de solo estar parada a su lado mirándolo buscar hasta el punto de ponerse de puntillas a aquel chico que se había perdido entre la multitud de la calle, gruñendo lo golpeó con el codo en el costado haciéndolo volver la mirada a ella.

—Esta guapo ¿No? —bromea sonriente —aunque no es lo mío, tampoco... —le mirá burlona —pense que fuera lo tuyo.

— ¡No! —expresa con vergüenza —eso... ¡Janna a mí no me gustan los chicos! Si... Simplemente el color de su cabello me tomo por sorpresa —hacia ademanes exagerados.

— ¿Pero que dices? —lo sujeta por el hombro apuntando a una distancia no tan lejana — ¡Mira por allá! Es un troll con cabello verde Marco, pero... como es una chica —cubre su boca divertida.

La risa del castaño no se pudo contener a pesar de la vergüenza por la indirectas de su amiga, Janna comenzaba a apuntar a la pobre chica de estatura baja y cabello completamente de un verde místico y brillante, la chica solo esperaba el bus mientras Janna se burlaba y lo hacía avanzar entre otras preguntas sobre el pelirosa durante su camino al lugar en el cual almorzarán.

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Bien, así decidí seguir con esto... Un poco de lo que paso después de olvidarlo todo...

El próximo capitulo lo subiré el próximo viernes... Cada viernes tratare de actualizar, si no lo hago tengan me paciencia soy una floja y tengo otros proyectos...

¿Que tal les parece el inicio?

Publicado: 23/ 09/ 2018
Editado: 23/ 09/ 2020

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