Capítulo 17.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

No es no.

El almuerzo estaba servido y Star no podía quitar la mirada de encima de su madre, limpiando su boca la mujer la miró de frente enarcando la ceja.

— ¿Tienes algo que decirme Star?

—Si.

— ¿A si? ¿Y qué es?

—No quiero tomar control de la fábrica.

— ¿¡Pero que dices!? —deja caer las manos sobre la mesa.

— ¡Wow, espera preciosa! Quizá star solo está bromeando, verdad ¿Star?

—No estoy bromeando, lo siento papá, pero lo digo enserio...

La mujer la reta con la mirada a lo que Star toma una profunda respiración y se levanta haciendole frente.

—Lo siento Madre, pero cuidar de toda esta empresa y toda esta gente es algo... Sumamente abrumador para mí, es... Es... Sofocante... No puedo, no puedo hacerlo, lo digo sinceramente, no es un simple deseo egoísta de una niña, ahora soy una adulta y aún así no puedo pensar en tomar el puesto...

—Star... Tú todo lo puedes.

— ¡No, no todo lo puedo! ¡No puedo con ésto y no sé cómo más decírtelo! No puedo madre... No puedo...

El silencio se instauró en la habitación donde aquella chica permanecía de pie con las palmas sobre la mesa, su padre miraba a ambas mujeres con algo de cuidado mientras se comenzaba a apartar, mientras por su parte su madre solo dejaba los cubiertos de lado.

—Muy bien.

— ¿Es... Enserio?

La mujer asiente con calma y mirando a su marido lo hace detener de la huida.

—River, recuérdame agendar más clases de dirección de empresas para Star, también añadiremos clases extras y comenzará por conocer a nuestros empleados.

— ¿¡Qué!?...

—Dijiste que no te sientes preparada, eso significa que te faltan estudios, yo haré que seas lo suficientemente capaz para tomar control de toda la empresa cariño, no tienes de que preocuparte.

Sin poder creerlo la chica cayó sobre sus silla con los ojos vidriosos, era una locura, lo había dicho fuerte y claro... No podía comprender dónde estaba el error y eso la dejaba abrumada y helada en su asiento mientras la mujer frente a ella solo seguia su comida con tranquilidad. Bajando la mirada solo se entregaba a esa idea sabiendo que no había más que hacer... Al menos por el momento.

Con paso tranquilo Ferguson ayudaba a Marco a salir del salón de clases hacia la cafetería, por suerte les quedaba cerca, pero ya había Sido demasiado el trabajo que le había dado a su amigo y se sentía furioso consigo mismos. No habían logrado conseguir muletas no importaba cuántas tiendas recorrían, habían pasado tres días y no había ninguna muleta en todas las tiendas de cerca, Marco estaba enfadado de tener que recibir ayuda y seguramente sus amigos estaban cansados de tener que ayudarlo.

—Oye Ferguson... —desvia la mirada —deberias ir por tu almuerzo, iré en un rato.

— ¿Qué? ¡Claro que no amigo! Estás herido, Tom me dijo que no debes de pisar con ese pie por el momento, no te puedo dejar ir solo.

—No voy a pisar con ese pie, además iré con cuidado.

—Marco no pienso dejarte ir solo.

Enfadado el castaño se suelta de aquel chico y entre brincos se recarga de la pared cuidando no herir su pie, pero Ferguson niega intentando volver a sujetarlo.

— ¡No, mierda, solo suéltame! ¡Lárgate Ferguson! ¡Ahora mismo! ¡Yo iré cuando pueda carajo!

La sorpresa se hizo en todo el pasillo, Marco apretó los ojos cubriendo su boca mientras Ferguson no sabía que más hacer con eso.

—Bien... Creo que ha Sido suficiente de este raro teatro —observa de reojo a Marco — ¿No crees? —con un suspiro observa al pelirojo —gracias por ayúdarlo amigo, yo me quedaré a verlo, pero te pediré un último favor... —saca dinero de su billetera —comprale el almuerzo y espera junto a Will hasta que lleguemos.

Ferguson solo asintió y luego de mirar a Marco por última vez solo avanzo por los pasillo. El castaño estaba avergonzado, pero seguía muy molesto y por eso no le daba la cara a aquel chico; Tom suspiro asientiendo y solo se quedó a su lado.

— ¿Vamos?

—No necesitas ayudarme —se gira sujetandose a la pared —puedo ir solo.

—Y no estoy diciendo que no puedas —lleva las manos a su sudadera con tranquilidad —Vamos, continua.

El castaño se sintió retado, y aunque le costará el avanzar rápido, y aquel chico ni siquiera lo estuviera haciendo apresurar, Marco avanzaba entre leves brincos y arrastres de talón llevando una velocidad casi media; aun mostrando cierto desinterés el pelirosa lo observaba atentamente cuidando que no se hiriera o cayera. Avanzaron por toda la pared, pero al llegar al comedor llegó el problema, no había forma de llegar hasta su mesa sin sujetarse a la pared.

— ¿Y ahora que vas a hacer señor todo lo puedo? —bromea inclinandose sobre su hombro.

— ¡No te burles mierda! —golpea su hombro.

—Sabes... —sonríe —es refrescante ver cómo sale tu lado Mexicano, tan poco autocontrol —rie levemente bajando la mirada.

— ¡Muerete Tom!

—Llorarias si desaparezco...

Su mirada sería se detiene sobre el castaño que poco a poco deja de fruncir el ceño sintiéndose un idiota, Marco tomo una profunda respiración y apenas tendía el brazo hacia Tom cuando un tipo paso entre ambos empujándolos y haciendo gritar del dolor a Marco, el chico mordió su labio quedando en cuclillas ante el dolor, y el tipo se giró dudoso.

—Mierda, —arrpentido y dudoso apunta la entrada —muévete, estabas estorbando.

— ¡Maldito imbécil!

Sin previo aviso Tom se lanzo contra aquel chico tirándose sobre él para comenzar a golpearlo en el suelo de la sucia cafetería, Marco miraba atónito la brutalidad de aquellos golpes mientras pasando entre la gente Will se hacía llegar al lado de aquel pelirosa sujetandolo fuertemente por los hombros.

— ¡Respira y detente! ¡Respira y detente! ¡Tom! ¡Tom cuenta hasta diez!

El chico estaba temblando de la furia, sus puños estaban cerrados y su boca maldecia entre susurros, todos estaban sorprendidos ante tal comportamiento casi rabioso, y Will no podía detenerlo. Ferguson llegó con prisa ayudando a Marco a ponerse de pie, pero el castaño lo aparto y aunque fuera difícil avanzó hacia aquel chico.

—Tom... Oye Tom...

El pelirosa trataba de normalizar su respiración, pero aún era fuerte y rápida, hasta que Marco llegó a su lado sujetandose de su hombro para verlo directo, el chico recobro la compostura y avergonzado no podía ni verlo a los ojos.

—Demonios... Lo siento, maldita sea... —aprieta sus puños —de verdad lo siento, pero... —observa al tipo que levantan —si hiciste algo mal solo deberías disculparte y ya... Está lastimado, tienes todo un pasillo por dónde pasar y pasaste a su lado hiriendolo... Lo mínimo que deberías de hacer es disculparte, así que yo lo siento... Pero tú lo heriste primero.

—Ma... Maldito loco... Mierda —sujeta su cara adolorido —Oye niño mexicano, controla a tu mono.

— ¡Oye mierda no te sugiero que hables así! —le encara Marco —Parece haber gente que no entiende ni con golpes... —inhala profundamente —Lo siento, y no me importa si me llamas como quieras, soy Mexicano y no me avergüenza eso... Pero no te atrevas a molestar a mi amigo.

— ¿O qué? —le reta.

Con enfado, Ferguson se hace presente entre la gente, y con su sola altura el tipo baja la mirada arrepentido de todo.

—Aceptare tu disculpa... Lamento... No haberme fijado...

— ¡Bien, ya está dicho! ¡Vuelvan a su comida todos! —los corre Ferguson — ¡Muevanse se acabó la función!

Mientras todos se alejan Marco no puede parar de mirar el rostro avergonzado del pelirosa, Tom está arrepentido y apenado por tal espectáculo, ni siquiera pudo pensar adecuadamente... Otra vez.

—Tú... ¿Estás bien Marco?

—Solo me dolió un poco... —toma una respiración —Oye... Solo me quedan dos clases, ¿Cuántas te quedan a tí?

—Una...

—Bien —sonríe — ¿Que te parece si nos las saltamos y vamos a tú casa? Jamás me has llevado a conocerla.

Sorprendido subió la mirada encontrándose en ese moreno rostro sonriente, asintió sonriendo levemente y Will exhaló un suspiro pasando la mano entre sus cabellos.

—Amm... Solo... Vayan con cuidado, y Tom... Ya sabes —sujeta su hombro —respira y cuenta hasta diez... Marco está herido si esto vuelve a pasar él podría...

—Lo se... —contesta cabizbajo.

Marco permaneció en silencio mirando esos rostros cabizbajos hasta que Tom encontró su mirada y suavemente le dedicó una sonrisa.

— ¿Quieres que te ayude o...?

— ¿Por qué no me llevas en tu espalda? —sonrie divertido.

—Con gusto.

—Si, no se preocupen, Will y yo nos encargamos de llevarles la tarea... Oye —se inclina al peliazul — ¿Quien nos va a pasar la tarea de Tom?

—Ya pediremos el favor a alguien.

Entre sus susurros solo los hacen reír y tranquilamente Marco ve el cabeceo de Tom que le invita a subir a su espalda, entre una risa animada sube agarrándose con fuerza mientras el pelirosa pasa sus manos debajo de las piernas del castaño sosteniendolo.

—Adios chicos —se despido con la mano el castaño.

—Nos vamos —sonrie Tom.

Sin más el pelirojo y Will asienten elevando la mano en forma de despedida. Dipper y Tom salen de la escuela y mientras toman el bus el castaño se recuesta sobre el hombro de su amigo algo decaído con las cosas del día.

— ¿Quieres hablar de lo que paso en la escuela?

Con sorpresa Tom bajaba la mirada hacia el rostro del castaño, Marco permanecía con los ojos cerrados descansando su cabeza sobre su hombro, cerca suyo... Muy cerca suyo.

— ¿Te di miedo? ¿Tienes miedo de mí?

—Claro que no Tom...

Su alejamiento es tan tranquilo que sorprende al pelirosa, Tom traga grueso admirando esos ojos sinceros frente a él.

— ¿Y... Lo que hice?... ¿No te dió miedo?

Sonriendo levemente solo niega —No, es algo un poco normal, cuando alguien te molesta sueles... Reaccionar.

Delicadamente desliza su mano hasta entrelazar sus dedos con los del pelirosa, era extraño, pero ese chico castaño lo hacía sentirse tan calmado y normal, tan... Tranquilo, feliz... Sonriendo solo toma asiento como antes dejando que la cabeza de Marco descanse sobre su hombro.

—Tengo un problema... Un transtorno... Explosivo...

Marco sujeta con fuerza aquella mano y solo se acomoda sobre su hombro manteniendo los ojos cerrados.

—Si no quieres hablarlo conmigo...

—Inicio durante mi adolescencia, en secundaria casi mi último grado... Recuerdo que... Había tanto ruido, todos gritaban, la profesora hablaba, las luces estaban brillando mucho y había un maldito... —exhala un suspiro tratando de calmarse mientras siente la presión de la mano contraria —un frasco, era un frasco que rodaba de aquí para allá... Y... De un momento a otro estalle, no se qué pasó, no se porque demonios lo hice, estaba apunto de arrojarlo a la pared, pero solo lo deje con brusquedad en el escritorio de otro compañero, no se rompió por mi fuerza, pero se deslizo hacia el suelo y se rompió... Uno de mis compañeros se cortó un poco la pierna y tuve que levantarme a limpiar los vidrios rotos, inicio así... Pero después se hizo más fuerte, me enfadaba demasiado rápido por cualquier cosa y siempre llegaba a utilizar los puños...

—Oye —se incorpora con calma mientras acaricia su mano —Esta buen Tom, al menos pudiste detenerte.

—Eso es... —desvia la mirada avergonzado —porque he tomado diversas clases de control de la ira, tengo cierta medicación y medidas para evitarlo...

—Pero no le prestaste atención a Will...

Parpadeando sorprendido, Tom regresa la mirada a aquel chico, Marco sonríe tranquilo y toma una leve respiración para sentarse debidamente en su asiento.

—Seguro que has progresado.

Decía orgulloso, la vergüenza se hizo del pelirosa. Pero Tom sabía perfectamente que no había Sido ningún progreso milagroso... Había Sido por el chico a su lado, pensó que iba a herirlo si seguía de ese modo y simplemente decidió ceder con su furia. Al llegar al apartamento Marco aún se sostiene de Tom para caminar, pero su cara es más sonriente y la impresión lo llena al ver el lugar, no había nada realmente sorprendente, pero él lo sentía distinto y especial.

—Oye —atrae su atención — ¿Puedo entrar a tu habitación?

La vergüenza lo lleno en un instante y aún ante su notorio sonrojo Tom asintió al pedimento. Al entrar Marco pudo ver algunos pósters de Love Sentence, algunos discos de la misma banda, un pequeño librero, unas repisas con lindos peluches y algunas cosas de diversas bandas más elevadas de tono. Sonriendo se giró hacia el pelirosa que se mantenía avergonzado en la puerta, avanzó a la cama y Tom lo siguió para asegurarse de que no se lastimara.

—Mi habitación es muy diferente, casi no tengo pósters ni discos, todo el tiempo estoy metido entre libros y trabajos.

—Y eso es muy normal —toma asiento a su lado —la diferencia es que tú te mudaste recién para estudiar, yo ya llevaba un tiempo aquí y tenía este apartamento de antes.

Entre una risa asiente —Pero oye, no me has dicho en que trabajan tus padres.

—Bueno... Ambos están ocupados casi siempre, de hecho ya hasta recuerdo poco sus caras —Dice con algo de tristeza —ellos son representantes de bandas por lo que siempre están viajando.

— ¿Siempre? ¿Y con quién estabas de pequeño?

—Me contrataron un niñero, se llama Bryan, él también administra el dinero para mí... Vive a unas cuantas calles.

Marco asiente no muy feliz con ese pasado solitario y de un momento a otro se inclina sobre el pelirosa decaído a su lado, Tom se sorprende, pero no se niega al beso que inicia aquel chico. Las sensaciones lo llenan por completo, la calidez y suavidad del tacto de aquel chico. Poco a poco Tom comienza a tomar el control de aquel suave, pero profundo beso, los jadeos entre las separaciones de sus labios se vuelven más pesados y con Marco recostado sobre las sábanas terminan el beso para verse. Marco sonríe acariciando la palida mejilla de su pareja mientras Tom se entrega de lleno a esa caricia como un pequeño gatito faltó de amor.

—Oye Marco... ¿Y si dormimos un rato?

Entre una risa asiente —Muy bien, pero... —observa los discos — ¿Tendrás algo para que podamos dormir tranquilamente?

—Oh... Seguro y si —sonríe tranquilo.

Mientras el pelirosa se levantaba de la cama Marco se incorporaba un poco acomodándose sobre la almohada mientras lo miraba, y sonreía al verlo tan emocionado. Con una canción puesta Tom avanzó a la cama tomando su puesto con cuidado de no herir al castaño y simplemente se recostaba a su lado mirando directo a sus ojos mientras la música invadía la habitación; Marco sonreía y se giraba como podía para admirar a aquel chico como él lo admiraba, perdidos en su mirada y el rostro contrario solo se acurrucaban un poco para poder dormir.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

¡Recién horneado!
¡Hola! Hace un siglo que no les dejo mensaje aquí.

¡Bueno! Debo decir que me hizo muy feliz este capítulo, me encanta la pareja y como avanza la cosa con ellos.

Quiero aclarar algo antes de dejarlos seguir. No estoy siguiendo un tiempo exacto con cada capítulo, tampoco estoy haciendo énfasis en las épocas del año xq la verdad no recuerdo cómo se maneja el tiempo de la escuela y menos en Estados Unidos, entonces... Las vacaciones pueden llegar tarde o temprano, cuando menos se lo esperen.

Ahora quisiera preguntarles, ¿Desean que les haga un "Capítulo" especial donde conteste todas sus dudas sobre la historia y les hablé un poco sobre cómo avanzaremos a partir de ahora?
Está historia me ha tomado un tiempo, me ha costado seguirla xq mi mente no ha estado concentrada últimamente, es la primer vez que haría algo así, y solo si ustedes gustan. Si quieren que lo hagamos dejen sus preguntas...

aquí mismo.

Estaré trabajando en el siguiente capítulo y si deciden hacerme las preguntas, estaré trabajando en responder las.
Gracias por Leer y comentar, por seguirme todo este tiempo y por darle a la estrellita.
EsmeraldaCarbajal0 fuera. Adiós.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro