Capítulo 19

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Con paso tranquilo la señorita Star avanzaba por toda la fábrica al lado de su cuidador Glossaryck, el hombre de bata comía por lo bajo mientras ignoraba a aquella chica que saludaba a toda la gente conociéndola.

—Oye Glossaryck... ¿Tendré un descanso para comer? Porque de verdad tengo hambre, toda la mañana me la pasé con la clase de dirección de empresas y no he comido más que un pastelillo así que...

—Muy bien, cállate —une sus manos con calma —largo.

— ¿Qué?

—Largo, largo, anda... —sacude la mano sin importancia —y no vuelvas, solo dile a tu madre que ya conociste a media empresa... Ésto es muy cansado y necesito un descanso...

—Si... Claro —avanza con rapidez — ¡gracias Glossaryck!

Al entrar en la fábrica la chica admira de reojo a la gente trabajar, los saluda levemente con una sonrisa correspondiente a su título. Entre su andar ella divisa cada habitación con algo de desanimo, su aburrimiento la carcomía viva y el recuerdo de aquel fallido intento de hablar con su madre no podía dejarla tranquila; exhalando un suspiro llevaba las manos a su cabello despeinandose con enfado, gruñía por lo bajo avanzando con rapidez por los pasillos... Y se detuvo sorprendida, a lo lejos podía escuchar un pequeño llanto... Alguien estaba llorando dentro de la fábrica... Curiosa avanzaba por los pasillos entre suaves zancadas llegando a un pequeño armario de limpieza, el llanto era intenso, y dentro... Se podía ver a alguien conocido para ella.

— ¿Ruberiot?

El tipo de cabello rubio levanto la mirada y apenado comenzó a limpiar sus lágrimas con rapidez evitando la mirada de esa joven.

—Yo lo... Yo lo siento mucho señorita Star... No quisiera que me viera en un momento tan... Ridículo para mí... Pero lo ha hecho.

El tipo le daba la espalda tratando de controlar su voz, Star trago grueso mirando de reojo hacía afuera en espera de que nadie viera aquella y una vez comprobado se adentro en el armario de limpieza junto a aquel hombre.

—Bien, tranquilo —posa la mano en su espalda —tranquilo, respira, se que no es lindo que alguien te vea en un momento de debilidad... Pero siempre es bueno que alguien te aconsejé, confía en mí y dime ¿Que paso?

El hombre dudo un segundo, la situación era mala y vergonzosa, estar encerrado en un armario con la hija y sucesora de la señora Moon no se veía nada bien para él.

—Oye... De verdad agradezco su ayuda señorita Star, pero... —observa su alrededor —definitivamente está no es la mejor situación, si alguien nos encontrará podría pensar cosas... Raras.

Dudosa pensaba las palabras de aquel hombre y de un momento a otro elevó la mano comprendiendo.

— ¡Oh, ya! Bueno... Podríamos ir a la cafetería mientras me hablar de ello Ruberiot.

—Si —sorbe sus fluidos limpiando sus lágrimas —Si, esta bien.

Con paso tranquilo ambos salian de aquel armario con camino hacia la cafetería.

Exhalando un suspiro Janna elevaba las manos al techo y solo comenzaba a quitarse el uniforme mientras miraba de reojo como Will le daba la espalda.

—Sabes... No hay mucho que ver.

—Yo pienso que si, y debo respetar tu privacidad al cambiarte... No me gusta este tema de compartir vestidores.

—Pequeño Will, exageras un poco... —apunta su cuerpo —tengo una camiseta debajo de la ropa, aún cuando voltees no verás más que mis brazos al descubierto.

—Pero sigue estando mal que yo te vea.

—No, claro que no, pero bueno —se pone su chaqueta de cuero —podemos seguir con esto toda la tarde y nada va a hacerte cambiar de opinión, yo ya estoy lista —toma sus cosas al hombro —te voy a esperar afuera...

—Si... ¡Digo! no hay necesidad...

Entonando la mirada con una sonrisa la chica salía de la habitación encontrándose con sus compañeros de cambio en la parte de afuera, comenzó a charlar con ellos mientras el chico dentro de la habitación se cambiaba el uniforme. Apenas terminó volvió la mirada al móvil que hacía rato vibraba casi sin cesar.

*-Will, algo raro ocurrió en Gravity.
Tengo buenas y malas noticias hermano.
La buena es que... Bueno, es algo vergonzoso, pero creo...
Que me gusta alguien y estamos teniendo algo que ver, él es lindo, te agradaría.
Y la mala es sobre... Ya sabes... Los tatuajes.
No sé muy bien que mierda ocurrió, pero mi chico es familia de los viejos Pines, Ford, el de lentes dijo algo sobre que la marca en mi mano está relacionada con demonios.
Bueno, no en mi mano, es que... Mierda, mi chico tiene una marca similar a la mia en su nuca.
Han pasado muchas cosas extrañas, solo... Intenta llamarme, es demasiado como para mandártelo en mensaje.
Posdata: besa bien 😎👍

Sorprendido tomo el móvil más cerca de su rostro releyendo todos los mensajes y manteniendose curioso de todo.

*-Estoy un poco ocupado ahora, llamaré más tarde.
Y si tiene que ver con las marcas entonces sera mejor que le cuente a Tom, ¿No?

Curioso apagó el móvil y bajo un poco su pantalón para mirar al lado de su pelvis aquel tatuaje que desconocía de dónde había salido. Era extraño, ni siquiera era tan visible como el de su hermano, hasta era un poco más pequeño... Pero estaba ahí, y lo hacía feliz cada vez que lo miraba.

—Will —abre un poco la puerta asomándose —no quiero apresurarte, pero solo tengo un poco de tiempo para estar contigo, hoy es día de lavado y tengo que llevar las cosas a la lavandería y luego volver para hacer la cena de Marco... —exhala un suspiro —diablos... Si mis padres me escucharán podrían fácilmente decir que me he casado ya.

Divertido solo toma sus cosas para ir hacia aquella chica y despedirse de todos. En su andar por la calle compraron algunas bebidas en una tienda cerca y ambos caminan entre risa por sus vivencias antiguas.

—Si, entonces Bill fue salvado por aquella chica, por suerte mi hermano es buen actor y cuando los oficiales lo llamaron él pudo salir sin culpa.

Ella ríe dudosa —Es un poco extraño ¿Sabes?... Bueno, mira —se detiene mirándolo directo —No te quiero ofender ni nada, y se que son familia y todo eso y la verdad creo que los malditos se merecían los golpes, pero... Estás estudiando leyes para proteger a las personas que de verdad lo necesitan, y en este caso tu hermano si los golpeó, él fue el causante de que esos chicos terminarán en urgencias... ¿No ves algo mal ahí?

—Um... Quizá es porque no nos conocemos de tanto Janna, pero yo no veo el mal en ese caso, cuando mi hermano está involucrado nunca podré ver el mal... Bill es una buena persona, él no hace las cosas porque si... Digamos que... Hay venganzas necesarias.

Dudosa ella asiente y al notar su duda el chico solo la invita a seguir andando junto a él.

—Hay una diferencia entre tratar un caso de un extraño y uno de un familiar... A mi familia la conozco, se de qué pueden ser capaces.

—Bueno... La familia no siempre muestra su verdadera cara, en especial ante la gente con poder...

—Si, lo sé, pero en este caso yo lo conozco a la perfección, él fue puesto como blanco de burlas y acoso, lo atacaron más de una vez y él lo permitió, llegaba con golpes o empapado o con la ropa hecha tiras... Y él lo permitió, pero entonces golpearon a su chico, sin razón alguna como lo hacían con él, nadie hacia nada, nadie ni aunque quisiera podía hacer nada... Era una cosa injusta que lo llevo a estallar contra esos tipos apenas tuvo la oportunidad, cada acto tiene su consecuencia y esos tipos lo hirieron y llevaron al límite, lo siento pero cosechas lo que siembras.

—Bien... Me supongo que tendrás tus razones para confiar ciegamente en él.

— ¡Muy bien basta! Dejemos algo en claro Janna, cuando se trata de mi hermano no me importa perder mis cosas... Yo lo conozco y él es bueno, y ellos se lo merecían, si algo así le hubiera pasado a una persona más débil que mi hermano posiblemente esos chicos no hubieran estado en el hospital, pero esa persona tampoco... La intimidación y burla constante sobre alguien lo lleva a hacer cosas demenciales, así tú no te creas capaz de hacer algo igual, lo que ustedes los "fuertes" no entienden... Es que no todos somos igual, ciertamente somos débiles, no podemos defendernos de frente y nos tienen tan intimidados que nos es imposible hablar... Y entonces llega el momento en que nos cansamos de todo y tomamos —levanta la manga de su camisa —la salida "fácil"

—Will... —trata de acercarse preocupada.

—Pero es una idiotez —se aparta —los "fuertes" son unos imbéciles, Porqué apenas un débil tiene la fuerza para defenderse y golpea o hiere de gravedad a su atacante... El débil se convierte en un monstruo y el fuerte termina como una víctima.

Enfadado cubre su brazo y solo observa en otra dirección tomando camino.

—Dejame tranquilo Janna, no quiero que me sigas y definitivamente deberíamos tomarnos un tiempo fuera de lo que sea esto.

Sujetando su nuca con pena, da un paso al frente queriendo seguirlo, pero solo se contiene frustrada con ella misma.

En la cafetería de la fábrica Star se mantiene atenta al rostro triste del hombre rubio, sus ojos y nariz están rojos, su nariz está hinchada y no es para nada el tipo que conoció hace algunos días.

—Entonces... —se inclina buscando su mirada —me imagino que mi madre no te permitió la salida.

—Si... —asiente —no lo hizo... Y el concierto está tan cerca... Era mi única oportunidad de hacer algo que me gusta en grande —abatido suspira sobre su bebida —estoy tan triste por eso... Y cada día se vuelve peor al pensarlo... —se deja caer sobre la mesa decaído.

Algo inquieta busca ayuda con la mirada, pero toda la gente está en lo suyo e ignora por completo al decaído hombre en la mesa, exhalando un suspiro asiente para si misma en busca de palabras consoladoras, pero observa a una mujer rubia y morena avanzar entre zancadas con dirección a Ruberiot pidiendo silencio. De pronto desliza sus manos sobre los hombros de Ruberiot y acercándose a su oído hace el ruido de un gas, para enseguida reír y tomar asiento a su lado.

—Vamos pequeño bobo, no eres el único que ha perdido momentos así... ¡Yo también perdí el concurso de chistes el mes pasado! —vuelve una mueca triste sobre su rostro — ¡pero! Lo pasado es pasado y debemos pisarlo.

Hace un pedo con su axila, sorprendida Star ríe dudosa al verla dirigirle la mirada, Ruberiot se gira ignorando tales palabras y solo cubre su rostro hundido en su desespero.

—Ammm... Ruberiot —toca su mano —Yo que debe ser difícil perder una oportunidad así de grande, pero...

Ante la chica quedándose en blanco, el hombre levantaba la cara mientras la mujer morena tocaba su hombro con desespero, Star bajo la mirada perdida en sus cosas, sus ojos se cristalizan y el temor se hace de ambos adultos en la mesa, las lágrimas brotan y entre su desespero cubre su rostro sin saber que hacer, Ruberiot y la mujer misteriosa se miran preocupados empujándose entre si para que uno de los dos haga algo, pero es una mujer alta, de cabello púrpura más arriba de los hombros y figura delgada quien avanza hacia la joven sujetando su hombro e inclinandose cerca de su cara, con sus dedos en las comisuras de sus labios dibuja sobre su rostro una cara triste y niega con las manos para sujetar las comisuras de sus labios y hacer una cara feliz, sus manos se posan bajo su barbilla e inclina un poco su cabeza manteniendo su sonrisa. Star está extrañada admirando a la mujer, y solo traga grueso al sentir sus finas manos limpiar sus mejillas; Ruberiot y la chica rubia se miran aliviados.

—Oh, señorita Star, yo de verdad lamento haberla puesto triste —menciona apenado —no era mi intensión.

—Tonto —golpea su nuva.

— ¡Oh, por favor! —rie levemente —no lo golpees, no fue su culpa... La verdad —exhala un suspiro —es por mi madre... —se gira hacia la mujer de su lado —muchas gracias por consolarme.

La mujer sonríe poniendo las manos al frente las sacude a los lados como diciendo que no era nada. Curiosa Star se gira hacia Ruberiot acercándose para susurrar.

—Disculpa, pero... —apunta hacia su lado por lo bajo — ¿Ella habla?

— ¡Si, si! —contesta la rubia —Mimo habla, pero su voz —engruesa la voz —es súper gruesa y aterradora.

— ¡Oye! —la empuja el rubio.

Curiosa Star se gira hacia la mujer de finos rasgos que parece enojada y pide silencio fingiendo cerrar con un cierre sus labios. Star ríe y más tranquila con sus emociones extiende la mano hacia la mujer morena.

—Me supongo que ya me conocen —mira a la mujer a su lado y vuelve con la chica frente a ella —pero soy Star, la hija de la señora Moon... ¿Y tú eres?

—La verdad no me gusta mi nombre —sonrie estrechando su mano —me puedes llamar Bufón, así me llaman todos porque me la paso haciendo bromas.

—Y la chica a tu lado es Mimo, su nombre es francés y es similar a la palabra mimo, pero nadie la puede pronunciar así que...

Animada estrecha la mano de aquella mujer que sonríe complacida y de pronto la apunta y eleva la mano mostrando la duda en su rostro, lleva la mano sobre su mejilla fingiendo el llanto anterior y solo eleva una última vez su barbilla cuestionando.

— ¿Que porque lloraba?

La mujer asiente y Star toma aire asintiendo por igual.

—No es culpa de Ruberiot, el hecho es que... Se que ya soy mayor, pero no me creo capaz de dirigir toda esta empresa, de mover grandes cantidades de dinero y demás papeleos... Es demasiado para mí, estoy sofocada hasta el cuello de las clases de dirección de empresa... Y cuando se lo dije a mi madre ella no lo comprendió por más claras que fueran mis palabras —cubre su rostro con desespero —se lo dije tan claramente, de frente, me costó tanto decirlo y ella simplemente... Me aumento las clases y me hizo venir a conocer a todos los empleados... ¡Que no me molesta en absoluto! Pero verlos es... Saber porque están aquí matandose cada día y subir más peso a mi carga, con cada persona que conozco solo me doy cuenta de lo tan importante que es dirigir este lugar...

Los tres se miran sintiendo que sus cosas son menos que los problemas que había ahora sobre esa chica de veinte años, era una locura.

—Ey mimo, será mejor que tú le digas algo —señala bufón —despues de todo eres buena con las palabras —rie para si misma.

La mimo finge gracia y solo niega volviendo la mirada hacia la chica, Star sonríe levemente esperando lo que fuera a expresar. La mujer solo toma sus hombros y acaricia su rostro, sonríe levemente asientiendo y Star comprende que esa mujer entiende el peso de su carga, y entonces la mujer duda... Observa a los lados y asiente. Se apunta a si misma y luego hace señas al cabello largo y enseguida a un bigote y barba.

— ¿Tu madre y tu padre?

La mujer asiente con una sonrisa, ella sigue y desliza sus cinco dedos de sobre su pecho hacia la chica delante suyo, luego hace la señas de su madre y nuevamente posa la mano sobre el pecho de la chica.

—Ella era igual a mi madre, y tú igual a mi...

Ruberiot se percata de la charla y se atreve a intervenir tocando la mano de Star.

—Cuando aún hablaba mimo era una cantante por cosas de familia, ella nos contó que le gustaba estar en el escenario frente a toda esa gente y seguir los gestos exagerados de una broma... Pero no le gustaba su voz...

—Ella huyó señorita Star, ella se fue de su casa con dieciocho años y sin dirección alguna.

La mimo toca su brazo y solo asiente mostrando calma, se levanta y finge caminar, poco a poco le ilustra todo su camino y Star se magnífica por tal actuación, las vistas de todos vuelven sobre ellos y al terminar la mimo da una reverencia hacia todos los que los miraban, finalmente toma asiento al lado de Star y extiende las manos mostrándose a si misma con una sonrisa, posa la mano sobre su pecho y sonríe entusiasta.

—Quiero hacerlo... Quiero huir otra vez, y esta vez para siempre.

Las tres personas en la mesa se miran dudosas y solo toman una respiración profunda.

—Al igual que tú, yo estoy aquí por mi familia —explica Ruberiot —Mimo solo está aquí porque aquí nos dan paga y cama...

— ¡Conmigo es lo mismo!

—Pero... Todos somos almas libres, queremos más que ésto.

—Queremos ir contigo —sonrie la morena —asi iremos seguros por el camino, además te hemos metido la idea y ahora es nuestra responsabilidad ver qué llegues a salvó al lugar al que vayas... Por cierto, ¿A dónde vas?

Ella se quedó pensativa y de pronto solo sonríe ampliamente.

—A un pueblito perdido en la nada... Gravity Falls.

Los tres se miran y solo asienten comenzando a hablar un poco más sobre el viaje que emprenderían.

Entrando en el cine Tom y Marco tomaban asiento entre sus risas, las luces se apagaban y Marco se inclinaba hacia el pelirosa.

—Gracias por traerme, y por conseguir la muleta.

—Estabas tan desesperado que no tuve otra opción —rie —pero la verdad hubiera preferido que te quedarás sin ella... —se inclina un poco más —me gusta cargarte.

Avergonzado el castaño solo ríe y entre sus ánimos desliza la mano hasta la de aquel pelirosa tomándola en la obscuridad.

—Tambien me gustaba.

— ¿Y si... —aprieta su mano —tiramos esas muletas?

—No —rie divertido.

Las luces se encendieron y la película inicio mientras la mirada de ambos iba y venía desde la pantalla hasta su pareja, el cuadro pinto las primeras escenas y sin poder resistirse unieron sus labios en un beso, ellos se miraron entre un suspiro y nuevamente se acercaron.

—No debimos venir al cine —musitaba el pelirosa.

—No, no debimos gastar... —sujeta la mejilla del pelirosa —dinero en algo que no vamos a...

—Ver...

Elevando el descanso de los asiento se acercaban con más libertad besandose debidamente, casi no podían estar solos nunca, siempre había alguien cerca interrumpiendolos de... Eso. Entre una leve risa Marco se aparto relamiendo su labios mientras apartaba a Tom por el pecho.

—Bien... —suspira sonriente volviendo la mirada a la pantalla —Eso estuvo muy bien.

—Si —mira la pantalla tomando la mano de su pareja —definitivamente estuvo muy bien.

Ellos se miraban con complicidad y solo sonreían volviendo la vista a la pantalla para admirar la película.

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