Capítulo 31

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Llegas antes.

Luego de un par de mensajes Phill accedió a ver temprano a Mabel y decidir apartir de ahí si ver a Pacífica o no; la chica ya le había explicado lo que ocurría y el chico solo sonreía sin poder creer lo que le contaban, Mabel sonreía insegura de lo que ocurriría mientras Bill frente a ella suspiraba inclinandose hacia ella con una sonrisa.

—Entonces... ¿Yo te gustó?

—Pues si, algo así.

—Pero no piensas dejarla para salir conmigo.

—No, simplemente no puedo, Pacífica es la chica de mis sueños —rie —si se puede decir así.

—Bien... Entonces... ¿Yo que ganó de ésto? Por lo que veo la única con dos parejas eres tú, serás capaz de disfrutar de ambos mundos y hacer lo que quieras con nosotros.

— ¡No lo tomes a mal! —pide aterrada —lo siento, pero sinceramente no me esperaba ésto... Yo tampoco sabía que se podía hacer ésto de una relación Poliamorosa, vivir juntas o salir juntas tres personas.

—Me parece como un engaño a tu pareja —sonrie mirando la gente del lugar —pero bueno, no me molesta del todo... Después de todo yo sería con quién engañas a tu novia.

—No la estoy engañando —explica entre un suspiro —no lo he hecho ni ahora mismo, lo único que tú y yo hicimos fue tomarnos de las manos, y se lo conté enseguida.

—Entonces... Según tú teoría, si yo te besará justo ahora y tú fueras y le contarás sobre el beso... Ésto ya no sería un engaño.

La chica suspiro pasando la mano por su cara, ese chico estaba diferente, no dejaba de bromear y ponerla de lado.

—Mira Phill —se pone de pie —simplemente me debí equivocar al juzgarte... Creo que no eres el chico que creí, o... Simplemente puedes estar pasando por un mal día, si quieres escucharme luego solo trata de llamar...

—Si —la sujeta por la muñeca —pase una puta semana del asco, estoy que me lleva el... Demonio, y simplemente llegas tú —se pone de pie hecho una furia — ¡Y me dices! —se inclina —que no piensas dejarla y aún así quieres que yo esté contigo.

— ¡Detente Phill! —exige apartando la mano del chico —No quieras comportarte como un idiota conmigo.

El chico ríe hecho un caos y Mabel simplemente comprende que algo va mal con ese chico, suspirando lo toma de la mano guiandoló fuera del lugar donde todos los miraban cuestionandose si detener lo que ocurría ahí. Al salir Mabel lo aleja hacia el bosque y apenas se alejan del pueblo le hace frente.

—Ey, ey —sujeta su rostro —trata de tranquilizarte.

— ¿¡Por qué debería!? —aprieta las muñecas que le sostienen — ¡No eres quien para decirme nada!

— ¡Phill! —lo acerca firmemente —trata de tranquilizarte y solo respira, maldita sea... Respira.

El chico gruño con enfado y de un momento a otro se acercó a aquellos labios besandolos con fiereza, Mabel no se aparto, pero retrocedió un poco haciendo que sus labios se separaran y obteniendo un suspiro de aquel chico; Phill mordió su labio inferior mientras sujetaba el rostro de aquella chica, Mabel dudaba mirando esos ojos carmesí.

—Me gustas.

—Phill...

—Me gustas.

—Basta —baja la mirada.

—Tú me gustas... Solo un poco —acaricia sus mejillas —dejame solo un poco... Un poco... Quiero besarte Mabel... Mabel.

Su nombre siendo repetido y una otra vez con total desespero, como si ella fuese una droga para ese chico... Su mirada subió y Phill estaba ahí, mirándola entre la súplica de su mirada y voz... Su respiración se volvió loca, él también lo era, como una droga... Algo que le llevaba a hacer la peor estupidez posible, pero no lo iba a hacer.

—No voy a traicionar a Pacífica Phill.

El chico gruño con enfado y alejandose golpeó un árbol con el puño desnudo, aves volaron y el tronco se estremeció, Mabel bajo la mirada y suavemente avanzó a él acariciando su espalda en un intento de calmarlo.

—Me detendré, solo... Solo déjame hacerlo un poco... Un beso... Solo uno.

Su mirada volvía al rostro de aquella chica, y Mabel tragaba grueso, era solo un beso, solo un... Beso. Sin poder retenerse fue hasta los labios de aquel chico que la recibieron con entusiasmo, Phill disfrutaba la sensación de esos labios entre los suyos y poco a poco disminuía la ferocidad del beso probando más ampliamente los labios de la chica, acariciando su mentón, atrayendo su cuerpo por la cintura mientras Mabel cedía, Mabel avanzaba por sus labios besando con profundidad y alejandose lentamente lamentando la separación; al alejarse, ambos suspiraron pegando la frente a la del contrario mientras respiraban con profundidad, exhaustos de ese beso tan intenso y de sus emociones. Se miraron.

—Mierda... Tengamos esa maldita cita si eso significa volver a besarte.

Mabel sonrío deteniendose de tocar los labios frente a ella y simplemente comenzó a reír abrazandose al cuerpo de aquel chico.

—Es extraño... No puedo controlarme ni dudar de tu palabra, es como...

—Un... Instinto animal, sigues el peligro castaña, no me conocías de nada y aún así me hiciste caso, creíste en mí... Te gusta el peligro.

— ¿Qué en tí es peligroso?

El chico sonríe alejandose un poco —Ese es el caso pequeña Mabel —acaricia su mejilla —Es que no lo sabes... Sabes cosas tan superficiales de mí, pero verdaderamente no me conoces... De nada...

—No entiendo absolutamente nada de lo que dices —da una palmada en su pecho —asi que deja de jugar al chico malo y solo vayamos a nuestra cita con Pacífica, ¿Bien?

El chico ríe y simplemente toma la mano de aquella chica con cariño.

—Bien, vayamos a la dichosa cita si luego de eso me vas a besar otra vez.

—Veremos...

—Veremos... —sonrie.

Los chicos tomaron camino volviendo y tomando dirección a la mansión Noroeste. Al llegar a la mansión Mabel abrió como si fuese su casa, le invito a pasar y lo llevo hasta la cocina donde Pacífica terminaba de preparar la cena, la rubia suspiro al escucharlos entrar y suspirando limpio sus manos en su delantal para girarse con su mejor sonrisa hacia aquel chico que se sonreía levemente mientras la miraba.

—Pacifica Noroeste —avanza extendiendo la mano.

—Phill —estrecha su mano.

Ambos se mantenían mirándose y ante tal tensa situación Mabel trago grueso y se puso entre ambos, viajo desde los ojos de uno hasta los ojos del otro y ante su miedo y desespero ambos suspiraron desviando sus miradas para apartarse; quitándose el mandil les indico el camino para tomar la cena, y los tres terminaron en la mesa admirandose directamente envueltos en tensión. Mabel los miro por última vez y tragando grueso dejó caer las manos sobre la mesa.

— ¡Muy bien! Hay algo entre ustedes dos más allá de mí así que... ¿Quieren hablarlo? Solo imaginen que yo —pasa la mano frente a su rostro —yo no estoy aquí.

Aún que su duda es clara ambos chicos suspiran y vuelve la mirada al contrario retandose.

— ¿Y cuál es el trato? —cuestiona con firmeza —no pienso dejar ir a Mabel, ella es especial, la quiero.

Divertida une sus dedos —Yo te dije que ella es especial, es mi rayo de sol así que... Estoy aceptando ésto por ella.

—Hable un poco con Mabel y comprendo lo que quiere —le dedica una sonrisa sosteniendo su mano —quiere tener dos novios y que los novios estén al tanto de la relación de ella con el otro... También —aleja su mano —dijo que está prohibido cualquier intento de tocarte... Pero sobre ella...

—Muy bien, cállate ahora mismo —inspira con profundidad —Si, si, lo comprendo —niega con molestia —puedes hacer lo que a ella le plazca... Y trato de que no me moleste ese tema, pero aún lo veo lejano.

—Entonces... —mira de reojo a la castaña — ¿He venido aquí sin que tengas ésto claro? —se gira a Mabel — ¿Que pasa si ella no acepta? —inclina la cabeza hacia la rubia.

—Lo siento... Es que bueno... Si ella no acepta...

—El trato se cancela —sonrie complacida.

Phill sonrío y comenzó a reír por lo bajo mordiendo su labio con algo de enfado para luego mostrar su amplia sonrisa entre su asentir.

—Lo disfrutas, ¿No? Tenerme Aquí para burlarte de mí... —su sonrisa desaparece —Te importa poco el tema de que ella te fuera sincera y te confesará lo que siente por mí, para tí... Ésto es una venganza contra mí.

Mabel duda admirando esas miradas de odio y reto en las caras de sus parejas, la chica duda, pero les hace frente.

—Espera, espera Phill... Quizá lo malinterpretaste un poco, Pacífica no haría algo.

—Lo hice —mantiene la vista sobre el pelirojo —Tienes razón Phill, disfruto mucho el tenerte aquí y poder burlarme de ti... Tu romance con mi novia está en mis manos, solo necesito decir que No... Y ella te dejará.

— ¡Pacífica! —reclama con enfado.

—Oh vamos, querida Mabel, solo déjala seguir... La verdad no esperaba menos al venir aquí.

Apenada observa ese rostro sonriente y desafiante del pelirojo mientras Pacífica expande su sonrisa y simplemente se da un bocado de comida.

—Pero te equivocaste en algo pequeño gran pedazo de...

—Paz —exige Mabel.

—Bien, bien, en fin... Te equivocas al decir que no me importa lo que sienta Mabel por tí, si me importa, y me importa mucho más porque ella parece muy atraída a tí... Cómo si valieras la pena... Pero ella está dispuesta a abandonar su amor por ti si yo le digo, y la verdad... Que no lo quiero, no quiero verla triste sin tí... Aunque me desagrades a niveles épicos.

Mabel se miró cohibida mientras admiraba el enorme sacrificio que esa chica hacia por no mandar al demonio a ese chico, Phill solo sonreía aún retando a aquella chica con la mirada.

—En fin, la verdad no estoy muy segura de poder aceptarlo, quiero hacerlo... Por ella, pero... —niega —pienso que será difícil, así que antes que nada... Quisiera que intentemos algo.

— ¿Qué propones? —cuestiona interesado.

Tomando aire viaja entre los ojos de ambos —Quiero... Que se besen frente a mí, quiero saber si soy capaz de soportar eso o si... —niega —si simplemente no podré... aún si no me gusta puede ser que te deje estar con ella, solo por mi confianza en Mabel, ahora... Mabel, dejemos está falsa cena de lado y simplemente besalo.

La chica dudó mirando como Phill se acercaba y solo puso la mano de frente deteniendolo, se disculpó y rápidamente tomo el brazo de su chica llevándola hacia la cocina, Pacífica suspiro ante esa mirada arrepentida en el rostro de la castaña y pasando la mano entre sus cabellos suspiro para mirarla.

—No me estoy forzando a absolutamente nada Mabel, quiero ver si puedo con ésto, es que... Simplemente, si no es Phill será alguien más, chica, chico, eres una persona Poliamorosa... Si te enamoras de alguien quieres estar con él o ella, y puede llegar cualquier persona a ocupar el mismo lugar que Phill quiere —sujeta su mano —y ya que yo no te quiero dejar solo queda una opción, empezar a acostumbrarme o tratar de hacerlo al menos.

—Puedo contenerme.

— ¿Y si lo nuestro termina? ¿Y si sinceramente dejas de quererme? ¿Cómo sabrás cuando el amor por uno de ellos sea más fuerte que el nuestro? Yo no sé absolutamente nada de esté mundo, puedo verlo por encima pero es muy distinto el vivirlo, puede que... Un día simplemente nuestro amor se desvanezca y prefieras sinceramente estar con alguien más, pero si sigues conteniendote nunca le darás la oportunidad a nadie, y no quiero eso... —suspira apretando la mirada —lo que estoy haciendo allá afuera, lo que te acabo de pedir es mí decisión... Y quiero que lo hagan.

Los brazos de la castaña rodean a Pacífica mientras deposita un beso en aquella blanca mejilla, al separarse ambas salen juntas de la cocina y caminan hacia el chico que las espera sin problemas revisando las cosas de la encimera.

—Bien, está decidido, Mabel te besará así que... Adelante.

La chica castaña observa de reojo a la rubia que los mira de brazos cruzados. Pacífica suspiraba admirando como aquel chico atraía la mirada de Mabel, cómo su chica se perdía en unos ojos que no eran los suyos y como esos labios que ante recorrían todo su cuerpo ahora... Se mezclaban con los de alguien más; entre un suspiro aparto un poco la mirada tragando grueso, y luego volvió la mirada a ellos mirando como ese simple beso los hacia perder en un mundo apartado de ella, en un deseo que era incapaz de comprender.

Phill abrió uno de sus ojos para admirar el autocontrol que manejaba la rubia al mirarlos besarse, apenas y se inmutaba, era de respetar... Por su cuenta se aparto de aquel beso mirando a Mabel tragar grueso de los nervios.

— ¿Y bien? Señorita Pacífica, mi relación con esta chica... ¿Está permitida?

Los ojos de la rubia viajaron de uno al otro y aunque molesta dibujo una leve sonrisa en su rostro para solo negar desviando la mirada.

—Si, está bien... Pero creo que solo besos por el momento, al menos hasta que me acostumbré —dirige la mirada al pelirojo — ¿Está bien por tí?

—Si, supongo que sí... —exhala un suspiro aferrándose a su propio cuerpo.

—Yo estoy dispuesto a esta "relación" si ustedes dos lo están.

—Si... Está bien —lo mira de frente.

Mabel duda con la mirada y suavemente toca el brazo de Phill para hacerlo acercarse, el chico se inclina hacia ella con una sonrisa.

—Dame un momento con ella, hoy ya es tarde y el último bus está por partir, lo mejor será que vuelvas luego y lo hablemos, ¿Bien?

—Si claro, pero me debes un beso.

La chica trago grueso y admirando a la decaída Rubia solo beso rapidamente las mejillas de Phill para luego ir a despedirlo a la salida al igual que Pacífica. Una vez solas Mabel de giró hacia aquella chica y acarició sus mejillas mirando su desgane.

—No te fuerces, no lo hagas.

—Lo ví.

— ¿Que viste?

—Mabel, tienes un enorme... Deseo por ese tipo —traga grueso —estabas dudando al verme, y se sintió increíble pensar que te preocupas tanto por mí, pero... —niega alejandose un poco —cuando él te miró a los ojos pareció como si tus dudas desaparecieran y de un momento a otro ya no importe... Ya no estaba ahí.

—No, no te equivoques, siempre estás ahí, para mí siempre estás ahí... —sujeta su mano —Pero tienes razón, siento algo fuerte por él... Y cuando lo besó siento que su fuerza me atraviesa llenando me de valor, y me gusta ese sentimiento... Pero aún así sigues ahí, estás ahí siempre, mi corazón está dividido entre él y tú y no hay parte dominante en eso...

—Me molesta saber que no hay parte dominante.

Entre una sonrisa descansa su rostro en el hombro de la castaña que la abraza con cariño mientras toman camino a la habitación principal.

Entre un grito entusiasta al aire del atardecer, Star llegaba en el auto de los chicos admirando el letrero de entrada a Gravity, Mimo admiraba de reojo las pequeñas tiendas mientras los chicos de atrás venían perdidos entre sus cosas, Bufón actualizaba cada tanto la página del bazar de las rarezas mientras Ruberiot tocaba su guitarra con un sonrisa en el rostro. Mimo tocó el brazo de la rubia cuestionando que camino elegir dentro del poblado, la chica dudo tomando el móvil en mano, pero al subir la mirada pudo observar al castaño que salía entre una risa de un estudio de tatuajes, admiró a su amigo siendo besado con alegría y solo pudo sonreír.

—Detente aquí Mimo, ese castaño es amigo mío, es Dipper.

La chica asintió y detuvo el auto llamando la atención del rubio que salía del estudio al lado de Dipper, ambos admiraron curiosos a las personas y entonces Star salió extendiendo los brazos con entusiasmo, los ojos del castaño se agrandaron de la sorpresa.

— ¡Star!

Avanzó con prisa sujetandola en un abrazo, la chica reía animada aceptando la unión mientras de reojo observaba al rubio teñido y lo saludaba con la mano, Bill asentía sonríendo hacia ella. Separandose se admiraban entre sí mientras Bill saludaba y se presentaba con los otros viajeros.

—Llegaste antes, los esperábamos para mañana... —la abrazo nuevamente —te extrañamos.

—Y yo a ustedes... Pero —se aleja sonríendo con culpa —necesito hablar contigo y con Mabel, y... Pedirte un favor... No bueno, dos favores.

—Claro, le mandaré un mensaje para que llegue temprano a casa —toma su móvil.

—Y sobre uno de los favores... —muestra a sus amigos — ¿Tendrás un lugar donde puedan quedarse?

El chico dudó un segundo, pero al mirar a Bill apuntar con la mirada la colina, entendió enseguida que si había una opción.

—Bien, estoy libre, los llevaré a dónde se quedarán, les va a gustar —se acerca a su rubio besandolo —vengo en un rato.

—Claro, me saludas a tu hermana y a paz.

El chico sonrío subiendo al auto y comenzó a guiarlos mientras se presentaba con los chicos a su lado y Star le informaba sobre la visita de Oskar y dos posibles amigas extras junto con Jackie, el chico asentía, sabía que no había más opción, tendría que hablar con Pacífica y decirle que tendría a un grupo de extraños hospedados en su casa, aunque... Quizá Mabel podría quedarse con ella y algunos ocupar la habitación de Mabel en la cabaña, ya verían como arreglarse.

Apareciendo en el Inframundo, Phill bostezaba con algo de enfado ante la insistencia del móvil por sonar, entre un suspiro de hartazgo abrió la oficina del señor Lucitor.

— ¿¡Que formas son esas de presentarse!?

El demonio en la esquina se levantó ante la brusca entrada del pelirojo y antes de que pudiera atacarlo el señor Lucitor se puso de pie deteniendolo.

—Espera un poco Belfegor (pinche nombre buscado en guía satánica) voy a hablar con él.

El hombre lo observa desafiante y el chico simplemente exhala un suspiro desinteresado en su pequeño cuerpo sin fuerza.

— ¿Por qué sigue molestando llamando al móvil cada cinco segundos?

—Phill, a mi no me vas a ver la cara de idiota, les he dado muchas oportunidades a demonios como tú, pero simplemente no puedo soportar más tus faltas de respeto —lanza unos archivos a sus manos —no has anotado ninguna de tus salidas, por lo tanto son salidas prohibidas y deben ser vigiladas.

— ¿Y?

—Y he visto que rondas a esos chicos —evanza frente a él —escuchame bien, esos chicos abandonaron su vida demoníaca y decidieron tener la vida humana normal, decidieron sufrir allá arriba... —golpea con su dedo índice el pecho del pelirojo —Y no voy a permitir que les hagas recordar lo que pasó aquí, está vida ya no es suya y no tienes porqué intervenir en ellos ahora.

—No estoy interviniendo en nada —arroja el papel al demonio de la esquina —tu hijo esta lejos, ni siquiera lo he tocado.

— ¿Y esa chica? —se mantiene firme —Mabel Pines, humana, sin conexión directa al trato demoníaco, solo se borraron sus momentos que incluían demonios, a demonios en sí, pero... ¿Que quieres hacer con esa niña?

—No le incumbe.

— ¿No me incumbe? —rie incrédulo —No, ¡Pero claro que me incumbe! ¡Soy el Rey del Inframundo! ¡Claro que me incumbe!

—Eres solo un alma humana en un cuerpo de trapo —sonrie burlón —no tienes ningún control sobre mí ni sobre ningún demonio aquí... Así que deja de estar molestando —borra su sonrisa —porque te cortaré en pedazos y te serviré para la cena.

—Pruebame demonio, yo tengo más poder que tú en este lugar, con una simple palabra puedo enviarte al mismo lugar donde está tu padre —sonrie ampliamente —y tu padre era mucho más poderoso que tú.

El demonio gruñe con enfado aunque en su mano arde una llama de fuego, el demonio de la esquina le hace entender que ese simple movimiento terminará con su vida. Phill sale de la oficina hecho una furia mientras golpea la pared a su lado.

—Todo ésto tiene un límite Phill,

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