Capítulo 5

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

James

Tengo 44 años y ni una tortura me ha hecho soltar la lengua, es decir, a lo largo de los años nunca había fallado en una misión ni siquiera revelando lo que sepa sin importar si la respuesta pueda salvar mi vida. Pero siempre hay una primera vez para todo, el hecho es ¿a qué precio?

Llevar mucho tiempo encerrado en este sótano, porque sí, yo tenía la capucha en la cabeza que me tapaban los ojos, pero hasta el más ciego se daría cuenta de que bajar unas escaleras de madera, donde había oscuridad y el ruido del lavarropa, era un sótano con la palabra bien grande donde nos han llevado, aunque la cuestión es en dónde, qué casa y si nos rescatarían.

Si de algo de por seguro estaba, es que tener un reloj, un arito y un zapato con chips de rastreo inmortal, nos salvaría el pellejo. El "chip inmortal" es aprueba de agua, de fuego, pisadas, virus, de querer piratearla o jaquear, entre otros detalles que lo hacían inmune para el enemigo.

Las muñecas, tobillos y espalda, seguían ardiéndome por los grilletes atados a la pared y la espalda por los 30 látigos que me dieron. Es decir, estaba a carne viva, con el torso desnudo.

— ¿Para quién trabajas? ¿Quién eres? ¿Tienes algún parentesco con el niño? ¡Contestá! —una pregunta con cada silencio me daban un golpe y yo seguía sin decir nada. Le sonreí como la comemierda que soy, auto regalándome otro puñetazo. Escupí a mi costado la sangre que emanaba entre mi boca.

—No conozco al niño, solo a los viejos.

— ¡Mientes! —niego con la cabeza, en cuanto su puño chocó nuevamente en mi mandíbula, la puerta de entrada se abre. Un hombre alto, trajeado por lo que supuse tras la tenue luz opaca que daba detrás de su espalda y su fuerte voz detener a mi agresor, pedí mentalmente, gracias.

—Sácalo de ahí y limpia todo. Nos vamos —y así como entró, se fue.

Sonó un >>Tsk<< para cumplir la orden, supe que estaba disgustado. Se dirigió a mí, con una llave en mano y desatarme, primero los tobillos y luego las muñecas. Caí en seco contra el piso sucio y húmedo.

Y ahí, con dolores que soporté en varias ocasiones, creyendo que este castigo es de antaño, cerré los ojos.

— ¡Hey, no mueras!


*****


Izan

Volvemos a movernos, y no sé nada sobre James. Sé que Marcos está muy asustando al igual que yo como la mierda y aun así este estúpido exigía saber dónde estaba él. ¿Irónico no?

Marcos quien odia tanto a James, está preocupado. Lo único que se me ocurre es que es más bien por aquel a quien ama que hace todo esto y recibe a cambio golpes como respuesta.

—Marcos, él estará bien. Mantente cuerdo, idiota. Mal herido ni loco te llevo a cuestas, ¿me escuchaste?

Debió calmarle al decir aquello, como un "cerrá la puta boca, que de ésta nos escapamos" Yo sólo me acosté en el respaldo de aquella camioneta cerrando los ojos, hasta que escucho muchos disparos y el movimiento brusco de quien los está persiguiendo.

No sé por cuánto tiempo, ni cómo llegué a estar tumbado de repente en una cama, con sábanas blancas, con aquella bolsa transparente colgada y una manguerita en mi brazo y el característico resonar de esos aparatos a mi lado. Me quejé bajito cuando quise acomodarme dándome cuenta que mi pierna estaba inmóvil y con yeso.

—Me alegro que despiertes, me tenías jodidamente preocupado.

—Y yo, creyendo que estaba en el paraíso —contesté con sarcasmo. Cerré los ojos otra vez, como que tenía el cuerpo todo adolorido.

En eso una enfermera entró y salió otra vez, yo ya estaba mirando dónde me encontraba ignorando a Marcos deliberadamente. Sólo recordaba que mientras estábamos en la parte de atrás inmóviles con cuerdas en nuestras manos y tobillos. Los balazos perforan la puerta nuestra hasta que el mismo auto derrapa y se vuelca, ya que me golpeaba tanto con el techo como las otras superficie.

—Izan, no me ignores, maldito... ¡enfermera!

Y sin embargo, mis oídos se volvieron sordos y mi vista pesada.



Dedicado a:
XxayamixX
ε♥з

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro