\\Narradora//

Mikuni se despertó, abrió los ojos, ya no estaba en el sofá, estaba en su habitación.
Recordó que Jeje le había inyectado algo para que calmara su dolor de cabeza cosa que fue un éxito, ya no le dolía la cabeza, sin embargo aún tenía esas náuseas que no lo abandonaban ni por un segundo, se pregunto ¿cómo había podido quedarse dormido ante tales náuseas?, quizás el líquido de la jeringa tenía un efecto secundario.
También concluyó que Jeje lo había traído a su habitación, ya que él no era sonámbulo y no recordaba haberse levantado para ir a su habitación otra vez.

Ya no sentía cansancio, quizás durmió lo suficiente para sentirse recuperado.
Tomo atención a la ventana abierta de su cuarto, vio poca iluminación, dedujo que eran por las 7-8 de la noche, ¿Tanto tiempo se había quedado dormido?, Ni siquiera había comido "bien" antes, tan solo recordó el sabor del cereal y ya quería irse corriendo al baño pero no podía aplicar fuerza en su cuerpo, se asustó un poco, hizo mucho esfuerzo para solamente moverse de posición, estaba mirando el techo de su habitación, ya se había cansado de tratar de moverse. ¿otro efecto secundario? Probablemente.

La habitación se volvía poco a poco oscura, se escuchaban uno que otro coche tocando el claxon, ladridos de perros y gritos de las personas que pasaban por ahí.
Le molestaba escuchar las quejas, gritos y las mentiras de las personas, realmente lo odiaba, odiaba a su misma especie.

Un rechinido de parte de la puerta lo hizo volver otra vez a la realidad. Jeje entro a la habitación y cerro la puerta, al parecer no estaba poniendo mucha atención, no notó que su Eve ya había despertado y que lo miraba atentamente.
Jeje arreglo un poco aquella habitación que le hacía falta un poco de orden y limpieza, ponía cada cosa en su debido lugar, sabía en donde estaban antes las cosas como si fuera su propia habitación.
Aún con la poca luz que había, Mikuni podía apreciar bien los movimientos de su Servamp.

Otra vez, Mikuni se sorprendió.
Recordó que aquella promesa que el mismo se había planteado. Ya era hora, se lo había ganado su Servamp. Quería recompensarlo de una vez por todas, por todos sus esfuerzos, ¿por qué no? Entonces decidió hablarle.

-Jeje- pronunció el Eve tranquilo. Jeje se sorprendió un poco para después voltear a ver a su Eve.
-¿Por qué lo haces?- Jeje se quedó confundido por la pregunta.

-¿Hacer qué? ¿Ordenar tu habitación? Pensé que necesitaba un poco de or- no termino de decir la palabra "orden", su Eve lo interrumpió.

-No, eso no....- Hizo una pequeña pausa.
-¿Por qué sigues haciendo las cosas que te pido, si sabes que se repetirá lo mismo?- Su tono cambio a alguien que anhelaba una respuesta, una respuesta que hiciera cambiar su forma de ser quizás.

Jeje se quedó pensativo, la pregunta era fácil de contestar, solamente estaba formando las palabras apropiadas.

-Mikuni...Yo creo en la esperanza- la respuesta del servamp sorprendió nuevamente a su Eve.

-¿Esperanza?- volvió a repetir aquella palabra que nunca se imaginaria que sería dicha por su Servamp.

-Si, hace algunos años, mi primer Eve me enseñó a creer en la esperanza, a creer en ella sin importar las desilusiones, sin importar cuanto tiempo lleve y que algun día seria recompensado- Jeje se puso nostálgico en recordar aquella persona que algún día fue su Eve.

Algo dentro del rubio se había movido, como si le doliera el pecho, no sabía cómo interpretar eso así que lo ignoro.

Ahí estaba Mikuni, otra vez sorprendido por las palabras de su Servamp, en su cara se formó una sonrisa, ya estaba más que decidido.
Estaba apunto de hablarle a Jeje pero este habló primero.

-Cambiando de tema, Mikuni, ahora si no te puedes negar darme de tu sangre- dijo el servamp acercándose a la cama de Mikuni.

-¿Eh?- su actitud sorprendió OTRA VEZ a Mikuni.
-¿Por qué la urgencia?- Mikuni se movió hacia atrás y puso su espalda en la pared.

-Ahora no saldrás con que no te acuerdas- dijo Jeje subiéndose a la cama y caminar hacia donde estaba Mikuni.

El rubio no sabía lo que estaba por hacer su Servamp, quizás se había decidido a matarlo de una vez.

-Pero Jeje- fue interrumpido por su Servamp que le mostró una grabadora.
-¿Eh?- no sabía lo que estaba haciendo su Servamp.

-Aquí tengo la prueba- menciono el Servamp.

-¿Prueba?- estaba más que confundido.

-Si, escucha- Jeje presiono un botón de la grabadora.

-"Si lo hago, ¿puedo beber un poco de tu sangre?"-

-"Si, si, te daré un poco de mi sangre... ¡Y también busca a Abel!"-

-"¿Lo prometes?"-

-"¡Claro! Apúrate que mi cabeza va a explotar y no se te olvide Abel"-

El rubio estaba nuevamente más que sorprendido, nunca pensó que su Servamp fuera así de inteligente, o quizás lo saco de la televisión porque no lo había hecho desde un principio.
Pero con tal que conseguir lo que quiere es capaz de hacer lo que sea ¿no?

El rubio no pudo aguantar más las ganas de reírse y lo hizo, se rió durante dos minutos sin parar, su estómago ya le dolía por lo que empezó a dejar de reír.
Jeje lo miraba un poco confuso y sorprendido, la risa de Mikuni de alguna manera, fue sincera y no sarcástica como casi siempre lo era.

-Me atrapaste con la guardia baja, Jeje- Mikuni se limpiaba las lágrimas que ocasionó su risa.
-Bueno, te felicito Jeje, por fin vas a poder beber de mi sangre-

-¿En serio? ¿Por fin?-

-Si, me haz sorprendido demasiado hoy, así que llegue a la conclusión que te tenía que recompensar por todos tus esfuerzos-

-¿Y lo pensaste antes que te mostrará la prueba?- Jeje guardo la grabadora en una de sus mangas.

-Para serte sincero, Sip- Mikuni observaba desde abajo, Jeje decidió sentarse y estar frente a su Eve.

-¿Y cuando puedo beber de tu sangre?- pregunto el servamp tratando de disimular su urgencia.

-Bueno...cuando quieras- Mikuni menciono algo intranquilo, la habitación estaba oscura, la poca luz se había ido pero aún podía ver bien a Jeje.

-¿Y en donde?- Jeje estaba esperando ansioso la respuesta de su Eve.

-¿En donde? Bueno... Donde se te haga más cómodo- Mikuni tenía un sentimiento de preocupación, quizás no era buena idea decírselo de una vez a Jeje.

-¿Cuántas veces?-

-"¿Cuantas veces?" Andas bromeando ¿no?, Esta claro que solamente será una vez- Mikuni se estaba enojando por la actitud de su Servamp.

-¿Solamente una vez?- El tono de Jeje empezaba a ser diferente

-Si, una vez-

-Mikuni, he sigo tolerante durante estos años que he estado contigo- Jeje agarro la muñeca de Mikuni y empezó a apretarla.
-No será solamente una vez-

-¡Maldición Jeje! El que pone las reglas soy yo- Mikuni trataba de quitar la mano de Jeje.

-No, ahora soy yo- lo único que brillaba en el cuarto eran los ojos rojos del Servamp, aunque el otro ojo estuviera cubierto por una de las tres bolsas, se podía apreciar con claridad.

Aquellos ojos tenían algo que hizo estremecer a Mikuni, tenía un mal presentimiento, nunca se imaginó que su Servamp fuera así, ahora se estaba revelando, después de muchos años estando con él nunca había visto esa faceta de él.

-El cuello- pronunció Jeje tirando de la muñeca a Mikuni haciendo que este chocará con el colchón y volteara rápidamente hacia el Servamp.

-¿Cuello?- el rubio estaba confundido, no sabía a lo que se refería.
Su Servamp se puso encima de él, abrió un poco su boca dejando ver aquellos colmillos característicos de un vampiro, fue ahí cuando entendió Mikuni, estaba apunto de ser cazado por su Servamp.

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Segundo capítulo de Jekuni.
Perdonen la demora, espero que les haya gustado y sigan esperando ansiosamente el siguiente capítulo ;v

Total de palabras: 1318.