03. Inevitable

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ADVERTENCIA!!
Este capitulo contiene lemon, si gustas puedes saltartelo y si no...¡Disfruta la bella limonada!
Continuación:

Pequeña demonio, las palabras perfectas para describirla, la niña del kimono habia echado una sustancia a las bebidas de Saihara y Ouma, pero esa no era cualquier sustancia, era el conocido afrodisiaco que no podía faltar en su registro de travesuras y un poco de alcohol, bueno, mucho alcohol. La primera en notarlo fue Celestia ya que sintió como de pronto un fuerte olor a Chocolate y otro a Uvas inundaba la esquina donde se encontraban junto con unas expresiones de claro emborrachamiento en sus amigos, rápidamente fue con la anfitriona de la fiesta, una chica de cabellos desordenados de un rosa brumoso recogidos en dos coletas altas y ojos de un tono aguamarina, para pedirle el favor de una habitación. La chica le guio hasta uno de los cuartos que habia preparado para casos de emergencia, tanto sexuales como desmayos, mareos o simplemente sueño, pero estaba segura de que el caso era el primero.

Celestia les llevo hasta aquel cuarto con cuidado de que nadie más se diera cuenta de el cambio de olor en el ambiente, la suerte fue que al parecer la mayoría no le prestaba atención, a excepción de cierta niña de cabellos cortos color miel y orbes de la misma tonalidad, que seguía curiosa los movimientos de la pelinegra. La habitación se encontraba en el segundo piso, algo alejada de las escaleras para evitar que el ruido llegue a interrumpir, de alguna forma u otra, con lo que estaba a punto de ocurrir en cualquiera de las habitaciones. Ninguno de los dos hablaba, y siguieron así aun cuando Celestia los dejo solos, solo mantenían la mirada fija en los orbes del otro.

Pero habia algo raro en el ambiente, la sorpresa no cesaba y la excitación llenaba el ambiente, ambos lo podían sentir, el olor de su compañero, Saihara soltaba un muy fuerte olor a Chocolate, mezclado con excitación, sorpresa, embriaguez, y el aroma que mas odiaba Ouma en todo el mundo, el aroma de un alfa viendo a su presa. El de menor estatura en cambio, soltaba un dulce y encantador aroma a uvas unido a algo de miedo, también embriaguez, una superior al de mayor estatura, y la escancia de un omega sin marcar. Los instintos de Saihara no resistieron mas, debió haberle hecho caso a su tío antes en vez de huir de todas las insinuaciones que le hacían las féminas por su bella apariencia, por culpa de eso iba a hacer algo de lo cual seguro se arrepentiría.

—O-u-ma-kun~—una voz cantarina bastante inusual en él y una sonrisa ladina que le hacían ver sexi ante los ojos de muchos, entre ellos el menor—Eres muy lindo~—dice alargando el muy a la vez que se acerca peligrosamente al espacio entre el cuello y el lóbulo de la oreja de el tierno omega para dar un pequeño soplido el cual es seguido de un pequeño jadeo proveniente de los labios de el de orbes amatistas—y sensible~, aun más lindo~—vuelve a soplar el área para acto seguido pasar con delicadeza su lengua de una forma lenta y exasperante

—Sa...Saiha...ra...cha...ah—un pequeño gemido moderado sale de sus finos labios que luego el peli azul se encargaría de saborear a fondo—Ha...hace cosquillas...de...detén...te...Saihara...chan—respira entrecortado, mas aun porque empezaba a sentirse más caliente que antes, en el peor momento tenía que aparecer...su celo

—Pero~, Ouma-kun~, tu también lo deseas~—baja un poco su rostro a medida que empieza a quitarle el pañuelo a cuadros del cuello de el omega—Admítelo sinceramente~—

—Yo...yo...—no pudo mas, el alcohol en su sistema no le hacía pensar con claridad, y mucho menos su celo sumado a las caricias que recibía de su acompañante—...lo deseo...Saihara-chan...—fue lo único que tuvo que decir, y que pudo decir ya que inmediatamente el mayor empezó a desabrochar con una mano su camisa mientras que apegaba mas sus cuerpos con la otra para tener mejor acceso al blanquecino cuello que desde hacía unos momentos lo tentaba.

Pero antes de lograr su cometido decidió algo que de seguro nublaría la conciencia del tierno niño, un beso, acerco su rostro al menor mientras que los colores le subían a ambos a las mejillas, fue acortando la distancia mientras que sentía como los ojos propios y los contrarios se entrecerraban, hasta el punto que cuando ya no quedaba espacio entre ambos una fina línea de visión era lo único que tenían y la misma se mantenía fija en su acompañante. Ouma soltaba unas pequeñas lagrimitas a medida que pasaban los segundos, correspondía al beso, eso claro, pero de una forma tan torpe e inexperta que solo conseguía que el interior del mayor se revolcara y las ganas de hacerlo suyo aumentaran de una forma considerable. Durante ese tiempo Shuichi acerco su lengua a los labios rosaditos del menor, pidiendo permiso, el cual no le fue negado, comenzó una batalla por ver quien llevaba el control, pero claro, al ser Ouma un omega, y más en celo, la sensación de ser sumiso ante esos bellos ojos amarillos que lo hipnotizaban hasta un punto fuera de su control fue lo que hizo que perdiera la misma.

Movimientos desesperados, llenos de lujuria fueron los que dominaban a ambos, hasta que bajo un poco la velocidad, siendo un beso más elaborado, más dulce, más acorde a lo que sentían por el otro en esos momentos. La falta de aire empezó a hacerse presente en el omega, quien ya no podía aguantar más, pero al parecer su compañero no pensaba lo mismo ya que seguía sin separarse ni un centímetro, quitándole el tan preciado oxigeno a el adorable Ouma. Cuando al fin cedió ante los intentos desesperados pero a la vez inútiles del menor de separarse un fino hilo de saliva aun los conectaba, deshaciéndose al instante entre suspiros y jadeos por una parte.

Posiciona una mano sobre el area de los omoplatos de el omega mirandole fijamente al los bellos orbes amatistas a medida que bajaba esa mano por la espalda hasta las caderas haciendo que más bellos sonidos salieran de su boca de una forma para nada moderada. Sin darle más tiempo a reaccionar, el alfa lo lanza a las blancas sabanas a juego con la perlada piel del omega quien trataba por todos los medios que Saihara le toque de una forma mucho más intima, no podía aguantar, su miembro estaba por estallar debajo de los pantalones blancos y el abultamiento en la entrepierna del mayor le decia que de seguro estaban en las mismas condiciones.

—Que pasa~? Acaso el niño no pude mas~?—pregunta seductoramente al oido de el peli morado haciendole estremecer por cada palabra o sonido que decía—Pues ahora nos vamos a divertir mucho~—deposita un beso en su cuello para acto seguido pasar la lengua de forma erótica y seductora por la misma área, sonsacando jadeos más fuertes de los anteriores y unos cuantos pequeños gemidos

—Sa-Saihar...ah~—gime mas fuerte al sentir como una mano de colaba por debajo de su camisa y le acariciaba un pezón a la vez que la otra se paseaba descaradamente por su abdomen—La...la camisa...—dice en un suspiro

—Que pasa con ella~?—quiere jugar un poco con su pequeño antes de continuar

—Qui...qui...—no podía decirlo, la mano en su pezón empezó a pellizcar mas fuerte aumentando la excitación

—Qui...que~?—seguía jugando con él, esta vez mordiendo el lóbulo de la oreja

—Qui...quítalah~!!—logra decir entremezclado con un gemido que le fue arrancado desde lo más profundo del alma

—Porque~?—pero seguía con lo mismo, tenía un pequeño objetivo

—Qui....quiero..mgh~..sentirte...por favor...ah~...quítala!!—ruega con lagrimas en los ojos

—Entendido~—sonríe de forma seductora y empieza a soltar la camisa por la parte de arriba de una forma lenta, disfrutando el momento, cuando ya dejo al descubierto los tiernos botoncitos rosados del menor no perdió tiempo y paso suavemente la lengua por sobre uno, a continuación empieza a tirar de el mismo con los dientes de una forma tan suave pero a la vez tan excitante que mantenía al menor en un estado de perdida mental por las sensaciones tan placenteras que estaba recibiendo de aquel alfa de orbes doradas

Continua con su camino quitándole por completo la camisa y lanzándola a un lado de la habitación a la vez que seguía bajando con su lengua por todo el delgado torso de el pequeño omega a medida que sentía como el cuerpo bajo suyo sufría de espasmos.

—Parece que ya no puedes mas~, eh~? Uvita~?—pregunta divertido mientras posaba una de sus manos sobre la tela de los pantalones del menor, justo en el pequeño abultamiento, moviéndola de arriba a abajo dejando que el roce de su mano con la tela produzca un sonido y sensaciones demasiado irresistibles, en serio que quería hacer suyo a Ouma

—Tu...mgh...tu...tam- también....Ah~!—gimió posando las manos sobre el chaleco del peli azul, dejándolo caer, para después empezar a desabrochar con las manos temblorosas la camisa del mayor, un tierno sonrojo se apoderaba por completo de su rostro el cual no pasaba desapercibido para ninguno de los dos

Termina de soltar todos los botones de la blanca camisa, dejando a la vista el abdomen del alfa, no era ciertamente musculoso pero si tenía sus líneas, más que las de Ouma. Con timidez pero seguro empezó a pasar la mano por todo el torso del mayor logrando sacarle algunos cuantos jadeos producto de sentir la suave mano sobre su cuerpo, así que, sin perder más tiempo, se termina de quitar toda la camisa dejándola caer a un lado de la cama. Sostiene por un momento las muñecas del menor y mirándole a los ojos le pregunta...

—Quieres continuar?—el quería, por supuesto que sí, pero al parecer aun habia una pequeña parte de su conciencia que no quería hacer nada que Ouma no quisiera

—Sa...Saihara-chan...quiero...mgh...sentirte dentro...—suplicaba mirándole directo a los ojos—por favor...—

—Está bien mi uvita~—lo abraza de forma delicada, como si se fuera a romper en cualquier momento—te voy a preparar~—advierte a medida que baja una mano para empezar a desabrochar los pantalones del menor

Quito tanto los pantalones como la ropa interior de una sola vez, pero siendo cuidadoso de no asustarle, para luego poner tres de sus dedos cerca de la boca del menor, dándole a entender que quería que los lamiera, acto que no se hizo de esperar. La sensación de el interior de su boca era demasiado satisfactoria para el peli azul, era una sensación cálida y húmeda que lo envolvía por completo y le hacía preguntarse cómo se sentiría esa dulce boquita en su miembro. Retira los dedos apresados para acércalos a la pequeña y virgen entrada de Ouma, rozando levemente el índice por encima de ella. En ese momento se dio cuenta de que no hacía falta, el más bajo era un omega, y como tal, tenían lubricación natural, la cual en esos momentos se unía a la saliva de su dueño humedeciendo mas la entrada.

Primero empieza con lentos movimientos en círculos, relajando la tensión del menor, poco a poco comienza a entrar el primer dedo dándole una sensación rara pero placentera.

—Como se siente~?—pregunta ligeramente preocupado por si está sintiendo algún tipo de dolor

—S-se siente...mgh...raro~!—gime con los ojos entrecerrados

Empieza simulado pequeñas embestidas con ese único dedo rozando el interior de Ouma de una forma que le incomodaba. Rápidamente otro dedo se le unió en la misión, los empezó a abrir y cerrar cual tijeras en su interior para expandir un poco más, esta vez sí pudo escuchar un quejido proveniente de los labios del menor, pero eso no lo detuvo, siguió con su labor de prepararle. A los pocos segundos un tercero se les unió, esta vez el omega si sintió un poco de dolor, contrastando con el poco placer que le estaban dando esos dedos, claramente se sentía bien, eso no lo iba a negar, pero faltaba algo, quería estar lleno, quería sentir algo más grande y caliente que esos dedos.

—Ya voy a entrar~—advierte Shuichi pero justo cuando iba a abrir su pantalón Ouma se tira encima de él quedando debajo del omega—Que ocurre~?—pregunta divertido por el cambio repentino

—Yo...yo...quiero hacer algo...—respira entrecortado, posiciona su mano sobre el pantalón del peli azul y comienza a desabrocharlo con timidez y excitación, quita por completo el mismo para luego repetir la acción con los bóxers, dejando libre el miembro del alfa

Ciertamente se sorprendió un poco, no se habia esperado que fuera tan grande, en comparación con el suyo, pero aun así no se detuvo. Posiciono su cabeza a una altura que le fuera cómoda para proceder a darle un beso tímido en la punta, el cual logro hacer que Saihara gimiera por lo bajo, continuo dándole unas cuantas lamidas por toda la extensión para luego meterlo en su boca, pero, como era de esperarse, no podía meterlo entero sin que este rozara su garganta y le quitara el aire, pero aun así no le importo, la sensación que le daba le hacía sentirse mas sumiso y entregado. Movía su cabeza de arriba a abajo, a veces ayudándose con sus manos, para poder hacer sentir bien a Saihara, por momentos llegaba hasta la garganta, se detenía ahí por unos segundos, disfrutando el momento.

El alfa obtuvo la respuesta a la pregunta que se hizo momentos antes, la cavidad bucal del menor se sentía muy bien, la lengua tibia rozándole por momentos, la impresión de sentir como su glande era apresado en la garganta de Ouma, todos esos detalles solo hacían que su excitación aumentara en niveles drásticos.

—U-uvita~! Detente~!—dijo con algo de dificultad, se habia sentido tan bien que casi termina en su boca

—No...no se...sintió bien?—pregunta sonrojado a más no poder y excitado en sobremanera

—No es eso~, solo que ya quiero entrar en ti~—lo toma de los brazos y le da la vuelta poniendo las manos de el omega en la pared para que se sostenga, coloca su miembro en la entrada del menor y antes de continuar le vuelve a preguntar—Estas listo~?—ante lo cual recibe un asentimiento de cabeza

Lentamente comienza a introducirse en el interior del más bajo, se detiene un momento cuando la punta entro completamente, pero aun falta, espera unos segundos y sigue abriéndose paso. Un gemido ahogado fue lo que salió de los labios de Ouma cuando sintió como su trasero habia chocado con la pelvis de Saihara dándole a entender que ya todo estaba dentro. Primero espero un par de minutos, para que ambos se acostumbraran, antes de comenzar con las embestidas, pero estas no eran lentas y tortuosas, sino que tan pronto como el alfa supo que se podía mover empezó con un vaivén rápido y fuerte.

—E-e-espera~!!...Sai-Saiha...Ah~~!—decía entre gemidos, sentía mucho dolor por la forma brusca en que era penetrado aunque también sentía placer

—No...lo hare...—decía Shuichi entrecortado

—Me...mgh...me due...le...ahh~!—no podía evitarlo, a pesar de todo la excitación seguía ahí y aumentaba con el paso de los segundos

—A...Aguanta...un momento!—sabia que ese dolor solo era inicial—E...estas...muy...apretado...—y era cierto, esa era la primera vez de ambos y sumado al hecho de que seguía dándole sin piedad, no era de sorprenderse

—Q-que...mas quie...res? Ah~!...es mi...mgh...primer...ah~...primera vez—le contesta mezclando las palabras con los gemidos que salían con cada estocada

—Ah sí~?...Pues...—da una embestida más fuerte que las demás—...qué bueno...—

De pronto se detiene y sin mediar palabra lo gira quedando ambos de frente, Ouma enreda las piernas entre las de su acompañante, se sostiene con sus brazos detrás del cuello de Saihara y su espalda pegada a la pared. Siguió con las embestidas, esta vez el dolor que habia sentido el omega al inicio se estaba esfumando, haciendo que moviera sus caderas al ritmo marcado anteriormente por el peli azul. Gracias a esta acción involuntaria tanto la velocidad como el ritmo aumentaron haciendo que lo único que pudieran escuchar fueran el sonido de sus pieles chocando, la respiración, jadeos, gemidos y suspiros que se escapaban de los labios de ambos y el latir de sus corazones a un ritmo desenfrenado. En eso Shuichi encontró el punto dulce en el interior de Ouma, la próstata, por lo cual se centro en darle a ese punto nublando cada vez más sus sentidos.

La visión de Saihara era lo más excitante que pudiera haber visto, o así es como lo pensaba él, ver al pequeño omega entre sus brazos, con las mejillas sonrosadas, sudor calendo de sus pieles, los bellos cabellos negro-morados pegándose a su frente, esos ojos amatista entrecerrados que lo miraban fijamente perdidos en el placer de las sensaciones que el alfa le daba, todo era como un coctel de locura que removían el interior de Shuichi y le hacía continuar con los movimientos. De pronto vuelve a girar al menor, dejándolo en cuatro sobre la cama a medida que seguía moviéndose sin detener el ritmo y dando en ese punto tan especial que aumentaba el volumen de los gemidos de Ouma a una categoría de casi gritos.

—Ouma~, Ouma~—repetía entre gemidos Saihara

—Ahhhh~~~!!!!—el omega termino primero soltando su esencia en el colchón, continuo con los movimientos en su interior, no iba a parar hasta terminar

Seguía golpeando su interior con cada estocada, a pesar de la estrechez del menor por su reciente corrida no se detenía, quería llenar su interior por completo, hacerlo suyo hasta el fin. Cambiaron de posición unas dos veces más, en ningún momento la velocidad o el ritmo decrecieron. Poco paso hasta que sintió que como su miembro palpitaba, se sentía cerca del final y con una sincronización especial, termino llenando el interior del omega mientras este soltaba su semilla por segunda vez, aunque, durante el momento y dejándose llevar por la excitación, muerde en el cuello a Ouma cerrando así el nudo que lo define como su pareja destinada, en resumen, marco al menor en su primera vez...

Notas:

Tenia pensado publicarlo mas tarde pero todo sea por el mini Hitler

Bye-Bee

Pd: Me pase un día entero escribiéndolo

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