06. Decisión

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—Saihara-chan...yo...no lo sé—responde finalmente después de unos segundos de duda, no tenía idea de que hacer, una parte de él estaba aliviado de que sea Saihara y no otro alfa malvado que le quiera hacer daño, pero por otra parte sus experiencias del pasado le mantienen alerta y le impiden confiar ciegamente en esa persona que se encuentra frente a él, claramente a punto de quebrarse

—No hace falta que lo sepas—hace una pausa para coger aire—solo quiero que me dejes protegerte, asegurarme de que estas completamente seguro—si algo Ouma tenía en claro en ese momento es que ese alfa no mentía, no tenía la confianza completa en él por su naturaleza, a pesar de eso decide mirar bien en los ojos de el de cabellos azules

Allí dentro puede ver arrepentimiento, dolor, tristeza, inseguridad, timidez, miedo, pero sobrepasando todo un infinito cariño y bondad, su decisión vacila, su mente se vuelve nula e inconscientemente abraza a Saihara quien no podía estar más sorprendido, incluso más que cuando supo quién era el misterioso omega de olor a uvas que marco.

—Esto es...—no sabe qué decir, su voz se queda estancada en el fondo de su garganta

—Confiare en ti—se separa un poco para verle a los ojos—Solo porque eres Saihara-chan es que voy a confiar en ti...pero a cambio no me puedes abandonar nunca—su voz se va apagando hasta decir lo último en un susurro, todas las lagrimas que habia derramado días anteriores y que supuestamente deberían haberle dejado vacio, seco, sin más para soltar, parecían completamente inútiles ante esos orbes amarillos, pero esta vez la tristeza, el miedo y la impotencia se habían hecho a un lado para dejar paso a alivio, calma y algo de felicidad, en una parte muy profunda de su corazón

—Sera mejor que nos lavemos la cara, no querrás que tus compañeros te vean tan débil—sugiere el mayor a medida que lo toma de la mano para arrastrarlo hacia el baño de hombres del primer piso, no fue por tratar de huir, solo fue un acto inocente de preocupación al pensar en que ese tierno omega parecía a punto de quebrarse en mil pedazos

Pasan el camino en silencio, pero no uno de esos incómodos en los que sientes que debes decir algo o no podrás mas, esta vez es un silencio cálido y confortante que el calor de las manos unidas les recuerdan que están ahí, que no están solos, nunca lo estarán, eso es algo que se prometió Ouma, nunca dejaría que nadie le haga daño a Saihara.

—Parece que ya se lo dijiste por tu cuenta—suena una voz tranquila pero a la vez reconfortante la cual el mayor supo reconocer inmediatamente

—Kirigiri-san...—la chica de cabellos lilas estaba parada por alguna extraña razón frente al baño de los chicos, en pose de espera

—Kyoko-chan...—el menor también la conocía, pero no mucho, solamente las veces en que la habia visto gracias a Celestia o Maki

—Buenos días Ouma-kun, Saihara-san, veo que ya le contaste todo Ouma-kun—le sonríe levemente

—D-d-de que hablas~?—de nuevo ese tartamudeo, después de haber visto esa faceta del menor que no conocía Saihara supo inmediatamente reconocer lo que le ocurría a su omega, está nervioso

—No te preocupes Ouma-kun—le reconforta—Kirigiri-san esta en el caso conmigo, Itsuki-san también le pidió ayuda a ella—acaricia con el pulgar la mano de Ouma para tranquilizarlo de alguna forma

—Q- —iba a preguntar algo pero unas voces saliendo del baño le interrumpieron

—Que no—

—Que si!—

—No quiero que continúen discutiendo!—

—Pues elígeme!—de repente Kyoko empieza a soltar un aura oscura la cual no paso desapercibida, rápidamente se adentro en el baño de los varones para salir tirando la mano de un chico castaño de mediana estatura pero por su uniforme se sabe que es de tercer año—Espérate ahí!—detrás de ellos sale un chico alto de cabello rubio y ojos celestes ocultos tras unas finas gafas, también de tercer año

—Nos vemos luego Saihara-san, Ouma-kun—sigue caminando rápido huyendo de el de gafas

—D-d-duele Kirigiri-san...de-detente Kirigiri-san...—se seguía quejando el chico arrastrado

—Pasemos al baño, ahí te lo explico—menciona Saihara refiriendose a lo que el menor iba a preguntar momentos antes de que fueran interrumpidos

Con un pañuelo azul a rayas moja suavemente la piel del chico, limpiando con cuidado los rastros de sus mejillas, la mirada del menor clavada en el suelo mientras dejaba que la suave tela se deslice por su rostro.

—A-ahora me vas a contar...?—pregunta una vez ambos ya están limpios

—Sabes que Maki-san le pidió a Itsuki-san que me encontrara...?—Ouma asiente tímido—Itsuki-san me puso a cargo del caso...por eso lo supe...—

—Eso quiere decir que...no saben que fue Saihara-chan—levanta el rostro con sorpresa y alegria

—Así mismo—se apoya en el lavamanos algo frustrado—Por eso no se qué hacer, he pensado en decirlo pero tengo miedo de que te pase algo si ya no estoy—

—No lo hagas! Si lo cuentas y no eres mi destinado te asesinaran Saihara-chan!—dice no muy alto para evitar que alguien los escuche a la vez que lo abraza posesivamente—Esto me calma, no quiero que le hagan daño a Saihara-chan, ya me prometiste protegerme y quedarte a mi lado, no permitiré que nos separen—fue un impulso, fuera de su control el miedo al pensar que podría perderle le hizo actuar impulsivamente, si algo estaba seguro es que aunque no fuera su destinado ciertamente le atraía

Se logran calmar de nuevo para luego ir cada cual a su aula ya que tienen que prepararse para el primer turno de ambos que casualmente para las dos aulas es el mismo, química. Ya predispuestos los alumnos de la clase 1-A, misma a la que asiste Ouma, en el laboratorio por parejas entran al mismo algunas personas de segundo año, entre ellas Saihara, ante lo cual ambos se sorprenden.

—Que haces aquí Saihara-chan~?—pregunta parándose de la silla para ir donde el mayor

—El lunes exploto el laboratorio de segundo año...—gira un poco la cabeza mirando a su amigo albino quien reía alegremente con Ibuki y una chica peli morada—la suerte de Komaeda-kun, quería buscar una forma de ayudar a Mioda-san y al parecer su talento hizo eso—ríe nervioso recordando como la reacción de Nagito habia creado un extraño...liquido verde medianamente gelatinoso y acido que acabo quemando los  apuntes de esa  clase

—Sa-i-ha-ra-kun~—suena una voz femenina bastante tenebrosa para Saihara en esos momentos—Quien es tu amiguito?—pregunta Tsumugi con expresión pervertida

—E-el es... Ouma Kokichi...—tartamudea un poco por los nervios, a ver que le obligara a ponerse esta vez

—Ouma-kun, quieres ver a Saihara-kun vestido como Hatsune Miku? Creo que tengo uno de Rin de tu talla—saca de su bolso los cosplays para hacer que ambos se los prueben

—Quiero~! Venga~, Saihara-chan~, probémonos los trajes~—le suplica haciendo la mis mítica cara del gato con botas ante lo cual ni siquiera el peli-azul se puede negar

—S-si insistes tanto...—

—Yay~—dicen/gritan Ouma, Nagito e Ibuki al mismo tiempo preparándose para los trajes que faltan

Los cinco estaban vestidos como diferentes personas del famoso grupo Vocaloid, el pobre Saihara usaba el típico traje basado en uniforme escolar de la chica más popular, líder y centro Hatsune Miku. Por su parte el pequeño Ouma utilizaba el traje de la loli mas energética de dicho grupo, la tierna y alegre Kagamine Rin, debido a las insistencias de Ibuki la chica de cabellos morados entrecortados estaba usando un vestido basado en instrumentos de viento haciendo juego con la exuberante figura de Megurine Luka. Los dos que faltaban no podían quedarse atrás, así que se vistieron como los primeros dos miembros, Meiko y Kaito respectivamente, haciendo así la mayor parte de los principales, el faltante Kagamine Len por desgracia no pudieron terminar el traje a tiempo por lo que en esa ocasión tendría que ser olvidado.

—Ya que estamos en esto porque no cantamos un poco—sugiere la chica de cabellos multicolores abrazando a su amiga

—Yo primero~! Yo primero~!—repiten infantilmente el albino y Ouma con un tono de voz similar al burro de Shrek

—...—Tsumugi piensa por un momento—decídanlo con piedra, papel y tijeras~—sentencia finalmente mientras junta sus manos haciendo un pequeño sonido de aplauso, como cuando a alguien se le ocurre una buena idea, aunque de todas formas no tenían que hacer eso, en un juego como ese el resultado es claro

—Piedra—se ponen en posición—papel—salen chispas de sus ojos en señal de rivalidad—tijeras!—muestran la mano que contenía el resultado final, la victoria de Nagito quien puso papel ganándole al menor que solo atino a poner piedra

—Comienzo yo~!—pone pose pensativa a la vez que se retuerce como quien esta tan concentrado que hace sonidos de estreñido—Ya se! Cantarella*—empieza a cantar en el lugar, por su expresión parecía que estuviera viendo el ser más hermoso del planeta y para el así era, en su imaginación se encontraba con un Hinata completamente sonrojado vistiendo un traje blanco de bodas, bailando juntos la tan afamada canción

Deja volar su imaginación con cada nota, viendo hermosas escenas con el castaño las cuales no hacían mas que alegrarle, hasta que de pronto empezaron a aparecer otras que alegraban a su "amiguito", suerte que para ese entonces la canción casi terminaba...y que el pantalón le quedaba medianamente holgado, así nadie lo descubriría.

—Ahora es mi turno~! Cantare The Lost One's Weapping~!—empieza a cantar Ouma pero por desgracia tenemos que censurar el sonido, lo único que se supo fue que todos los cristales de la habitación reventaron al instante que dijo las primeras notas, suerte que cierta chica de cabellos alborotados no se encontraba cerca, porque de otra forma hubiera empezado un escándalo sobre que ella lo tendría que reparar todo

Luego de que con un poco de suerte lograran callar a Ouma y salir del aturdimiento momentáneo ocasionado por esos sonidos de procedencia dudosa, hasta los efectos secundarios de la imaginación de el suertudo de segundo año se habían pasado, ya solo quedaban algunas personas en el piso, la mayoría con dolor de cabeza.

—Eh~? Pero que ocurrió~?—pregunta inocentemente el causante de tal contaminación acústica sin ser consciente de que tal epidemia fue causada únicamente por él

—Hemos descubierto una bomba nuclear dentro de la escuela—avisa el albino viendo como Ibuki, quien habia caído en combate soltando espuma por la boca, era atendida por la chica del traje de Luka, misma que parecía a punto de echarse a llorar

—A que se refiere Saihara-chan~?—se aferra a su brazo mirándolo fijamente, parado de puntillas

—A nada interesante...—desvía la mirada hacia un punto donde Ouma no le pudiera ver los ojos

—Mentira!—le reclama con un puchero mientras sigue tirando de su brazo

—Nagito se refiere a que no sabes cantar pero como que Saihara es muy considerado no te lo dice—se acerca la peli azul hacia una columna en la pared mientras habla—Como castigo ahora cantaras tu Saihara-kun~!—señala la columna con el índice pero por la distancia termina fracturándose un hueso del dedo—C-canta m-mientras me a-a-atienden...—con una sonrisa forzada se dirige hacia la ventana, pero es detenida por Ibuki quien les hace una seña de que continúen a la vez que dirige a Tsumugi en dirección de su amiga

—Comienza Saihara-chan~—Ouma se divertía bastante con la situación del peli azul, y también quería oírlo cantar, aunque no lo diga en voz alta se le veía en el rostro la emoción

—B-Bu-bueno...s-si es así...Ya-Yami-iro Alice...—susurra levemente pero es escuchado por el menor quien sin perder más tiempo comienza a aplaudir para darle un poco de ánimos

Si lo de antes era la peor tortura del infierno esta es la mejor de las bendiciones del cielo, todos estaban maravillados ante la hermosa voz de Saihara. De repente pasa la profesora de ese turno y se queda mirando fijamente a Saihara para luego declarar...

—Pensé que era una mujer la que cantaba—porque cierto que su voz suena perfecta, para una mujer, dulce y embriagadora llevo a Ouma a imaginarse los más tiernos escenarios junto al mayor a la vez que sus mejillas se tornaban de un tenue rojo y el chico de cabellos blancos y ojos azules que se encontraba cercano a él comienza a rabiar pero logra ocultarlo por un momento

Saihara asustado por la presencia de la profesora de cabellos naranjas se sonroja hasta  las orejas y comienza a tartamudear cual disco rayado, frases tan incoherentes, que parecía, que estaba hablando en otro idioma. La profesora miro dudosa unos momentos a el chico antes de sonreírle de forma comprensiva, pasa al centro del salón, dando consigo inicio a la clase. Aun con los trajes puestos todos en las dos aulas hacen equipos, esta vez de cuatro personas debido a la falta de mesas en ese laboratorio.

Sin darle tiempo a reaccionar uno de los brazos de Saihara fue tomado por Ouma y arrastrado a la mesa donde se encontraba el chico de cabellos blancos que anteriormente estaba observándolos. La profesora, por precaución y el hecho de que Ibuki quería hacer equipo con la chica de cabellos morados, puso a Nagito en el mismo grupo que el peli-azul.

Nadie se lo esperaba, o quizás todos lo hacían pero lo ignoraban, la reacción del albino mayor volvió a salirse de control, pero por suerte solo fue en esa mesa y la misma se veía inofensiva, pero claro, cualquier cosa que se salga de control en un laboratorio no puede ser inofensiva. Ya no era una sustancia de apariencia verde viscosa y acida, esta vez fue un humo de color rosa pálido lo que salió del tubo de ensayo, no hay que ser un genio para adivinar que los cuatro fueron enviados a la enfermería por un desmayo automático.

Nagito abre lentamente los ojos al sentir como sus sentidos volvían, encontrándose con un fuerte olor a chocolate negro, y unos ojos amarillos-grisáceos que lo observaban curiosos, la dulce escancia del omega el cual habia conquistado su corazón. Frente a sus ojos estaba lo que consideraba la octava maravilla de su mundo, claro que también era las otras siete. Frente a ese chico de cabellos castaños todo su mundo se venía abajo y su sangre iba directo a su cabeza, impidiéndole pensar con claridad, terminando en un apego extraño y una mezcla entre timidez y excesiva confianza que le marean.

—Komaeda!—dice el omega con ojos llorosos—Estas bien?!—

—Estoy bien, Hinata-kun—se sienta en la cama solo para notar la pose en la que se encontraba su acompañante, y el lugar del mismo

Ambos estaban en la misma camilla lo que el chico de cabellos castaños en pico no podía sentarse bien, debajo de si habían unos cuantos cojines. Al momento de sentirse descubierto por el albino su cara toma un tono rojizo, un nudo se forma en su garganta evitando que palabras concisas salgan con esa voz tan bella que a Nagito vuelve loco.

—Aun te duele?—pregunta con cierta preocupación pasando su mano por las caderas del omega haciendo que el mismo de un respingo en el lugar pero luego se relaje ante las caricias que su pareja le daba, esa pálida mano que tanto amaba, que tantas cosas le hacía sentir inconscientemente ante el mas mínimo roce

—U-un poco...—admite sonrojado

—Fue mi culpa, debí ser más cuidadoso—

—No lo fue! Y-yo no debí haberte provocado tanto...—baja la mirada solo para evitar que Nagito vea su cara sonrojada pero su intento es prácticamente inútil ya que el albino toma su cara y la eleva un poco

—Fue culpa de los dos, dejémoslo así—posa sus labios sobre los de Hajime haciendo que este tome una nueva tonalidad de rojo pero correspondiendo al instante

Iban a continuar hasta que de repente la puerta de la enfermería se abre dejando que un olor a tila pase a la habitación, dando a indicar que la maestra de arte estaba ahí.

—Komaeda-kun, Ouma-kun, Saihara-kun, Igarashi-kun, alguno está despierto?—pregunta con su usual tono de voz suave

—Aquí sensei—dice Nagito, ante lo cual la profesora quita la cortina que ocultaba las camas de la vista de los demás

—Qué bueno que despertaste Komaeda-kun—de pronto nota la presencia de Hajime a su lado—Hinata-kun tam...bi..en...—su vista se dirige hacia los cojines bajo el chico, automáticamente comprendió al sentir el olor del chico—buscare unos analgésicos, espérame aquí—ya el rostro de Hajime no podía tomar mas tonalidades de rojo, si bien le fue vergonzoso que su pareja descubriera de su dolor de caderas que ahora hasta una profesora lo sepa le da mucha pena

—Toujou-sensei, porque es bueno que haya despertado?—la mujer suspira cuando le entrega las pastillas al castaño

—Parece ser que en clases de Química tendremos que evitar que toques algún reactivo...lo que hiciste esta vez fue un liberador de sentidos—

—Eso quiere decir...?—pregunta el castaño al no saber a qué se refiere

—Quiere decir que los sentidos como el olfato, el oído, la vista...los sentidos que mayormente teníamos bloqueados por la medicina, regresaron—le explica Nagito, por lo cual Hajime se altera un poco

—No te preocupes—interviene la maestra—Es solo los sentidos lo que regresa, los instintos y el aroma, todo lo que distingue a los alfas y los omegas de los betas, seguirá bajo los efectos de la medicina—esta vez se calma un poco pero no puede dejar de preocuparse

—Esa reacción...—mira un momento al albino a los ojos—es dañina?—termina preguntándole a la profesora ante lo cual esta no supo que responderle

—Depende, si no solo desbloquea los sentidos si puede ser un poco peligrosa, sobre todo para algún omega, por suerte solo Komaeda-kun, Ouma-kun, Saihara-kun y Igarashi-kun estuvieron en contacto, me gustaría que los cuatro volvieran a sus hogares, no sabemos que otros efectos podrían tener y el camino se podría poner peligroso—termina diciendo mientras mira a las otras camas cubiertas por cortinas de la enfermería, solo tres contando la de Nagito y Hajime estaban ocupadas—Saben si alguno de los otros tres salió de esta habitación?—

—No ha salido ninguno—le responde el castaño

—Los trajeron a los cuatro aquí, verdad? Porque solo veo tres camas ocupadas—

—Ah~—al fin comprende—No es eso, si corre la cortina de al lado entenderá—le dice sonriendo algo sonrojado ya que fue testigo de tan adorable escena

Kirumi, algo confundida por lo que su alumno le acababa de decir, abre la cortina contigua a donde se encontraban Hajime y Nagito, encontrándose con una escena en demasía tierna. Estaba Saihara durmiendo plácidamente abrazando al pequeño Ouma, quien tenía sus manitas aferrándose a la camisa de la escuela del mayor, por la forma en la que estaban y lo anteriormente dicho por el castaño pudo deducir que cuando los trajeron a la enfermería Ouma, inconscientemente, se habia aferrado al mayor, por lo tanto, y al no poder encontrar manera de separarlos, los dejaron juntos en la misma camilla.

Un suspiro de alivio y una sonrisa tierna son las que en esos momentos mostraba la amable, pero casi siempre seria, profesora.

—Muchas gracias por cuidarlo...—susurra de forma que solo ella escuche

Antes estaba un poco preocupada sobre lo que pasaría pero esta vez no tenía dudas de que si era Saihara podría ayudar a uno de sus más queridos alumnos, y quien sabe, podría incluso ser su destinado.

Toc, toc.

Unos toques en la puerta le sorprenden un poco pero rápidamente se reincorpora.

—Perdón~—suena desde afuera—Vine a por Kii-Bo~—

—Pase—

—Iruma-san?!—se sorprenden tanto Nagito como Hajime al ver a la súper inventora en ese lugar

—Que les pasa?! Acaso es raro que venga a buscar a mi primo?!—pregunta en una pose defensiva

—No sabía que Igarashi-kun es tu primo—

—Porque no se los habia dicho!—se acerca a la cortina restante, no sin antes dar un vistazo hacia donde estaban Saihara y Ouma, primero pone una cara de disgusto medianamente bien disimulada pero rápidamente la cambia, no tenía tiempo que perder y encima ahora le tocaba despertar a Kii-Bo, "maldita sea", pensó de repente—Oye! Kii-Bo! Despierta!—lo mueve de un lado a otro sin mucha delicadeza y al ver que no surge efecto decide llevárselo cargado...como princesa—Con su permiso!—dicho y hecho sale de la enfermería dejando a los demás con la palabra en la boca

Notas del capítulo~

Ahora si!!!

Aquí esta el capitulo 6 completito y listo~

Me alegra mucho saber que ya llegamos al 1k ^w^

En serio! Casi pego un grito al enterarme! Pero me alegro muuuuuu~~~~~~~~~~~cho!!

Ya paro!

Por eso puede que pronto publique un especial~

Pregunta!: ¿De que quieren que sea?

Eso es todo! Mas la emoción! Pero si sigo así la nota se extenderá mucho....

Bye-Bee

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