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El sentimiento es como el de una montaña rusa.
Él no está en control, y a lo único a lo que puede aferrarse (a parte de a su vida) es una pieza de metal y una pequeña pieza de tela negra que nunca parece lo suficiente para sostener su cuerpo. Aún así Dipper no era desilusional. Él amaba confiar en que era lógico y racional, por eso sabía que una montaña rusa era relativamente segura. Evidentemente, ninguna compañía querría lidiar con las constantes muertes de sus clientes, por lo tanto todo esta perfectamente planificado: Tus ojos no se van a salir por la velocidad, y si bien tienes la sensación de que tu estomago se rebela en contra de tu cuerpo, sabes perfectamente que las chances de morir son muy bajas, y al finalmente bajarte, puedes sentarte, tomar agua y hablar de lo emocionante que fue.

Dipper nunca fue un gran amante de las montañas rusas.

Así que no era imposible pensar que Dipper no se encontraba exactamente emocionado bajo el prospecto de una montaña rusa con carritos superando la velocidad ideal, sin las confiables barras de metal y su falso sentido de seguridad, y donde el empleado encargado de manejar la operación era un mono rubio probablemente alcoholizado si se consideraba su nivel de emoción que gritaba al auto violeta que los seguía a igual velocidad "CHÚPAME ESTA!"

Ahora la carrera casi termina, reina el caos a medida que Bill acelera aún más, o menos, es difícil saberlo. Lo que sí sabe es que van en tercera, a veces cuarta, y están cerca del primer puesto, pueden sentirlo.
Y verlo; sobre todo, ahora pueden verlo.

El auto es uno azul francia, con flamas y dados trillados a sus costados. Pero honestamente ahora no les importan las cuestionables decisiones del dueño, porque esto no era una competencia de decoración; allí lo importante era llegar a la meta antes que nadie.
Bill parecía realmente tomarse en serio esa última parte.

Ya no había mucho apoyo para ellos. Estaban solos y tenían que manejarse por sí mismos. El menor comenzaba a tranquilizarse reconociendo los murales y grafitis. Faltaba poco, muy, muy poco para llegar a destino. Calculaba tres giros rápidos más, y ¡bum! destino final. Idealmente, vivo, sin el ¡BUM! o el "Destino final"*.

Bill acelera tratando de alcanzar aquel auto azul francia. Se acerca una curva. Dipper ve algo peligroso cuando el rubio no toca la palanca de cambios, y no baja la velocidad

¡¿Qué carajo hace?! cierra los ojos y quiere gritar. la velocidad lo tira a la izquierda. Por un segundo, piensa que su vida termino cuando el auto choca por un segundo contra el cordón. El Ferrari tambalea. se agarra a algo y pega un grito. La velocidad bajó por una fracción de segundo y ahora vuelve a subir. Abre los ojos, el maldito Bill tiene una sonrisa tarada en el rostro.

Mas motivado que nunca, sube la velocidad. Dipper grita cuando el auto salta en una loma de burro. Escucha un sonido agudo, que suena a un "¡Paf!"

-¡La puta que lo parió!- Bill maldice. no hay tiempo para conversación. No escucha todo claramente ahora que los gritos son más altos y los motores rugen más fuerte, pero Dipper claramente entiende lo que pasa - ¡¡Ese hijo de puta nos pinchó una rueda!! 

Era un último giro. Una última vuelta a la meta que ya se sentía en la punta de su lengua. La rueda derecha estaba pinchada. El auto tiraba, era complicado de controlar, se notaba. Bill no paraba de maldecir y Dipper solo podía imitarle.

- ¡Cagón tramposo hijo de puta! - grita el rubió. Un poco hipócrita, pensando en que había entrado a una corrida donde la mitad de participantes eran sus amigos que corrían para él, pero dipper no puede pensar en eso ahora. La rueda sigue mal, el auto se va de sus manos. Se inclina cada vez más.

El auto azul francia detiene brevemente la velocidad, y se queda a su par. Los choca desde la derecha una vez. La calle es recta, la curva está más cerca. Cordonean, y Bill intenta mantener estabilidad.

- ¡Puedes -choque 2. el auto se les va- Irte... - choque 3, Bill parece preocupado. Cordonean otra vez. El auto esta peligrosamente bajo, pero sabe que todavía no están completamente en llanta. Bill mira a Dipper un segundo,  y por primera vez en lo que parece mucho tiempo, el morocho dice algo coherente. El otro tipo grita sobre el, pero aún así Bill le entiende- Al infierno!

"Agárrate"

Bajo todo pronostico, Dipper le quita el volante a Bill. Su auto hace un giro en U. Ante la tensión, siente el musculo de su brazo quemarse en respuesta y aprieta los dientes.

El auto azul francia sigue con su anterior maniobra, se acerca y Dipper cierra los ojos, temiendo lo peor. Pero el auto no choca contra un ferrari flamante rojo. El conductor, incapaz de bajar velocidad, o parar del todo, salta sobre una loma de burro mientras se tira contra el cordón del lado derecho, y en la curva vuelca sobre si mismo. Ellos van en contra corriente, y tienen que tirar otra peligrosa U para no estrellarse con ningún auto que pueda venir desde atrás. Pasan la curva de milagro, ahora en derrape.

- ¡PINITO QUE CARAJOS!- grita bill, y Dipper abre los ojos.

Pero el problema mayor seguía en pie: su rueda seguí pinchada, prácticamente en llanta.

Dipper se mantenía concentrado en no morir.

El rubio gritaba, viendo como se aproximaban peligrosamente a la meta final. Seguían sin control, y se venía la curva.

- EL EMBRAGUE BILL, PISA EL EMBRAGUE - Grita frenéticamente el moreno
- ¿¡QUÉ?! ¿ESTAS LOCO?
- PISALO LA PUT-
- ¡CONFÍO EN VOS BEBE EN ESTA NO MORIMOS! - Grita Bill, inconsciente como siempre.

Pero ahí estaba el problema, sabía que no podría. Con la rueda pinchada, el auto tenía que bajar la velocidad naturalmente, o un choque se las bajaría forzosamente. Aún peor era que estaba sin control del auto en una MALDITA CURVA, y el embrague iba a servir o ser su final. Su corazón no paraba de latir. Quería frenar con todo su corazón, antes de que su corazón frenara.

Bill pisa el embrague de forma meticulosamente practicada, y ambos le ruegan a Dios que funcione.

Dipper toma el volante y con toda la fuerza posible, gira en la dirección de la curva. Bill lleva el embrague hasta el fondo y lo mantiene con toda la fuerza que su pie tiene. Pasan la curva de milagro, y bajan la velocidad lo más que pueden.

Pasan la línea de meta, pero los gritos no vienen de la audiencia. Todavía siguen derrapando en medio de la calle. Tienen que bajar la velocidad, pero no puede ser de forma brusca. La rueda está completamente en llanta, y el auto si bien va en línea recta, sigue fuera de control.

El problema es, Dipper conoce la siguiente calle. Es un punto final. Si no paran, chocan. Pone su mano en el freno de mano. su velocidad bajó, pero no lo suficiente, tiene que esperar o salen disparados.

- ¡PINITO!  - grita Bill. van más lento, las palabras se entienden.

Están a punto de chocarse contra un semáforo

- ¡DIPPER! - vuelve a gritar

Da una cuenta regresiva. Su corazón se detiene; 3, 2, 1

Freno.

Y entonces la cosa que tanto había deseado ocurre: El auto da un golpe en seco y se detiene a milímetros de estrellarse. El ferrari se mece sobre su propio eje dos veces.

Silencio, y luego un fuerte sonido metálico.

Su corazón se detiene. ¿Acaso son gritos los que escucha? ¡¿son de emoción o pisaron a alguien?!

El rubio a su lado esta eufórico, aún en su asiento, con el pelo revuelto. El morocho, aun en shock. Parece que pasa una eternidad, pero en realidad solo pasan 5 segundos hasta que Bill sale de su asiento y abraza como un loco al morocho. Cuando por fin se separan, el rubio tiene la sonrisa más genuina que ha visto en su vida

- ¡Ganamos bebé! ¡Les rompimos el culo!

Quizá fue el hecho de que seguía demasiado alterado para pensar bien en la situación. También era una posibilidad de que todo fuera porque aún estaba muy mareado y sus sentidos le jugaba una mala pasada, o tal vez por tanto movimiento había subido mucha sangre a su cabeza, pero por un momento una gran tensión en su garganta baja repentinamente a su pecho, y cuando ve los ojos de Bill, su corazón vuelve a latir.

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Lo odio, no sé ni que hice, pero me doy cuenta que algo mejor no se me ocurre Ekis De. También espero que comprendan que jamás en la vida estuve en una corrida o manejando durante un choque, así que puede que todas las cosas que leí sobre carreras y choques de auto es mentira ajajajaja

Besotes, lávense las manos.

Later!

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