-Hola. - tímido el muchacho -

-Hola, kook. ¿Como has estado? - dijo regalando una sonrisa -

-Bien... Jimin, quería pedirte que fuéramos a comer un helado, s-si quieres claro. - dijo mordiendo su labio, esperando un " sí "

-Oh.. Jungkook de ir debería ser hoy... Debo ir con mi familia a una cosa que inventaron mis padres y esta lejos.

-Entonces... ¡Vayamos hoy! - dijo muy feliz -

- Claro, kookie. - dijo suave y tierno -

-G-gracias..

Rojo, el chico dio pasos atrás y corriendo a buscar su mochila.

-Jungkook, te amo tanto. - murmuró Jimin -

-¡VAMOS ES POR ACÁ!

-¡SÍ!

Jimin, era popular en la escuela. Y Jungkook era un estudiante promedio. Esto en la premedia, 9° grado exactamente. Pero los sentimientos de Jungkook a Jimin son desde 7° grado.

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-Buenos días, ¿como estas? - pregunto Jimin sonriendo a su nuevo amigo-

-Bien, aunque... Sabes... Yo... - Exclamaba nervioso -

-¿Que pasó?

-No use condon y... Tengo miedo... - reveló cabizbajo -

-Ay tu no te preocupes, era una puta y normalmente se intoxican con esas pastillas. - dijo calmado y con seguridad -

-Si tu lo dices. Oye de casualidad has visto a Jungkook?

-Estuve hablando con él ayer. - dijo con falsa sonrisa -

-Ah si, de que hablaban.

-De nosotros, pero más nada. - calmo a muchacho -

-Él estaba demasiado ebrio y necesitaba sexo, ¿seguro que más nada? - preguntó curioso -

-Más nada. Si me disculpas, debo ir a hacer mis tareas ya Mañana es domingo y quiero dormir todo el día.

-Si, esta bien. Gracias por el helado Jimin!

-No te preocupes.

Jimin se fue caminando y tomó un taxi. En el Camino, recordó los besos de su amdado. Pero también sus palabras

"Serás mío y de nadie más"

Se reincorporó en el asiento por la electricidad que activo su médula espinal.
Lo amaba pero algo le decía que de una u otra forma él se vengaria.

Aunque para Jimin, besar a su prima delante de él el día en el que Jungkook se le confesaria no era gran cosa.
Pero entendió que Jungkook si lo amaba y que gracias a él fue un amor no correspondido.
Le dolía aún más en corazón. Pero pensaba en una segunda oportunidad.

Al llegar, pago al señor y camino hasta la puerta de la no tan grande ni tan chica casa de Jungkook. Pará el, era una casa muy acojedora.

-Buenos días, Jungkook. - dijo al ver la pequeña sonrisa en los labios del contrario -

-Buenos días, pasa. - Jimin entra - ¿como dormiste?

-Bien, eso creo.

-Perfecto, subamos a mi habitación. - sonrio-

-S-si. - mencionó el pelicastaño -

Jungkook notó su timidez y quedó confundido. No pudo evitar morder sus labios al ver al chico caminar.

Ay Jiminie, es mejor que desaparezcas.

Pensó el menor.

Camino hasta su habitación donde tenía acomodado la mesa de estudio. Y lo más impresionante para Jimin... Un lubricante junto a la lapicera.

-¿Q-qué es eso? - preguntó mirando a Jungkook -

-Lo uso. - dijo con simples - ¿Crees que sólo estoy aquí haciendo tareas?

-Si, es cierto. Disculpa.

-Oh.. ¿Acaso quieres probarlo?

Jungkook se acercó a Jimin susurrando algunas palabras, sólo para él.