Storgé- οικογένεια

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"Storgé: amor fraternal, basado en la lealtad, el cuidado mutuo, el compromiso, y el profundo conocimiento del ser amado."


"Keith no sabía bien del amor, pero si sabía bien como dar un buen golpe"


La primera vez que Keith llega golpeado a casa tiene 10, su papá acaba de morir, y se siente para la mierda.
La décima vez que Keith llega golpeado a casa tiene 14, y ni bien cruza la puerta, Shiro está ahí para asistirlo con un medikit del tamaño de una farmacia.

Aún a día de hoy la idea de que alguien lo espere de esa forma le sonaba extraña.
Todo era poco conocido y muy familiar a la vez.

Recién había sido un año de vivir con él, y 3 de conocerlo, pero juraba que sentía que conocía a Shiro de toda la vida.
El problema es que eso no quita que muchas de las costumbres que traía de años en casas que no se sentían como propia permanecieran junto a él.

Por ejemplo, la costumbre que se había poco a poco marchitando, pero había resurgido el día de hoy: peleas.

Keith reconocía su propia impulsividad, pero reconocer algo no significa mucho cuando uno es joven y los imbéciles de turno saben como dar con un punto bajo. Porque Keith no se hacía cargo de su propia impulsividad cuando alguien hacía algo como insultar a su padre o madre, y dios salve al bastardo que se atreviera a mencionar el nombre de Shiro.
Lo que sin duda significaba reconocer tu propia impulsividad, era que en algún punto uno debía controlarla, o por lo menos eso creía la persona que ahora curaba sus heridas.

- Ya sabes que detesto esta costumbre tuya- dijo entre suspiros- ¿Por qué fue esta vez? - preguntó Shiro mientras desinfectaba un golpe en la mejilla del pre-adolescente mientras el susodicho se aguantaba el ardor.
- Nada.- respondió rápidamente.
- Keith...
- Te insultaron.

Y ahora Shiro comprendía porque había sacado el puño.

- No puedes seguir haciendo esto Keith... Ya me habías prometido que la novena era la última y míranos, henos aquí.

- ¿Y que se supone que tenía que hacer? ¿Dejar que te insulten porque si?
- Ya sabes lo que tendrías que haber hecho
- Claro... ¡Paciencia! - dijo burlón - Porque la paciencia resolverá todos los problemas del mundo ¿verdad?
- Eso no es lo que quiero decir lo tienes claro - soltó impaciente
- ¿Entonces qué es Shiro?- preguntó demandante- ¿Quieres que me quede ahí como si nada pasara? ¡¿Quieres que sea un tonto tapete como propones?!
- ¡No! ¡Quiero que te quedes conmigo Keith!

El algodón con alcohol ya no estaba en la mano del mayor, el kit olvidado y las heridas de Keith aún expuestas.

- shiro... Yo...- de repente la escena se sentía demasiado distante para su gusto
- Imagínate lo difícil que fue adoptarte con mi edad y mi salario... Ahora piensa que dirán si se enteran de que aún llegas así...
- No sé… Shiro yo...
- Keith- dijo y dió una respiración profunda, una lágrima se le asomaba- No quiero perderte
- Yo tampoco - respondió.

A pesar de que keith no estaba acostumbrado a los abrazos, cuando ese día abrazó a Shiro con un hombro morado, y una promesa firme en la punta de la lengua, Keith pensó que quizá podría acostumbrarse.

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