El chico del cuál mi hermano se enamoró

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¿Hablar o callar?

Apretando los labios y con el pecho agitado de la vergüenza, un pequeño chico de ocho años dudaba de adentrarse en la habitación de su hermana mayor. La joven rubia suspiró bajando la pierna de la ventana en la cuál leía un libro, y con ese simple soplido logró hacen brincar al chico castaño qué rápidamente veía a los lados del pasillo en busca de huir.

- ¿Qué pasa? -vuelve la mirada hacia la puerta -llevas ahí un buen rato Kankuro, ni siquiera pienses escapar... -dejando su libro de lado se levanta - ¿Qué ocurré?

La puerta que antes se mantenía entreabierta ahora era totalmente abierta por la joven rubia con un semblante serio. El menor apretó los dientes viéndose atrapado por aquella mirada que buscaba respuestas; la mayor volvió a suspirar descansando la molestia de su rostro para solo cruzarse de brazos y esperar las palabras.

- ¿Algún nuevo idiota te dijo algo de mí? -exhala un suspiro algo cansado -Sabes que toda esa mierda es porquería de chicos estúpidos, no tienes que molestarte... -aprieta los labios desviando la mirada -mucho menos volver a esa idea de prohibirme vestir del modo que yo quiero.

El menor agachó la mirada y se mantuvo nuevamente en silencio mientras apretaba su prenda con algo de nerviosismo. Temari frunció el ceño con duda para después inclinarse sujetando al chico por los brazos en busca de obtener aquella mirada nerviosa que trataba de evitarla con desespero.

-Oye Kankuro, -acaricia la mejilla de su hermano - ¿Qué demonios está ocurriendo? Tú no eres de poner un rostro así por cualquier cosa... -analiza con cuidado al chico -Estás muy nervioso, hasta pareciera que sudas frío... ¿Qué pasó? Sabes que puedes ser sincero conmigo.

Al no ver respuesta la chica se levantó, y mordiendo la uña de su pulgar con algo de duda siguió analizando al chico hasta sujetarlo por la espalda y hacerlo entrar en la habitación. El menor tomo asiento en la orilla de la cama y ella acercó una silla para poder estar de frente a él.

- ¿Viste pelear nuevamente a papá y mamá? O quizá... La separación por fin a causado algo en tí, yo... -frota su nuca con incomodidad -no soy una profesional en estas cosas, aunque mamá me enviará con esa psicóloga yo no puedo decirte cualquier cosa solo... Qué es normal sentirse algo triste por una separación...

-No es eso...

La mirada del chico era baja, su entrecejo estaba contraído al centro y su rostro reflejaba completa incomodidad y un raro malestar desconocido para aquella chica. Temari mordió levemente su labio mientras nuevamente dejaba correr sus ideas sobre lo que pudo haber causo esa reacción en su hermano, era muy extraño para ella ver a ese chico ser retraído, era un líder nato... ¿Por qué estaría tan incómodo y nervioso apretando su ropa a más no poder?

- ¿Alguno de tus amigos se lastimó mientras jugaban?

El chico negó y simplemente agachó más la cabeza; ella suspiró entre el inclinar de su cabeza hacia el costado, entonces pudo notar algo... Las orejas de su hermano estaban enrojecidas, sonriendo pudo cruzar sus brazos con más calma.

- ¿Es acaso... -crubre levemente su sonrisa -Qué te ocurrió algo vergonzoso frente a tus amigos?

- ¡No! -eleva la mirada molesto.

Exhalando un suspiro agacha la mirada -Muy bien... -desvia la mirada con molestia -Pues jamás voy a poder ayudarte en lo que sea que esté ocurriendo... -vuelve levemente la mirada -si no me dices nada.

El menor dió un pequeño brinco de sorpresa y simplemente se dejó caer sobre la cama mientras cubría su rostro con ambas manos. La mayor se sorprendió y volviendo la mirada sobre su hermano volvía a intentar descifrar aquel comportamiento.

-Yo... -aprieta los labios -hace tres días...

La mayor se sorprende y con prisa se pone de pie analizando su habitación con algo de desespero, sus pasos rápidos avanzan hacia sus objetos más preciados comenzando a analizar sus discos antigüos y pósters más recientes con pánico y furia.

- ¡Te juro que si volviste a romper algo Kankuro!

- ¡No es eso! -se levanta enfadado -Yo...

Apretando los ojos duda de hablar más, la mayor observa con duda sus cosas y simplemente las deja para volver a su asiento. El chico abre un ojo analizando el rostro algo confundido de su hermana, y al percatarse ella sonríe levemente.

-Bien, lo siento por eso... Pero el disco que rompiste la última vez era muy preciado para mí, y lo sabes Kankuro.

-Lo siento...

-Esta bien, ya es pasado, ahora... -posa las manos sobre las rodillas de su hermano -dime lo que tanto te molesta.

Tragando grueso da un lento asentimiento lleno de duda, ella se aparta recargándose de su asiento para escuchar las palabras de su hermano.

-Hace tres días... Un chico fue transferido a mi escuela, es bajito y apenas un año mayor que Gaara.

-Un año menor que tú -da un asentimiento.

-Sí, él... Va en el salón de Gaara así que lo he estado mirando jugar con él.

- ¿Le ha hecho algo a Gaara? -cuestiona preocupada.

- ¡No! -expresa rápidamente -no es alguien malo, quizá un poco pesado y desastroso... -sonríe levemente.

-Oh, suena a tí justo ahora -sonríe divertida.

-Sí... Bueno, él... Se llama Inuzuka Kiba y... -traga grueso - ¿Cómo decirlo? -desvía la mirada avergonzado -creo qué... -musita cada vez más bajo -Él me gusta un poco.

La chica eleva la ceja con duda y se inclina aún más hacia su hermano mientras rodea su oído en busca de hacerle entender que no logró escuchar sus palabras.

-Él... -baja la voz -me gusta... Un poco.

La chica sacude la cabeza dudosa para luego introducir su dedo en su oído en busca escuchar esos bajos susurros. El menor aprieta los labios consiente de qué si vuelve a hablar de ese modo su hermana terminará enfadada y lo siguiente que verá de ella será un fuerte golpe destinado a su cabeza.

- ¡Me gusta! ¡Inuzuka Kiba me gusta!

La confesión fue tan sorpresiva que la mayor se quedó en blanco completamente, pero un abrir de su puerta la trajo al mundo de nuevo; ante ellos corría su hermano menor con una amplia sonrisa en el rostro, Kankuro subió los pies a la cama mirando el entusiasmo de su pequeño hermano dirigirse hacia él y por momentos volver lleno de emoción hacia la mayor de ellos. Temari sonrío insegura y apretando los labios volvió la vista al hermano del medio en busca de más palabras, pero...

- ¿¡De verdad!?

Expresaba entusiasmado mientras subía a la cama al lado de su hermano, con su amplia sonrisa se inclinaba hacia su hermano buscando su rostro avergonzado.

- ¿Has visto a su cachorro? ¡Akamaru es tan lindo y pequeño! ¡Kiba dijo que lo llevaría a la escuela mañana! ¿Quieres que lo veamos juntos? ¡A Kiba no le molestaría! ¡Así puedes conocerlo! ¡Siempre es bueno conocer nuevos amigos!

- ¿A... Amigos?

El chico aparta la mirada totalmente apenado, y la mayor sonríe con levedad; ese chico no era tan pequeño como para confundir aquellas palabras y significados, ambos eran muy adultos para su edad.

-Um... Gaara, -hace tomar asiento al menor -no creo que Kiba se refiera a eso, bueno, verás... -sonríe nerviosa -Hay dos tipos de gustar, um... El gustaría de agradar, y el gustar de estar... -mira de reojo a su hermano -enamorado de alguien, así cómo... -duda sobre sus palabras -Las parejas, ya sabes... Cómo antes lo hacían papá y mamá... -menciona con poco entusiasmo.

El menor borra su sonrisa un segundo y luego de pensarlo da un asentimiento para volver la sonrisa a su hermano, Kankuro le sonríe levemente acariciando su cabello para subir la mirada hacia la mayor de ellos. Temari niega con calma y simplemente da un asentimiento.

-No hay nada malo en eso, supongo... -sujeta su menton pensativa -Um, la verdad no tengo mucho conocimiento de eso, pero... Qué te guste alguien es normal ¿No lo creen?

Ambos se miran y algo avergonzados dan un asentimiento al mismo tiempo, Temari ríe y simplemente dirige la mirada hacia la puerta.

-Um... Mamá está en su cita con el psicólogo, luego de eso pasará a casa del tío Yashamaru y finalmente vendrá para tomar la cena con nosotros... -aprieta los labios -mañana tengo mi cita con la psicóloga luego de la escuela -sonríe hacia ellos - ¡Quizá sea bueno informarnos con un adulto! ¡Yo me ocuparé de preguntar por tí y luego les diré!

Ambos sonríen y entre una risa Gaara comienza a jugar con su hermano para aligerar la preocupación de su rostro, el chico sonríe más tranquilo y suavemente dirige una mirada de agradecimiento hacia la mayor de ellos.

[Una cita con el psicólogo después, academia Konohamaru]

-Muy bien, no vayan a decirle a mamá qué me estoy saltando la mitad de las clases...

Los menores dan un asentimiento ayudando a su hermana que cruza la barda de la escuela. Al caer, Temari da un vistazo rápido a la zona y corre siguiendo a sus hermanos hasta un lugar seguro dónde no puedan ser descubiertos. Kankuro se inclina sobre el muro asegurándose de qué nadie los haya visto, y luego de dar una señal de aprobación con el pulgar vuelve la mirada a sus hermanos tomando asiento frente a ellos.

-Bien... -busca en su mochila -luego de mi cita la psicóloga me dió unos panfletos con información sobre la Homosexualidad, son buenos -sonríe.

Al dárselos ambos chicos analizan las imágenes de un par de chicos tomándose de las manos y un par de chicas uniendo sus frentes mientas sonríen, el panfleto estaba lleno de colores y las palabras escritas eran un alivio para el mayor.

-Ella dijo que no era nada malo, tal cual dice ahí -apunta los panfletos -es simplemente un amor normal, simplemente... Con la diferencia que te gusta alguien de tu mismo género, un hombre -apunta a la pareja masculina -con otro hombre son llamados Homosexuales, mientras qué -apunta a las mujeres -una chica con otra chica son llamadas Lesbianas, pero ella dijo que en sí son como cualquier pareja, el tomar sus manos o... -se inclina al oído de su hermano -besar -se aleja con una sonrisa -es muy normal, es como cualquier beso o acercamiento.

El menor sonríe con la explicación de su hermana y se levanta para asegurar que ningún chico se de cuenta de sus presencias, pero el mayor permanece en su lugar analizando la palabras y leyendo una y otra vez el mismo párrafo en busca de cualquier cosa, su sonrisa es poca.

-Esta bien, ahora puedes dejar de estar preocupado, aunque... La psicóloga dijo qué se tiene que ser cuidadoso con este tema, qué... Existen personas que te dirán que eso está mal, que posiblemente habrá miradas malvadas sobre tí, pero... -sonríe Sujetando el hombro de su hermano -si eso te hace feliz debes dejar de temer y solo dejarlo ser... Um, -apunta un párrafo -el apoyo de la familia es lo mejor para hacer sentir bien a una persona Homosexual, y... -sonríe avergonzada -la verdad ella descubrió que no hablaba de mí así que tuve que decirle que se trataba de tí.

- ¿Y qué dijo? -cuestiona interesado.

- ¡Ga-chan!

El grito hace estremecer al par de hermanos, el menor los mira de reojo y al segundo brinca saliendo de detrás del muro para detener al chico de coleta larga que corre hacia él.

- ¡Lee Kun! -lo abraza con fuerza.

- ¡Um...! -asiente sin saber cómo recibir el abrazo, la vergüenza pinta sus orejas - ¡Ga-Chan! ¿Ju... Jugamos?

El chico da una mirada atrás y luego vuelve con un asentimiento hacia el chico frente a él. Tomando sus manos ambos corren en dirección a los juegos del lugar. Con un suspiro ambos hermanos mirán de reojo hacia los alumnos de la escuela y luego vuelven su mirada al otro.

- ¿Qué dijo la psicóloga?

-Qué a tu edad eso podría llegar a cambiar, depende de cada persona, algo sobre que las nuevas informaciones a veces confunden un poco a los niños... Pero, dijo que eso depende de cómo te sientas con eso, si tú sientes qué eso es definitivo, así será.

El chico baja la mirada entre su pensar, su ojos dudan y la mayor solo sonríe con calma en espera de las dudas de su hermano.

-Yo aún no lo sé, -confiesa avergonzado -pero... -traga grueso -él se me hace muy lindo, me agrada bastante, quiero protegerlo y... -sus labios dudan sus palabras -be... Besarlo.

- ¡Muy bien! -choca sus palmas - ¡Asunto cerrado! Él te gusta realmente, entonces... -apunta detrás del muro - ¿Puedes mostrarme quién es?

-Si...

Ambos se asoman y al segundo Kankuro apunta al chico para después describirlo, ella da un asentimiento emocionado y observa la amplia sonrisa de su hermano.

-Um, Kankuro, verás... La psicóloga también dijo que podría ser que... Quizá él no sienta lo mismo que tú, o qué no comprenda lo que tú sientes así que... Si él no te acepta solo... Es algo normal, no todos aceptan una declaración de amor.

-Si... -sonrojado vuelve la mirada - ¿Decla... Declaración?

- ¿No te le vas a declarar? Pensé que lo intentarías.

-Um... Bueno, -sujeta su mejilla avergonzado -no lo sé, no creo que él...

- ¡Oí, Kankuro senpai!

Ante tal llamado ambos chicos se levantan inseguros buscando el lugar hacia el cual poder huir, pero terminan chocando con el otro y al mirarse en el suelo pueden ver al chico castaño qué antes habían estado espiando.

- ¡Ou, ella no es de esta escuela! -sonríe mostrando su dentadura mientras se pone de cuclillas -Es por eso qué tu hermano no me quería dejar venir... Oí, Kankuro senpai, estás rompiendo las reglas en este momento.

El chico sonríe dudoso y simplemente asiente causando la risa del Inuzuka que enseguida tiende la mano a la chica mayor.

-Un gusto, soy Kiba Inuzuka, estoy en el salón con su hermano menor -sujeta el hombro de su mayor -y soy amigo de Kankuro senpai.

- ¿A sí? ¿Y qué hacen juntos?

-Jugamos Fútbol, y casi cualquier deporte, él es muy bueno y me enseña sobre cada deporte... Él fue el primero en aceptarme en esta nueva escuela.

-Pensar qué -sonríe hacia el menor -no podrías unirte solo y ahora eres el más hablador de tu clase.

El chico ríe y Temari simplemente los mirá con ternura.

-Um... Yo soy su hermana mayor, vine a verlos a escondidas así que... -posa su índice sobre sus labios.

El menor observa de reojo a su mayor y al segundo sonrie asintiendo. Al toque de clases y luego de tener una charla muy tranquila, el Inuzuka se queda con los hermanos Subaku para ayudarlos a sacar a la mayor de ellos por el muro, ella se marcha con una sonrisa satisfecha y Kiba abraza al menor por el hombro recibiendo la mano del mayor sobre sus cabellos.

[Dos semanas después, fin de semana, parque Akatsuki]

-Allí está él Kankuro... -susurra.

- ¿Dónde?

- ¡No puedo ver! -se inclina más.

Los tres hermanos se esconden tras un árbol mirando como a lo lejos el Inuzuka juega con su cachorro corriendo con una pelota en mano.

-No puedo creer que te invitará a jugar con su perro, es casi como una cita -menciona emocionada.

- ¡Akamaru es tan lindo! De verdad debes agradarle hermano, Kiba es muy celoso con Akamaru y suele llamarlo apenas vé que alguien lo acapara.

- ¿En serio? -cuestiona feliz -pero... A mí me deja tenerlo en brazos y hasta le ha enseñado a subirse sobre mi hombro.

- ¡Oh! Hermano, tú de verdad debes gustarle.

La mayor ríe ante la vergüenza que se pinta en el rostro de su hermano, pero simplemente vuelve la mirada al frente.

-Ve bien Kankuro, ese niño parece algo inquieto... Si mirada viaja sobre el parque, debe estar esperando por tí.

-Um... -traga grueso - ¿Debería ir?

-Si, -girandose sujeta el hombro de su hermano para míralo directo a los ojos -Oye, aunque no tengas planeado confesarte ahora... Tienes que saber que siempre estaré apoyándote en ésto, así que espero que para cuando te decidas me digas.

El chico da un asentimiento y rápidamente sale de detrás del árbol para avanzar con algo de nerviosismo en sus manos; al estar cerca el chico eleva la mano levemente y el Inuzuka corre con prisa hacia él junto a su cachorro, las risas inician y Temari sonríe tranquila tomando la mano de su hermano menor.

-Bueno, vayamos al otro lado del parque Gaara, tú cita con ese chico también debe iniciar.

El pequeño ríe -Cita... Se escucha como si Lee y yo... -el sonrojo tiñe sus mejillas.

- ¿Fueran novios? -ríe -no te preocupes, que a Kankuro le guste un chico no significa que a tí también debe gustarte uno... Está bien si te gusta una chica, pero igual... Si es un chico sabes que yo los apoyo, pero, eres muy pequeño aún, no quiero que pienses en novios o novias, serás mi hermanito menor hasta la universidad... Sin pareja y a mi lado.

El menor ríe y simplemente siguen su camino por el parque mientras hablan de cualquier cosa y Gaara intenta avergonzar a su hermana buscándole un novio, aunque ella solo ríe calmada y da su opinión con tranquilidad.

[Diez años más tarde]

- ¡Oí Kankuro senpai!

Con una sonrisa radiante en cara, el nombrado vuelve la mirada hacia aquel chico que corre a prisa hacia él.

-Bueno, Gaara y yo nos adelantamos a mi coche, mamá está en el restaurante así que... Si piensas invitarlo, es tu momento.

Dando un puño en el hombro de su hermano solo toma al menor por los hombros. Gaara saluda a Kiba y avanza junto a su hermana sin decirle más palabras a su hermano. Ese día se llevaba acabo su graduación, el chico por fin se había graduado y... La decisión estaba tomando, ese era el día, el día en que le diría sus sentimientos a aquel chico.

- ¡Kankuro Senpai! -brinca en un abrazo hacia su cuello - ¡Felicidades!

- ¿Gracias? -ríe entre el aceptar del abrazo.

Al apartarse el chico busca algo en su chamarra roja mientras Kankuro analiza su rostro con cariño. Quizá era algo cobarde confesarse en el último año, después de eso ya no se verían a menos que lo quisieran, Kankuro entraría a la universidad y Kiba seguiría sus estudios para después estudiar su carrera, si lo rechazaban ese día nunca más tendría que ver el rostro de ese chico, eso era... Bueno y malo a su parecer.

- ¡Oh, aquí está! -saca una pequeña caja -es tu regalo de graduación, lo escogí yo mismo así que... -rasca su nuca -no sé si te guste.

-Um... -observó la caja -gracias, ¿Puedo abrirlo?

-Preferiria que lo hicieras luego -ríe ampliamente -um... ¿Irás a cenar con tu familia?

-Si, ellos querían que te invitará, pero... -analiza el rostro dudoso frente a él -Bueno, yo también quiero invitarte.

Kiba ríe y sonriendo se queda atento a las palabras de su mayor.

-Um... Kiba, yo, quiero decirte algo que posiblemente no te guste oír...

-Espero que no sea ese chiste de las pulgas que me persiguió por dos años... -bromea.

-No, es... Bueno, -exhala un suspiro agachando la mirada -Inuzuka Kiba.

- ¡Wow! Eso se escucha demasiado serio -expresa avergonzado.

-Me gustas, quisiera que salieras conmigo como pareja romántica.

El chico borra de a poco su sonrisa transformando su rostro en una duda inmensa, las ideas se volvían un mar tempestuoso que lo hacían retroceder unos pasos, y al notar aquello Kankuro solo pudo suspirar entre el cubrir de su boca.

-No te preocupes, entiendo que sea un golpe duro y te parezca algo... Malo, pero... He guardado esto por mucho tiempo y solo quería decirlo antes de marcharme a la universidad, es decir... -guarda su regalo -ya no tendrás que verme luego de este mal sabor de boca.

Entre su alejar Kiba lo sigue con la mirada analizando aquel rostro cabizbajo y triste, el chico traga grueso y simplemente se queda ahí, mirando como aquel joven se marcha en silencio.

[Tres días después, residencia Subaku]

-Por favor Kankuro, ya estoy harta de esas canciones de melancolía... -exhala un suspiro poniéndose su bolsa -ya deja de estar triste por eso hermano, vamos, -palmea su espalda -cientos de chicas y chicos hacen fila por tí, sé que es tu amor de infancia, pero... Las cosas no siempre se dan.

-Temari, -baja las escaleras con calma - ¿Puedes decirle a Shikamaru que pronto iremos a visitarlo? Naruto nos hizo ahorrar a todos así que en tres días todos llegaremos a su apartamento... -sonríe - ¿Vas a salir ese día?

- ¿Me estas corriendo de mi propio apartamento? -cuestiona divertida.

-Solo un rato...

-Ni lo sueñes, -analiza a su hermano del medio -um... Aunque podría venir a casa un rato.

- ¡Oh, no! No me utilices de excusa para no arruinarles la fiesta desastrosa, debes estar atenta de las tonterías que hagan porque Lee, Naruto, Chouji y Kiba son un desastre al beber... Y Gaara no podrá cargar con Lee sólo.

-Él tiene algo de razón, además... Neji no nos ayuda mucho así que solo Shino, Shikamaru y Sai me darían una mano para cargar con ellos... -exhala un suspiro lleno de desanimo -te ruego si te quedes en tu apartamento, me retracto de mi palabra.

La risa de la chica explota en la casa y simplemente se acerca para burlarse del menor mientras besa su mejilla, se despide ambos y al segundo sale de la casa para subir a su coche.

- ¿Ya terminaste con tus maletas?

-Tengo todo, ya solo falta que mamá me llevé mañana con todas mis cosas.

-Debiste elegir un auto en lugar de una motocicleta.

-La motocicleta queda mucho más conmigo y lo sabes -sonríe.

-Bien... -se levanta para avanzar a la entrada -Lee y yo tendremos una cita en el cine, -elige sus zapatos -asi que estaré llegando más tarde luego de cenar con él... -detiene su andar um, yo... No sé si quieras escuchar ésto, pero... Kiba me ha estado preguntando mucho por tí.

-Ha... Si, está bien.

- ¿Solo dirás eso?

-Pues supongo, no es cómo que algo cambie entre lo que ocurrió con nosotros.

- ¿Y si él quisiera seguir siendo tu amigo? ¿No lo vas a permitir? -exhala un suspiro -vamos Kankuro, fueron amigos por mucho tiempo, él te veía como un buen amigo así que cambiar todo eso de pronto sería muy complicado ¿No crees? Al menos deberías permitirle seguir siendo aquello que fueron durante tanto tiempo.

-Yo lo sé... -baja la mirada -lo que pasá es qué yo no estoy listo para volver a ser aquello que fuimos, dame un tiempo, yo tampoco quiero romper nuestra amistad, pero... Es difícil verlo justo ahora.

El menor duda un segundo -Bien... Voy a salir, piensa un poco las cosas hermano.

Apenas el chico se marcha Kankuro se deja caer recostado en el sofá, su mirada está sobre el techo y su mente en aquel chico que tanto tiempo amo en silencio. El sonar del reloj llena la habitación y la música pierde sentido en el aire, con un suspiro el chico se levanta ya harto de pensar tanto, era imposible ver a ese chico a la cara, eso era lo único que tenía claro.

-Demonios... -se acerca al tocadisco -Vamos a cambiar estos tonos tristes... -observa la habitación - ¿Quizá debería limpiar un poco? Si... Eso ocupará mi mente.

Apenas pone la nueva canción se ve detenido por el toque de la puerta, algo enfadado pregunta de quién se trata y al segundo se acerca para abrir, delante suyo está el chico que lo ha puesto tan decaído en los último días, aquel que ni siquiera dijo algo para herirlo.

-Um... Gaara acaba de salir.

-Lo sé, me lo encontré en la parada del bus.

-Bueno... -rasca su nuca agachando la mirada - ¿Qué querías?

-Pensar un poco, -se adentra sin permiso - ¿Acaso tú piensas que es fácil borrar una amistad de años al percatarme de que gustas de mí?

Sin más avanza al sofá tomando asiento, Kankuro cierra la puerta y lo sigue con algo de duda en sus movimiento.

-Supongo que...

-Solo cállate, es decir... -frota su rostro -tenía que pensar muchas cosas, reiniciar nuestra amistad y cuestionarme si solo estabas siendo mi "amigo" porqué te guste todo el tiempo... Si ni si quiera existió una amistad entre nosotros... -exhala un suspiro mirándolo -luego tenía que cuestionarme lo que de verdad sentía por tí, en un principio la admiración...

El chico duda de su hablar ante el silencio que otorga el castaño en el sofá, pero finalmente solo aprieta los labios conteniendo sus palabras y cuestiones.

-Lo que pasó luego de eso, la amistad... No lo sé, y... Lo que sentía realmente por ti... -musita con vergüenza -yo... Tenía muchas dudas como para contestarte al segundo, tenía muchas cosas que pensar y aclarar...

Kiba se levanta y sin mediar palabra avanza con firmeza hasta sujetar por el cuello de la camisa a aquel chico y atraerlo sobre sus labios; Kankuro se sorprendió, pero sin intención de dejar pasar aquel momento sujetó las mejillas del chico frente a él para comenzar a guiar aquel beso.

Entre un jadeo Kiba libero el agarre para simplemente descansar sus manos en los hombros del contrario, el desespero de sus labios los llevaba a continuar probando la boca ajena y Kankuro aflojaba su agarre con delicadeza. Al terminar el beso ambos se miraban jadeando con incredulidad ante tal unión que habían tenido.

-Me gustas -expresaba sinceramente el Inuzuka.

- ¿Qué?

-Qué me gustas Kankuro, yo... -sujeta su cabeza desviando un poco la mirada -la verdad no sé, desde cuándo, pero... Puede ser que ya tenga un tiempo, mi admiración por tí realmente cambio por algo... Diferente, pero... Cómo no creí que hubiera oportunidad alguna, todo este tiempo me hice creer que simplemente te veía como a un amigo... O algo así.

El mayor se quedó sin palabras y simplemente trago grueso mientras tocaba sus labios recordando el beso de hacia pocos segundo, Kiba estaba sonrojado y por igual cubría su boca mientras admiraba el rostro frente a él en busca de cualquier palabras.

- ¿No piensas decir nada? Yo... Bueno, veo qué ésto realmente te está tomando con mucha sorpresa así que puedo suponer que no has intentado abrir mi regalo.

- ¿Tu regalo?

-Si, -Desvia la mirada apenado -bueno... Yo compré algo un poco vergonzoso, yo quería que lo tuvieras y lo utilizarás, pero... Me arrepentí un par de veces de la idea creyendo que posiblemente te parecería raro.

El chico duda un segundo y al instante saca la pequeña caja de su bolsillo para abrirla frente a aquel chico; en sus manos se encuentran un par de anillos a juego que son marcados por sus iniciales. Kankuro eleva la mirada notando la vergüenza del chico delante suyo.

-Kiba...

-Yo... Quería que lo tuvieras cuando te fueras, a partir de ahora nos veremos mucho menos y... Pensé que... Ya eres un adulto Kankuro, creí que por fin conseguirás novia y eso te alejaría mucho más de mí... Estaba inquieto y dudoso, pero en un arranque de locura me decidí a comprarlos y...

Tragando grueso el mayor toma los anillos en mano para enseguida inclinarse hacia el joven Inuzuka tomando su rostro con una sola de sus manos, Kiba se sorprendió ante tal agarre, pero no sé opuso a la nueva y más suave unión de sus labios, su mano se deslizó por el hombro de Kankuro, pero antes de que la otra mano hiciera lo mismo fue atrapada por el mayor quién colocó el anillo sin dudar.

Al separarse Kiba analizo el anillo en su dedo y luego observo cómo aquel chico se ponía el correspondiente.

-Um yo... Dejemos está tontería de lado y... Iniciemos de nuevo con esto Kiba. -traga grueso - ¿Quieres salir conmigo? ¡De manera romántica!

El chico ríe más relajado -Definitivamente mi buen amigo.

Aunque sorprendido solo se limita a reír para despeinar los cabellos de su nueva pareja y abrazarlo entre un suspiro lleno de alivio.

- ¿Cómo vas con la mudanza?

-Bien, tengo todo en caja y ya solo lo llevaré con ayuda de mi madre.

-Debiste escoger un auto -brome alejandose un poco del abrazo sin soltarlo.

-Pero te/me ves/veo más genial en moto -Dicen al únisono.

Sus risas salen y luego vuelven a abrazarse sintiendo completamente el calor del cuerpo que tanto habían anhelado.

-Ahora mismo estoy libre... ¿Y si vamos por Akamaru y pasamos una tarde en el parque?

- ¡Oh, pero claro que sí! -toma su mano -él de verdad te extraña, ha estado un poco triste últimamente por no haberte visto.

- ¿De verdad? -se coloca sus zapatos.

-Si, -termina de poner sus zapatos -le he explicado que has estado ocupado, pero insiste en querer verte.

Al salir de la casa ambos se detienen, bajan la mirada sobre sus manos y ambos sonríen hasta poder tener entre sus dedos los dedos contrarios. Su camino da inició.

-Por suerte solo falta un año para que pueda más o menos alcanzarte, nuestras universidades no quedan muy lejos... Estaba pensando en visitarte debes en cuando.

-Sabes que mis puertas siempre estarán abiertas para tí, pero preferiría ser yo quién venga a verte.

- ¿Por qué?

-Necesitas tener tu ahorro para dar inició a tu vida universitaria, por mi parte ya tengo conseguido un trabajo que inicia en unos días y solo necesito acoplarme un poco al estilo de vida solitario...

-Vaya... -sonríe ampliamente -no pensé que Kankuro Senpai fuera tan organizado.

-Apenas lo estoy intentando -comenta divertido.

Sus risas siguen sus paso mientras suavemente se acercan al contrario en busca de sentirse como en aquel abrazo.

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ximenaits

Espero te guste, intentaré seguir creando contenido de esta pareja.

(*'ω`*)

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