Encubiertos en una extraña misión.

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La nueva ciudad de York vestía con la más serena y pacífica melodía del mundo, las cientos de sirenas de los autos atascados en el tráfico. Con furia haciendo resaltar la vena de su frente, Leorio tocó el claxon por enésima vez gritando por la ventana.

— ¡Vamos, avancen de una vez! ¡Algunos tenemos prisa!

—Leorio —habla con tranquilidad —maten la calma por una vez por favor.

— ¡Eso es imposible Kurapika! ¿¡Cómo puedo mantener la calma si vamos... Una hora retrasados!? ¡Una hora! Por dios —suspira descansando su frente en el volante.

Mirándolo de reojo Kurapika sonríe con levedad y solo vuelve la mirada a su tableta mientras en el asiento trasero Gon y Killua ríen ante su comportamiento.

—No te preocupes tanto Leorio —Expresa con calma inclinándose hacia ellos —el hombre que nos contrata es amigo de Killua así que no creo que se enoje si llegamos un poco tarde, además... Solo debemos decirle la verdad —sonrie mirando al chico a su lado — ¿No es así killua? Que había mucho tráfico.

—Haa... Bueno Gon —rasca su sien dudoso —él es algo... Estricto con los horarios, si llegamos un segundo después bien podría despedirnos antes de contratarnos.

— ¿¡Qué!? —grita aterrado — ¡Por dios, debiste decir eso mucho antes Killua! Oh por dios, estamos en serios problemas —observa a los lados moviendo con insistencia sus dedos sobre el volante —en serios problemas, él nos va a hechar fuera apenas lleguemos, ni siquiera nos dejara decir nuestros nombres y ya estaremos fuera...

—Leorio por favor —insistia el rubio entre un suspiro.

— ¡No hay opción!

Con un rápido giro del volante aceleró a lo que se pudo y salió por el costado de la carretera hacia unas escaleras, todos se aferraron a sus asientos sin tanto miedo mientras Leorio maniobra entre la gente pasando sin problemas rumbo a la carretera más cercana. Gon se acercaba al albino a su lado posando la mano sobre su boca para evitar que los chicos al frente escucharán la conversación.

—Pero Killua, me dijiste que ese hombre te apreciaba mucho y siempre perdonaba tus desvios y tardanzas.

Sonriendo asentía —Lo hace, mientras hagamos un buen trabajo todo estará bien.

—Entonces ¿Por qué le dijiste eso a Leorio?

—Me gusta que haga estás locuras —rie mirando por la ventana —solo mira a la gente a nuestro alrededor, están tan sorprendidos.

Entre la risa del albino Gon solo suspira mirando su diversión y el desespero del hombre al frente suyo. Acelerando a tope Leorio hacia subir el auto por una rampa hasta llegar a una carretera más despejada, con todos rebotando de sus asiento el hombre de gafas sonreía complacido.

—Por dios Leorio —entornaba los ojos mirando las caras aterradas alrededor —Debes aprender a darte cuenta cuando Killua miente.

— ¿¡Qué!? —lo miraba con sorpresa.

A través del retrovisor aquel albino sonreía divertido mientras Leorio maldecia por lo bajo y Kurapika solo lo miraba de reojo con la mente perdida en algo más que ese hombre.

—Oye Kurapika —se inclina hacia él —en la tableta ¿Puedes ver si vamos bien? Es que... —rasca su nuca sonrojado —la verdad no estoy seguro si vamos por el camino correcto.

—No puede... —molesto enciende el aparato — ¿Es enserio Leorio?

—Lo siento sí —sonrie apenado —es que... Entrando al parque me confundí con los caminos, pero no debemos estar tan desviados... Unas dos calles quizá.

—Bueno... —lo observa con calma —No estás tan equivocado Leorio, por una calle estamos desviados del camino... Es a la derecha.

—Bien —sonrie tranquilo —deja de poner esa cara larga, casi estamos ahí... ¡Y ustedes dos! —los mira por el retrovisor.

Ambos chicos se miran divertido mientras Leorio los reprende con molestia; a unas calles de distancia de su lugar destino, es Kurapika quien se gira hacia los chicos.

—Pero dime Killua... Él te llamo a tu número privado...

—Si, he trabajado para él antes, es un empresario famoso, tiene muchos enemigos así que... A veces debía ensuciarse las manos un poco, y para no arruinar su imagen  estaba yo.

—Entonces... ¿Crees que nos llamó para matar a alguien? —cuestiona Leorio.

—No —Dice con calma —le dije que ya ni hacia esos trabajos, en especial porque llamo preguntando por Gon.

— ¿Por Gon? —cuestionan al únisono.

—Si —rie avergonzado —al parecer desde la prueba del cazador han corrido rumores sobre mí y mi padre.

—La gente tiene curiosidad por saber si Gon es tan genial como su padre —sonrie empujándolo —yo se que es mucho mejor.

Las miradas de los del asiento delantero chocan entre su curiosidad y mientras Leorio estaciona el coche frente al gran hotel, es Kurapika quien se gira para ver a los chicos.

—Entonces ¿Cuál sería la misión y porque estamos los cuatro aquí? Dijiste que pidió gente de confianza, pero... ¿Para que?

—La verdad no me explico muy bien el tema, es un viejo jugador —Dice con total calma abriendo la puerta —a veces solo le gusta probar a la gente, quizá solo está jugando para ver si Gon en tan poderoso como todos cuentan... Además sus expectativas son altas porque él está conmigo.

Abrazandose por los hombros ambos chicos entran en la mansión dejando a Leorio y Kurapika algo curiosos. Al entrar un mayordomo los guía hasta la oficina del hombre que los contrataba, sorpresivamente daba un aire completamente distinto al de su hogar, el hombre era delgado y se lucía encorvado, su cabello castaño cubría parte de su ojo izquierdo y su ropa no era para nada profesional, un pans suelto gris y un suéter a rayas con las mangas cubriendo parte de sus manos, todos se miraron dudoso.

—Entonces —sujeta a killua por el cabello — ¿Dónde está el tipo que nos contrato.

Killua le dedica una sonrisa amplia y sin más apunta al hombre frente a ellos, el tipo sonríe y se levanta uniendo su manos con total serenidad mientras observa a través de sus lentes redondos a Gon, y seguidamente a los demás.

—Bueno, hola —se aleja a su escritorio —no hagamos ésto más largo, es un seguimiento, la información está —tomo unos papeles apuntandolos con entusiasmo —aqui mismo, información del sujeto en si, cosas que creí necesarias, lugares donde podría estar, y los sujetos con los que se podría reunir, quiero que tomen toda la información de esas charlas y las traigan para mí, además... Los sujetos son un tanto peligrosos, son de la mafia, así que... Dos deberán hacer vigilancia por precaución —tiende los papeles a Gon —Y dos —les entrega unas tarjetas a Leorio y Kurapika —deberan camuflarse entre la gente para grabar, no creo necesario decir que buscar información de cazadores es muy sencillo y que ese tipo ya les debió haber advertido que yo haría ésto.

Ni siquiera tuvieron tiempo para dudar o cuestionar lo que fuera, mirando de reojo la información todos asintieron y salieron con tranquilidad analizando la información, había tres citas programadas para el día.

—Oye —apunta curioso mostrandoselo al rubio —Kurapika, mira ésto, aquí dice que las reservaciones son para una pareja de casados, el señor y la señora Kurin.

— ¿Kurin? —observa el papel — ¿Que haremos con ésto Leorio? Todos somos hombres y no conocemos a ninguna cazadora que pueda ayudarnos.

—Quiza si contrataramos a alguien... —mencionaba pensativo el de lentes.

—Contratar a alguien para un trabajo peligroso, en especial a una civil, sería muy problemático Leorio... —sujeta su barbilla pensativo.

—Es muy claro chicos, él les dió las tarjetas de crédito —apunta con calma —Ademas mencionó algo de que debíamos camuflarnos ya que seguramente ellos estarían esperando por cazadores.

— ¡Es decir que deben disfrazarse como pareja! —los apuntaba con entusiasmo.

Ambos adultos se miraron de reojo, y avergonzados desviaron la mirada, ninguno se ponía así que solo subieron al auto dispuestos a cumplir aquella misión. En el centro comercial Leorio y Kurapika se miraban inseguros mientras Gon y Killua corrían por doquier muy divertidos.

—Bien —suspiraba rendido —no hay de otra Leorio... Yo... Creo que no sería muy correcto de mi parte hacerte pasar por mujer...

— ¡Leorio sería una mujer muy fea! —reia el albino.

— ¡Si, Leorio no parecería mujer para nada! —concuerda Gon.

— ¡Oigan! —se acercaba fingiendo golpearlos — ¡Más vale que no estén molestando! ¡Yo quisiera ser una mujer seria una mujer muy hermosa!

Ante tales gritos las damas del lugar reían por lo bajo o lo miraban raro, Leorio entro en pánico enseguida y comenzó a negar causando que Kurapika sonriera divertido y algo avergozado ante tales palabras, imaginar a Leorio vestido como mujer seria...

— ¡Oye! —avergonzado mantiene la mirada — ¿Por qué te sonrojas si fui yo quien se humilló frente a esas mujeres?

Algo divertido solo toma un vestido para probarlo junto a un par de mallas, un brasier y unos zapatos, Leorio lo sigue curioso por la tienda mirándolo escoger una peluca rubia larga hasta la cadera y algunos cosméticos.

— ¿Cómo sabes todo sobre el maquillaje? —cuestiona curioso mirando más ropa —la misión será de cuatro días de vigilancia... ¿Puedo elegir algo para tí?

— ¿No deberías estar eligiendo algo para tí? ¿Por qué aún me sigues?

—Bueno —sonrie encogiendose de hombros —No lo sé, me da curiosidad ver cómo haces todo ésto.

— ¿Todo ésto? —divertido le hace frente — ¿De qué hablas Leorio?

—No lo sé —evita su mirada — ¿Puedo escoger algo?

—Si... —menciona por lo bajo —da igual, además justo me falta un cambio...

Evitando mostrar su sonrisa Leorio busca apasionadamente un conjunto mientras Kurapika se adelanta buscando toque finales para su disfraz.

La cita iniciaba y pasando por el control de seguridad los Kurin tomaban asiento en su respectiva mesa, Kurapika encendía la grabadora en su bolsa que colocaba en el respaldo de su silla.

— ¿Y que desea comer mi hermosa dama? —sonrie jugador mirándolo.

Kurapika lo patea bajo la mesa y solo baja la mirada avergonzada al menú, Leorio sonríe sorprendido por la apariencia de aquel chico y solo permanece con la vista sobre él hasta que mostrado el menú le señala lo que desea comer.

—Muy bien, dos de este platillo por favor —sonrie —Entonces querida... ¿Charlamos un poco?

Con la vergüenza y molestia en su ser, Kurapika suspira y sacando una libreta comienza a escribir. "Si hablo se darán cuenta de que soy un hombre, piensa un poco Leorio"

—Lo se mi vida, pero... Sería raro no hacerlo ¿No lo crees? —le regresa la libreta palpando suavemente los dedos de su pareja —no te enojes, es un pedimento normal... Todas las parejas lo hacen.

La vergüenza llena la cara de Kurapika quien escribe nuevamente. "Está plática es muy... ¡Pará! Habla de cualquier otra cosa Leorio, pero no me hagas ver cómo... " Apretando los labios lo amenazaba con la mirada haciéndolo reír.

Al terminar la cena Gon y Killua salen del apartamento para un seguimiento nocturno mientras Kurapika sale de la ducha mirando a Leorio jugar un videojuego.

— ¿Que haces Leorio?

—Perdiendo el tiempo querida —sonrie bromista.

— ¡Cállate! —lo golpea con la toalla —Esa charla era innecesaria Leorio...

—Te aseguro que no, los hombres como ellos son muy orgullosos y se creen la gran cosa, verme coqueteando con alguien tan... Pura y vergonzosa como tú.

— ¡Detente! —lo patea entre el tomar asiento —Deja de decir eso.

—Solo trato de explicarte —se excusa adolorido —Es algo básico entre los hombres más idiotas, se apoyan entre ellos, se felicitan cuando logran tener sexo con una chica linda, y déjame decirte... —se gira para mirarlo —de buena manera, que eres una chica muy linda con ese disfraz.

Avergonzado, Kurapika se cubre el pecho retrocediendo en la cama, sus mejillas están rojas y Leorio no aparta la mirada de sus ojos.

—Siempre me han gustado tus ojos... Su color es lindo Kurapika.

—Leorio... Sabes que ésto no puede ser, la araña sigue...

—Ya lo sé... —decaido le daba la espalda —Kurapika... Lamento tener estos sentimientos, jamás pensé que los tendría, eres altamente molesto —sonrie —pero... Hay algo que me gusta de tí, la verdad aún no se qué cosa podría ser.

Tragando grueso aquel chico se deja caer en la cama, y aunque dudoso, sube las piernas a los hombros de Leorio haciéndolo estremecer y sonrojar, el mayor traga grueso al sentir aquella piel rozar la suya y solo puede relamer sus labios mirando el televisor.

—Dime Kurapika... ¿Al menos estás conciente de mí? ¿Sabes que yo... —exhala un suspiro abrumado —estoy... Algo perdido por tí.

Ante la nula contestación de su compañero Leorio apagaba el televisor y se ponía de pie para mirarlo de frente, Kurapika se mantenía en la cama, atento a aquel hombre y cualquiera que fuera su movimiento.

—Ni siquiera intentas negarte, pero... —se pisa sobre él en la cama —nunca me contestas nada.

Sus rostros se acercaban lentamente y ambos mantenían la mirada sobre el otro, entre un suspiro Leorio abordo aquellos labios besandolos con lentitud y profundidad, Kurapika le seguía aquel juego sin contenerse sujetando las mejillas ajenas y abriendo sus piernas de par en par mientras sacaba aquellas gafas estorbosas. Leorio suspiro contra sus labios entre una leve separación y sujetando la cadera del chico prosiguió besando con profundidad aquellos labios. Ambos se encontraban atrapados en el cuerpo del otro palpando con profundidad la piel contraria, estaban excitados y deseosos de más, pero... Fue Leorio quien se alejo dejando a un inquieto kurapika en la cama.

— ¿Cuánto más seguirás guardando silencio?. No necesitamos de esta extraña misión para que me tengas diciendote lo atractivo que eres.

Tomando una profunda respiración se levantaba mirando a aquel inquieto hombre frente a él, Leorio parecía desesperado. Era verdad todo lo que ese tipo impulsivo e idiota decía.

—Estoy... Un poco confundido con todo... La araña, tú, la venganza, el futuro... Todo... Gon y Killua... Pero ciertamente que hagas —se señala con vergüenza —ésto, no me molesta... Me gusta, me hace olvidarme de todo, y tienes razón, realmente hay algo entre nosotros que yo tampoco he logrado descifrar y de cierto modo... Yo también me estoy volviendo un poco loco...

Ante la vergüenza de aquel chico Leorio se acercaba sujetando su barbilla para obtener su mirada, era extraño, les gustaba verse tan cerca.

— ¿Quieres olvidarte un rato más del mundo? —sonreia levemente.

—Leorio... —sujeta sus brazos —Cuando mi venganza este finalizada y tú hayas completado tu carrera... —traga grueso para mirarlo — ¿Crees que podríamos... No lo sé... Iniciar algo juntos?

Aunque la sorpresa lo llena, Leorio sonríe y asiente sin más acariciando con delicadeza el fino rostro del chico frente a él, Kurapika lo permite con una sonrisa y es él quien atrae a Leorio por la camisa prosiguiendo con aquella sesión de besos.

—Mmm... Espera un poco, sobre mañana, la misión.

—Podemos hablarlo luego —lo atrae nuevamente.

—Es rápido, solo... Quiero que vayamos y apenas los veamos llegar vayas por una bebida o algo... Será el momento preciso para...

—Basta.

Poniéndose de rodillas se aferraba al cuerpo frente a él y se unía a aquellos labios que sorprendidos lo recibían con una leve sonrisa, era lunático, de verdad había algo entre ellos, pero no sabían decir el qué... Se daban calma entre si, y se disfrutaban de una manera no tan carnal, más bien, sentimental. Las manos de Leorio se aferraban a aquellas caderas con suavidad haciendo suspirar a Kurapika que solo acariciaba la piel contraria con cariño.

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¡Hola!

La verdad pensaba meter sexo, pero al final decidí dejarlo así xq estaba quedando muy extenso, igual me gustó.

Me gusta la relación de estos dos, además Kurapika es súper reservado sobre su cuerpo y el de los otros, como en el capítulo del tren, o en la isla durante la fase terminal de sus exámenes, espero les haya gustado, a mi me gustó aunque fue mucho más cosa de misión y demás que sobre su relación.

Pero es que... Es de esas relaciones que solo suceden así porque si, ellos son como mi Marco x Tom, a esos los quiero juntos apenas escribo sus nombres 🤣🤣🤣

Luego haré una de solo sexo con este par. Añado imagen extra.

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