Hasta que te ví.

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Con un suspiro el azabache de coleta veía las páginas de su cómic entre suspiros y leves movimientos que molestaban al rubio a su lado, con un último suspiro y el pasar de hoja Boruto por fin se miró harto de esa actitud tan depresiva y pateando la pierna de su amigo lo hacía regresar la mirada y sobar el área afectada con molestia.

— ¿Que te pasa Boruto?

— ¿A mí? —se incorporaba incrédulo —Debes estar bromeando Shikadai —enrollando su cómic golpeaba el brazo de su amigo —Tú eres el que no deja de suspirar como un idiota ¿¡Que diablos te pasa!? ¡Me estás poniendo depresivo a mí también!

Sorprendido Shikadai dejaba su cómic de lado y sujetando su nuca tomaba un respiro profundo mirando en la pared de aquella habitación el cuadro de la academia que Boruto aún conservaba, en ella podía mirar solo a una persona, a un joven rubio que sonriendo con tranquilidad estaba detrás suyo en aquel cuadro.

—Creo... —su mirada bajaba —Que me gusta alguien.

— ¿Qué? —se dejaba caer elevando los brazos al techo — ¡Por fin! Ya era hora Shikadai —lo miraba sonriente —Amigo, ya vas a cumplir veinte años y nunca he conocido a alguien que te guste —riendo se levanta tocando su hombro —Es bueno saber que no morirás solo.

Sonríendo lo miraba de reojo —Aun que... Tal vez lo haga.

— ¿De que hablas?

—Bueno... Todo inicio hace poco, en mi última misión con el Ino-Shika-Cho.

— ¿Antes de que te promovieran a ANBU?

Tomando asiento a su lado Boruto escuchaba con total atención al azabache que sonríendo con levedad asentía.

[Tiempo atrás]

Con rapidez el equipo se detenía en pleno bosque, los tres compañeros se miraban desde los árboles y asentían para bajar.

—Muy bien —suspiraba sujetando su nuca y mirando el cartel en su mano —Estamos a unos kilómetros de lejanía del último lugar en el cual lo vieron, pero... —observa a su grupo —Va a anochecer, si seguimos adelante llegaremos y todos estarán dormidos.

—Bueno, pues es hora de tomar un descanso, no hay más que decir —tomaba asiento sacando las frituras de su mochila.

— ¡Oh vamos chouchou! —crudandose de brazos se dejaba caer sentado a su lado —No pienso volver a hacer tu trabajo como en la última misión.

—Yo no haré todo por ustedes dos —les regañaba —si piensan seguir así nos vamos a quedar sin fuego, sin comida, y sin tienda.

Aún que con pereza, el azabache sacaba la tienda de su mochila alistándose para preparar el lugar en el cual dormiría.

—Oye no te pongas así Shikadai...

—Bien —se levantaba enfadada —Ire a traer la leña —golpeando la cabeza del rubio seguia su camino —Haz algo y pon mi tienda, después de todo ustedes duermen juntos.

Aún suspirando el rubio se levantaba tomando la mochila de su compañera para sacar la tienda.

—Son muy problemáticos, me ponen de malas en todas las misiones, no tengo idea si tú madre y el padre de chouchou eran igual de molestos cuando mi padre los dirigía, pero realmente necesito cambiar mi puesto con alguien más...

— ¿Piensas dejar el equipo? —cuestionaba dejando las cosas de lado —El Ino-Shika-Cho no funciona sin el Shika...

—Sabes —suspira montando la tienda —No porque nuestros padres fueran amigos nosotros debemos serlo, tu lengua es afilada como la de una serpiente, Choucho nunca quiere hacer nada y siempre debemos cubrir sus actividades —suspira mirándolo —Estoy harto y no me pienso forzar a seguir luchando con ustedes si no ponen nada de su parte...

El silencio se mostró en aquel lugar mientras el único sonido que llenaba el espacio era el de los metales de las tiendas y la carpa misma, apretando los labios Inojin miraba la nuca de su compañero, su rostro parecía enojado, pero no sé atrevía a decir nada.

— ¿De verdad estás molesto por eso? —mencionaba a lo bajo volviendo a lo suyo —Es decir, hemos cumplido al rededor de doscientas misiones como un equipo... En la academia nos dieron a probar y en misiones intermedias por igual, pero nuestro mejor complemento era gusto éste equipo... Nunca te habías quejado al grado de decir que te irás...

—Quiza doscientas misiones es mi límite Inojin, pude sorportarlos todo el demás tiempo ¿Porqué debería seguir haciéndolo? Son mayor de edad, soy un buen líder y estratega, bien podría... No lo sé, pero podría cuestionar al séptimo sobre un nuevo puesto.

—No me imagino a Choucho y a mí sin ti... Tú eres el único que pone control sobre nosotros.

—Y eso mismo me molesta.

El silencio continuo hasta que aquella joven llegó con leña y algunos frutos para comer durante su estadía en el bosque. La hora de dormir llegó, Choucho fue la primera en entrar en su tienda y apenas Shikadai miraba al rubio volver de su baño él también entraba a la suya, curioso Inojin lo miraba entrar, antes de irse a bañar el rubio se había tomado el tiempo de crear un ave vigía que les avisará del peligro mientras ellos dormían,  Shikadai no debió haberlo esperado, pero lo hizo; entrando a la tienda se encontraba con aquel azabache soltando su cabello para peinarlo.

—Buenas noches Shikadai...

—No puedes dormir así —lo detiene de acostarse —Si duermes así y te terminas resfriando será un verdadero problema —suspira —Solo date la vuelta, cepillare tu cabello y lo voy a secar.

Sin poner resistencia el rubio seguia esa orden mientras Shikadai hacia lo suyo con sumo cuidado; el rubio quería hablar, pero simplemente no podía decir nada...

—Se que no hay mucho de dónde escoger, pero encontré un complemento para ustedes.

— ¿Qué?

—Encontre a un remplazo... Para ustedes.

—Shikadai —se gira dudoso —No juegues, no seguiremos las órdenes de alguien que no seas tú, me niego a hacerlo.

—Haz lo que quieras Inojin —volvia a cepillar su propio cabello —No pienso detener mi vida por ustedes, se que puedo dar mucho más.

—Y nosotros también lo sabemos —se deja caer acostado y molesto —Pero eres bueno aquí.

—Se que ni siquiera Choucho hará tanto drama como tú ahora mismo.

—Jodete.

Al paso de las horas llego la mañana, el amanecer estaba tranquilo, los grillos y aves comenzaban a cantar y lo ojos negros del azabache se abrían pesarozos, algo pesaba y mantenía entumido su brazo; al bajar la mirada Shikadai se podía encontrar con una escena extraña, entre sus brazos aquel rubio descansaba plácidamente con su cara angelical separandose un poco apenas del pecho en el cual se acurrucaba.

Tragando grueso Shikadai miraba aquellas facciones tan finas, en el pasado los mejores amigos que siempre estaban juntos eran ese chico en sus brazos y él, pero con el tiempo eso cambio. Tomando una respiración profunda Shikadai se encogió un poco para quedar más cerca de aquel pálido rostro que solo se removía para acomodarse en aquel brazo. Lentamente el capitán de aquel equipo deslizaba la mano de la cintura de aquel joven y con suavidad extendía su mano al largo de aquella pálida mejilla acariciando hasta su oreja, sus labios se entre abrían nervioso y de pronto tragaba saliva mientras sus dedos viajaban sobre aquellos algo rojos labios, sin si quiera pensarlo se acercaba a aquel rostro besando sin permiso los labios dormidos cerca suyo y solo se alejaba para admirar el entre abrir de esa boca, exhalando un suspiro sujetaba su cabeza confundido y con cuidado quitaba a ese chico de su brazo para levantarse y salir de la carpa.

[Habitación de Boruto]

— ¿¡Besaste a Inojin!? ¡Pe... Pe...! ¿¡Pero porqué!?

—No lo sé —escondia su boca contra su pierna —No lo sé, solo él estaba ahí, yo estaba ahí, y lo ví ahí tan... Despreocupado, tan callado... Quise besarlo.

Boruto se sorprende, pero solo asiente sonriendo con levedad para sujetar el hombro de su amigo.

—Y dejaste el equipo... ¿Por qué? Ahora que me cuentas todo eso, me doy cuenta que la pregunta de Inojin tenía razón ¿Realmente... Que te molestaba?

Quedándose en blanco tragaba grueso para girarse a su amigo, y apretando la mirada dudaba de su hablar.

—Quiza... Que comencé a sentir algo por Inojin...

—Wow... —comenzaba a reír nervioso —Bien, bien, yo no te voy a juzgar amigo, pero entonces cometiste un error al alejarte... Inojin es un jugador —aclara con verdad —Aunque ni siquiera lo intente es un jugador, chicas y chicos de Konoha están vueltos locos por él.

— ¿Chi...chicos?

—Si tarado —obvia rodando la mirada —El maldito los vuelve locos a todos —juntando su manos mira al cielo actuando como una chica —Su altura, su hermoso cabello, los músculos de su cuerpo, su pequeña cintura, ese hermoso color de labios —suspira dejando de fingir la voz de un mujer —Y más cosas así he llegado a oír... Solo —sujeta su espalda —Estamos en una nueva época Shikadai, la gente "homosexual" está aquí, se están haciendo notar, ya no más de esconderse.

— "Homo..." ¿Qué?

— ¿¡Vives en una piedra Shikadai!? —golpea su brazo — ¡Homosexuales! Son aquellas personas que se sienten atraídas por el mismo sexo, o por ambos sexos, mujeres que salen con mujeres, hombres que salen con hombres, hombres y mujeres que gustan de ambos tipos de pareja —suspira —amigo, viajas mucho entre misiones ¿Y no estás enterado de nada de ésto? Todas las villas de cerca están en ello, hay disturbios entre la gente, en especial en Suna...

— ¿Qué? —sacudiendo su cabeza lo mira —Las misiones de los ANBU son más profesionales, nos encargamos de cosas difícil y no espiamos a más que a la persona que nos encomiendan...

—Como sea hombre, ve allá afuera —lo levanta a empujones — ¡Y por un demonio comprueba lo que sientes por ese imbécil larguirucho! ¡Y no vuelvas hasta que Sarada deje de fijarse en él!

Dudoso el azabache bajaba las escaleras escuchando en la radio todo el disturbio que Boruto le había comentado, con prisa se despedía y salía en busca de aquel rubio encontrando lo en la plaza principal rodeado de sus fans. Apenas Inojin lo notaba su sonrisa cedía un poco, pero eso no detuvo a Shikadai de tomar su mano y llevarlo lejos sin rendir explicación alguna, llegando a un callejón Shikadai apresaba al rubio contra la pared aún siendo más bajo de estatura, nervioso el rubio solo miraba esos ojos decididos y molestos frente a él.

—Shikadai ¿Que ocurre? —sonreia nervioso.

Tragando grueso y sin pedir permiso aquel azabache probaba los besos del rubio quien aunque confundido solo cerraba los ojos siguiendo su contacto, sus labios se deslizaban entre los otros terminando en leves mordidas a los labios de Inojin quien estremeciendose un poco sentía las manos fuertes de Shikadai sobre su cuello y mejilla, rozando nuevamente su oreja.

— ¡Mngh! —lo apartaba por el pecho —Yo... Um... ¿Que ocurre... Que ocurre Shikadai?

Sorprendido el azabache cubría su boca alejándose, y notando al bajar la mirada como la entrepierna de aquel rubio estaba erecta y él avergonzado.

—Am... —rascaba su nuca nervioso —Puede ser que... Que me gustes —enfrentaba su mirada —Puede ser que tú me gustes, de forma romántica obviamente.

Aún que sorprendido Inojin solo se encogía avergonzado y sujetando sus brazos recordaba aquella sensación, sus mejillas estaban rojas, sus orejas por igual y frente a él... Alguien le había declarado algo muy sorprendente.

— ¿Y... Y que harás al respecto?

Riendo se acercaba — ¿Disculpa? ¿Estás intentando comportarte como el chico guay aún cuando he hecho que te tiemblen las piernas con un... solo... beso?

Acorralandolo nuevamente no puede evitar mantener su sonrisa gloriosa y solo mirar como aquel chico cierra los ojos esperando un segundo beso.

— ¿Quieres comprobarlo?

Dudoso no podía decir nada y de un momento a otro solo era arrastrado por aquel chico hasta un hotel que el azabache pagaba sin pena. Llegando a la habitación Inojin miraba dudoso la escena, miraba como aquel azabache sacaba su ropas, como esas telas se deslizaban por su piel dejando ver su espalda bien formada, los músculos de su vientre y su pecho firme. Tragando grueso sujetaba su ropa con vergüenza.

— ¿No te lo vas a quitar? —se acerca —solo será la parte de arriba —sonriendo sujeta sus manos —Solo será un poco, no haremos más.

Tragando grueso suspiraba por lo bajo sacando su camisa mostrando su blanco cuerpo delgado ante aquel joven que sonriendo asentía llevándolo a la cama, dudoso Inojin no podía si quiera hablar, pero no era necesario por qué en cuestión de segundo Shikadai atacó su boca. Su besos eran duros, profundos, pero se sentían bien, se sentían tan bien que Inojin comenzaba a dejarse llevar, sujetando la cintura de Shikadai, Inojin se mantenía en aquel beso sintiendo como las manos del azabache viajaban por su vientre y pecho, sobre sus pezones.

— ¡Mngh!

Hasta su cuello y volver a tocar esas orejas.

— ¡Aah! No... —se apartaba del beso.

Excitado Shikadai sonreía y relamiendo sus labios se ponía de rodillas para poder chupar y morder debidamente esas orejas enrojecidas, entre gemidos Inojin veía ese cuerpo delante suyo y no podía evitar chupar aquellos pezones sorprendiendo a Shikadai que aún así no se detuvo de lo estaba, le gustaba tocar el cuero de ese chico, le gustaba lamerlo, le excitaba besarlo. Tumbandolo sobre la cama ambos se miraban con la respiración irregular y sujetando las manos del rubio por sobre su cabeza Shikadai sonreía volviendo a atacar aquellos labios.

—Tenias razón... No deje... El... Equipo por... Por ustedes... Lo dejé por mí... Y por tí —mordia su labio inferior —Porque me gustas, porque ya no podía dormir contigo... En esa tienda... Sin querer —mordia su oreja —tocarte... —susurraba —besarte...

Sus cuerpos estaban muy unidos, Shikadai estaba entre las piernas de Inojin presionando su erecto miembro contra aquel lugar nunca probado.

—De meterlo en tí...

—Eres un cerdo —reia avergonzado —ey... —acercaba su rostro — ¿Seguro que no quieres ir hasta el final?

— ¡Por un demonio que si quiero!

Divertido Inojin le seguía el paso desabrochando su pantalón para verse ambos en ropa interior y quitársela por igual, ambos estaban erectos y aunque él miembro de Inojin fuera más largo, el de Shikadai era grueso, avergonzados ambos miraban la entre pierna del otro.

—Amm, pero... —decia avergonzado —La verdad, desconozco cómo meterla en tí...

— ¿Que? —rie divertido —esta bien, está bien —se acerca a abrazarlo —Y si mejor volvemos a la próxima... A intentar... —se agachaba un poco para mirar sus negros ojos.

Sonriente sujetaba a aquel chico por las caderas viajando en sus ojos cian y asintiendo con calma, pero aún así siguieron besandose y acostados en la cama hacían viajar sus manos al miembro contrario para masturbarlo.

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Fin fino finito 🤣🤣🤣

La verdad no me puedo inspirar mucho si no hay imagen, y gusto, si me gusta la idea de esa pareja, pero como que no me inspira y las pocas imágenes no me ayudan a hacerlo.

Hice mi mayor esfuerzo por ti amoamalec espero te haya gustado. ❤️

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