La decisión más difícil

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Mentir, mentir, mentir... Día tras día, ver la cara de la gente y seguir mintiendo, estoy bien, todo bien, pero... Lo que nunca digo es que estoy frustrada, preocupada, hecha un lío, todo se me viene encima y tengo miedo de echarlo todo a perder... Te amo, y necesito olvidarte... No sé lo que pienso de tí... No sé lo que pienso de mí.

—Pero... —sonriendo me mirá —a pesar de todas las mentiras y lo poco que sabemos del otro... —tiende su puño a mí —al menos podemos confiar en nosotros.

Admirando sus ojos verdes aprieto los labios dudosa de chocar los puños, él ladea la cabeza comprendiendo que algo me pasa, pero se retiene de preguntar porque sabe que no tiene nada que ver con esto, sabe que... Es mi vida personal.

—Chat Noir... —musito mirando la ciudad delante —estoy cansada... Frustrada... —aprieto el abrazo sobre mis piernas —dolida... —mi voz se rompe —desecha.... —las lágrimas caen.

—My Lady...

Su mano sujeta mi pierna mientras se acerca un poco dejándome descansar en su hombro... Yo suspiro tratando de controlarme.

—No soy tan genial como crees, —confieso con una leve sonrisa —soy un verdadero desastre, no comprendo mis sentimientos y pensamientos... Tengo tantas responsabilidades y estoy dejando tantas cosas de lado... Mi vida, la estoy dejando de lado por ésto... Y eso me pone mal...

—Yo... —palmea mi hombro con calma —comprendo, es difícil, también para mí lo es un poco... —sonrie —pero siempre he sabido que nuestras circunstancias son distintas, al volverme Chat Noir... —tiende su mano admirando su anillo —me siento libre, tranquilo... Feliz, yo.

—Es bueno, —sonrio entre un asentimiento limpiando mis lágrimas —me gusta ayudar a la gente, verlos reconciliarse y ser felices, pero...

—Tu vida es distinta My Lady, es seguro que tienes muchos amigos...

—Los tengo, son muy buenos y siempre me perdonan todo...

—Y una familia feliz.

—Me quieren mucho, confían y están orgullosos de mí.

—Tu novio... —musita alejado.

—Yo... —aprieto mis manos —hemos terminado, no puedo cumplir con nuestra salidas y eso lo lastima...

—Tengo una amiga que también ha estado algo distanciada últimamente, su novio parece decaído por igual —rie levemente.

En ese momento ambos elevamos la mirada, entre mi pensar giro la mirada a él notando su mirada venir con la misma duda e inquietud. Trago grueso tratando de analizar el rostro y la voz desconocida delante de mi... A Nino, Alya, Luka, Kagami... Solo quedan en su mayoría chicas a las que no les he dado Miraculous, entonces... Adrien. Mi pecho se acelera.

—Tú...

Él traga grueso —Marinette...

La sorpresa me llena aunque trato de no demostrarlo, él avanza a mis pendientes y yo detengo su mano.

—No, no puedes.

—Se que eres tú, debes ser tú... Ese chico con el cual salias es Luka Couffain, hermano de Yuleka... Yo soy...

Mis manos cubren su boca mirándolo sorprenderse. No, no quiero saberlo, no quiero saberlo, no quiero más de esto.

—Ay más cuidadores de Miraculous viajando por el mundo, el señor Agreste me ha propuesto un trato increíble para mostrar mis habilidades de confección... Necesito irme.

Levantándome lo veo quedarse en blanco, apenas y traga grueso para cuando yo me lanzo lejos. Adrien es... Chat Noir... Lo es, estoy segura de eso.... Él es...

Llegando a mi casa me adentro rapidamente a mi habitación deshaciendo la transformación, Tikki sale y le doy su comida mientras yo caigo sentada en mi cama entre mis pensamientos e ideas.

— ¿Marinette?... Amm... No sé si decirte esto o no...

Mi mirada se centra en la pequeña Tikki que parece muy dudosa sobre sus palabras, sus ojos suben y bajan... Analiza mi rostro y analiza...

—Si es él... —comienzo a reír frustrada para después llorar —Es él, siempre ha Sido él...

Tikki se acerca hasta tocar mi mejilla, y yo limpió mis lágrimas tratando de fingir calma.

— ¿Aún estás enamorada de Adrien? ¿De verdad lo estás?

—No lo... Sé... —observo el techo —No lo sé Tikki, yo siempre... Lo seguí, pensé quererlo, pero... Pero... No lo sé, ahora no lo sé... Chat Noir es su... Su verdadero yo, Adrien es... De cierto modo no es el mismo, él mismo lo ha dicho... Siendo Chat Noir se siente libre... Libre... Dejando de fingir ser Adrien...

Las ideas van y viene, Luka, los chicos, Adrien... Chat Noir... A pesar de ser los mismo son tan diferentes. Levantándome observo los carteles en mi habitación, mi vista viaja por cada una de esas sonrisas falsas... Y se detiene en Luka, Luka sonriendo a mi lado...

—Creo que no.

— ¿Que No qué? —cuestiona Tikki.

—Creo que no quiero a Adrien, al menos ya no.

Su mirada sigue la mía y rapidamente vuela a la foto de Luka en mi espejo, ella niega preocupada.

—Luka y tú ya han terminado Marinette.

—Se que es egoísta, —limpio mis lágrimas —pero dijo que esperaría por mí.

Con paso rápido bajo a la panadería mirando la cara de sorpresa en el rostro de mis padres, ellos esperan mis palabras, pero el aire se me ha escapado.

—Yo... —expreso de golpe —creo que... Tomaré la oportunidad que el señor Agreste me ha presentado... —sujeto las manos de mis padres —Quiero ir a New York e intentar... Intentar cumplir mi sueño.

Ambos se miran con algo de duda, pero saben muy bien que ya he ido, que tengo amigos haya, que estoy preparada. Mis padre se sonríen y al segundo me abrazan dándome ánimos.

—Solo dinos cuándo vas a partir y vamos a preparar todo.

—Cuando quieras que hablemos con el señor Agreste, tu madre y yo vamos a ir a hacerlo.

Con un asentimiento los abrazo —Yo, necesito ir a hablar con Luka ahora mismo.

Mis padres me abrazan una última vez, besan mi cabello y me despiden llenos de orgullo. Mi paso es rápido, tan rápido que casi caigo.

Cruzando avenidas y esperando semáforos eternos... Tragando grueso y teniendo la garganta seca... Puedo verlo, está repartiendo cosas... Mi sonrisa crece y mi corazón se acelera con entusiasmo.

— ¡Luka!

Su mirada regresa, él me analiza y luego sonríe, se despide y viene cuánto antes en su bicicleta... Entre una risa observa mi agitación mientras trato de ponerme algo presentable, me da una botella de agua mientras me mirá con esa radiante sonrisa.

— ¿A surgido algo nuevo? Pareces muy apurada.

—Yo... —cubro mis labios mirándolo entristecer un poco —quiero hablar contigo.

La sorpresa se pinta en su rostro —Si.

Él me hace señas para subir a su bici y yo le hago caso, su pedalear es lento y tranquilo... Nos dirige a la orilla del río, su mirada es tranquila, relajada... Creyente de mí. Me hace feliz, y me entristece a la vez.

Al llegar ambos tomamos asiento manteniendo la mirada sobre la calmada corriente del río, yo exhaló un enorme suspiro y cerrando mis ojos giro mi rostro hacia él, al abrir mis ojos puedo ver su calma.

—Ay... Una sola cosa que no puedo decirte Luka, eso es lo que me mantiene alejada y ocupada, lo que se interpone entre nosotros, pero... Eso... No es alguien, es algo.

—Entonces... ¿No es Adrien?

—No lo es.

Su sonrisa crece levemente, él me da un asentimiento.

—Debe ser muy importante.

—Lo es... —me recargo de la banca —tu eres una persona a la cual le tengo mucha confianza Luka, tú y Alya serían las personas a las cuales les podría contar cualquier cosa, pero ésto... Ni siquiera a Alya se lo he contado, a nadie... A nadie le puedo decir.

Él luce algo preocupado, su mano viene sobre la mía.

— ¿Es algo malo? ¿Peligroso?

—No... No es malo, puedo manejarlo, lo intento... Pero creo que he llegado al final con eso así que... Quería decirte qué... De verdad me gustas, no acepte tus palabras por tontería, de verdad lo pensé y... Me siento bien a tu lado, me gusta estar contigo... Con mi secreto terminado quisiera tomar la oportunidad que me das...

—Claro que si Marinette, dije que esperaría por tí.

—Pero... —trago grueso —para terminar con ese secreto necesito irme un tiempo, Gabriel Agreste me ha recomendado en una de las mejores escuelas de moda en New York, iré allá por al menos cuatro años... —confieso cabizbaja —Luego volveré, no te pido que me esperes todo ese tiempo, si crees que no es posible lo entenderé, ya estoy siendo muy egoísta pidiéndote que esperes.

—Me gusta que lo seas, —acaricia mi mejilla —me gusta que digas lo que quieres, que no lo guardes, que digas lo que realmente te importa y hagas lo quieres... Eres increíble Marinette, lo intentas, lo intentas siempre... No te detienes... Por eso decidí que podría esperar por tí, porque quiero intentarlo, así que esperaré lo que sea necesario.

Mis sonrisa y confianza crecen, su mano se mantiene sobre mi mejilla y poco a poco nuestros ojos se cierran dejando avanzar la cercanía de nuestros rostros.

— ¡Marinette!

Nuestras miradas suben notando a Adrien totalmente agotado, ambos nos ponemos de pie mirando como su guardia lo sigue a paso rápido en un intento de atraparlo, él de pronto salta del puente y Luka se apresura junto a mi... Ambos tratamos de ayudarlo terminando aplastados por él. Adrien eleva la mirada, sus ojos van a Luka y luego vienen a mi.

—Marinette... —se pone en pie —necesito hablar contigo —toma mi muñeca — ¡Lo siento, y gracias Luka!

Con paso rápido me aleja de ahí, mi mirada vuelve a Luka quien solo niega divertido dejándome ir, hay... Un sonrojo sobre sus mejillas, su sonrisa es amplia, parece feliz. Encantada me apresuró a seguir a Adrien.

— ¿A dónde estamos yendo?

— ¡Un poco lejos! Solo un lugar donde no nos encuentren.

— ¡De hecho, necesito ir a tu casa!

Él se detiene sorprendido, la duda de hace de su rostro y yo solo puedo reír soltando mi mano de la suya.

—Necesito hablar con tu padre Adrien.

— ¿Para qué? —niega.

—Voy a tomar su propuesta e iré a New York.

Tragando grueso toma mi muñeca nuevamente y me guía hacia la calle para detenernos en un pequeño callejón dónde mirá con seriedad mis ojos.

—Eres Ladybug.

—No —sonrio tranquila.

—Eres Ladybug Marinette.

—No lo soy.

Él traga grueso —Me quieres...

La sorpresa me llena —No... —musito apenada.

—Marinette todos lo dicen, me quieres.

—Te quería —confieso —lo hacía... —busco su mirada —al falso Adrien Agreste, el súper modelo, genial, amable... Falso...

Él retrocede sabiendo que es la verdad, de pronto su guardia llega y él solo eleva la mano pidiendo que detenga su andar.

—Eres Ladybug.

—No lo soy.

—Lo eres.

—... No debes de saberlo.

—Pero lo sé... y tú sabes que yo soy...

—No lo sé Adrien.

Tragando grueso pasa la mano entre sus cabellos y admira el lugar, su guardia que espera y mi negación absoluta.

—No me quieres, no eres Ladybug... ¿Acaso eres una mentirosa?

Suspiro —Se que ésto te lastima Adrien, pero así son las cosas... Te quería, —confieso tranquila —me gustabas, me sentía atraída por tí... O más bien, por un Adrien falso, alguien que no eres... Así que, realmente, esos sentimientos —sujeto mi pecho —no eran del todo ciertos.

— ¡Deja de jugar!

Su grito nos estremece a ambos, Adrien parece muy alterado, su guardia parece tan preocupado como yo... Él está enfadado, llorando. Abrumada me acerco hasta abrazarlo, me acerco a su oído.

—Los sentimientos cambian... Me gustabas, tú eras por quién yo no podía salir con Chat Noir.

Su llanto cede, sus manos se deslizan a mi espalda mientras comienza a sollozar.

—Eres una buena persona Adrien Agreste, un buen amigo... Pero me he enamorado de alguien más.

—Marinette... —se aferra a mi cuerpo —lo siento por no haberme dado cuenta.

Su guardia duda sobre sus acciones y le pido con la mirada que nos de un segundo para calmar la situación.

—Quiero que me escuches claramente Gatito, —sujetando sus mejillas lo hago mirarme —No estoy lista para esta gran responsabilidad, no puedo mantener mi vida ordinaria y mi vida secretas alejadas porque una interfiere con la otra... Lo siento, pero... Necesito renunciar a salvar París, y para hacer eso... —tiendo mi mano —debo devolver los Miraculous a un nuevo guardian.

—Por eso te vas.

—Si.

Sus ojos dudan sobre los míos, pero finalmente suspira quitándose el anillo de dedo para dármelo.

—Eres alguien increíble Adrien Agreste, tienes amigos que te aprecian, gente que te aprecia... Sea como sea, tu padre te quiere... —acaricio su cabello —aun sin estos... —quito mis aretes —se que podrás estar bien... Tikki, plaga, salgan.

Ambos se miran y luego nos miran, sus miradas bajan con desanimo y nos abrazan entre un leve llanto.

—Creo que es el final.

—Eso parece...

Ambos se abrazan y luego nos miran.

—Adrien, fuiste el mejor, me agradas... Y te voy a extrañar.

Llorando se aferra a Adrien quien solo ríe levemente comenzando a llorar de nuevo.

Tikki viene y me susurra lo mucho que le ha gustado trabajar conmigo, besa mi mejilla y simplemente sonríe entre un asentimiento... Ambos se miran y se ocultan dejándonos hacernos cargo.

—Mi padre no cederá sobre ese viaje, te quedarás y tendrás que dar lo mejor en New York.

—Lo haré.

—Se que lo harás.

Su brazo pasa sobre mis cuello y entre su abrazo me guía al auto de su guardia, él nos abre la puerta y nos dirige a la mansión agreste.

— ¿Dejarás a los otros despedirse?

—Si...

—Ay que ver el lado positivo, Alya tendrá la noticia primero.

—Si, —rio levemente —hasta podrá entrevistarnos.

— ¿Y que harás sobre Luka? —sujeta su nuca avergonzado —creo que los interrumpí de un beso...

—Si... Él dijo que esperara por mí... —sujeto su mano — ¿Estás bien?

—Si... Fue un poco, —rie —mucho que procesar, pero... Lo hago bien, lo estoy haciendo bien Bugaboo.

Entre nuestras risas simplemente perdemos nuestras vista en el paisaje... El padre de Adrien me hará partir cuánto antes, yo lo sé, así que... Posiblemente el tiempo que me quedé con los chicos sea poco... París estará desprotegida hasta que encuentre a otro guardian que se haga cargo de los Miraculous.

Al llegar, Gabriel Agreste es rápido en su decisión, progama el viaje y pide a su asistente que preparé los trámites correspondientes, Adrien nos ha dejado solo para hablar.

—Adrien es... Infeliz, está triste y apartado de sus amigos... Si no me cree, puede preguntar a su guardia lo que pasó hoy... El como Adrien estalló... —bajo la mirada —los sentimientos no son malos, llorar no es malo, lo malo es contener todo nuestro dolor... Eso nos enferma, nos lastima... Temo qué... Qué Adrien sea akumatizado por todos esos sentimientos... Temo que algún día lo akumatizen... —subo la mirada —Me voy a marchar, y aunque no lo crea su hijo y yo somos muy cercanos, hablamos mucho, nos entendemos... Él me cuenta sus cosas... A veces lo hace... Déjelo encontrar a un remplazo para mí, o al menos déjelo salir con sus amigos, aunque sea un momento... Una hora... Media... Él intenta cumplir sus demandas, él intenta ser un buen hijo, pero también... Quiere intentar ser un adolescente normal, salir con sus amigos de vez en cuando... Reír ampliamente.

El hombre permanece estoico, su mirada fría apenas y se relaja un poco, pero parece pensarlo. El hombre suspira y con un asentimiento me anuncia que mañana mismo enviará los papeles a mis padres para que los firmen, y en tres semana podré partir. Al salir abrazo a Adrien fuertemente, él sonríe conteniendo su llanto mientras se aferra a mí... Su padre nos mirá, nos analiza, lo analiza a él y traga grueso... Hace señas a su secretaria y le pide ver el horario de su hijo.

—Um... Mañana luego de la escuela, deberías acompañarme a despedirme de los chicos, de todos.

—Cuenta con ello.

Despeina mi cabello y tomando aire parce más relajado, su mano viaja a mi bolso dónde el anillo de plag permanece, su sonrisa disminuye un poco... Y solo asiente despidiéndose.

La mañana siguiente se anuncia mi deceso de la escuela, los chicos se acercan abrazándome con tristeza para despedirse; Adrien me anuncia que su padre le ha dejado toda la tarde libre para que pueda despedirme correctamente y por primera vez lo veo sonreír de forma espléndida ante aquellas llamadas que siempre lo entristecían. Llegada la salida de la escuela puedo ver a Luka esperarme fuera, bajo a prisa pidiendo un momento a mi grupo de amigos.

—Ey, lo siento pero... Necesito hacer algo con Adrien, ¿Te molesta si quedamos más tarde? Mi madre quería que fueras a cenar a casa.

— ¿He? —la vergüenza pinta sus mejillas — ¿Enserio?

—Si, ¿Qué te parece?

Él sonríe entre un asentimiento, y sin dudarlo más me acerco hasta poder besar sus labios, Luka sonríe con algo de sorpresa y vergüenza... Admira a mis amigos y se acerca Sujetando mi barbilla para regresarme el beso, sin dudarlo sonrío siguiendo por un segundo sus labios, y luego me separó algo avergonzada para verlo marcharse con una amplia sonrisa, las chicas vienen enseguida entre burlas y felicitaciones. Al volver la mirada puedo ver a Adrien sonreír tranquilo, el auto llega y al segundo me despido de las chicas para ir a su lado. Nos instalamos en un café internet donde su guardia se pierde en una telenovela mientras nos escabullimos.

—Bien, está será la última vez que vamos a usarlos, —entrego su anillo —los llevaremos con sus portadores para la última despedida... Chloe debe ser la última, hay que tener cuidado.

—Correcto Bugaboo, vamos a hacer ésto.

—Estas en ello gatito.

Nuestros Miraculous son activamos y Tikki junto a Plaga nos miran con animos para brindarnos su poder.

La despedidas son algo largas y llenas de llanto, las horas pasan y es Chat Noir quien captura a Chloe para poder dejarla despedirse... Le explicamos lo que ocurrirá, y aunque parece dolida y apenada solo accede despidiéndose con tristeza, pidiendo disculpas y simplemente aceptando que es hora de irse.

—Todos se han despedido...

—Excepto Luka... —me mira — ¿Estás segura de dejarlo saber?

—Ya no voy a volver a transformarme, me iré... Él estará a salvo.

—Entonces... —acaricia mi cabello para besar mi frente —suerte... —suspira —debo volver a casa, al parecer papá comerá conmigo.

—Suerte con eso.

—Suerte con lo tuyo.

Tranquilamente me entrega su Miraculous y da una reverencia caballerosa despidiéndose de mí. Plaga lo mirá marcharse y vuelve a su lugar mientras nos marchamos. Al llegar a casa me quito la transformación en un callejón cercano y llegó por la calle principal saludando a mis padres que de alistan para cerrar la tienda y anuncian que la cena está servida, yo subo para arreglarme.

Al poco rato Luka llega, me he soltado el cabello, me he puesto un vestido que mi madre me ha regalado... Y he bajado, con mis pendientes en la mano, él parece maravillado.

—Wow, te ves hermosa.

—Gracias, simplemente... Quería lucir bien hoy.

—No será exactamente una cita —bromea haciendo reír a mis padres —pero tienes razón, es una ocasión importante... —se gira a mis padres —gracias por invitarme.

—No es nada, no es nada, pasa a tomar asiento por favor.

—La cena te va a encantar.

La plática es animada, Luka sabe interactuar con mis padres y parece que de verdad les agrada, su mano y la mía se mantiene sujetas bajo la mesa mientras reímos juntos. La hora de marcharse llega, lo llevo a la salida... Observo el lugar vacío y las persianas cerradas, él nota mi mirada y algo apenado toma mis manos para acercarse a mis labios, pero lo detengo algo avergonzada.

—Si, también quería hacerlo, pero... Quisiera confesarte... La razón por la cual siempre me marchaba con excusas ridículas.

—Pero dijiste que no podías hacerlo Marinette, no hay problema si no me hablas de eso... Confío en tí.

—Y lo sé, eres comprensivo... Pero necesito decirte.

Él da un asentimiento y yo me apartó unos pasos... Me coloco los pendientes y dejó mi transformación salir... Mi mirada sube a su rostro apenas sorprendido, yo sonrío y tomando su mano le entrego su Miraculous.

—Luka Couffain... Portador del brazalete de la serpiente, te permito despedirte de tu Kwami.

Luka comprende con rapidez y se coloca el brazalete por última vez despidiéndose y agradeciendo por el poder que le había otorgado su Kwami... Con su despedida terminada, Luka vuelve la mirada sobre mí y me devuelve el brazalete.

—Fue un placer Ladybug, me supongo... Que ya no salvarás París.

—Ni ningún lugar, regresaré mis Miraculous al igual que tú... Ser el encargado de tal poder es difícil, entregaré todos los Miraculous a alguien que pueda con ello... Un verdadero guardian.

—Tu eras una verdadera guardiana... Simplemente, te dieron el poder siendo demasiado joven.

El recuerdo de mi maestro regresa a mi mente... Su historia, sus palabras... Mi sonrisa sale, y Luka me abraza.

Lo más difícil... Es crecer, tomar responsabilidad... Mejorar. Todos cometemos errores en nuestra vida, niñez, adolescencia, madurez, hasta en la vejez... La vida es una suma de nuestros errores, el aprender de ellos y sacar una cuenta nueva y mejor... El error es solucionable, siempre lo es... Yo buscaré mi solución, quizá no entregando mi responsabilidad a alguien más, quizá... Entrenandome para ser mejor.

Últimas noticias, como ya muchos han visto en el videoentrevista de la joven reportera Alya Cesair, al parecer Ladybug y Chat Noir estarán dejando de proteger París por tiempo indefinido, los super héroes nos comentan la dificultad de llevar una doble vida y mantener a sus familias a salvo del mal... De parte de todo París, —se pone de pie —agradecemos enormemente todo lo que han hecho por nosotros, y esperamos que puedan volver algún día, pero si no es así... Tengan en cuenta que los parisinos somos gente poderosa y tenaz, podemos arreglar las cosas por nuestra cuenta, muchas gracias, Ladybug y Chat Noir, muchas gracias.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro