La historia de los pezones de papá

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ADVERTENCIA: INCESTO.
Si no te gusta te invitó a pasar a ver las demás historias, no todas son de este tipo y alguna te puede llegar a gustar. Te pido que no vengas a insultar y que solo te brinques la historia, gracias.

La vergüenza le llenaba la cara cuando por milésima vez le comentaban sobre aquel tema con los pezones de su padre. Estaban en la cena familiar y dentro de poco la noche de chicas iniciaría así que Boruto y su padre se quedarían solos, pero antes de eso debían volver a mencionar ese tema tan vergonzoso para el rubio de menor edad.

-Bueno, dentro de poco las chicas vendrán por nosotras así que... -soriente se pone de pie - ¿Puedo encargarles los platos sucios?

- ¡Si, claro! -eleva el brazo sosteniendo su músculo - ¡Yo me haré cargo!

-Yo no -exhala un suspiro entre su avance -limpiare la mesa por ti mamá, pero después de eso me voy a mi habitación viejo.

El rubio sonríe divertido y solo da un asentimiento mientras la menor de la familia corre hacia su él abrazándolo entre su despedida para luego volver hacia su hermano abrazándolo por la espalda.

- ¡Oye hermano mayor! Trata de no comportarte mal con padre.

Entre un suspiro entorna la mirada -Veré que puedo hacer -rie.

La chica sonríe animada, pero antes de poder decir cualquier otra cosa el timbre de la puerta la hace salir corriendo al lado de su madre, las chicas se despiden con un grito en la entrada mientras Ino y Temari prometen cuidarlas esa noche.

-Bueno Boruto, ahora estamos solos así que... -regresa la mirada atrás - ¿Qué quieres que hagamos? Después de terminar con estos trastos bien podríamos jugar un juego de mesa o ver una película... ¿Qué piensas? -cuestionaba preocupado -Solo un rato.

-La película, pero solo por un rato, quiero subir a dormir temprano hoy.

-Oh... -inquieto traga grueso mientras lo mirá de reojo - ¿De verdad dormirás? ¿O acaso te vas a escapar de casa o...?

-No alucines viejo, pero si -entorna la mirada encogiendose de hombros -no dormiré, voy a jugar un rato.

-oh, bien, bien, está bien -sonrie.

Sin más cada uno estuvo en sus cosas hasta que llegó la hora de sentarse al sofá y escoger alguna película, Naruto las puso todas en la mesa y solo espero hasta que su hijo escogiera alguna, Boruto eligió una de acción y ambos tomaron asiento luego de apagar las luces y acercar unas botanas. Al término de la película Naruto se estiró mirando a su hijo bostezar entre el rascar de su nuca.

- ¿Te aburrió? -cuestionaba interesado -No estuvo tan mala... Y la parte en la que el tren casi caía de las vías era buena.

-Se veía algo falsa, pero tienes razón -sonríe -la parte del tren estuvo algo buena, además los actores tenían lo suyo.

-Eran gracioso -rie.

- ¡Exacto! Nunca dije que fueran buenos actores, más bien parecían bromistas -rie animado.

El mayor sonríe siguiendo la risa de su hijo y al tranquilizarse solo se detiene admirando el rostro sonriente de aquel chico y suspira atrapado en el confort.

-Hace tanto que no hacemos este tipo de cosas, me gusta pasar el tiempo contigo Boruto.

El menor sube la mirada -Es divertido cuando no me dejas plantado -bromea sonriendo levemente.

-Bueno... -expresaba apenado -A menos que quieras retomar lo de los juegos de mesa o ver alguna otra película, creo que eres libre de ir a dormir.

El chico dudó un poco, pero finalmente se puso de pie suspirando entre su sonrisa.

-Lo siento papá, pero de verdad es un torneo importante para mí y debo hacerlo en mi habitación.

-Si -rie tranquilo -no te preocupes, lo entiendo, pero enserio me gustó pasar esta noche contigo Boruto -se pone de pie -entonces yo limpiaré por aquí y espero luego de tu torneo vayas a tomar un baño.

-Claro -sonrie.

El chico apenas tomaba camino fuera de la sala cuando se detuvo regresando la mirada al hombre que ordenaba las películas y limpiaba la mesa de centro.

-Sobre... Esa historia vergonzosa... de mí y tú pecho... -musita desviando la mirada con vergüenza - ¿Por qué tienen que recordarlo tanto? Siempre lo cuentan y es tan vergonzoso que... Quisiera que no lo hicieran.

El hombre dudó un poco y simplemente dejo las películas en su lugar para asentir brindándole tranquilidad al chico que subía rapidamente hacia su habitación.

La noche paso lentamente entre un animado juego en la habitación del rubio que de pronto gritaba a todo volumen entre su ánimo y el nombrar de sus amigos; eran las doce diez de la noche cuando su partida termino y ya se había despedido de sus compañero, el joven pateó levemente su escritorio para impulsarse en la silla mientras se estiraba con cansancio y satisfacción; su mirada viajo al reloj, y luego de fruncir los labios solo se puso de pie para tomar sus cosas de baño y avanzar hacia la ducha, su padre le había pedido que se bañara después de todo.

Era raro, hacía bastante tiempo que ellos dos no tenían un momento de ese tipo, padre e hijo, juntos... Charlando sin peleas de por medio, fue poco, pero para alguien que apenas y se hablaba eso era bastante bueno.

- ¡Mngh! ¡Aaah! Mierda... -musitaba al final - ¡Mngh!

Boruto se detuvo en seco al escuchar aquellos gemidos y quejidos, sus ojos se abrieron con sorpresa y la curiosidad se apoderó de él haciéndolo volver un paso atrás; aquellos ruidos venían de la habitación de su padre; obviamente la masturbación era normal hasta para el hokage, pero... La curiosidad le llenó ante lo algo fuertes quejidos de aquel hombre de alto rango. Aunque dudoso, acercó su mano a la perrilla... La giró, y por la leve apertura de la puerta pudo observar la escena posiblemente más extraña que jamás vería en su vida.

- ¡Mngh! ¡Aaah! ¡Más... Más! ¡Aah!

Recargado de la cabecera de la cama, Naruto inclinaba la cabeza hacia atrás mientras con su mano izquierda apretaba sus pezones y con la derecha... Introducía un aparato en su entrada; Boruto trago grueso mirando al kazekage estremecerse con un rostro completamente extasiado en el placer, su miembro estaba vigoroso y se meneaba entre cada cadereo contra aquella máquina que vibraba entre sus piernas; suspirando al aire, soltando esos quejidos indecentes, con las piernas abiertas... Penetrandose.

- ¡Aaah! -sujeta su miembro -ya casi... Ya casi...

De pronto se extendía hasta tomar una rara máquina que Boruto podía distinguir con los rayos de la luna, y reconocer. «La máquina de succión de Mamá» pensó sorprendido. Pero la sorpresa fue aún más cuando miró a su padre ponerla sobre su pecho, ese hombre estoico y sumamente sonriente que parecía ajeno a cualquier cosa vulgar... Gemía, se penetraba, y se succionaba los pezones al punto del éxtasis. Sin poder controlarse, Boruto trago grueso y al mirarlo deslizarse sobre las sábanas llegando a su clímax solo pudo abrir los labios con sorpresa y tambalearse hacia el interior de la habitación interrumpiendo tal masturbación. Naruto tragó grueso, y suspiró sorprendido, pero... Simplemente sonrío.

-Mm... Boruto, ¿Ibas a ir a ducharte?

El chico trago grueso y tomando su compostura solo asintió sin soltar el pomo de la puerta.

-Mm... -asiente quitando la máquina de su pecho -esto es vergonzoso... -rie levemente.

-Eso es... -apunta la máquina de su madre - ¿La máquina de succión de leche?

-Oh, si... -confiesa apenado cubriendo su erección con las sábanas -se que no querías que lo volviera a mencionar, pero debo mencionarlo para explicarme.

El chico asiente totalmente interesado en lo que ocurría ahí dentro.

-Bueno, verás...

Sus variaban, no podía dejar de ver el sonrojo en las mejillas de su padre, su respiración agitada, esos pezones erectos... Y la erección aún entre sus piernas, estaba sudando.

-Tú comenzaste a chupar mis pezones cuando eras pequeño, ya lo sabes, y pues... No te detuviste hasta los cuatro años... Yo no sé qué ocurrió ahí, pero... Ellos -apunta su pecho -se volvieron algo sensibles, con solo rozarlos suelen reaccionar y... La verdad -sonrie apenado -aunque suene raro es... Es... Una increíble sensación la que me llena cuando los frotó al mismo tiempo de masturbarme... De verdad lo siento, es muy vergonzoso...

Boruto trago grueso y aunque dudoso, solo entrecerro la puerta y avanzó al lado de su padre sentandose en la cama, el hombre tomo porté y relamiendo sus labios esperó por las palabras de su hijo.

- ¿Y abajo?

Su vida se le fue al desagüe, sintió palidecer por completo, su cuerpo se enfrió y apretando la sábana entre sus piernas solo subió la mirada al techo.

-El... ¡El punto G! Es... Es... Bueno es... Algo que a nosotros los hombres nos lleva aún más al éxtasis... -explicaba con la vergüenza pintando hasta sus orejas -Es... Una sensación muy buena... Es como venirse, pero diez veces mejor....

El chico asintió regresando la mirada sobre el rostro avergonzado de su padre que se desvíaba del suyo, y luego bajó, sus pezones estaban rojos y erectos; la curiosidad lo llenaba y de cierto modo... Lo excitaba. Aunque su mano dudará un poco, la dirigió hacia el pecho de su padre tocando únicamente con el dedo índice aquel pezón derecho; el hombre se estremeció con prisa apretando todo el cuerpo.

- ¡Mngh!

Boruto se sorprendió y estremeció por igual al ver aquel rostro lleno de deseó, los ojos azules de su padre viajaron a los suyo y Boruto entre abrió los labios apretando entre sus dedos aquel pezón que hacía bajar la cabeza de su padre; la máquina entre sus piernas seguía vibrando, era el único sonido, además de los gemidos de su padre, que llenaba el lugar.

-Oye papá... ¿Puedo volver a hacerlo? -expresaba apenado bajando la mirada -chupar... Tus pezones.

El hombre se estremeció ante tal idea, y simplemente subió la mirada notando como su hijo cubría su entrepierna y avergonzado desvíaba la mirada; algo indescriptible le lleno el alma, la lujuria se apoderó de él e inclinandose un poco acarició la mejilla de su hijo para atraer su mirada, asintió.

-Venga, siéntate en mi regazo.

El chico se estremeció y quitándose las pantuflas siguió el mandato de su padre. El hombre le acunaba como a un bebé y Boruto solo veía esa sonrisa llena lujuria y temor en el rostro de su padre, pronto se echaría para atrás si no tomaba acción. Apretando los labios se acercó a aquel pezón mirando y sintiendo la desesperación de su padre, y al mismo tiempo, su duda. La lengua del menor recorrió aquella piel rojiza y erecta haciendo estremecer al hombre en la cama que apretaba los labios para no gemir; mientras apretaba el pezón derecho entre sus dedos, Boruto acercó su boca succionando aquella piel y haciendo contraer a su padre sobre él.

- ¡Aah! ¡Mmm! Boruto...

Su respiración rápida y profunda, Boruto siguió con los suyo mientras su mirada no se apartaba de aquel rostro enrojecido y jadeante, era una locura, pero le excitaba ver a su padre desecho de placer al ser tocado de tan obscena forma; de un momento a otro se incorporó y jalando a su padre por la nuca beso aquellos labios jadeantes, Naruto dudó, pero su hijo estaba entregado a ello... Y eso le excitaba bastante.

-Boruto -musitaba sobre sus labios.

El chico sonrío al sentir el seguimiento de su padre; los besos seguían siendo cada vez más profundos mientras la mano de Boruto ya viajaba por completo sobre aquel pecho presionado entre su pulgar e índice aquel pezón erecto, pero no fue hasta que presiono la máquina entre las piernas de su padre que Naruto por fin se vino.

El hombre estaba jadeante con una sonrisa inmensa en el rostro, caía sobre las sábanas desechas mientras su hijo lo admiraba apretar los labios lleno de placer, Naruto abrió sus ojos y los dirigió a su hijo que antes de si quiera pensarlo quitaba la sábana que cubría la entrepierna de su padre, aquella máquina seguía vibrando, brincando en el interior de su padre; Boruto trago grueso apretando su entrepierna al notar aquella entrada ser un lío lleno de fluidos.

-Mm... Boruto, ¿Quieres... Meterla? -suavemente desliza sus dedos sobre la pierna de su hijo -estas erecto... ¿Tú quieres meterla? -aprieta los labios sacando la máquina de su interior -aquí... ¿Quieres hacerlo?

El chico dudó permaneciendo en silencio, y sin más se sacó la ropa para ponerse entre las piernas de su padre, Naruto sonrío abriéndose aún más de piernas para su hijo que le observaba la entrada lleno de ansias y dudas.

-Solo métela, te será fácil hacerlo.

- ¿Y a tí... Te duele? -posa las manos sobre las piernas de su padre.

El hombre sonrío complacido con tal pregunta adorable, y acariciando la mejilla de su hijo solo acercó sus caderas al miembro erecto del menor, Boruto apretó el cuerpo al sentirse entrar y solo se aferró a las piernas de su padre que sonreía complacido. Sin preguntar más ni pensarlo, el chico comenzó a embestir a aquel hombre haciéndolo contraerse y estremecer sobre aquella cama; posando las manos a los costados de su pecho, Boruto se inclinó sobre el pecho de su padre comenzando a lamerlo, de un momento a otro a masturbarlo, y Naruto moría de placer gimiendo y mordiendo su labio de vez en cuando, apretando el miembro en su interior y moviendo sus caderas contra aquel chico; Boruto se estremecía y gruñía contra el vientre de su padre siguiendo aquellos movimiento, apretando sus caderas y enterrando las manos en su piel.

- ¡Mngh! ¡Aaah! ¡Aaah! ¡Dios! ¡Dios...! ¡Mngh....! -eleva las caderas sujetando los hombros de su hijo - ¡Más... Ahí... Ahí...! ¡Aaah! ¡Mierda! Déjame... Déjame darme la... La vuelta...

El chico se detuvo mientras su padre se giraba poniéndose en cuatro, tragó grueso al ver el trasero de su padre entregado a él, esa zona palpitante y expandida; con una sonrisa en cara deslizo las manos por el trasero de su padre hasta llegar a su espalda baja, apretó sus caderas y de un momento a otro pego una fuerte nalga que hizo estremecer al hombre de mayor edad con la cara entre las sábanas.

-Mmm... Boruto... Vamos, penetra a papá.

El chico sonrío estremeciéndose y se posicionó detrás suyo comenzando a embestirlo con fiereza, el mayor gemía contra las sabanas mientras se masturbaba el miembro y sus pezones rozaban contra la tela.

Al cabo de un rato, cuando ambos llegaron al éxtasis; se miraron sobre la cama, uno al lado del otro, con el pecho agitado y el cuerpo lleno de sudor. Boruto apretó los labios y entre un suspiro se giró hacia su padre.

- ¿Podríamos volver a hacerlo alguna vez?

- ¿He?... Bueno -rasca su mejilla -no lo sé, se sintió muy bien y fue... Sumamente excitante, pero -acaricia el cabello de su hijo -eres mi hijo y hacer ésto está mal.

El menor suspiro abatido y simplemente se levantó de la cama, su padre estaba exhausto, el semen que había expulsado en su interior manchaba las sábanas, pero aquel hombre parecía seguro de no volver a hacer aquello.

-Ire a bañarme entonces.

-Si... -se cubre con las mantas -lo siento.

El chico salió entre un suspiro mientras aquel hombre suspiraba por igual y llevaba la mano hacia su entrada tocando aquel líquido espeso y caliente que aún salía de su interior, y se contraía al recordar lo pasado. Pero... No podía volver a pasar.

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Dedicado para: SINGLE-SASUKE

Espero te hayan gustado, estoy trabajando en las otras parejas que pediste.

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