¿No te diste cuenta?

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Historia dedicada para:
MelanniAdaly
Siguiendo la dinámica (Historia basada en una canción) la canción que estamos utilizando es: Mi vendaval de Mon Laferte.

(Añadida al final del capítulo)
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—Oigan, Jhon y yo iremos a patrullar un poco...

Su mirada analiza al menor de la mesa con suma desaprobación, pero Damián ni siquiera se inquieta por esa mirada que le han dirigido siempre. Wally gruñe con enfado y dirige la mirada hacia Dick que le mira curioso, y sin más que decir se marcha dejando a los dos azabaches quedarse entre sus papeles.

—Oye, —patea la pantorrilla de su hermano por debajo de la mesa —los dos solecitos parecen enfadados... ¿Qué hiciste?

Furioso vuelve la mirada a sus papeles — ¿Por qué yo debería haber hecho algo?

—Facilmente... porque eres un pequeño y gruñón desastre —bromea con una sonrisa.

— ¿Solo yo? —eleva la mirada burlón —Bueno si... Tienes razón, —sonríe de lado —tú solo eres un desastre.

Con enfado, el mayor le propina una patada en la espinilla que logra hacerlo levantarse de su asiento tocando la parte afectada.

—Solo digo... —suspira revolviendo sus documentos —Ese chico, está muy apegado a tí, es obvio que le gustas, no sé porque sigues ignorando ese echo.

— ¿Qué? —eleva la mirada confuso.

—Jhon, tú le gustas Damián, es muy obvio por la forma en que te soporta, cualquier otro ya hubiera huido de tu lado, pero él sigue ahí siguiendo tus órdenes al pie de la letra para complacerte.

—Estas demente, —toma asiento —solo somos buenos amigos... —vuelve a analizar sus documentos —si quieres hablar de personas enamoradas hablemos de Wally, ese tipo si que está perdido por ti.

— ¿Wally? —rie negando —somos amigos eso es todo... —recargandose de su asiento espera las palabras del más joven.

— ¿Te das cuenta que hemos dicho la misma estupidez? —menciona Damián.

Ambos chicos se dejan caer hacia la mesa posando ambas palmas sobre la superficie mientras se miraban llenos de sorpresa.

— ¿Crees que le gustó? —expresan al únisono.

La vergüenza los llena y dejándose caer en sus respectivas sillas solo desvían la mirada del otro para ponerse a pensar seriamente en lo que decían.

—Jhon... Primero si parecía verte como amigo, pero en las últimas misiones ha estado más preocupado que de costumbre por tí... También te mirá de forma boba cuando no te das cuenta.

—Wally no es bueno ocultando cosas, así de simple te lo digo, se nota a primera vista con cada acercamiento tuyo que lo hace sonrojarse.

Un silencio reina en la mesa mientras sus mentes vuelven al pasado cuando aquello pudo haber ocurrido.

Ambos pelinegros elevan la mirada y al segundo se ven Sujetando sus cabezas con preocupación.

— ¡A eso se refería en la mañana! —exclamá Damián.

— ¡Por eso estuvo adulandome toda la tarde de ayer!

— ¿¡Se té declararon ayer idiota!? —cuestionan al contrario.

Entre su enfado ambos cubren su rostro con la palma de sus manos mientras susurran maldiciones.

— ¡No me jodas! —levantandose tiende las manos hacia la puerta — ¡Por eso Jhon no se despidió de mí y está mañana ni siquiera fue a despertarme!

—En eso sí me ganas a ser un idiota, al menos Wally no es tan apegado a mí... Lo más notorio sería que no me saludo en el desayuno ni se sentó a mi lado para... —expresa con desanimo —hablarme de cualquier cosa.

—En lo idiota empatamos.

En un rápido andar ambos toman camino por sus trajes, sin decirse nada cada uno toma su motocicleta y salen a las calles de la ciudad en busca de sus parejas. Las miradas de ambos chicos tras aquel antifaz negro varían de un lado a otro mirando en cada esquina y callejón posible, sacando las cabezas para mirar en los techos, sin decirse nada seguían ayudando al contrario.

*—No veo a ninguno de los dos, ¿Ves algo Damián?

—No, creo que... ¡Espera! Avenida treinta y dos, acaba de pasar corriendo Wally.

*—Voy para allá, gracias, y suerte con lo tuyo.

—Si, creo que ya lo tengo... Nos vemos en la mansión más tarde.

*—Entendido.

Aumentando la velocidad de su motocicleta, Dick tomaba curvas como si alguien lo estuviese persiguiendo mientras su mirada iba directa a aquella tenue luz roja que atravesaba por las calles por momentos.

— ¡Chico Flash!

Ante su fuerte grito observa aquella mancha roja detenerse, y se apresura a frenar. El fuerte rechinido causa un dolor en los oídos del pelirrojo que se encorva cubriendo sus oídos. Al bajar del auto Dick camina directamente al pelirrojo hasta poder acorralarlo contra un callejón de la ciudad.

— ¿Qué... Qué haces Dick?

El azabache sonríe al percatarse del sonrojo en las mejillas del pelirrojo y sin dudarlo se acerca a los labios de aquel chico...

— ¿He?

Dudoso gira la mirada observando como en un segundo el pelirrojo huyó de entre sus brazos; la duda lo llena y Sujetando su nuca avanza con algo de duda.

— ¿Acaso yo no te gusto Wally? Es qué... —apunta hacia atrás —hace poco Damián dijo que era obvio que yo te gustaba y está mañana...

— ¡Cállate!

Al instante el pelirrojo cubre la boca del azabache mostrando la verguenza en lo rojo de sus mejillas; Dick dudo en sus acciones, pero se detuvo ante la mirada preocupada delante suyo.

—No... No digas tonterías tan alto, alguien podría oírte... Estamos en la calle Dick, la gente puede estar grabando.

Su sonrisa crecía detrás de aquella mano, y apenas sujetó la mano del pelirrojo lo hizo avanzar hacia el coche para encender la marcha.

—Entonces... ¿Es cierto o no? ¿Yo te gustó?

El hombre a su lado bajo la mirada algo incómodo con la plática y simplemente se mantuvo en silencio.

—No puedes ignorar siempre esto Wally, es decir... Lo siento, fui un idiota al no darme cuenta, pero... No es como que odie saber que te gustó.

— ¿Me vas a decir que yo te gustó? —sonríe bromista admirando la seriedad en los ojos contrarios —No son lindas estas bromas Dick... —suspira —sé que no te puedo gustar, tienes un gran lista de conquistas femeninas.

— ¿Y qué? ¿Eso es una definitiva sobre mis gustos? ¿Y si me gusta alguien más? Un hombre?... —lo observa de reojo — ¿Y si me gustas tú?

—Eso es... —baja la mirada con inseguridad —ridiculo, ni siquiera tengo algo en común con todas las chicas que te gustan.

—Eres pelirrojo —rie levemente.

La sorpresa se vuelve en una gran risa de incredulidad, el chico pelirrojo golpea aquel brazo con su puño logrando hacer salir la risa del azabache.

—Vamos a la mansión Wally, allí podemos hablar mejor.

—Bien... Pelirrojo, es verdad.

Sujetando su frente sigue riendo muy divertido mientras recordaba todas aquellas conquistas del hombre a su lado, pero las inseguridades seguían en él.

Brincando entre azoteas, Damián se columpiaba de edificio en edificio siguiendo difícilmente el distraído vuelo del chico con traje azul y rojo.

— ¡Idiota!

Ante su grito y cansancio el gancho lanzando se soltó dejándolo caer. Al percatarse de aquello Jhon descendió enseguida tomando en brazos aquel chico antes de que cayera.

—Oh mi... —exhala un suspiro —no sabía que me seguías, casi caes y es muy alto como para que no te hirie...

Dejándolo en total silencio Damián tomaba del traje a aquel chico atrayendolo a sus labios, Jhon estaba sorprendido, pero... No le molestaba seguir con aquel beso. Con los ojos cerrados ambos descendían de a poco hasta sentirse tocar el suelo... Alejándose miraban atentamente al contrario y Jhon simplemente sonreía.

— ¿Qué ha Sido eso?

—Pues... Nada muy especial, simplemente... Creo que... —desvia la mirada susurrando —creo que me gustas o algo así.

— ¿De verdad? —inclina la cabeza — ¿De verdad? ¿De verdad? —sujeta los hombros del contrario — ¿Escuché bien? ¿Damian estoy alucinando? ¿Quizá en un sueño o golpeé mi cabeza entre el vuelo?

Con una patada en su pantorrilla Damian daba media vuelta entre su enojo y vergüenza, Jhon se quejaba levemente entre una sonrisa.

—Ayer... —musita nervioso.

— ¡Oh! Lo de la mañana... —asiente animado —si... Quería declararme a tí, pero ocurrió todo aquello con el villano y luego el trabajo de la empresa que tenías... —ladea la cabeza —estabas enojado y ocupado así que comprendo que no me hayas querido escuchar, pero... No pude evitar sentirme decaído.

— ¿¡Y lo mejor que se te ocurrió fue ignorame!? —vuelve la mirada a él.

—Ha... ¿Lo siento? —rie rascando su cabello —me sentía deprimido.

—Solo no vuelvas a ignorarme y solo irte... Es molesto.

— ¡Muy bien! —Decia radiante.

El pelinegro de menor estatura sonrío levemente y simplemente suspiro acariciando el cabello del chico frente a él.

— ¿Quién es un buen chico?

— ¡No soy un perro!

— ¿Quién...? —extiende la mano.

Dudoso observa aquella mano.

—Yo... —toma la mano del de menor estatura —yo soy un buen chico.

Su sonrojo hacia reír levemente a Damián quién rápidamente subía en la espalda de su amigo para ordenarle volver a la mansión.

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¿Qué tal?... La verdad me detuve mucho en el proceso de hacerlo (por motivos personales) y siento que no me quedo tan bien... Lo siento. Espero te haya gustado.

La canción:

https://www.youtube.com/watch?v=9hetNE3gg2U


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