Con paso firme el azabache miraba de reojo al tipo de lentes que le seguía sonriente por los grandes pasillos de su mansión; al entrar en una habitación grande, el señor Wayne sujeto sus cabellos exasperado por las palabras del tipo de lentes y solo suspiro vencido.

— ¿Que quieres a cambio? Estoy dispuesto a darte lo que esté a mi alcance por tu silencio.

Clark sonrío y sacándose los lentes tomo asiento en el sofá azul de la sala mientras se cruzaba de piernas para verlo de frente, aquel hombre que nunca bajaba la mirada ante nadie, en ese preciso momento parecía desesperado y a punto de ponerse de rodillas.

—Yo no acostumbro hacer ésto, pero hace tiempo que te estoy viendo Bruce...

—Por favor, mantén las formalidades —levanta la mirada —despues de tal... Cobardía, al amenazarme con exponer mi identidad, yo no pienso bajo ninguna circunstancia entablar una amistad contigo.

—Bueno —suspira —no es una amistad lo que busco.

Extrañado, el hombre de pie retrocedió un paso algo preocupado por aquella confesión, pero la risa de Clark lo calmó un poco, tenía que ser un juego.

—Le exi... Le ruego —trata de calmarse —explicarme a qué viene todo ésto, y que es lo que desea.

—Bruce Wayne podría ser... Un tipo que pase tan sin importancia como cualquier tipo medianamente rico de la ciudad, pero... Eres enemigo de un amigo, y eso...

— ¿¡Qué!? ¿De qué amigo habla? ¡Por dios señor Kent! ¿Realmente alguien puede ser tan... Rencoroso! ¡Es decir, ni siquiera se de qué amigo me habla!

Sonriendo con calma afloja su corbata mirando el enfado en aquel hombre de traje elegante y ceño fruncido.

—Seria bueno saltarnos todo ésto... ¿Que le parece darme lo que quiero?

—Esta bien, da igual —exponia disgustado —continue por favor.

—A usted.

— ¿Qué?

—Lo quiero a usted.

Sin poder creerlo Bruce cuestionaba con una mirada desafiante a aquel hombre, Clark sonreía complacido con aquella mirada y solo se levantaba dirigiendose a aquel hombre que ante aquel paso seguro llevaba la mano hasta la parte trasera de su cinturón buscando su arma.

— ¿No lo entiende? —se acerca seguro —tengo un raro enamoramiento por usted.

—Debe estar demente —apuntaba el arma al cuello ajeno —Escuheme bien, soy la persona más influyente de ciudad gótica, su requiero deshacerme de alguien... Puedo hacerlo sin problemas... ¿Realmente quiere llevarme a esos extremos?

— ¿Y por qué no? —sujeta el arma contra su piel —Dispare.

Extrañado notaba la calma en aquel hombre y alejando el arma suspiraba rendido.

—A mi... ¿Que quiere de mí?

—Tu cuerpo, tus labios... Tú, por completo tú.

Sus oídos debían estar engañandolo, sonriendo giró hacia aquel hombre y avanzó con su habitual encantó seductor, suavemente deslizo la mano por el pecho de aquel hombre hasta llegar a su hombro, Clark sonreía complacido, pero de un momento a otro la rodilla de Bruce termino en su estómago haciéndolo contraerse del dolor. Bruce sonrío victorioso, pero antes de poder alejar su pierna sintió las manos del de ojos azules sobre su piel, Clark acariciaba con profundidad aquel muslo sorprendiendo y ruborizando al azabache frente a él que se apartaba con brusquedad casi cayendo en el proceso, de no ser por las manos que lo sostuvieron por la cintura y espalda con cuidado.

— ¡Usted... Está loco!

Sonríendo se alejaba con ambas manos en alto, y entonces la puerta de la habitación fue tocada, desviando la mirada y arreglando su peinado, el señor Bruce actuó con normalidad dejando entrar a Alfred.

—Mi señor —miraba de reojo a su acompañante —Le esperan abajo...

—Si Alfred, muchas gracias, dame un... Segundo —observaba con odio al de ojos azules.

—Mi señor, si me permite, si es que tiene algún problema con este... Señor... Yo podría hacerme cargo, no me molesta ensuciar mis manos.

Clark levantaba las manos en son de paz mientras daba zancadas hacia el sofá dónde volvía a tomar asiento con total calma.

—No es necesario Alfred, por favor, avisa a los invitados que me he sentido un poco mal... Y... Creo que será todo por hoy, yo mismo despediré al señor Clark de la mansión apenas arreglemos nuestro asunto.

—Como ordene señor.

Apenas aquel hombre de porte impecable abandono la habitación, Bruce entrecerro los ojos mirando atentamente cada músculo y facción de aquel hombre en el sofá, Clark sonreía con calma y entonces los ojos del Wayne se abrieron con sorpresa, a paso veloz se apresuro a avanzar rasgando la camisa del de ojos azules quien sorprendido solo reía ante tal acción.

— ¿Eso significa que lo harás?

—No —rie alejandose — ¡Debes estar bromeando Clark Kent! ¡Ahora conozco tu identidad! ¡Estamos en el mismo bote! —se acerca amenazante —No puedes amenazarme porque fácilmente yo puedo revelar tu identidad por igual.

Suspirando orgulloso sujeta con firmeza la cintura del magnate sorprendiendolo y avergonzando lo.

—Para mí no es gran problema, puedo irme de aquí cuando quiera, desaparecer y reaparecer sin ser visto —lo acerca —pero tú, pequeño gran magnate de tu propia empresa... El punto de vista para muchos... ¿Que harás cuando todas sepan que tú, un humano promedio, a encerrado a todos los villanos de ciudad gótica? ¿Que harán los villanos contigo, con tu empresa, con tu gente?

La alerta de su mente estallo en la habitación, los pensamientos brotaban y desbordaban por todos lados mientras aquellas manos se aferraban a su cuerpo. Inquieto e incómodo posó su mano sobre aquellos brazos y alejo a aquel hombre sin tanta lucha, Clark sonrío con su victoria.

—Bien, no negare que tienes razón... Y eres periodista, así que tienes los contactos necesarios para exponer mi identidad, me has espiado... Conoces... Muchas cosas de mí... Por primera vez reconozco que me a vencido mi adversario.

—No busco hacerte daño, pero... Hay algo en tí, desde que te conocí... No solo como héroe, me está llamando en el interior y este sentimiento solo se intensifica con el paso del tiempo —suspira peinando sus cabellos —solo me aprovecharé esta vez de ésto, si quieres firmaré un contrato, no me beneficio en nada de que mi identidad se conozca... Solo esta vez.

Esas últimas palabras, ese casi intento de súplica, esos ojos azules inquietos... Tragando grueso desviaba un poco la mirada aflojando su corbata para mirar a Clark en el sofá. Rendido asentía con vergüenza por su perdida y lo miraba directo, sin superioridad.

— ¿Que deseas que haga?

—Yo se que... Eres una persona orgullosa, lo he pensado un tiempo y creo que... Un baile, striptease.

— ¿¡Qué!? —se abrazaba sorprendido.

—No es... Muy malo, solo un baile —se excusa con una leve sonrisa —a como te parezca, tócare solo lo que me permitas tocar, veré solo lo que me permitas ver... Pero... Deseo un beso al final, sin excusas, no hay segunda opción para eso, un beso de adultos.

Tragando grueso, Bruce se encogía de vergüenza y suspirando trataba de mantener la calma mientras deshacía la corbata en su cuello y la tomaba en manos alistandola.

—Bailare, te dejare... Tocarme, pero... No quiero que veas —dirige la corbata a los ojos azules —el beso, lo aceptaré.

Clark sonreía complacido y permitía que aquellas manos andarán la corbata como una venda para los ojos, claro que, Bruce no contaba con la visión rayos x de Clark. Tragando grueso aquel hombre le daba la espalda al de ojos vendados, comenzaba a desabotonar su camisa y dejarla caer sobre el sofá, sacado su pantalón se podía mirar en ropa interior sujetando su nuca con vergüenza, sentía como si aquel hombre lo viera a través de la venda; con un suspiro avanzó hasta el tocadiscos de la estancia y eligió el disco que más le atrajo para ponerlo con cuidado y lentitud, con ganas de no terminar de hacerlo.

— ¿Falta mucho? —cuestionaba sonriente e inquieto.

—No... Estoy yendo.

Al llegar frente a aquel hombre por alguna razón se sentía... Inquieto y un poco excitado, jamás había hecho aquello, menos con un hombre, pero el verlo frente a él... Bajo su juego, más o menos, lo hacía respirar con irregularidad y le hacía erizar su piel. Tragando grueso tomo las manos del señor Kent y las guió hasta su pecho mientras tontamente seguía aquella melodía del tocadiscos, tratando de recordar cómo era que todas las mujeres que habían visitado esa habitación bailaban para él, suspirando con excitación guiaba aquellas manos por sus caderas, por su vientre y por su pecho hasta subir a sus labios dónde levemente mordía los dedos del periodista. Clark sonreía extasiado de ver todo aquello solo acercaba su cara hasta el vientre de aquel hombre que... Lentamente lo guiaba hasta su pecho, Clark sintió aquel duro pezón sobre su mejilla y sin dudarlo lo lamió y mordió con suavidad.

— ¡Mngh! —se sostenía de los hombros del contrario — ¡Aaah! —miraba aquella lengua sobre su pecho —señor Kent...

— ¡Ha! Si, si —se aleja apartando sus manos —lo siento, me deje llevar un poco —rie sonriente.

Tragando grueso Bruce se recomponía de aquello y con el pecho inquieto se acercaba subiendo sobre el regazo de Clark.

— ¿Hu? ¿Ya, tan pronto? —cuestionaba sintiendo aquel peso sobre él —Bueno, las cosas buenas duran poco, tampoco creo que durarías mucho... Entonces —sujeta la venda con sus yemas — ¿Puedo quitarme ésto para besarte?

—Yo —sujeta sus manos —preferiria que la dejaras puesta.

Sin más palabras las manos del de lentes fueron guiadas hasta aquella fuerte y fina cintura, Bruce podia sentir la erección bajo su cuerpo, pero eso no lo hacía apartarse, inquieto por ese nuevo y raro deseo de dominación Bruce se acercaba con lentitud sobre aquellos labios y cerrando los ojos guiaba un ardiente y deseoso beso mientras Clark sujetaba con fuerza aquellas cinturas presionandolas con su entrepierna. Era raro, pero el multimillonario comenzaba a suspirar entre las separaciones de sus labios, comenzaba a quejarse de placer ante la sencacion contra su piel y lentamente se unía de forma carnal a aquel cuerpo.

—Ey —se apartaba del beso — ¿Seguro que vamos a terminar ésto aquí? —besa aquellos hombros —podrias seguir tanto como quieras... Mantener aún más cerrada mi boca.

Algo dentro de Bruce se rompió, una necesidad por ese roce raro que jamás había pensado seguir, el sentir las manos de aquel hombre guiarse bajo su boxer de marca... Suspirando contra los labios ajenos sentía una corriente eléctrica recorrer su espalda baja, deseaba...

— ¿Eres algún tipo de hipnotista? ¿Me hiciste algo?

—No que yo sepa —rie apretando el trasero ajeno —Mis poderes no tienen ese beneficio, tampoco soy alguien que se involucre con drogas así que... —desliza las manos fuera —Tu bebida estaba limpia, el disco es tuyo, estoy... Bajo tu completa orden —eleva las manos sin culpa.

Una corriente recorrió el cuerpo del millonario y acercándose a aquellos labios inicio un nuevo beso mientras se aferraba a aquel hombre intentando averiguar cómo sacar aquel traje azul.

— ¡Agh! —se apartaba molesto —Bien, no vamos a detener ésto... No por ahora... Quiero que —se levanta frente a él —te saques la ropa por completo.

—Si claro —se levanta con confianza —Pero... Va a ser un poco difícil ya que no puedo ver —apunta la venda.

—O claro... —musita avergonzado —lo haré yo, así que... Solo espera —se acerca a los botones —y dime cómo quitar tu traje.

—Oh, tiene un mecanismo en el cinturón, guía mi mano y lo hago yo.

— ¿No necesitas ver?

—Lo hago seguido.

Nervioso se encontraba desabrochando el pantalón de aquel hombre, mirando con insistencia aquel bulto bajo éste, era extraño... Pensar en tener tantas ganas de toca un... Miembro masculino. Pero ver la sonrisa de ganador de aquel hombre... Con algo de molestia poso las manos bajo la prenda, por encima del traje azul y bajo el pantalón, y delicadamente bajo por las piernas de aquel hombre haciendo caer el pantalón al suelo, era extraño, le complacía verlo estremecerse; con una sonrisa en cara y el estómago lleno de euforia acerco su boca a aquel miembro palpandolo con los labios.

— ¡Mngh! —sonreia contrayéndose —Bruce... —musitaba complacido. ( ¡Bruce, Bruce, Bruce, Bruce!)

Posando su mano sobre los negros cabellos del millonario héroe, dejaba que la respiración caliente de aquel hombre fluyera sobre su miembro entre aquellos besos, succiones y caricias, sus piernas vibraban con gozo y posando la mano sobre el cinturón hacia que el traje desapareciera dejando algo sorprendido al azabache que mirando la tanga negra solo podía suspirar necesitado de seguir.

—Oye Bruce.... Quiero quitarmela —sujetaba la venda —quiero verte por completo.

— ¡No! —soltaba con vergüenza —Si te la quitas ésto se detiene —declaraba inquieto.

—Um... Bien, bien... —suspiraba decaído.

Ante tal reacción infantil Bruce sonreía y se acercaba a aquel hombre atrayendolo por el cuello para besar con dulzura sus labios.

—Eres alguien... Realmente sumiso.

—Lo que sea por tí —mencionaba con su ronca voz.

Inquieto Bruce volvía a atacar aquellos labios mientras Clark lo tomaba por el trasero cargandolo sobre su cintura y esté se aferraba con las piernas a aquel cuerpo. Era extraño, pero... Excitante, le gustaba, le emocionaba, y ese gran tipo de acero le dejaba hacer lo que quisiera, le hacía caso, seguía sus órdenes... Eso le fascinaba. Con una sonrisa se separó de aquellos labios.

—Con cuidado sigue mis instrucciones, dentro de este lugar hay un pasadizo secreto a mi habitación... Vamos allí.

—Si, solo guíame —besaba su barbilla.

—Bien, gira a la derecha... Avanza... Ahora a la izquierda... —besaba su clavícula —muy bien, detente... Y acercame un poco.

Con rapidez aquel hombre marco la contraseña y la pared dejo paso hacia una habitación muy grande, Bruce dió dos palmadas leves en el brazo de Clark que asintió con calma dejándolo bajar.

—Muy bien —toma su mano —vayamos entonces, pero dime... ¿No veniste aquí a amenazarme para que tú seas el... De abajo, no es así?

—Pues... No estaba en mis planes ser el pasivo, pero si eso es lo que quieres... Además, con la venda en los ojos me sería imposible prepararte a menos que... —sonrojado rascaba su mejilla.

— ¿A menos que... qué?

—Es algo vergonzoso, no creo que quieras hacerlo.

Haciéndolo tomar asiento en la cama se dirigía a un cajón grande de dónde sacaba lociones, condones y vibradores que utilizaba en sus parejas.

—Necesito que me lo digas, no tengo tanta experiencia en este campo así que...

—Lamer tu... Ano, es una forma de preparación y no necesito ver...

—No, definitivamente no.

Ante aquello Clark sentía vencido entre un suspiro y solo se mantenía esperándolo. Dudoso, Bruce se acercaba mirando los hombros fuertes de aquel hombre, su cuerpo trabajado y su miembro medianamente erecto, suspiro, y dejando las cosas aún lado llevo la mano hasta los vendajes descubriendo los ojos azules que acomodándose a la luz poco a poco captaban su figura, su cara, Clark sonrío.

—Entonces, ¿Que debo hacer ahora?

Sujetando su nuca desvíaba la mirada —Prepararme.

Sonríendo asintió y dejando a aquel hombre acomodarse sobre su regazo volvió a probar aquellos labios, entre separaciones llegaba a haber mordidas leves, su lengua viajaba de vez en cuando por aquellos labios y jugaba un poco con la lengua de su pareja mientras aquel boxer negro era bajado y el líquido resbalaba por la espalda del multimillonario haciéndolo quejarse ante el líquido frío. Sus respiraciones agitadas chocaban con la del otro mientras el primer dedo entraba causando un poco de dolor.

—Se va a sentir raro, un tanto doloroso... —besa sus hombros —es normal, las mujeres también llegan a sentirlo, pero... —busca sus labios sosteniendolos con cariño —para un hombre es un poco más doloroso, aún así —besa sus labios —no te preocupes, creo que podré encontrar un buen lugar dentro de poco, solo... Trata de relajarte

—Si dejarás de hablar y me besaras, sería mucho más fácil.

Ante aquel enojo Clark asintió y mientras sus dedos preparaban aquella zona, sus labios mantenían distraído a aquel hombre que parecía ya disfrutar de ese acercamiento. El rato paso, y con la preparación lista ambos hombres se encontraban desesperados, Bruce no podía soportarlo más, era su primer encuentro de ese tipo y era... Jodidamente excitante tener a aquel hombre bajo su control, guiarlo a dónde le gustaba ser besado, verlo cumplir sus caprichos.

—Ey —musitaba atrayendo sus labios —Metelo.

—Si, claro que sí solo... Déjame ver dónde... —inquieto movía las sábanas —el condón...

—No importa Clark, solo... —abria las piernas de par en par mostrando su parte íntima —metelo.

Tragando grueso Clark miro aquella parte palpitante y ese miembro erecto, es imposible mantenerse firme por más tiempo ante esa mirada que le rogaba una reacción. Tragando grueso asintió y tomo el lubricante vertiendolo sobre su miembro y sobre la entrada de Bruce, suspirando se acercó y poso su miembro en aquella entrada incertandola con cuidado, suspirando con placer al sentirse dentro de aquel hombre, mirando el rostro de aquel hombre que en lugar de dolor parecía sentir placer. Bruce lo miraba y posaba la mano en el vientre de Clark.

—No duele tanto, muévete.

Tragando grueso asintió y comenzó con un vaiven lento y cuidadoso, Bruce sonreía entre sus suspiros y el cerrar de sus ojos, parecía gustarle, parecía gustarle mucho.

—Clark.

— ¿Si? —suspiraba inquieto.

—Quiero que me beses mientras comienzas... A penetrarme con más fuerza.

Aquello lo había vuelto loco, con un leve gruñido Clark se posaba sobre aquel hombre y besandolo seguía sus instrucciones mientras las manos de Bruce acercaban la cintura ajena para pedir más velocidad y profundidad, ambos gemían del placer, la cama rechinaba histérica, las embestidas de aquel hombre eran bruscas y rápidas, aquel hombre de fuerte porte estaba desecho en placer ya que Clark daba en el lugar gusto para volverlo loco. Entonces Clark hizo algo sin que se lo pidieran, tomando el miembro de Bruce comenzó a frotarlo acariciando la punta y llevando un vaiven a la velocidad de aquellas embestidas, separandose de su beso se miraban impacientes, entregados... Sujetando las mejillas de Clark, sonrío.

—No lamento ésto.

—Lo harás mañana —sonreia bromista.

Bruce sonreía por igual y aferrándose al cuerpo ajeno se sentía venir luego de que Clark terminará en su interior. Ambos estaban sobre la cama, exhaustos y animados.

—Oye —se giraba para verlo —no apruebo que dejaras las formalidades.

Clark reía animado y levantándose asentía con calma mirando el cuerpo de aquel hombre, su entrepierna llena de líquidos y enrojecida por tal deporte.

—Lo lamento mucho señor Wayne, me deje llevar por el momento...

Bruce sonreía complacido e incorporandose levemente suspiraban.

—Necesitamos... Limpiar eso —apuntaba la parte baja del millonario —si no lo hacemos podrías sentirte mal mañana...

— ¿Es enserio? —cuetionaba dudoso.

—O eso me dijeron —reia sujetando su nuca —Es mejor prevenir que lamentar, ¿Le parece?

Asintiendo tendía los brazos a aquel hombre que sonriente atendía al llamado tomándolo en brazo y llevándolo hasta el baño de la habitación.

—Dime Bruce... ¿Nos volveremos a ver?

—Nada me encantaría más, siempre y cuando a usted le parezca bien.

—Creo que... Nuestra rivalidad como Batman y SúperMan podría quedar en el olvido...

Clark sonreía complacido con esas palabras y dejando al señor Wayne en un asiento comenzaba a preparar la tina, Bruce lo miraba atento, su gran espalda mientras hacia aquello, sus fuertes brazos... Su trasero. Tragando grueso se sintió encendido nuevamente.

—Clark... Quiero que me beses.

Sus ojos azules subieron con entusiasmo y girandose se dirigió a aquel hombre besandolo con profundidad, al separarse se miraron.

—Tomemo el baño juntos entre una... Sesión de besos.

—Como ordene señor Wayne.

—Y deja de llamarme así, siento que hablo con mi mayordomo... Soy Bruce, el tipo al que intentaste embaucar.

—Mas bien... Lo logré.

—Imbecil —lo empuja levemente —no te creas la gran cosa.

—Jamas lo haría —levanta las manos en son de paz — ¿Te llevo a la bañera Bruce?

Sus ojos se cruzaron, era extraño, pero le gustaba la compañía de ese hombre, aunque de cierto modo sabía que... El control que había tenido con él esa noche pronto acabaría, después de todo, Clark Kent lo había engañado para llegar a ese momento. El agua se desbordó de la bañera cuando ambos hombres entraron, Bruce estaba entre las piernas de Clark descansando su cuerpo sobre el del otro mientras Clark tranquilamente se recostaba sobre su hombro abrazándolo por la cintura.