Peculiar

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Crowley siempre ha sido... Diferente, peculiar. Siempre interesado por cosas que no podía comprender del todo. Y cuándo algo le interesa, aunque ahora no lo dejé ver, él de alguna forma extraña se ilumina en una luz radiante que le hace vibrar las mejillas en un intento de sonrisa.

Crowley me enseñó a beber, y a comer, a disfrutar y entender cosas humanas. Así que aquel día después de haber salvado a toda la humanidad sin que nadie, o casi nadie, se percatase de que estuvieron en peligro, luego de que nos enfrentamos a los castigos del otro con la cara del otro... Cuando la tensión se acabó, cuando accidentalmente caminamos cerca de una iglesia, cuando gruñó y de pronto me tomó la mano arrastrándome al interior de tal lugar bendito aunque sus pies comenzarán a sufrir casi al instante... No pude emitir más que su nombre antes de que a la luz de un precioso vitral sus labios abordarán los míos, y fue extraño, cálido y sorpresivo, pero su presión me obligó a cerrar los ojos y sentirlo todo más profundamente.

Al separarnos de aquello denominado beso, Crowley se ajustó la voz y las gafas y salió brincoteando ante lo bendito del lugar, se marchó sin más, y no tengo idea de si esperó unos segundos afuera por mi presencia, pero... Yo me quedé estático, abrumado, con una calidez que no era la mía sobre mi piel que se sentía hormiguear; no fue hasta la noche sentando a la ventana contemplando la opacidad de la luna llena que los recuerdos de ese suceso se avivaron en mi memoria y piel, yo conocía el término besar, había presenciado besos históricos y admirado artes divinas fundidas del placer carnal de un beso, conocía las sensaciones habiéndolo leído en algunos libros, pero... Cuándo Crowley me tomó por la nuca para unir sus labios a los míos... Me sentí ascender.

Pasé meses buscando información, me reuní con amigos humanos y charlé muy... Precavido, sobre un tema claramente... Humano. Y me pasé días enteros pensando en Crowley, noches comprendiendo y no solo disfrutando de poemas amorosos, pero Crowley no se dejaba ver en absoluto, y temí enormemente que de alguna forma hubiese sido llevado con los de abajo para ser reprendido nuevamente. Me aterrizó la idea y salí como un loco buscando su presencia con desesperación, sin encontrar nada.

Pero hoy, avanzando por el zoológico he sentido algo que me llamaba hacia el habitad de los reptiles, y detrás del cristal en una pequeña caja dentro de un túnel bastante oscuro... Lo he visto. Mi mano toca el vidrio y tengo toda su atención en mí. Con un chasquido lo hago aparecer rodeando mi cuello y aunque Crowley duda tratando de apartarse, solo necesito llevar el índice sobre mis labios para hacerlo detenerse en sorpresa. Comenzamos a salir con él escondiéndose debajo de mi chaqueta color crema.

—No tengo idea de cómo terminaste aquí Crowley, pero creo que hace meses que necesitamos hablar. Te juro que yo jamás... Jamás me había sentido tan enfadado con nadie antes. Bueno... Quizá porque no conocía del todo el enfado... Pero... Ahora lo conozco y no es una grata sensación.

Al salir del zoológico Crowley no deshace su transformación, al caminar varias cuadras Crowley sigue escondido bajo mi... Chaqueta. Al entrar a la biblioteca Crowley no muestra intención alguna de volver a su forma original. Me quito la chaqueta y Crowley sigue como una pequeña serpiente cayendo de mis hombros casi cómo... Una bufanda. Lo observo atentamente y con mucho cuidado lo tomo entre mis manos sacándolo de mi cuerpo para ponerlo en mi mesita.

—No huyas. Quédate aquí, y más vale que cuándo vuelva con una copa de whisky para ti, y un poco de té para mí, ya te encuentres en tu forma habitual y hablándome.

Me dirijo a la vitrina especial en donde desde hace tiempo he comenzado a guardar los licores humanos que hemos compartido a lo largo de esta eternidad, tomo dos copas y me olvido completamente del té para servirme una copa y beberla antes de volver con él. Al volver, Crowley se encuentra desperdigado en el sofá con más frustración que su confianza habitual, se toca la sien con el índice manteniendo los ojos cerrados y los lentes sobre la mesa, y apenas me escucha dejar la botella sobre la mesa se endereza en el asiento y abre sus ojos ambarinos para mirarme con cierto pánico. Sirvo su copa y sirvo la mía mientras Crowley intenta fingir tranquilidad, deslizo su copa al alcance de su mano y tomo mi sitio sin apartarle la mirada.

—Angel...

— ¿Por qué lo hiciste?

—Lo siento si te he incomodado y hecho molestar, estaba... Ardiendo de emoción, —trata de sonreír —les vimos la cara a ambos bandos. Fue... Una tontería. No encontraba como... Cómo mostrar lo malditamente feliz que me sentía.

—Pero querido... —detengo mis palabras ante un estremecimiento del cual soy consciente sobre su cuerpo —un beso humano tiene un sentido más profundo que solamente... Felicidad. En especial... —elevo los dedos contra mis labios —el tipo de beso que me diste.

Crowley vuelve a estremecerse y soy consciente de que con cada segundo le es más difícil mantener la calma, y no puedo negarlo, mi pecho se acelera al verlo sin esa cara astuta plagada de seguridad con una pizca de egocentrismo. Observo mi copa deslizando mi índice por todo el borde, y mi mirada vuelve con una facilidad increíble sobre su rostro entre la preocupación y la molestia.

—Lo siento.

— ¿Por qué?

Traga duramente —Por haberte besado. —evita mi mirada —Por haber... Actuado tan estúpidamente y besarte. Pude haber bailado o cantado o yo que sé, —expone con cierto enfado elevando la mano en ademanes inquietos — ¡Pero te bese!

Y sus ojos terminan sobre los míos. Y sé... Que no necesito licor, que no necesito dudas, que no necesito investigar para saber que lo he amado... No solo al beso... Su esencia, presencia, su ser. Quizá he pasado demasiado tiempo en el mundo humano, quizá Crowley ha terminado de corromper mi persona que ya una vez ha dudado de si mismo y de su bando, quizá... Quizá simplemente... Más mundanamente, lo amo.

Me levanto del sofá con más calma de la que siento, hay un hormigueo recorriendo cada centímetro de mi cuerpo, y un nudo en mi garganta, posiblemente una tormenta en mi cabeza que no quiere dejar fluir la luz del sol, y ni hablar de la presión en mi estómago que me niega lo que estoy por hacer, pero al encontrarme a centímetros de distancia de él... No me detengo.

—Azira...

Ni siquiera necesito decirle que guarde silencio, al encontrar mi mirada creo que puede comprenderlo. Mis manos le cierran el camino una vez me inclinado para obtener su atenta mirada, sus ojos dudan obligándose a mantenerse en mi mirada y no en mis labios, pero...

—Crowley, querido Crowley... Ahora deberías poner atención a mi boca.

Me acerco lentamente, muy lentamente mientras asimiló todo lo que nace y se destruye en mi interior, pero cuando la respiración inquieta y profunda de Crowley se desliza por mi rostro... Puedo perder toda compostura. Con más fuerza de la que esperaba, con más necesidad de la que era consciente poseer, mis labios terminan sobre los suyo y en segundos nuestros ojos se cierran... La mano de Crowley vuelve a acariciar mi mejilla y pronto a guiarnos en nuestro beso, lo siento levantarse sin mayor dificultad y entre nuestras respiraciones profundas puedo sentir como su pulgar se interpone en nuestra unión para palpar mi labio inferior, de pronto sus ojos ambarinos son más claros que nada ante mí. Se encuentra agitado, tanto como yo. Más.

—Aziraphel...

—Te amo...

Su rostro se torna del color de su cabello, y luce hermoso. Mi sonrisa fluye sin poder evitarlo al verlo todo avergonzado ante mis palabras, y de pronto, este demonio astuto, egocéntrico malhumorado, se inclina sobre mi hombro escondiendo su vergüenza mientras yo río levemente... Se abraza a mi cuerpo y... Me siento... Pleno. Inhalando profundamente llevo mis manos a su espalda dando un par de palmadas en busca de calmarlo.

—Creo que... Las palabras sobran cuando llevamos tanto tiempo sintiendo, pero...

Se aparta bruscamente mirándome con sorpresa — ¿Llevamos tanto tiempo sintiendo?

Mi risa fluye contenidamente —Si, querido. Llevamos bastante tiempo sintiendo.

Y la ilusión se hace de su rostro iluminando con una sonrisa su hermosa cara. Lo veo inclinarse y no hay duda en mi cuerpo que lo haga detenerse de volver a besarme, sus labios se unen a los míos con mucha más suavidad, y de pronto, Crowley se acurruca en mi hombro como un niño necesitado, y me muero por darle atención.

—No... Me había dado cuenta hasta que me besaste aquel día en la iglesia, de que... Siempre he pensado en ti de una forma bastante... Diferente a los otros. Eres especial para mí Crowley. Y creo que no hay mejor manera de exteriorizar ésto que siento que... Con tal palabra humana. Te amo.

—Angel... —murmura en su estremecimiento.

Los siguientes días Crowley asiste cada tan solo para pasar el rato y rodearme con su presencia. Descubro que ahora vive en su Bentley y dentro de unos días no tan solo viene a pasar el rato, dentro de unos días... Nosotros compartimos una misma cama.

Crowley sale cada tanto, vuelve horas más tarde, comemos juntos, paseamos juntos, arreglamos la librería juntos y.... Crowley cada vez pierde más la vergüenza, de pronto me abraza por la espalda y besa mi cuello, o besa mi oreja o simplemente... Besa mis labios, y yo me derrito bajo su toque murmurando su voz como un pedimento a qué se contenga, pero... Crowley siempre ha sido únicamente sus reglas. A veces toma mis manos con dulzura y me besa los nudillos, a veces me besa la sien, a veces la mejilla y... A veces... Durante las noches cuando nos acostamos a la cama, simplemente permanece frente a mí acariciándome con su mirada, observándome como si yo fuese lo más preciado de su mundo, como si yo... Fuese el cielo que le arrebataron, y me siento triste.

Esta noche es así, su mirada me transmite tanto amor y anhelo que... Siento morir. Mi mano sube a su mejilla y él cierra los ojos presionado mi mano contra su piel mientras se acurruca, cuando sus ojos se abren, veo el anhelo.

—Angel...

—Si Crowley.

—Te amo.

Me estremezco —Y yo a ti también.

Amor. Amor. Amor... Algo tan, fuerte y profundo que te desmorona por dentro para entregarte a alguien más completamente, cada fibra de tu ser ahora es...

— ¿Tienes una idea de lo que... —relame sus labios apartando un poco la mirada —es el... Sexo? La lujuria y todo eso...

—Um... Si, Crowley, he... Escuchado y visto... ¡Oh, no, no hablo ver, ver! Pero... Pero sí.

Él ríe y su risa profunda es la más hermosa que he podido escuchar en toda mi existencia. Esta vez su mano me toma la mejilla y está vez sus labios acuden a los míos... Y está vez... Y está vez... Al sentirlo tan desesperado, al sentir sus labios recorriendo mi cuello, al oír su voz susurrando mi nombre contra mi oído. Me siento descender...

— ¡Oh! —detiene cualquier movimiento llevando las manos a mis mejillas —Angel, querido angel, no llores, me he equivocado, lo siento, lo siento tanto, ha sido... Estúpido de mi parte y no debió haber ocurrido, yo...

Pero está vez soy yo quién lo tumba en la cama, quién sube sobre él apreciando su rostro apenado y confuso, quién... Mi mano toca su pierna desnuda deslizandose por su muslo interior hacia su rodilla, y él comprende, abre sus piernas un poco más, y me mirá atentamente.

— ¿Estás seguro?

—Bien podríamos huir...

—A alfa Centauri.

Nuestras risas se acoplan mientras me  inclino sobre su clavícula. Crowley duerme sin camiseta, aunque al principio hasta uso un pijama. Mis labios se deslizan sobre su cuello dejando un camino de besos que sentimos arder, y yo me aferró a sus hombros mientras desciendo paso a paso sobre su piel llegando hasta su ombligo donde me tengo un segundo a pensar, porque amo esto, lo amo, pero...

Todas mis dudas se disipan al subir la mirada, al verlo tan inquieto cubriéndose los labios con el dorso de su mano, y mis manos hacen lo siguiente sacándole la ropa interior negra hasta poder obtener su miembro viril en mis manos...

Crowley, alguna vez en broma me llevo a ver una película para adultos, y aunque quise salir corriendo en el primer momento, él se ocupó de mantenerme en la sala.

— ¡Por satan! —exclama jadeante.

Mis labios rozan la punta de su miembro y dentro de poco Crowley se encuentra en el interior de mi boca desde donde me esfuerzo enormemente por encontrar la forma de satisfacer su cuerpo humano. Su mano de pronto se posa sobre mi cabello.

—Angel, Angel... —exclama jadeante —deja eso, deja eso, me siento morir.

— ¿Tan mal lo he hecho?

Él sonríe con gracia tendiendo su palma en mi dirección, me inclino hasta su rostro y un beso es depositado en mis labios.

—Estuvo... Bastante sorpresivo, me has sorprendido enormemente angel, yo... No me esperaba eso. Lo hiciste tan bien que estuve a punto de... —inclina el rostro a ambos lados —ya sabes.

—Oh... —rio avergonzado —oh bueno...

—Pero deberíamos ir poco a poco, si seguimos tan rápido... Creo que podría ascender en cualquier momento.

Mi risa fluye mientras me recuesto en su pecho. Yo desciendo mientras él asiente. Quizá debería tomarle la palabra, quizá deberíamos irnos y vivir sin la constante presión de nuestros bandos... Vivir con Crowley, mi Crowley.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro