Pesadillas de un villano.

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Historia dedicada para:
naorecreadora
Siguiendo la dinámica (Historia basada en canción) la canción en la que se basa está historias es: Mein Herz Brennt de Rammstein.

(Añadida al final del capítulo)
(Pareja: Jason Todd x Dick Grayson)
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Jadeante me levanto de la cama como quién no ha respirando por horas, el sudor se desliza por mi frente y mi cuerpo tiembla sin control... Las lágrimas fluyen y el recuerdo vivido de aquel metal rompiendo mis huesos de uno en uno me hace perder el control.

Cerrando los ojos agachó la mirada y deslizando mis piernas por la cama termino con la codos sobre las rodillas y las manos tras la nuca, meciéndome como si eso fuera a mejorar todo. La noche ha llegado y entre el cansancio me levanto de la cama con más tranquilidad, pero cargando el peso de aquel recuerdo sobre mis hombros.

Sin más que hacer me pongo el traje y salgo con de la habitación, con paso tranquilo avanzó entre azoteas y terrazas haciendo las misma maniobras de siempre hasta llegar...

—Hola, —sonríe —a la misma hora de siempre.

Con él. Dick. Suspirando me quito la máscara y me acerco a su lado en el balcón, él sonríe bajo su típico antifaz.

— ¿Lo mismo de siempre? ¿Quieres...?

—No, dame un momento...

Mi mirada está directa a la nada, la ciudad está frente a mis ojos, pero... La verdad no puedo verla, estoy atascado, como siempre, en el pasado y lo ocurrido.

— ¿Cuántas veces lo he dicho hasta ahora? Tienes que parar... Ésto no es bueno para tí, ni para él... Ni para mí.

—Yo nunca pedí esto Dick... Sabes muy bien como yo que preferiría morir en sus manos antes de seguir con ésto.

—Y tú sabes que jamás lo hará... Tienes que dejar eso de una vez, no queremos matarte...

Su mano llega sobre la mía y entre el inhalar profundo descanso mi rostro sobre su piel.

—Queremos que vuelvas Jason, yo puedo... No necesito estar con los chicos, yo puedo quedarme contigo, creo que... —eleva la mirada —ya he trabajado mucho tiempo solo... Quizá necesito un compañero.

Su leve sonrisa se muestra y delicadamente peina mi cabello con sus dedos, mis ojos se cierran permitiendo el toque de su piel.

—Te ves muy cansado Jason, tus ojos están rojos... Tienes ojeras, vamos...

Apartando su mano se levanta en el borde del balcón y baja de un brinco para tender su mano a mí; rendido, tomo su mano y lo sigo hacia el pequeño colchón individual tendido en el sucio piso.

—Sé que está rentando este lugar Dick.

—Pues calla y duerme.

—No necesitas hacer ésto por mí.

—Calla.

—Ésto no cambiará lo que soy.

Tendidos en el colchón me recuesto sobre su brazo permitiéndole abrazarme. No importa cuanto diga que lo odio... La verdad, es que he aprendido a amar el estar entre sus brazos.

—El otoño ya ha llegado así que traje una manta... Solo duerme Jason.

La frazada se desliza sobre mi traje y el olor de Dick llena mi nariz, está mezcla extraña de pólvora y metal... Sé que él no dispara armas de fuego, pero siempre termina cerca de alguna que lo intenta matar. Su mano acaricia mi cabello y suavemente escucho un tarareó de su boca... Mis párpados pesan.

Y el acero rompiendo mis huesos rompe el silencio. Tomando aire me levanto de golpe temblando y sudando a chorros... Dick se levanta apresurado y sujeta mis hombros mientras nuevamente estoy en posición fetal; su boca mueve, parece decir algo... Pero no puedo escuchar nada.

— ¡Jason!

Sus manos presionan mis mejillas y el miedo bajo esa máscara me permite relajarme. Sus caricias fluyen con cariño...

—Esta bien, estoy contigo... Él no está aquí, nadie más que tú y yo estamos aquí.

Sujetando mi rostro quitó las lágrimas en un intento de controlarme, pero como siempre, estoy hecho un desastre, estoy cansado... Y tan abrumado. Su mano acaricia mi brazo.

—Si ya sabes que rento este lugar... Creo que es mejor entrar a una cama de verdad, yo... —se pone de pie —voy a preparar un té para ti... Pondremos música así que céntrate en la letra.

Algo dudoso sigo sus paso al interior del lugar, sorpresivamente es algo acogedor, tiene una alfombra mullida, muebles afelpados, cortinas de colores... Tocadiscos, televisión antigua.

— ¿Fingias que era la casa de una señora? —bromeo.

—No... —quita el antifaz de su rostro —la verdad me gusta lo cálido de este lugar.

Con una leve sonrisa paso mis dedos por los suaves cojines y muebles, me quito las botas para sentir la calidez de la alfombra y... Desde la sala puedo verlo poner la tetera en el fuego, él observa el lugar mientras sujeta su cabello y posa la mano en su cintura... Parece buscar algo.

— ¿Quieres galletas? Creo que solo tengo de chispas de chocolate y no sé... —vuelve la mirada sorprendido — ¿Ocurre algo?

— ¿Um? No... —bajo la mirada.

— ¡Oh! Claro, —sonríe tranquilo tomando camino a una habitación —creo qué nuestras medidas no son tan diferentes así que podemos utilizar mi ropa... Quizá te quedé un poco chica, pero... —extiende los pantalones —los pantalones seguro te quedan bien.

Acercándose me entrega la ropa y sonríe tranquilamente comenzando a sacarse el traje; mi mirada viaja sobre su cuerpo y vuelve al cambio de ropa que me ha dado... Nadie ha... Visto mi cuerpo... Con un suspiro me quito el saco y la playera dejando ver... Las marcas visibles de aquellos golpes.

—Pensé que todo eso se había borrado... —expresa con tristeza.

—Si... Más o menos lo hizo, pero... Supongo que no es cien por ciento milagrosa esa agua... Hizo algo al revivirme, supongo que es lo que cuenta...

Su mirada no puede evitar venir sobre las marcas de mi muerte... Y entonces su mano se acerca; entre mi inquietud trago grueso y cerrando mis ojos permito que sus manos dibujen las últimas marcas de dolor que mi cuerpo vio en vida... Con el roce de sus dedos las palabras de aquel maldito psicópata se repiten en mi cabeza, la furia, el resentimiento contra Bruce... Y al abrir los ojos puedo verlo delante de mi, Dick Grayson sujetando suavemente mi mejilla... Me permito perderlo todo entre su mirada y él sonríe levemente para acercarse y besar mis labios.

—Lo siento.

Sus brazos se deslizan sobre mis hombros y aunque dudoso me atrevo a abrazar su cuerpo como él abraza el mío. No hay de qué... Podría decirlo, pero entonces él continuaría diciendo qué... Quizá si él hubiera estado ahí en ese momento, si hubiera estado ayudando a Batman... Al verme todos se sienten culpables, todos lo hacen... Pero el que más culpable se siente, soy yo, yo qué no pude detenerlo y al final he decepcionado a todos... A todos.

—Extraño a Alfred.

—Y él a tí...

Mis lágrimas fluyen y entre mi intento de contenerme subo la mirada a este tipo que ha estado apoyándome después de lo que ocurrió con Batman. Dick...

Sin decirle nada me acerco a sus labios proporcionando un corto beso que él continua levemente.

—Venga, el té ya está listo...

Me guía al sofá y como si de un niño pequeño se tratará, me hace tomar asiento en espera de que me sirva el té. Frente a mi una taza caliente y una melodía suave mientras Dick toma asiento a mi lado permitiéndome recostarme sobre su hombro. Cerrando mis ojos caigo en mi cansancio...

El día que nos encontramos, los días que vivimos juntos... Las bromas a Alfred, las luchas que líbramos juntos... Mi renacer... Y Dick...

Al abrir mis ojos puedo ver un color amarillento adentrandose por la ventana sobre el sofá, estoy... Recostado sobre el pecho de Dick quién duerme profundamente a abrazando mi cuerpo. Todos estos años... Mi locura, mi plan... Mi odio... ¿Cuándo podré superarme si sigo manteniendo este odio frente a mí?

—Dick... Lo siento, no fui... Lo que él esperaba, los decepcioné a todos y mis pensamientos siguen sin cambiar sobre lo que necesita la ciudad... Pero, sé que está algo mal... Por eso lo siento.

—Deberias dormir más y dejar de hablar... Está bien, todos sabemos que lo sientes, y eso es suficiente para nosotros... Todo va bien.

Entre mi pensar cuero nueva ente mis ojos cayendo levemente en un nuevo sueño... Vacío, sin nada, solo... Descanso.

— ¿Um? ¿Dónde?

—Ha... Lo siento, no quería despertarte, pero me entumecí un poco del brazo y quería acomodarme.

— ¿Qué hora es?

Tallando mi ojo me levanto de su pecho dejándolo ver la hora mientras yo espabilo.

—Seis treinta.

— ¿Um? ¿Dormí toda la mañana?

—Si... —sonríe tranquilo —es por todo el desvelo acumulado que tenías, caíste profundamente y no quise despertarte.

— ¿Y el baño?

—Oh... Me estuve aguantando así que... Espera un segundo ahora vuelvo.

Lo veo correr con dirección al baño y no puedo evitar reír levemente. Más despierto me encamino a la terraza donde cada noche nos hemos visto... Inclinado hacia la ciudad siento el aire soplar sobre mi rostro...

—Lo haré mejor.

Al poco rato Dick viene a mi lado y sube al balcón tomando asiento para mirar la ciudad a mi lado.

—No puedo seguir luchando contigo allá afuera si por las noches... Siempre terminamos aquí, —baja la mirada —cada vez se vuelve más imposible para mí Jason, simplemente no puedo hacerlo más.

—Lo voy a dejar... Solo dame un tiempo, pero lo dejaré.

—Confío en tí...

Nuestras miradas se encuentran mientras el sol de la tarde cae a nuestro lado.

[Ciudad xxxx]

*—Últimas noticias, Nightwing está llegando a la escena dónde podemos ver la peor pelea de pandillas posible... Hace horas, en esta fábrica abandonada inicio una lucha entre todos los jefes de la mafia que abundan en la ciudad, balas, bombas, las metrallaz aterrorizan a los ciudadanos cercanos. Tal parece quién a iniciado está lucha a muerte es nada menos que Red Hood quién ya ha eliminado a la mayoría de mafiosos... Ahora mismo parece que nuestro héroe se enfrente a Red Hood mientras los mafiosos se matan entre su ajustando cuentas pendientes...

Entre golpes y derribos Jason y Dick subían en la construcción sin terminar lanzándose armas y artefactos explosivos.

— ¡Dijiste que lo dejarías!

— ¡Solo estoy terminando con unos pendientes, no debiste venir!

Con molestia Dick fruncía el rostro y seguía atacando duramente al hombre delante suyo; ninguno se contenía en su golpes, pero... El cansancio y roce de las balas lanzadas desde el primer piso, Jason de veía cayendo de la viga en la que estaban luchando. La sorpresa llenó a todo el mundo al ver cómo Nightwing se tiraba sobre la viga para sostener aquella mano dejando ver el miedo bajo aquel antifaz.

—No mueras... No desaparezcas otra maldita vez... Jason, sube...

El miedo a una nueva perdida hacia fluir sus lágrimas que caían sobre aquella máscara escarlata. Jason sonreía bajo aquel metal fundido y liberando su mano se dejaba caer cinco pisos hasta poder detenerse de algún metal mal puesto y aterrizar a salvo sobre un mafioso que mato enseguida. Nightwing se queda estático y sin saber que hacer... Mirando a aquel hombre que ni siquiera se despide y solo desaparece nuevamente entre la obscuridad.

*—Últimas noticias, algo extraño paso el día anterior durante el enfrentamiento de mafioso, parece ser que nuestro héroe Nightwing quería rescatar al supervillano del momento.

—Fue una locura Laura, yo lo ví y no podía creerlo, estaba en plena lucha dando con todo para derrotar al enemigo y de pronto... ¿Nightwing salto para ayudarlo? ¿Será acaso esa benevolencia de parte de Batman la que nublo su juicio? Red Hood ha causado grandes desastres en la ciudad anteriormente, enfrentamiento de pandillas por doquier.

—Pero hay que tener algo en claro compañero, ¡Claro que ha habido civiles heridos en esos enfrentamientos! Pero... Red Hood ha desmantelado grandes cuarteles de mafiosos y traficantes sin siquiera llenar un cubículo más en prisión.

— ¿Acaso? —ríe apuntandola — ¿Estás defendiendo a ese hombre por matar a criminales?

—Yo no he aclarado nada, simplemente es un comentario.

Las risas inician y las cuestiones entre los presentes del programa aumentan, bueno, malo, cada quién con su punto de vista.

Dick suspira al borde de aquel balcón mientras admira la ciudad que tantas veces había visto al lado de aquel... Hombre.
Un mes entero transcurrió y la incógnita del paradero de Red Hood seguía presente, ni las cámaras de la baticueva lograban encontrarlo, ningún delincuente lo sabía... No había movimiento, no había nada de él, como si nuevamente... Él...

El toque en la puerta lo hace elevar la mirada, la duda lo llena y simplemente toma su arma de debajo de la mesa y avanza cauteloso.

— ¿Quién es?

—Entrega de pizza para el apartamento cuatrocientos dos.

—Yo no he pedido pizza, —abre la cadena —creo que te has equivocado de dirección...

Bajando su arma admira con sorpresa al hombre delante suyo.

—Ey, la pizza se enfría.

Sin dudarlo Dick se abalanza sobre aquel hombre en un fuerte abrazo, Jason ríe levemente y entre su abrazo lo hace entrar en la habitación para cerrar la puerta.

—Imbécil... —suelta un puñetazo en su estómago —maldita sea Jason, —lo analiza entre un suspiro —no sabía nada de tí y ya me había preocupado, pensé... No lo sé, que jamás volverías.

Aun ante el dolor del golpe el hombre sonreía con algo de pena... Dejando la pizza en la mesa de centro se sacaba la chaqueta y la dejaba sobre el sofá.

—Te dije que cambiaría... Yo, creo que lo mejor para hacer eso posible es dejar de ser un héroe y tratar de proteger la ciudad... Me ocupe de enterrar mis armas y mi traje... Creo que desde ahora volveré a ser un civil en lo que cabe —sonríe —pero... Las pesadillas aún no de van del todo así que tendré que ser un civil bajo el manto protector de un héroe.

Exhalando un suspiro Dick sonríe y rodea los hombros del ahora pelirrojo para hacerlo inclinarse y frotar con su puño aquellos cabellos carmesí.

—Grandisimo idiota... Me preocupe...

Al elevar la vista puede admirar la calma que ahora reina ese rostro a su lado y sin dudarlo, Jason acaricia la mejilla de Dick para acercarse y besarlo.

— ¿Vamos a la cama?

Su risa estalla —Espero que ha dormir.

— ¡Oh, no! —lo carga en brazos —hoy no tengo tanto sueño...

Entre una risa los hombres de acercan a la cama doble tumbandose sobre ella entre risas mientras poco a poco se sacan la ropa palpando la piel contraía y besando aquellos labios que hacía tiempo no probaban.

¿Cuándo había iniciado aquel sentimiento? La verdad no lo sabían y no les importaba, se sentía bien estar al lado del otro.

— ¿Recuerdas... —besa la palma del azabache —la primera vez que vine a este balcón?

—Si... Ese día no tenía muchas ganas de pelear... Tu pasado rondaba mi mente junto a tu nueva pérdida y regreso, —besa los labios contrarios.

—Agradezco eso...

Sus sonrisas crecían mientras sus alientos se fundían en la cercanía creando una nueva unión de sus labios.

—Las pesadillas... Ya no son tan malas Dick, creo que... Poco a poco podré vivir con ellas.

—Bien...

Sonriente subís a horcajadas sobre aquel hombre para besar más profundamente sus labios mientras las manos de ambos palpaban el cuerpo ajeno.

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Espero te haya gustado.

He aquí la canción:

https://www.youtube.com/watch?v=WXv31OmnKqQ

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