¿Por qué te gustaba?

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Asistimos a un evento nocturno de películas, y sinceramente tanto Sokka como yo la estábamos pasando de maravilla burlandonos de algunas escenas, en ocasiones él lloraba y yo tendía mi mano sobre hombro para darle unas caricias reconfortantes, Sokka siempre tiene las emociones a flor de piel y suele ser muy expresivo, no es un misterio saber cuándo algo realmente le encanta o le afecta, aunque cuando algo le afecta trata de escudarse tras la risa, pero es fácil percibir la diferencia.

— ¿¡Qué, qué dije!? ¡Oigan! —asoma el rostro por la ventana del coche — ¿¡A dónde van!?

— ¡A un lugar donde podamos ver la película en silencio! —espeta con furia su hermana.

Sokka no dice nada más, pero aunque me da la espalda sé que las palabras y acciones de Katara suelen afectarle, al volver dentro del coche Sokka tiene un pequeño puchero en labios y se cruza de brazos encorvandose sobre si mismo.

—Bien —declara con enfado.

—Oye, —encojo los hombros restando importancia para mantener la mirada en la pantalla —no todos pueden disfrutar del mismo modo las películas. Me agrada ver películas contigo, aunque tengamos que ponerle pausa constantemente. —dirijo mi mirada de reojo junto a una sonrisa para su rostro agradecido —Y al final siempre tienes un punto para cada escena, así podemos debatir.

—Te encanta pelear... —canturrea con gracia relajando el porte, su brazo se acomoda sobre el marco de la ventana y cuando su mirada vuelve al exterior parece triste —Jamás he tenido una excelente relación con Katara, ella me ve como un tonto, pero... Siempre me esfuerzo por no fallarle. Y aún así le falló.

—Mira hasta donde han llegado Sokka. No le has fallado, te has esforzado y esos esfuerzos han dado sus frutos. Ahora están juntos, tienen una casa y trabajos además de que ambos estudian sus carreras... Saliste del lodo tan solo para tenderle la mano a tu hermana y darle un piso firme que pisar, ella solo es...

Y entonces ríe levemente, me mirá, y sé que de nuestras bocas saldrán las mismas palabras.

—Katara.

Su risa siempre me ha acalorado, él es... Tan genuino. Tal como Mei. Pero no es que los compare...

—Veamos la película señor Rey del baile.

— ¡Dejá ya de decir eso! —rio —Tiene tanto que salimos de la preparatoria...

—Pero eso no te quita la corona de la cabeza.

—Aang estuvo cerca.

—Pero no lo logró. Victoria aplastante por parte del rey Sukko y su inexpresiva y mortífera novia, Mei.

Mi risa es sincera y pequeña, él me mirá y con las luces del proyector que está sobre su lado del auto... La verdad es que luce radiante, masculino y seguro, mis labios se abren para decirle algo pero cuando me doy cuenta las palabras se han borrado de mi mente, y él parece darse cuenta porque su sonrisa se ensancha y sus cejas se levantan mientras la vergüenza me corroe.

— ¿Qué te gustaba de Mei? ¿Por qué decidieron dejarlo todo? Al final ella se enfrentó a tu hermana por preferirte, no creí que después de eso ella decidiera terminar con su relación.

—No lo hizo del todo. Lo hicimos juntos. —rememoro frotandome el brazo con cierta tristeza —Um... Mei era... Genuina, leal, y valiente. También tenía un increíble sentido de la moda.

—Si te gusta lo gótico señor soy millonario y utilizo mis pantalones de tantos dólares.

Le sonrío y él ríe por los dos. Lego doy una negativa a lo bajo mirando como se acomoda en su asiento, brazos sobre el volante y mirada en la enorme pantalla blanca.

—Su ropa podía ser algo negra, y quizá era inexpresiva facial, pero... Muy en el fondo era dulce y comprensiva, siempre estaba para escucharme y muy pocas veces me decía lo que me molestaba aún cuando había varias cosas que... Que la aturdian.

—No te puedo negar que sea guapa, y aceptaré lo que me dices de ella, después de todo yo no pude tratarla tanto. Pero... ¿Leal y Genuina?

— ¡Lo era! —exclamo sin sonar amenazador —Era leal con su familia, creo que eso era lo que más teníamos en común, ambos deseábamos por sobre todo cumplir los estándares de nuestros padres, y sea como sea ambos nos preocupabamos por nuestras familias...

—Como con lo de su hermano... —comenta con gracia y luego se frota el cuello evitando mi mirada —No estoy orgulloso de eso, pero fue un accidente.

Yo sonrió —Y genuina. Si lo era, nunca se preocupaba porque mi hermana notará lo inconforme que estaba con sus pedimentos, aunque no podía faltar a la lealtad con su familia y negarse completamente a las órdenes de Azula, pero nunca escondió ese sentimiento inconforme en su rostro.

— ¿Y por qué lo dejaron?

—Comence a sentir... Que lo nuestro ya había dado todo lo que tenía que dar, estábamos buscando apoyo mutuo en esa unión por las exigencias de alguien más, Mei es una buena chica, me agrada, pero descubrí que mi manera de gustar de ella no era la que... La que quería.

—Solo te agradaba.

Yo le sonrío y Sokka recarga el rostro de sus brazos aún sobre el volante, me observa, y me acaloro de verguenza al notar como sus ojos viajan por cada centímetro de mi rostro.

—Sukki fue algo grande para mí, no tan grande y desgarrador como mi primer amor Yue, pero... Fue bastante, era increíble y no puedes negarlo, me dolió bastante cuando tuvo que irse para cumplir sus sueños... Pero ahora pienso que no ha sido tan malo.

— ¿Por qué? Dices que la amas. Ahora eres libre Sokka, tu hermana es mayor de edad y vive junto a todos nosotros en ese estudio compartido, ten por seguro que nosotros la apoyaremos en lo que reste de camino, ahora puedes ir tras ella.

—Es que...

Yo me congelo al ver y sentir como su mano aterriza sobre mi mejilla dando una caricia con su pulgar sobre la comisura de mi boca.

—Tenias restos de palomitas.

Avergonzado cubro mi boca desviando la mirada. Sé que estoy alucinando, sé que todo este sentimiento es mera confusión, entre todo el grupo Sokka y yo hemos congeniado mucho más, nos acercamos bastante hasta el punto que se podría decir que somos mejores amigos... Este sentimiento no es... No es amor. Estoy confundido, como siempre lo he estado.

—No puedo ir tras ella. —declara finalmente en un suspiro mientras se recarga en su asiento —Porque... Creo que me he enamorado de alguien más.

— ¿De verdad?

Y así como así, en un segundo la mano de Sokka estaba en mi nuca, sus labios contra los míos y nuestras respiraciones en busca de un compás, mi sorpresa duró muy poco porque de verdad quería hacer esto. Mis manos se deslizan a su cuello subiendo hasta sujetar su rostro, y él me acaricia el rostro con su pulgar... Acaricia mis cicatriz. Nuestros jadeos crecen y me estremezco al sentir su mano sobre mi pierna, y aquí estamos, mirándonos mutuamente con el deseo pintado en nuestros rostro.

—Sí. Creo que me gusta alguien más.

— ¿De verdad? —sonrío sintiendo su caricia en mi rostro —Que afortunado.

—No tanto como yo.

Nuestros labios vuelven a encontrarse en un beso más corto, luego nos separamos volviendo a nuestros asientos para seguir viendo la película con nuestras palmas entrelazadas.

Al volver al apartamento los chicos van enfrascados en cualquier tema menos en la película, Toph hace bromas sobre lo increíble que fue ver aquella película y que agradecía que la hubiesen sacado del apartamento para ver tan increíble obra maestra, Aang y Katara parecen sentirse mal así que le ofrecen cumplir con cualquier gustito nocturno que pueda tener; Sokka permanece a mi lado solo sonriendo o riendo con las palabras de ellos, en ocasiones contesta, pero está tan cerca de mí que sus dedos siguen tocando los míos entre leves caricias.

— ¿Van a querer algo ya que vamos a pedir a domicilio? —cuestiona Katara.

—Yo estoy bien. Me llene de palomitas y refresco, iré a mi habitación. —informo.

—Yo me quedo con ustedes a esperar una pizza con doble carne —informa sin titubear caminando hacia ellos.

No vuelvo la mirada sobre él y desconozco si él trata de mirarme, solo sigo hasta mi habitación y al entrar únicamente enciendo la luz de mi mesa de estudio para finalmente dejarme caer de cara en la cama con los pies al aire y las emociones encendidas. Lo he besado, nos hemos besado, y él inició el beso.

Me giro en la cama para mirar el techo. Me siento un adolescente enamorado, hay algo revoloteando en mi interior que me está volviendo loco, quiero besarlo, quiero besarlo mucho más. Quiero sentir sus manos rodeando mi cuerpo en un abrazo y escuchar su voz susurrando mi nombre... Quiero a Sokka. Quiero a Sokka, lo descubrí hace algún tiempo mientras más veces pasábamos juntos o hablábamos solo los dos, mientras más lo veía llegar a mi lado con su sonrisa radiante y preguntarme por mi día y mis cosas.

El toque en la puerta me pone alerta, recargado en mis antebrazos me enderezó lo suficiente para verlo asomarse con un plato y dos pizzas, además de su pequeña sonrisa.

—Pasa.

— ¿Estás cansado?

No.

—Un poco.

— ¿Quieres hablar conmigo?

Toda la noche.

—Si eso quieres.

Toma asiento en mi cama con una sonrisa —No te queda eso de ser frío.

—Me decían que me quedaba muy bien.

—De hecho, —me observa enderezarme en la cama —te queda muy bien. ¿Comemos pizza y...? No lo sé... Quizá podamos repetir lo del auto ¿Te parece?

¿Que seríamos si lo hiciéramos? La verdad es que no me interesa, Sokka jamás jugaría con algo como esto, confío en él, lo hago. La pizza que antes había puesto entre nosotros la coloco en mi mesa de noche y regreso con pasos tranquilos hasta detenerme de frente a él, su mirada fija en mis ojos y sus manos que escalan hasta sujetar mi cadera y estremecerme; tragando grueso se acomoda en la cama permitiéndome sentar sobre su regazo, abraza mi cintura y yo abrazo su cuello mientras nos miramos muy, muy atentamente... Yo doy el primer paso, mis labios encuentran los suyos y siguen en una danza lenta y profunda, nuestras inhalaciones me estremecen los sentidos mientras su palma abierta se aferra a mi espalda removiendo mi ropa. Estoy excitado, extasiado... Deseoso.

—Me gustas —murmuro contra sus labios.

Él sonríe contra la piel de mi mejilla depositando un pequeño beso —Y tú a mí.

—Sokka... —aferro el abrazo —de verdad me gustas.

Él ríe —Yo también lo digo muy enserio. Ya no somos unos niños, comprendo lo que siento, y me siento terriblemente atraído por ti. Me gustas y me muero por volver a besarte.

De pronto viene a mi mente aquella vez que accidentalmente lo encontré con Suki en su habitación a punto... Él tenía una rosa en la boca y actuaba tan graciosamente desconcertante, pero... Ahora se escucha tan maduro, tan serio, que me vuelve loco. Nuestro abrazo se libera un poco y me permito sujetarlo del rostro, mirarlo completamente, su piel morena, los costados rapados de su cabello, sus aretes de colmillos, sus ojos ligeramente rasgados y azules, sus labios delgados y juguetones. En una exhalación me siento estremecer al momento de tomarle el rostro y besarlo nuevamente, él inhala profundamente tomándome de la nuca para recostarse en la cama sin detener nuestro beso y... Y al estar encima suyo puedo sentirlo. Algo sorprendido me apartó del beso para verlo, él parece tan complacido y hasta orgulloso.

—Te dije que me gustabas.

Me quedo sin habla. Puedo sentir, caliente y duro debajo de mí, contra mí... Contra mí.... Antes de que mis manos desciendan a su rostro siento las yemas de sus dedos escalando bajo mi ropa, tocando mi piel en una caricia directa mientras se endereza, su mano acaricia mi pezón y me estremezco algo sorprendido, pero su rostro está tan cerca de mí que me vuelvo a perder en sus ojos. Sokka sonríe mirando mis ojos hasta que su mano toca mi cuello y me acerca.

—Esto es nuevo para mí, pero sé lo que siento Zukko. Y me vuelvo loco pensando en besarte, me atraes hace tanto... No puedo quitarte la vista de encima. Sé que es repentino y lo siento por eso, pero... Pareces tan entregado que... ¿Quieres ser mi novio?

— ¿Qué? Uh... Si. Yo... Si. Claro que sí.

Su sonrisa se ensancha hermosamente y saca su mano de debajo de mi playera para tomarme de la cara y volver a besarme.

—Creo que... Podemos esperar para el siguiente paso, pero de verdad quiero besarte toda la noche.

—Si me besas toda la noche mis labios terminarán hinchados. Y los tuyos también.

— ¿Y qué más da?

De un movimiento me tira a su lado en la cama y aunque nos miramos por  unos segundos, nuestros labios se unen una y otra vez. Me gusta besar, me gusta sentir que tan solo se encuentra a mi lado, me gusta sentir sus brazos rodeandome. Me gusta Sokka.

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Hace tanto que ya no me meto a Wattpad que ya no tengo ni idea de si las fotos de portada aún se ven, pero igual la puse 😂

Espero les guste.
(⁠๑⁠•⁠﹏⁠•⁠)

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