Reacción o Castigo.

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Los personajes en cuestión y su edades:
Shiki:19
Metal:17
Boruto:18 Inojin:18 Mitsuki: 18
Araya:18 Yodo:18

Historia creada para: ximenaits
Espero te guste.
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La noche caía tranquila en la entrada de Konoha dónde se veía llegando un grupo de chicos, el más animado se elevaba en un salto pidiendo por confianza de sus amigos que negaban con severidad.

— ¡Les digo que es así! Shiki realmente puede poner caras de ese tipo, —rasca su mejilla recordado con vergüenza —puede avergonzarse y hacer caras chistosas, también puede poner un rostro triste que lo hace ver muy... Tierno.

Los chicos se miran inseguros y es Inojin quien avanza hacia el azabache con corte de tazón examinando de cerca su rostro y la seguridad en si mismo, aunque dudoso, el joven abrazo al azabache por los hombros para darle la cara a los otros dos chicos que caminaban con ellos.

—Lo siento Boruto y Mitsuki, pero —se inclina hacia el rostro del azabache —estoy con Metal, —aprieta las mejillas del menor —es imposible que este pequeño bibrón mienta, ¡es súper puro! Incapaz de mentir.

Los chicos se miran entre sí y es Boruto quien avanza de brazos cruzados negando con firmeza.

—Imposible, puedo apostar todos mis videojuegos a qué Shinki jamás en su vida a demostrado más emoción que el enojo y cansancio hacia... —se apunta convencido —Mi.

Ambos jóvenes se miran divertido entre una leve risa que hace sonrojar al rubio de ojos azules, pero al segundo Metal eleva el dedo índice mostrando seguridad.

—Muy bien, yo apostaré... El último poster de... —se inclina orgulloso "Shadow Weaver" tu super heroe favorito. (recuerdo que tiene uno favorito, pero no recuerdo su nombre, ésto fue lo que me salió entre su información y parece ser el personaje de un videojuego, pero es lo que hay)

Los ojos del rubio se abren al igual que su boca mientras un chillido sale de su garganta, sin creerlo regresa la mirada a Mitsuki quien se encoge de hombros dejandolo pensar por su cuenta, Boruto regresa la mirada al frente y Sujetando su cabello comienza a dar saltos en el mismo lugar muy entusiasmado.

— ¡No puedo creerlo! ¡No puedo creerlo! —se aferra a los hombros del albino — ¡Y será mío sin esforzarme Mitsuki! ¡No puedo creerlo! ¡No puedo creerlo!

El rubio de cabellera larga se acerca al azabache inclinandose sobre su oído para hablarle.

— ¿De verdad apostarías algo tan preciado? Debes estar muy seguro de tus palabras... —curioso lo analiza — ¿De verdad puede hacer todo lo que dices? Shiki parece tan... Frío.

Niega con seguridad —Shiki es muy amable y cariñoso, le gusta ser muy m... —dudoso retiene sus palabras él de verdad sonríe y se preocupa por otros, su rostro de verdad puede ser muy tierno.

—Pues bueno... —suspira dándole frente al otro rubio —Bien, entonces me uno Boruto, yo también apostaré algo... Códigos secretos que acabo de conseguir para el videojuego, lleva mejoras y movimientos especiales de la nueva actualización.

Todos vuelven la mirada hacia el albino que algo dudoso y perdido solo termina por asentir sujetandose a los hombros de Boruto para dedicarles una sonrisa tranquila.

—Mi padre acaba de comprarme un nuevo videojuego de otro lugar exótico, parece ser bueno, contiene lucha y sangre... Lo daré si pierde Boruto.

Retadores, ambos rubios se tienden la mano para cerrar el trato y mientras ellos hacen eso Metal se puede percatar de la llegada de su amigo por la entrada principal; sin dudarlo Metal se pone en marcha siendo rápidamente percibido por los tres jóvenes de la arena que sonreían tranquilos al verlo.

— ¡Shinki, Yodo, Araya!

La rubia eleva la mano con calma mientras el azabache de coleta solo eleva levemente la mano, pero el menor se lanza rápidamente contra el chico azabache del centro dando un fuerte abrazo de bienvenida; aunque algo sorprendido, el chico solo sonreía levemente aferrandose al abrazo.

—Ya llegué Metal.

El chico sonríe alejandose —Papá ya preparó todo en casa para que  pasen la noche, Yodo Onesan podrá quedarse en el cuarto de mi padre.

— ¡Si! —Dice tranquila iniciando su andar.

—Lo siento Araya Ni, Shinki Ni, pero tendrán que compartir mi habitación.

— ¿Y tú dónde dormirás? —cuestiona el pelinegro.

—Si, normalmente duermes con Shinki y conmigo, ¿Ahora no lo harás?

—Papá dijo que ahora que hemos crecido sería mejor dejar la cama para Shinki ni ya que es muy pequeña como para duermamos juntos.

—Eso no es problema —relaja el semblante acariciando el cabello del menor —Puedes dormir conmigo, me gusta dormir contigo Metal.

Inojin sonrío inmensamente y seguro de si mismo se recargo del hombro de Boruto sonriendo con superioridad.

— ¿Puedes ver eso? Metal y yo vamos a ganar, más vale que te mantengas atento Boruto.

—Eso simplemente es su semblante enojado sin tanta presión en el entrecejo, si no lo veo reír o sonreir, o llorar... Me niego a aceptar mi derrota.

Divertido Inojin dejaba de luchar con el mirando como los tres chicos y la chica llegaban delante suyo con calma mientras Metal permanecía sujeto al brazo del pelinegro mayor.

—Shinki ni, ¿Recuerdas a mis amigos? Boruto, Mitsuki y Inojin han venido para recibirlos.

— ¡Ey! —eleva la mano alejándola de su frente para mirarlos —mi padre me ha enviado para decirles el día que se podrá llevar a cabo su reunión, además me dijo que ustedes se quedarían con Lee San así que...

—Si, tienes razón —contesta el pelinegro —nos quedaremos en la casa de Metal, —posa la mano sobre la cabellera del azabache —asi que no creo que necesitemos algo más, si eso era todo... —abraza al joven por el hombro —creo que nos vamos.

— ¡Ha! Espera un poco Shinki ni, —dudoso acerca al rubio de coleta —te quiero presentar mejor Inojin, él y yo realmente somos muy buenos amigos y creo que no se han presentado formalmente aún.

—Hola, —da una leve reverencia —lamento no haberme presentado antes, pero espero que pronto podamos llevarnos bien —sonrie ampliamente inclinando la cabeza.

—Si, —da una leve inclinación —igual espero que nos llevemos bien... —observa a los otros dos de reojo —me supongo que tú ya me conoces, pero igual déjame presentarme, soy Shinki de la arena.

—Mi nombre es Mitsuki.

Tras la presentación Inojin se acerca abrazando a Metal por el hombro para apartarlo de los tres ninjas de Suna y hablar con él.

—Lamento preguntar ésto Metal, pero... ¿No está molesto conmigo tu hermano? Ya sabes, por interrumpirlos en su camino a casa y eso...

—No, no te preocupes, le he dicho que ibas a cenar con nosotros así que todo está bien.

Dudoso el chico elevaba la mirada de su cercanía con el corte de tazón para notar una mirada algo enfadada dirigirse a él; aunque no estuviera seguro de caerle bien a aquel chico solo continuo su camino al lado de ellos mientras miraba de reojo a Boruto y Mitsuki que los seguían de lejos y con mucha precaución.

Al llegar Lee llegó a la entrada con prisa abrazando de uno en uno a los chicos para luego sujetar sus cabezas e intentar respetar sus espacios como Gaara les había dicho.

—Lee San, papá envía un paquete... —saca una caja de su mochila entregándola al hombre de delantal —Me pidió que te agradeciera por darnos posada y... Que... —baja la mirada apenado —te pidiera que pronto fueras con Metal para que tengamos una cena.

El azabache mayor sonríe con entusiasmo y pena para solo asentir firmemente dispuesto a seguir con las preparaciones de la cena.

—Bueno, vayan a tomar asiento, pueden ponerse cómodos y encender el televisor si así lo quieren.

—Oye Metal, —sonrie imperseptiblemente el azabache — ¿La televisión...?

— ¡Wow Metal! —lo abraza animado por el hombro — ¡No puedo creer que tu padre te compará una televisión tan buena! —lo arrastra al sofá con él — ¡Veamos algo, veamos algo!

—Si —rie siguiéndolo.

—Amm... —menciona incómodo y molesto —iremos a dejar las cosas en tú habitación.

— ¡Si, claro Shinki Ni! ¡Yodo Onechan, puedes tomar una ducha antes, si así lo quieres!

— ¡Gracias! —se acerca animada abrazándolo —aunque es una pena ya no poder tomar una ducha contigo —bromea.

— ¡Nee-chan! —Expresa avergonzado.

La chica se marcha entre una risa mientas el azabache a su lado sonríe levemente dándole un pequeño empujón a su amiga.

— ¡Wow! —susurra animado empujando al menor a su lado —tengo dos cosas que decir, y la más importantes es... ¡Wow! ¿¡te has bañado con ella!? ¡Eso es increíble!

El menor cubre su rostro avergonzado por la sucia mente de su amigo mientras que Inojin solo se deja caer al sofá.

—Tenias razón, pude verlo... Fue apenas una leve sonrisa, pero Shinki puede hacerlo... —sonrie entusiasmado para después removerse animado en el sofá — ¡Vamos a ganar!

Entre una animada risa Metal permite el abrazo y los besos en la mejilla que aquel chico le da en agradecimiento, Inojin continua parloteando mientras se aferra al pequeño chico contando lo que hará con los premios ganados mientras el azabache de la arena observa con enfado a través del Jutsu que recién su padre le había mostrado; en la habitación de Lee dónde los chicos se quedarían Araya se quita la máscara soltando un suspiro mientras se deja caer en la cama, pero algo dudoso toma asiento en el borde para mirar a su amigo.

—Shinki... ¿Que haces con ese Jutsu?

—Solo... Ese chico no me gusta.

—Es amigo de Metal desde hace bastante tiempo, no es peligroso, no es nuevo y no se ve nada, nada... Peligroso, de hecho, hasta parece que nos tiene miedo.

—No me agrada.

— ¿Qué es lo que no te agrada de él? —golpea la pared llamando la atención de la rubia del cuarto al lado —Yodo, si me escuchas baja el volumen de tus audífonos y escucha ésto para que nos des tú opinión luego...

Dos golpes en asentimiento son dados sobre la pared, la chica sigue las instrucciones y se mantiene atenta a la conversación del otro lado mientras sigue buscando su cambio de ropa y utensilios de limpieza.

— ¿Y? ¿Qué es eso tan sospechoso en ese renacuajo excusa de pintor? —observa la pared entre un suspiro —Ya lo sé Yodo, simplemente es un pintor con una técnica nueva y diferente, cada arte es diferente —entorna la mirada recostandose de costado —ahora, Shinki...

—Es molesto, habla demasiado y parece sospechoso, su mirada viene mucho sobre mí y luego viaja a la lejanía...

—Sabes muy bien que sus compañeros nos estaban siguiendo, quizá solo trataba de hacerlos alejarse... Yodo dirá que es la curiosidad normal sobre nuestro grupo.

Dos golpes en asentimiento son dados sobre la pared y Araya sonríe admirando el Jutsu terminar.

—Esta muy pegado a Metal...

Quitándose la capa sale a paso rápido con dirección a la sala donde toma asiento entre el rubio y su casi hermano menor.

—Yodo...

Dos golpes en asentimiento son dados y sin más el chico se coloca una nueva máscara que deja al descubierto su boca para salir de la habitación y ponerse en camino a la sala mientras la chica toma camino a la ducha.

Las risas no faltan en la mesa, pero en aquella cena solo un chico se mantenía serio y sin sonreír no importaba que tanto alguno de los presentes intentará cambiar aquel semblante. La cena termino y Metal salió a despedir a su amigo disculpándose por no haberlo logrado mientras el rubio insistía en que tenían todo el día por delante para luego marcharse y ver el regocijo en la burla de Boruto. Al volver adentro Metal se encontró con su hermano.

— ¿Quieres que tomemos una ducha juntos?

El menor sonreía entusiasmado tomando la mano de su hermano y guiandolo al cuarto de baño, Lee ya tenía las cosas de ambos listos y se las entregó apenas los vio correr dentro del cuarto de baño. En su privacidad el mayor sonreía animado y con las mejillas algo rojas permitía que aquel chico enjabonara su cabello y lavara su espalda.

—Shinki Ni... ¿Quieres que entrenos juntos a la tina?

—Si... —lo observa de reojo — ¿Puedo recostarme en tu pecho?

El menor asentía animado mientras ambos se ponían en marcha sin quitarse la toalla de la cintura. El mayor se recostó sobre el pecho del mejor dejando que Metal lo abrazará y acariciará su cabello permitiendole relajarse.

La mañana siguiente llegó, y en sus brazos un joven azabache dormía plácidamente evitando que Metal pudiera levantarse para su entrenamiento diario, por suerte su padre sabía eso.

—Oye, ojos grandes, —bromea en el suelo — ¿Que pasa con tus amigos realmente? Ayer nos estaban siguiendo y todos nos dimos cuenta.

—Oh... —silencia sus labios con su índice sobre sus propios labios —Pero es un secreto para Shinki Ni, sucede que... Hicimos una apuesta, los chicos no creen que Shinki ni —lo observa con cariño acariciando su mejilla —sea capaz de sonreír o sonrojarse, y Shinki Ni se ve tan guapo y tierno cuando lo hace... Y cuando ríe... —expande su sonrisa —su rostro es tan lindo...

El azabache se ve sorprendido al notar el sonrojo en las mejillas de su hermano y con el corazón alterado puede ver esos ojos negros abrirse en su dirección, Araya sonríe divertido y en silencio abandona la habitación dejándolos solos.

—Tú también eres lindo cuando sonríes Metal, tu rostro es... —se inclina acercándose a sus labios —tan lindo cuando sonríes.

Manteniendose con la mirada sobre el otro pueden sentir como sus respiraciones chocan tan cerca del contrario, sin dudarlo ambos cierran los ojos y suavemente acercan sus labios iniciando un dulce y suave beso que ambos corresponden; al apartarse Metal aprieta sus labios mientras Shinki cubre los suyos con algo de vergüenza.

—Um... Shinki Ni, ¿Vamos a desayunar?

El mayor traga grueso y con un asentimiento se levanta junto al azabache para salir de la habitación con la vergüenza pintando sus rostros.

La tarde llegó y luego de su reunión los chicos estaban en la parque Konoha pasando el rato entre historias animadas del pequeño azabache que no paraba de hablar obteniendo la completa atención de su próxima familia, pero... A la hora de estar fuera y a la vista de todos, el mayor de los cuatro no mostraba ninguna sonrisa, su cara era impasible.

— ¡Oi! ¡Metal!

— ¡Inojin Kun, ven aquí!

Al llegar frente al otro ambos chicos chocaban los cinco en alto, su charla era animada mientras se mantenían juntos comenzando a contar una historia desde ambas versiones. El mayor de los chicos de la arena se veía enfadado en todo momento y unión, en cada sonrisa, en cada roce de sus cuerpo... Hecho una furia se levantó hasta tomar a su pequeño hermano con la arena y elevarlo por los aires llevándolo consigo.

—Um... —apunta a los que se marchan — ¿Acaso... —se dirige a los dos presentes —hice algo que lo hizo enojar? Realmente le caigo mal —rie apenado — ¿No es así?

—No, —se acerca con seguridad abrazándolo por el hombro —A Shinki le molesta que otros se acerquen a Metal de tal forma, ahora... No he visto al imbécil de Shakadai por un buen rato, ¿Acaso se esconde de mí? Quiero que me ayudes a buscarlo rubio.

El chico no sabía que hacer y como último recurso pedía ayuda al chico de la máscara que solo se encogia de hombros dispuesto a seguirlos.

—Shinki Ni, ¿Cuánto tiempo debo seguir aquí arriba? —se asoma de la nube de arena — ¿Estás molesto?

—Si.

— ¿Dónde vamos?

—A casa... —suspira deteniendose —tu padre no está ¿Verdad?

—Pronto también será tu padre, pero sí... No está en casa, debía cumplir una misión y volvería hasta la tarde, por eso nos dió diremos para que fuésemos a comer fuera el almuerzo.

—Bien.

Metal dudaba y solo se recostaba en la nube de arena mirando curioso la furia que pintaba el rostro de su hermano.

La puerta era cerrada estruendosamente y al dejarse caer en el sofá desaparecía la nube de arena dejando que Metal cayera sobre su regazo, el menor parecía sorprendido, pero al recordar el beso de la mañana y... Muchas otras ocasiones en las que se besaron solo dejo fluir su sonrojo.

— ¿Por qué te sonrojas?

—Estas celoso Shinki Ni, seguro piensas besarme de nuevo como... Aquella vez en Suna.

El chico se sonrojo muy apenado — ¿Lo odiaste?

—No...

El menor se levantó tomando asiento a horcajadas sobre el rezago de su hermano, Shinki se sorprendió apenado mientras miraba como el menor cerraba las cortinas que iluminaban de luz la habitación, y tragando grueso tomaba asiento sobre aquel regazo mirando directamente a los ojos de su mayor.

— ¿Lo hacemos ahora? —cuestionaba el menor.

— ¿Sabes... —sujeta la cintura delante suya —el porque de mis celos?

—Posiblemente... Yo le guste a Shinki Ni, ¿No es así? De una forma... Romántica... Cómo... Novia y novio...

El chico trago grueso completamente avergonzado, pero simplemente asintió recibiendo una sonrisa de parte del menor.

—Entonces... ¿Está bien que siga besándote? Antes... Yo me sentía culpable porque pensé que no sabías lo que hacia... Y por eso me disculpó, pero...

El menor no lo deja terminar y rápidamente invade sus labios iniciando un beso que no se tarda en responder, poco a poco aquellos labios suben de tono mientras las manos de Shinki viajan bajo la ropa de su menor sorprendiendolo un poco.

— ¡Mn! —se aparta respirando irregularmente —Ni San...

—Um... —inquieto hace rozar sus labios con los de aquel chico —solo llámame por mi nombre Metal, me siento mal al ser llamado Ni San mientras te hago este tipo de cosas... Obscenas...

—Pero a mí me gusta llamarte Ni San... —busca sus labios entre fuertes suspiros.

— ¡Mm!...

El mayor traga grueso y sin poder retenerse se posiciona sobre aquel chico en el sofá comenzando a besar sus labios con necesidad, el menor gime levemente y entre quejidos permite a su hermano ponerse entre sus piernas presionando su erecto miembro contra él; respirando agitadamente libera su mano derecha pasando la mano por sobre su pecho, por sobre aquellos pezones erectos que adornan su camisa...

—Shinki Ni...

— ¿Quieres... Que los lama? —saca su lengua levemente —puedo hacerlo, quizá... Morderlos un poco, succionar los... —se inclina sobre su pecho —o simplemente acariciarlos con mi mano.

El menor enrojece del rostro y simplemente levanta su camisa por su cuenta permitiendole hacer lo que guste, Shinki traga grueso y mordiendo sus propios labios termina bajando sobre el pecho de aquel menor que lo abraza permitiendole todo. La lengua del mayor sale y se frota suave y de forma penosa con el pezón izquierdo del menor.

— ¡Mmngh! —enarca la espalda.

Aquella reacción le permitía perder el control y sin dudarlo seguía sobre aquel cuerpo de forma suave y delicada, su mano acariciaba el pectoral izquierdo del menor mientras su boca succionaba y lamía en el interior el pezón derecho. Entre quejidos y la desesperación ambos se detuvieron sintiendo que estaban a punto de venirse, sus miembros se frotaban desde hacía mucho tiempo y toda aquella atención en el pecho volvía loco al menor llevándolo al borde del éxtasis. Shinki bramó conteniendo sus gemidos al ver aquel pecho lleno de su saliva y sus marcas... Perdido en la lujuria hizo viajar su mano por el estómago del menor hasta llegar a su vientre rozando bajo su pantalón.

—Quiero hacerlo... Será entre tus piernas... ¿Puedo? —rogaba con la mirada —solo me frotare, no te haré daño... Solo...

El menor miraba el desespero en el rostro de aquel chico impacible, y simplemente se incorporaba sobre sus antebrazos y extendía una de sus manos al pantalón de aquel chico para desabrochar aquel pantalón y bajar el cierre... Shinki contenía su excitación, pero daba un pequeño brinco al sentir como aquella mano sacaba su miembro tocandolo sin pena alguna.

—Metal... —se inclina sobre sus labios.

Entre sus besos cada uno se deshacía del pantalón contrario hasta quedar en ropa interior, Shinki suspiro mirando a aquel chico de ojos grandes casi totalmente desnudo, y sin dudarlo se sacó la camisa dejando ver su bien trabajado cuerpo. Metal se levantó sobre el respaldo del sofá permitiendo que su hermano tomará la pose correspondiente detrás de él.

—Solo... —traga grueso posicionando su miembro —solo será entre tus piernas.

—Si...

Su cuerpo se electrificaba al sentir el miembro de aquel chico entrar entre sus muslos, sin dudarlo el menor apretó sus piernas causando reacciones en el cuerpo de su hermano que le eran imposibles de ver en esa pose, solo... Sintió el caliente aliento de su hermano sobre su nuca, como el mayor se dejaba caer sobre su cuerpo y se aferraba a su cintura.

—Shinki... Puedes hacerlo.

El mayor no espero más y simplemente comenzó a moverse rozando los genitales de su hermano y terminando por tocar el cuero de aquel sofá en ciertas ocasiones, Metal se retenía de gemir extasiado por tal bochornosa y candente escena, pero su cuerpo lo sentía profundamente... El toque fuerte de aquellas manos en sus caderas, los labios de su hermano sobre su cuello... Las mordidas, las respiraciones calientes, las embestidas.

— ¡Mngh! Shinki...

— ¡Aah! Metal... Dios... Me...

—Yo... Yo también —guia la mano de su hermano hacia su pecho —aquí... ¿Puedes seguir tocando ahí?

Shinki hizo lo pedido causando que ambos terminarán casi al mismo tiempo, Metal acabo primero y mientras su cuerpo se contraria extasiado Shinki seguía embistiendo admirando la excitación en aquella mirada... Era una locura, era irreal, era... Un sueño.

— ¡Oigan! Es hora de despertar, Lee San ya llegó, y la cena casi está terminada... ¿Cuánto más tardarán en despertar?

Shinki se levantó de golpe sorprendiendo a Araya que retrocedía dudoso, inquieto observo al chico en sus brazos... Y su miedo paso haciendo formar una sonrisa en sus labios, las marcas seguían ahí, eso significaba que lo que había ocurrido entre ellos había Sido... Verdad.

—Oye... —se inclina sobre ellos —esa marca en el cuello de Metal —apunta dudoso — ¿Es acaso un marca de...?

—No, vete de aquí, —cubre rápidamente sus cuerpos —vamos enseguida.

El de máscara dudo un momento y simplemente salió muy convencido de lo que había pasado y dispuesto a contar a su amiga. Shinki suspiro y acariciado el cabello del chico en sus brazos comenzó a repasar con sus dedos todas aquellas marcas, suavemente se inclinó sobre aquel pecho y beso la clavícula del joven pasando la mano por el pecho de aquel chico que despertaba aturdido.

— ¿Mm? ¡Aah! —cubria su boca abrumado — ¡Shinki! —apenado se cubría —No hagas eso, es vergonzoso.

— ¿Por qué? —sube a sus labios —por la tarde hasta me pediste...

—Silencio... —pide apenado para callarlo con un beso —no lo digas Shinki Ni, me da mucha pena.

El mayor sonreía y comenzaba a reír mientras lo abrazaba, aquella noche todos parecían sorprendidos ante el buen humor y las grandes sonrisas que el azabache de mayor edad brindaba.

La mañana de su despedida llegó, tristemente Metal se había despedido de todos con un abrazo y antes de salir de casa le había propinado un beso al de mayor edad, siempre era así, ellos iban por poco tiempo y luego se alejaban, pero esta vez era más triste que cualquier otra porque ambos chicos conocían los sentimientos del contrario y habían hecho tanto sin poder llegar al final.

— ¡Oi Metal!

Inojin elevaba la mano con ánimos y aunque sin tantos animos, recibía la contestación del pequeño azabache. Detrás del rubio asistían a la despedida con rostro campeón Boruto y Mitsuki, pero ambos chicos se miraron aterrados al ver cómo Metal susurraba algo al oído de Inojin que asentía entusiasta con la idea.

De un momento a otro el rubio y el azabache se lanzaron sobre el mayor de los chicos de la arena y lo abrazaban al mismo momento causando su rostro de sorpresa y vergüenza, y una... Aunque muy leve, una sonrisa. Metal observo el semblante sonriente de su hermano mientras Inojin veía ganador a sus contrincantes. Al marcharse Inojin abrazo al rubio por el hombro.

—Y bueno... Ganamos.

—No puedo creerlo... Ese tipo... Sabe sonreír... —observa a su amigo — ¡Mitsuki, ese tipo sonrío!

—Y se sonrojó —Dice tranquilo.

Entre la sorpresa de aquellos dos chicos Metal miraba el camino que su hermano recorría para marcharse y notaba... Cómo a sus pies la arena de hierro formaba un mensaje.

"La próxima vez, me gustaría formalizar nuestra relación, hablarlo con nuestros padres, ¿Quieres?"

El menor sonreía y acomodaba la arena para que ésta le llevará el mensaje. Shinki sonrío al verlo y simplemente siguió su camino con una sonrisa.

—Sabia que algo pasaría entre ustedes —sonrie Yodo.

—Estabas a nada de explotar amigo... Y la culpa te comía al igual que las ganas de decirle.

—Callense, son molestos.

—Si estás sonrojado es porque es verdad.

—Araya tiene razón, si te sonrojas es porque es verdad lo que decimos.

Entre una risa ambos jóvenes comenzaban a huir de aquel chico enfadado y avergonzado.

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