Solo una vez

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Regalos y curiosidad.

[Gohan]

Hace una semana había festejado mi cumpleaños número trece; mi madre se encargó de organizarme una increíble fiesta mientras bulma me mantenía distraído en su casa haciendole algunos favores; mamá, papá, Krillin, bulma, el maestro Roshi, Trunks, todos... Hasta el señor Piccolo vinieron para felicitarme, la fiesta duro hasta tan tarde en la noche que no tuve tiempo de abrir mis regalos, además de que el maestro Roshi me pidió que no lo hiciera para salvarse de un regaño por parte de mi madre ya que había olvidado comprarme algo. Hace un rato mi mamá salió a casa de Bulma para pasar la tarde con ella, mientras papá salió temprano a trabajar; sin tanta prisa quitó el empaque del regalo del maestro Roshi que me mira impaciente.

— ¡Estoy más que seguro que te encantará!

Mirándolo le dedicó una sonrisa para volver mi mirada al regalo abriendo la caja... Sonrojado trago grueso al mirar cientos de revistas de chicas desnudas, son las revistas que él siempre ve... No hay sonrisa alguna en mi rostro, pero eso no le importa y se acerca animado abrazándome por el hombro para mostrarme una revista.

—Te estoy dando mi mayor tesoro Gohan—sonrie perdido en su ilusión —Aqui están ¡Las mejores revistas de chicas caliente! Desde... —toma la primera.

Con entusiasmo comienza a decirme el nombre de cada una de las mujeres mientras sacaba otra y otra casi babeando las entre su explicación, sonriendo sin prestarle real atención solo mantengo mi vista sobre él hasta que noto como una revista resbala de entre todas las que abrazaba con emoción, dudoso la tomo en manos notando a... Un hombre en la portada.

—Maestro Roshi...

— ¡Pero Gohan! ¿¡De dónde sacaste eso!?

De pronto la arrebata de mis manos mirándola con sorpresa y miedo sin si quiera abrirla.

—Se cayó de entre sus revistas maestro.

—Bueno... Bueno, bueno —dice con más calma enrollando la revista —vamos a tirar ésto a la basura, debí comprarla por error, a veces las revistas se pegan... ¡Pero oye, disfruta mi regalo!

Mirando sus revistas con tristeza arregla sus gafas y me mira para salir con prisa arrojando la revista al cesto de la salida. Mirando de reojo el desastre del suelo solo puedo exhalar un suspiro para enseguida agacharme y comenzar a levantar todo... El maestro Roshi jamás cambia, pero... A decir verdad estás revistas jamás han llamado mi atención.

Tomando la caja la llevo hasta mi habitación escondiéndolas debajo de mi cama, si mi madre las llegara a ver estaría sumamente molesta, no lo sé, quizá no me interesan en lo absoluto porqué justo mi madre siempre me ha enseñado a respetar a las mujeres y a su cuerpo, si... Posiblemente sea eso; sin tomar más importancia tomo mis otros regalos comenzando a abrirlos hasta que me encuentro con el regalo del señor Piccolo, son... Pesas de entrenamiento... Sonriendo me las coloco de inmediato en las muñecas y tobillos para comenzar a tirar golpes probando las.

— ¡Son geniales! —tiro algunos puñetazos y patadas más — ¡Si! Quizá... Debería de buscar al señor Piccolo para entrenar con él.

Sonriendo con entusiasmó comienzo a buscar mi ropa de entrenamiento; el señor Piccolo siempre a Sido como un padre para mí, desde siempre él a estado para mí cuando lo necesito, aunque... Después de todo no tiene mucho que hacer en su día a día. Con rapidez bajo las escaleras de un brinco y tomo dirección a la salida, pero ante mi prisa paso a tirar el cesto de la basura, desesperado comienzo a recoger todo, pero... Me detengo al mirar de nuevo esa revista, tragando grueso la sujeto en manos, hay algo... En esta revista que llama mi atención; abriéndola con algo de nervios me encuentro con el cuerpo desnudo de un hombre que posa con seguridad vistiendo un boxer corto azul que tiene unos tirantes...

— ¡Gohan cariño, ya llegué!

— ¡Si, si mamá! 

Sin voltear a verla guardo la revista entre mis ropas y tragando grueso me levanto para abrazarla, ella me sonríe mostrándome sus bolsas de compras con las cuales le ayudo.

— ¿Ibas de salida?

—Si —las cómodo en la mesa de la cocina —El señor Piccolo me regaló unas pesas de entrenamiento y quería ir a probarlas con él.

—Oh, bueno —se saca su gafas de sol —Esta bien, pero trata de no llegar muy tarde... Si no tú padre acabara con la comida.

—Claro mamá.

Besando su frente salgo con prisa de la casa despidiéndome, hay algo en esta revista que me hace sentir culpable... Sujetándola bajo mi ropa solo emprendo vuelo. Una vez llegando a las partes lejanas a la ciudad donde normalmente el señor Piccolo entrena termino descendiendo tras unas rocas con el pecho agitado por fin sacando la revista de entre mis ropas.

—Solo... Solo la veré un poco antes de mi entrenamiento —me digo a mi mismo.

Tragando saliva y con el corazón agitado, vuelvo a abrir la revista con algo de miedo mirando a éstos hombres mostrar sus músculos con poses tan... Raras. Un sentimiento extraño comenzaba a llenar mi ser, pasando las hojas una y otra vez me detuve hasta sentir un problema en mi pantalón.

— ¿¡Ah!? —me levanto nervioso —esto... Ésto es...

Inquieto por fin puedo recordar la clase sobre sexualidad que mi madre me dió un día, ella me platico sobre ésto... Es...

—Te... Tengo una erección.

Totalmente sorprendido dejo la revista de lado mirando curioso el tema en mi pantalón, mirando a todos lados intento encontrar una salida para no tratarlo con mis manos, me siento extraño... Pero no hay otra salida, debo tocarlo... Pero un fuerte ronquido me distrae, sorprendido vuelvo a escuchar ese ruido, es un ronquido tenebroso, como de un... Oso... Curioso y tratando de evitar el tema en mis pantalones subo a la piedra detrás mío buscando con la mirada de dónde proviene ese sonido has que... A la lejanía bajo una sombra... Sorprendido entrecierro mis ojos mirando como justamente es... El señor Piccolo, ¿De verdad era él? Jamás lo había visto tomar una siesta de ese modo, nunca lo había escuchado roncar así...

—Me pregunto que lo puso tan agotado para que duerma así...

Volando hasta él lo veo no reaccionar en lo absoluto, es extraño, normalmente su guardia siempre está arriba y ante el minimo movimiento él reacciona, pero... Ni si quiera reacciona, sus brazos y piernas están extendidos como si estuviera exahusto, de la misma manera en la que duerme mi padre... Aunque la única diferencia es que el señor Piccolo no deja caer saliva por doquier; divertido aterrizó a su lado y tomando valor acerco mi mano temblorosa a su cara, hay algo que siempre he querido hacer al señor Piccolo, él nunca se deja tocar a menos que estemos terminando una pelea y me deje ayudarlo... Sujetando su mejilla deslizo mi mano por cada línea de su rostro, levemente frunció el ceño cuando mis dedos pasaron cerca de sus labios, tragando saliva me detengo, estoy... Caliente... Mi cuerpo se siente raro.

—Gohan —musitaba.

Sorprendido alejo mi mano de su cara, pero no despierta, solo... Ha puesto su mano sobre su pecho; el señor Piccolo ¿Sueña conmigo? Con mi corazón latiendo con fuerza acerco mi mano nuevamente esta vez acariciando su cuello y bajando hasta el borde de su ropa, mirando su pecho musculoso; el señor Piccolo siempre fue como un padre para mí... Tragando grueso me acerco a sus labios uniendolos a los míos, suavemente beso sus labios y desesperado bajo a su cuello siguiendo con mis besos mientras poco a poco bajo su ropa, hoy se siente especialmente caliente. 

Al deshacerme de toda su ropa puedo ver sus calzoncillos blancos cubrir su... Inquieto me acerco a su entrepierna, tan caliente... Mi respiración comienza a ser irregular, sacándome mi traje por fin encuentro el valor de sujetar mi pene mientras mi mente se mantiene en su cuerpo, mientras mi mano se pasea por su pecho palpando el bien torneado cuerpo del señor Piccolo. Mientras más lo veo, mientras su olor llena más ni nariz... Me vuelvo mas raro, me siento más caliente... Besando el costado del cuerpo del señor Piccolo termino por venirme dejándome algo cansado y desesperado, con mi cara sobre su estómago me levanto hasta su boca para seguir besandolo... Quiero sentir sus manos sobre mi piel, quiero... Que el señor Piccolo busque mi piel...

Desesperado me subo a horcajadas sobre él sintiendo el gran miembro del señor picolo en mi trasero, mordiendo mis labios me recuesto sobre su cuerpo sientiendo una corriente eléctrica llenar mi ser cuando mis pezones rozan su piel... Dejándome caer sobre su cuerpo me acerco a su cara, apenas mis labios se acercan a los suyos cuando siento sus manos en mis caderas. De inmediato me aparto avergonzado, pero sus manos me sostienen mientras sus ojos se abren para mirarme...

—Gohan...

Su profunda voz hace erizar mi piel, avergonzado intento apartarme, pero él se incorpora manteniendome encima suyo, nervioso trago grueso evitando mirarlo, de reojo veo su mirada confundida sobre mí y de pronto solo traga grueso.

— ¿Que haces Gohan? Yo... —sujeta su frente —No me di cuenta de que habías llegado.

Su mirada se mantiene sobre mí desnudo cuerpo mientras su mano se posa en mí hombro esperando mi respuesta.

—Yo... —apenado trato de mirarlo directo —Yo señor Piccolo... Yo hace un rato abrí —el calor se hace de mi cara —abrí su regalo... Y quería probarlo, pe.. pero usted estaba dormido y yo...

Sin poder soportarlo más agachó la mirada avergozado, ¿Que le puedo decir ante está escena tan vergonzosa que le estoy mostrando? Cubriendo mi entrepierna con las manos intento levantarme, pero... Detrás mío, en mi trasero... Si pene... Está duro y erguido... Chocando con mi piel.

Subiendo mi mirada de inmediato lo veo con un leve sonrojo en sus mejillas, su mano me sujeta por el cuello mientras acaricia con su pulgar mi mejilla... Él se acerca con la respiración algo agitada.

—Gohan... ¿Quieres... Entrenar conmigo?

—Señor Piccolo...

Con dureza su boca se acercaba a la mia proporcionandome un beso experimentado mientras su mano pone presión en mis caderas acercándome a su miembro; de pronto su lengua se adentraban en mi boca... Un beso dado por el señor Piccolo. Al separamos pude apreciar un hilo de saliva entre nuestras bocas, sus manos de pronto bajaron a mi trasero apretandolo con fuerza.

— ¡Mngh! 

Emitiendo un extraño sonido me dejó caer en su pecho completamente excitado.

—Gohan —susurraba con su ronca voz en mi oído —Enderezate un poco.

Con el morder de mi oreja sujeta mi espalda baja con delicadeza mientras su otra mano se adentra bajo mi ropa interior presionando mi entrada, dejando escapar un suspiro lo miró directo y me abrazo a su cuello levantando mis caderas de su regazo, él sujeta mi trasero haciéndome enderezar más y con su respiración chocando contra mi pecho su lengua rodea mi pezón y su dedo... Aferrándome a su cuerpo lo siento meter su dedo aún más... El dolor, la excitación...

—Se... Señor Piccolo, su dedo me... Me romperá...

—Es tan caliente dentro tuyo Gohan...

¿Que es ésto? ¿Porque este extraño y sucio deseo me llena el pecho? Pero en especial... ¿Cómo es que ésto de verdad está pasando?. Sintiendo el segundo dedo entrar no puedo evitar soltar un quejido algo alto por el cual me avergüenzo con prisa... Él está tan concentrado como siempre, pero en lugar de meditar está mordiendo mis pezones, los está lamiendo, los succiona y muerde mi vientre entre algunos besos...

—Señor Piccolo yo...

—Gohan —gruñe contra mi vientre.

De pronto todo mi cuerpo se derrite, es extraño, pero tan placentero... El lugar donde el seño Piccolo a tocado me hace erizar, me hace gemir... Y él sigue tocando lo y haciéndome gemir sobre su oído, estoy vencido, dejándome caer sobre su cuerpo... De pronto sus dedos salen y ante la sorpresa me aferró a su cuello para alejarme y mirarlo de frente, su respiración es agitada al igual que la mía... Su mano presiona mi cadera y apretando los labios siento su miembro contra mi entrada.

— ¡Ghaaa! ¡Mmn! —con la boca abierta dejo escapar mis respiros directos a sus hombros —Señor... Picco...

—Tan caliente —susurra presionando mis caderas contra su miembro —Goha... —me abraza por la cadera no dejándome ir —Aprietas tanto...

— ¡Haaa! Señor... Señor Piccolo... ¡Tan grande! ¡Es muy grande!... ¡Lo... Lo tiene tan grande que... —miro directo su cara —me romperá! ¡Mngh!

Sujetando mis mejillas con una sola de sus manos me besa con profundidad, su lengua viaja de pronto sobre mis labios y entre leves besos muerde mis labios, nuestros suspiros chocan y de pronto su lengua se adentra en mi boca, de pronto su mano apretaba mi pezón con fuerza y entre mi grito ahogado lo sentí entrar por completo en mí, mi cordura se desvanecía y él no pensaba detenerse, casi me había corrido, toda mi parte baja punzaba de la excitación, pero él no iba a detenerse, sujetando mis caderas siguió penetrandome una y otra vez entre sus gruñidos de placer; una y otra vez me penetró bruscamente tocando aquel lugar que me hacía derretir, es tan excitante... Quiero que me toque más, que me bese más, quiero que muerda mis pezones... Mis manos se aferran a sus hombros dejando las marcas de mis uñas, mi voz sale sin restricciones y tomo el control moviendo mis caderas por mi cuenta.

— ¡Mas... Más señor Piccolo! ¡Más... Quiero más!

—Gohan... Haaa... —gemia por lo bajo.

Tan rápido, tan brusco, como siempre es él. Seguí moviendome con su ayuda haciéndonos disfrutar a ambos, y por alguna razón su mente parecía comprender la mía a la perfección, sus labios viajaban desde mis labios hasta mis pezones que solo basto que me masturbara un poco para que me viniera por segunda vez... Abrazándome a él seguí besandolo mientras sus manos se aferran a mi cuerpo, quiero más, no e suficiente y de alguna forma su gran miembro sigue completamente erecto, él aún no puede venirse.

—Date vuelta Gohan —suspiraba contra mis labios.

— ¿He? 

Tragando grueso hice lo que me pidió y poniéndome en cuatro metí su miembro en mi entrada por mi cuenta... Por un segundo descanse en esa posición, pero su mano rodeo mi cuerpo enseguida, sus labios se deslizaron a mis hombros y entre besos y mordidas a mi piel me hacía erizar mi piel, de pronto sujeto mi miembro y apretó mi pezón.

—señor —mordi mi labio.

Una fuerte embestida me hizo caer dejando mi cara contra la roca en la que estamos ¡Es un dios en ésto! O quizá es porque es mi primera vez... Sigo moviendo mis caderas mientras sus dientes muerden mi nuca y hombros, mientras sus manos se deslizan por mi espalda baja apretandola con fuerza.

— ¡Señor Piccolo me gusta!

De pronto me sostiene por el vientre pegando mi espalda a su pecho, mi cuerpo quema por dentro mientras sus recias embestidas continúan... El señor Piccolo tiene un aguante increíble... No podía detener en absoluto mis gemidos, y es que él no me dejaba descansar ni un minuto, no solo me penetra, sus manos juegan jalando y presionando mis pezones y también me masturba de vez en cuando.

— ¡Ha! —mordia mi hombro —Gohan... Me vengo.

— ¡Haaa! ¡Señor Piccolo!

Su venida llenando mi vientre, mi cuerpo tiembla mientras lo siento recargarse de mí y ambos caemos sobre el suelo exhaustos... Fue... Increíble, me vine por primera vez y... Otras dos veces más... Pude sentir los labios y las manos del señor Piccolo tocar mi cuerpo y... Y tuve mi primer relación sexual. Con una sonrisa en cara respiro agitado tratando de hacer volver mi respiración a lo normal... De pronto lo siento salir de mí y sujetando mi mejilla me hace volver la mirada a él.

— ¿Desde cuándo?

— ¿He? —confundido recuerdo mis palabras —Posiblemente no hace mucho —sonrio avergozado —Usted siempre a estado ahí para mí señor Piccolo... Creo que me gusta...

Sus labios de pronto se posa sobre los míos y al alejarse lo puedo ver sonreír por primera vez, es... Realmente lindo... De pronto me estremezco sintiendo un líquido salir de mi interior.

—Ah... Señor Piccolo —desvio la mirada avergonzado —su semen está...

Él se sorprendió ante mis palabras, pero no podía dejarlo así, subiendo mis caderas abrí las piernas llevando mi mano hasta mi retaguardia, pero entonces su mano sostuvo la mía con brusquedad.

— ¡No, entrenemos más Gohan!

— ¿¡Ah!? ¡Pero señor... Picc...

Sus boca no me permitió proseguir, pero... No me molesta, abriendo mis piernas de par en par me abrazo a su cuello permitiéndole la entrada, por fin había podido tocar al señor Piccolo, por fin lo había visto sonreír y reír.

Anteriormente me preguntaban mucho como se vería Gohan, pues yo me lo imaginé más o menos así.

Les juro que quisiera ver un Doujin con está historia que me inventé 😜

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