Te reto a...

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Con la música a todo volumen la fiesta avanzaba animadamente. El día anterior Sasuke había invitado a todo mundo a su fiesta, la mansión de los Uchiha los había vuelto locos y sin darse el lujo de esperar y beber con calma, todos llegaron con la copa sobre sus labios, la música hacia vibrar la mansión completa, adolescentes se regaban por aquí y por allá bebiendo, riendo y haciendo estupideces sin sentido ante su ebriedad; la piscina estaba llena de gente corriendo por aquí y por allá, y el único grupo más sobrio se miraba riendo ante un juego recién creado para evitar el aburrimiento.

—Bien, bien, mirá eso —apuntaba con su cerveza —Naruto está por quitarse los calzoncillos y arrojarse al agua.

Divertido el castaño volvía la mirada notando como aquel rubio miraba nervioso en todas direcciones, mostrando el dedo medio al par de chicos, Naruto subía al trampolín y dejándose caer los calzoncillos se arrojaba al agua llamando rapidamente la atención de la gente.

— ¡Naruto no seas asqueroso! —se quejaba la pelirosa cubriendo los ojos de su amiga.

— ¡Naruto! —se levantaba enfadado avanzando a la piscina — ¡Pequeño idiota! ¿¡Que creés que haces!?

Ante los gritos de Sasuke, Naruto reía en plena piscina cubriendo su parte baja con una mano mientras la otra se posaba en su nuca, Kiba y Shikamaru reían a todo pulmón mirando como se había creado el caos afuera, algunos ebrios se sacaban la ropa interior entrando a la piscina, y Hinata se encontraba desmayada ante la sorpresa mientras Naruto huia del azabache aún sin calzoncillos.

—Bien, bien, lo paso —declara el azabache —pero creo que nos pasamos un poco, Sasuke lo matará cuando lo alcance, y se van a tardar.

—Bien, entonces sigamos —buscaba algo divertido con la mirada — ¿Listo para lo tuyo?

—Venga, dame con lo mejor que tengas.

—Muy bien —reia tronando sus dedos para apuntar a una chica —Ella está en mi clase de lucha, te reto a... Ir a besarla.

Con una leve risa el chico asentía seguro de su mismo y tomando un gran trago de cerveza avanzaba hacia la rubia que servía ponche en un vaso de papel.

—Oye... Eres de la academia de chicas ¿Cierto?

Su mirada era fría y de superioridad, sorpresivamente eso hizo sonreír al azabache de coleta aún más, ella suspiro y bebiendo un poco asintió sin más.

—Asi es, mujeres y más mujeres a montón —sonrie —mujeres que nunca te veran no importa cuánto lo intentes.

Él reía avanzando unos pasos más hacia ella, y con disgusto ella bajaba la mirada, lista para soportar el coqueteo de un idiota. Kiba reía ante la escena y miraba de reojo como Naruto corría al interior de la casa aún sin los calzoncillos puestos, Sasuke le seguía de cerca furioso empujando a quien de le atravesará, entre la gente, Kiba pudo notar a dos personas que destacaban, lograba conocerlos... Uno asistía de vez en cuando a su lugar de entrenamiento para mejorar su técnica de lucha, y el otro... Era el hermano menor de ellos. Sorprendido notó como el castaño apuntaba hacia su hermana divertido avisándole a su hermano menor.

—Entonces... Eres guapa.

—Si, lo notó cada mañana cuando me veo en el espejo —avanza.

—Oye, espera, no te vayas —le sujeta la mano —si quiera dime tu nombre.

—Claro —sonrie mirándolo de frente —me llamo, olvi... Dame.

Y sin más ella avanzaba causando la risa de sus hermanos y del castaño amigo de Shikamaru. Pero ante la risa de Kiba, Shikamaru se ponía molesto y avanzaba sin más poniendo el pie para desequilibrar a la chica rubia que notando el movimiento se detenía antes de caer y posando la mano en la nuca del azabache lo jalaba con dirección al piso haciéndolo caer de rodillas.

—Diablos chico, eres... Un poco masoquista, puedes darme las gracias luego de que no te golpeé.

Avergonzado veía como su triunfo avanzaba por la sala sin prestarle la más mínima atención escapando de sus manos, eso significaba dinero en los bolsillos de Kiba. Con paso tranquilo el azabache avanzaba hasta su amigo que se ponía de pie, y riendo extendía la mano en espera de su dinero.

—Mañana arreglamos cuentas.

—Bien —se encoge de hombros —pero no cuenta que intentes fingir olvidarlo.

Encogiendose de hombros suspiraba guardando su vergüenza y un poco aliviado de que pocas miradas se posaran sobre su rechazo.

— ¡Chicos! —anunciaba su llegaba elevando la mano — ¡Por fin logré llegar a Naruto antes de que Sasuke! —sonreia animado —lo escondí en un armario de escobas, él dijo que yo debo besar al pelirojo de la sala... —busca con la mirada — ¿Han visto a un pelirojo?

—Ha... —duda un poco —Si lo he visto Lee, pero en este momento sería peligroso que lo hicieras.

— ¿Peligroso? —rie curioso.

—Si, bueno verás —sostiene su hombro guiandoló al chico —se llama Gaara, la chica rubia es su hermana mayor y el castaño es el del medio, ella y él entrenan en el mismo gimnasio al que asisto, y el pequeño pelirojo estudia clases de Karate y esgrima, son ricos y de mal carácter cuando alguien se pasa de listo.

— ¡Y así me mandaste a besarla!? —le golpea la cabeza — ¡Ella me pudo noquear o algo!

Riendo asiente y solo se cubre con el cuerpo de Lee para evitar que Shikamaru lo golpeé con más fuerza.

—Por eso ella te dijo que le agradecieras —rie —desde hace rato se nota que están de buen humor, el pequeño consiguió pareja recientemente y su actitud cambio al igual que la de los mayores.

—Espera —suspira sujetando su cabeza — ¿Cómo sabes tanto de ellos? ¿Los espías o algo?

—No, idiota... En el gimnasio ese grupo de hermanos es muy famoso, cualquier chico que se quiera acercar a la mayor es advertido por lo que ya los conocen, el hermano del medio es de quien todos temen, pero recientemente la escuché en una llamada y una plática con sus amigas, ella hablaba orgullosa de su hermano menor y le avisaba al otro sobre lo que ocurría con él.

— ¿Enserio vas a entrenar a ese gimnasio o solo vas a chismosear con los otros tipos? —menciona con desinterés.

— ¡Uno se entera de cosas amigo! —lo empuja levemente —pero enserio Lee, ahora que están los tres reunidos no tienes opción con el menor, ella y él te atacarían enseguida.

Aunque dudoso el azabache miraba escaleras arriba donde Sasuke aun buscaba insistente con la mirada.

— ¡Pero por eso es un reto! —avanzaba.

— ¡Lo sé! —lo detiene por el brazo —pero lo he visto entrenar, se que también tienes fuerza, pero ese tipo es despiadado... Ella también, y en especial cuando se trata del menor.

— ¿Cuántos años... Tiene él? —cuestiona el azabache.

—Los chismes no son muy detallados, pero es un año menor que ellos, y ellos tienen nuestra edad así que... Dieciséis.

Sonriendo mantiene la mirada sobre aquel pelirojo notando como la mayor es llamada por unas amigas, y entre su charla tranquila el otro hermano le pide su vaso para servir más bebida, de pronto Lee se aleja con prisa yendo a tomar un vaso de cristal y servir algo suave.

—Diablos Kiba, lo va a hacer.

—A veces... Me sorprende su dedicación con estos juegos.

—Te aseguro que el hubiera andado por la casa desnudo sin vergüenza alguna —dice sonriente.

—Si —rie dándole la razón —lo bueno es que Lee también entrena artes marciales, se podrá librar de ellos.

Con una sonrisa en cara el azabache avanzan decidido apenas el hermano mayor se alejaba pidiéndole un momento al menor. Al llegar con el pelirojo notó aquella mirada jade sobre suyo, dudosa ante el acercamiento de la bebida.

—Gracias, pero debo declinar, no bebo y ésto es...

—Es alcohol suave, una mezcla especial que me mostró mi sensei —sonrie —tiene lo mínimo de alcohol.

Aunque dudoso, el pelirojo tomaba el pequeño vaso de cristal oliendo levemente su contenido y mirando a aquel chico de frente.

—El chico que hizo la fiesta es un conocido mío, estudiamos esgrima y otras artes en el mismo lugar.

— ¿Estudias esgrima? —cuestiona con sorpresa acercando el licor a su boca — ¡Oh, realmente es más dulce que embriagador! Es muy delicioso.

—Es de durazno, yo mismo lo prepare antes de que iniciará la fiesta.

— ¿Realmente? —cuestiona interesado.

— ¡Si, y también hablo enserio sobre el esgrima! —sonrie.

—Disculpa ¿Cuál era tu nombre?

—Rock Lee, ¿Y el tuyo?

—Subaku Gaara —sonrie animado.

—Se que... —avergonzado sujeta su nuca —puede ser muy... Inapropiado y sorpresivo, pero... Si hago algo que te molesta, tienes todo el derecho de golpearme y no volverme a hablar jamás, o todo lo contrario.

— ¿Todo lo contrario?

El pelirojo sonreía ante la compañía inusual de aquel chico y de pronto, ante el término de su bebida, se veía cayendo entre aquellos brazos y recibiendo aquellos labios sobre los suyos, la sorpresa era grande, pero sabía a durazno y era dulce, sosteniendose de su camisa prosiguió levemente con el beso y al separarse miro aquellos ojos negros directos a él.

— ¡Oye! —lo apartaba por el hombro —el chico tiene pareja, así que aléjate de él.

—Oh, yo... —dudoso miraba al mayor y al menor —lo siento mucho Gaara... —se aleja levemente — ¿Nos vemos... Luego?

Una leve sonrisa tranquila se dibujo en aquellos labios rojos y asientiendo causo una enorme sonrisa en el azabache que se marcó con prisa.

—Oye, ¿Que fue eso? —le entrega su nueva bebida — ¿Olvidaste que tenías novio?

Divertido posa el vaso sobre sus labios —La verdad —observa al azabache —no quería decírselos porque estaban muy entusiasmados por mí, pero es un poco idiota y aburrido... Creo que —observa a su hermano —he encontrado a alguien más... Divertido, y lindo.

Suspirando asentía —Bien, haz lo que quieras, solo ten cuidado —sujeta su nuca mirando al grupo del azabache —y no juegues con ese chico, parece... No tan mala persona, odiaria golpear a alguien que no se lo merece.

—Esta bien, creo que está vez... Iré enserio.

Ante esa mirada interesada, Lee volvía la mirada sonriendo algo sonrojado hacia aquel pelirojo que le miraba con algo de interés.

— ¡Amigo! —golpea su hombro animado —debes ser muy buen besador para enamorar a ese chico con un solo beso —rie animado —aunque quizá acabas de romper el corazón de su novio.

—Espera —dirige la atención al castaño — ¿¡Tenía novio!?

—Te lo... Dije hace poco... ¿¡No me pusiste atención!?

— ¡Es que era tan lindo que no te escuché por completo!

Ante su pelea Shikamaru reía a todo pulmón y apenas su risa acababa, notaba como su oportunidad de venganza se encontraba distraído y molesto.

—Es tu turno Kiba —lo encamina —debes besar al hermano del medio —le da un empujón.

— ¿Que?

Dirigía la mirada al joven que algo conflictuado bebía de un sorbo su bebida, y volvía la mirada preocupada al azabache.

— ¿¡Estás demente!? ¡Me machacara!

—Pudieron hacerlo conmigo —se encoge de hombros indiferente.

Preocupado el castaño trago saliva, la mayor no había vuelto aún, y el menor se alejaba con el móvil en mano, tragando su miedo avanzó sin chistar, con decisión noto aquel entrecejo fruncido que se dirigía a él, y tomándolo por el cuello se atrevió a irrumpir en aquellos labios, el castaño sonrío molesto.

—Te vas a arrepentir.

Y aunque el miedo recorrió su cuerpo, todo se esfumó cuando aquel chico lo sujeto por las mejillas hundiendolo en un beso aún más profundo. Kiba apenas y podía respirar ante la búsqueda y rapidez de aquellos besos, y Kankuro estaba orgulloso de eso. Lee y Shikamaru se miraban dudosos ante tal escena, pero apenas iban a avanzar notaron aquella mirada autoritaria dirigida a ellos, aquel castaño los miraba en guerra y mostrando su dedo medio al par de amigos se llevaba entre besos a aquel castaño hasta la cocina donde la gente regresaba la mirada ante su entrada.

— ¡Los quiero fuera ahora mismo! —gruñia con enfado.

Ante tal brusquedad todos salían de aquella sala, y dejando a un perdido y sorprendido castaño en mitad de la cocina, Kankuro avanzaba hasta las puertas cerrando las.

—E... Ey —subia la mirada al castaño — ¿Por qué hiciste eso?

Sonriendo Kankuro lo tomaba de la muñeca dirigiéndolo a la bodega de la cocina, Kiba permanece perdido y apenas la puerta es cerrada entra en algo de pánico al notar esa sonrisa lunática.

— ¿¡Que... Que me hará!? —avanza aterrado — ¡Déjame salir!

—No —lo sujeta por las muñecas —Querias jugar ¿No es así?

Entre su tragar grueso miraba más detenidamente a aquel chico, sus facciones, su cara que aunque un poco redonda era tan firme y te hacía temblar del miedo, pero... No parecía que lo fuese a golpear.

— ¿Que harás? —avergonzado rogaba una respuesta.

Sonriendo se acercaba abrazándolo por la cintura para unirlo a su cuerpo.

—Estó lo hago normalmente, mucho menos a chicos al azar... —suspira sobre sus labios —pero hace tiempo que te he estado mirando y... Solo quería una excusa para hacerlo.

Pegando aquel cuerpo a la puerta de la habitación inicia con un profundo y caliente beso en sus labios, aquel chico no sabía que ocurría o porque ocurría, pero... Realmente besaba bien, la ebriedad, la situación, atontado se dejaba guiar por aquellos labios, por aquellas manos que comenzaban a palpar su vientre y a subir bajo su ropa hasta salir por el cuello de su camisa y apretar levemente su cuello, esa sensación le electrificaba por completo, Y Kankuro sonreía sobre sus labios mordiendoló levemente.

—Kiba —musitaba bajando a su cuello.

— ¿Cómo sabes... —acariciaba su cuello entre suspiros —ey... Ey —lo hacia levantar la mirada — ¿Cómo sabes mi nombre?

Sonriendo complacido volvía a besar aquellos labios con más suavidad, Kiba seguía los besos sin resistencia y solo hacia lo mismo que aquel chico, sacaba la camisa contraria para palpar el cuerpo ajeno.

—Lo mire en la correa de tu perro el día que se perdió.

— ¿¡Que!? —cuestionaba sorprendido.

—Podemos hablar luego de ello —expresa con pereza acercándose.

— ¡No, voy a tener sexo con un extraño! ¿¡Cómo piensas si quiera que dejare ocurrir eso!?

Riendo Kankuro avanza con tranquilidad y lo hace tomar asiento mientras busca en su móvil algo.

—Vamos al mismo gimnasio, tu perro se queda en el lugar para las mascotas mientras tú te ejercitas, pero un día él se escapó... Siguió a alguien que tenía comida en la calle, el tipo gritaba como loco —mostraba la foto del cachorro —hice que se detuviera y mientras comía yo verifique su placa.

— ¿Tu fuiste quien lo llevo a casa?

—Si —sujeta su nuca —aunque no había nadie y tenía cosas que hacer así que lo deje fuera.

—Gracias —sonreia. (Fuera impulso de poner — ¿Cuál gracias? Encuerate.)

—No fue nada —sonrie desabrochando su pantalón —Entonces, me llamo Kankuro, recupere a tu perro... Y me pareces atractivo, además estoy molesto y necesito desahogarme un poco... —toma su mano —Dijiste que no tendrías sexo con un extraño, ahora me conoces.

Riendo a carcajadas el castaño se ponía de pie y sujetando el miembro de Kankuro solo sonreía al borde de sus labios jugueteando con su mal humor que ahora se convertía en sonrisa. Entre besos apasionados Kankuro subía a su ahora pareja en un pequeño anaquel tirando las cosas sobre él, ahora el chico Subaku se encontraba entre las piernas de Kiba palpando su cintura y subiendo a su pecho, Kiba sonreía ante tal toque y por igual palpaba el pecho ajeno frotando sus pezones. Ambos chicos estaban entregados al deseo en aquella habitación.

Con prisa Shikamaru hacia bajar a Sasuke mientras Lee intentaba abrir la puerta de cristal de la cocina sin romperla y veía de reojo como Gaara gritaba a su hermano con desespero.

— ¡Kankuro, sal ahora mismo de ahí! ¡Deja a ese chico en paz!

—Oye —lo mira preocupado — ¿Crees que lo golpeé?

—No, no lo se... Dijiste que lo beso y se lo llevo consigo, eso no es algo que Kankuro haga con habitualidad —menciona nervioso — ¡Kankuro! ¡Kankuro sal ahora mismo!

— ¿¡Pero que es todo este escándalo!?

Cuestionaba abrumado acomodando su ropa desarreglada, subiendo su cierre y arreglando como podía su cabello, entre un bajar apresurado con un azabache avergonzado a su lado.

— ¡Que bien! —expresaba aliviado — ¡Sasuke, abre la puerta, el hermano de Gaara arrastro a Kiba haya adentro y pensamos que quizá lo está golpeando!

— ¿¡Qué!? —cuestiona sorprendido.

—Mi hermano —aclara preocupado —el chico Kiba lo beso de pronto y seguro mi hermano se enfado, o no lo sé, no estoy seguro, pero... Pero hay que prevenir.

—Bien, bien —dice exhausto —cerro con seguro, iré por las llaves, pero... ¿Dónde están?

—Se metieron en la bodega —informa extrañado el azabache.

—Bien, bien —avanza incómodo a la parte de arriba.

—Oye Shikamaru, ¿Por qué tardaste tanto?

—No creo que quieras saberlo —suspira asqueado —pero si tanta curiosidad te da... —exhala un suspiro con desagrado —lo encontré con el pene metido en Naruto, sabes... Ya sabes —hace señales con la mano —haciendo eso... Intenso... Y tan... Tan desagradable.

Avergonzados ambos jóvenes le dan la espalda y de pronto aquella rubia sujeta el hombro del azabache de coleta, el joven se sorprende al mirarla, pero sin intentar hablarle a su hermano menor solo se lo lleva.

— ¿Dónde estamos yendo?

—Bueno —se encoge de hombros —mis hermanos consiguieron pareja en esta fiesta, y tú no estás tan mal así que...

Sujetandolo por el cuello de su camisa lo besaba con ferocidad haciéndolo sorprenderse y olvidarse del desastre que había fuera. Con paso rápido Sasuke bajaba con Naruto siguiéndolo mientras cuestionaba sobre lo pasado en la fiesta pues había un desastre al rededor de aquella cocina.

—Tengo la llave, así que dejen de estorbar y vaya afuera, mis amigos y yo nos haremos cargo.

Con desgane seguían las instrucciones del anfitrión dejando el lugar libre con solo Lee y Gaara presentes además de Naruto, al abrir la puerta algo les llamo la atención, la puerta de la bodega era golpeada de vez en cuando y podían escuchar...

—Dios mío —musitaba avergonzado el azabache —sera mejor irnos Lee, no creo que ellos estén peleando.

—En absoluto se escucha eso —reia avergonzado el pelirojo.

El grupo salía avergonzado subiendo el volumen de la música y cerrando la cocina nuevamente. En el interior de la bodega Kankuro terminaba viniéndose dentro de Kiba quien por igual se venía algo agotado y divertido ante la sensación.

—Me sorprende —rie besando los labios del castaño —que nadie nos molestará.

—Fue lo mejor —vuelve a besar aquellos labios — ¿Estás dispuesto a tener una segunda ronda?

— ¿Enserio? —cuestionaba sorprendido.

—Si, si, pero no ahora... En unos días quizá.

Sonriendo se incorpora abrazandose a los hombros del chico frente a él y solo asiente tranquilo.

—Es una cita.

—Buenoo... Podría ser una cita y algo más... ¿Mm? ¿Que dices?

Asientiendo se unian en un leve beso para enseguida comenzar a buscar sus ropas. En la parte de afuera la fiesta seguia su curso normal, Gaara y Lee hablaban tranquilamente sobre diversas cosas, Temari se llevaba a Shikamaru a un lugar más privado, y Naruto y Sasuke se perdían de la fiesta haciendo estremecer el piso de arriba, era una buena noche para jugar.

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