Un nuevo chico siguiendo modas

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Nuevo alumno.

Incorporarse. Naruto Uzumaki era alguien que tendía a cambiar mucho de escuela gracias al trabajo que tenían sus padres, así que cambió cinco veces al menos de jardín de infantes, luego fueron como quince veces durante la secundaria y ahora...

Con dieciocho años, Naruto Uzumaki se adentraba al aula que lo recibiría por quizá unos días, con suerte, semanas. Mostrando una amplia sonrisa dejaba que el profesor diera la explicación de siempre mientras por lo bajo observaba detenidamente a los grupos del aula. Adelante se encontraban como de costumbre aquellos chicos aplicados que estaban interesados en aprender de verdad.

—Entonces, por favor da una breve presentación para tus compañeros Naruto.

— ¿¡He!? ¿Tan rápido? —expresaba sorprendido.

Las risas no tardaron en llegar, los chicos y chicas miraban con entretenimiento al rubio y un rato después detenían sus risas mostrándose más interesados en su hablar. Los chicos que más llamaban su atención eran los de la última fila; con el paso de tiempo Naruto había aprendido que la gente que le facilitaba una vida escolar divertida y corta eran los chicos de los asientos traseros del aula.

—Mi nombre es Naruto Uzumaki ttebayo —apuntaba su pecho con entusiasmo —Los estaré acompañando por algunas semanas o días, espero podamos pasarla bien.

Los susurros interesados comienzan a llegar entre los asientos, pero Naruto centra la mirada en uno de los chicos más interesantes que ver, un joven de melena negra atada en una coleta, qué simplemente muerde el palo de una paleta manteniendo los ojos cerrados y los brazos cruzados. Una chica de melena rosa eleva el brazo.

— ¿Por qué durarás tan poco por aquí? —recarga el mentón de sus nudillos —Lo dices con mucha seguridad.

—Si, —prosigue una rubia — ¿Tienes una historia genial detrás de eso o algo así?

Encogiendo los hombros rie —Es secreto.

Todos se miran emitiendo un sonido de suma sorpresa, los susurros corren y el profesor exhala un suspiro cansado para enviarlo a tomar el asiento que le parezca. Naruto avanza con entusiasmo mirando entre su camino a dos chicos de mirada dura que luego de analizarlo simplemente desviaban la mirada con desdén. Sin prestarles mayor atención eleva las cejas frunciendo los labios para seguir avanzando; es entonces cuando un chico de corte de tazón sonríe con entusiasmo apuntando animadamente el asiento a su lado.

El rubio sonríe con pena siguiendo su camino e ignorandolo apenas un poco. Al llegar atrás observa al chico que permanece con los ojos cerrados así que simplemente toma asiento. El joven abre los ojos al notar la sombra que da el cuerpo de la persona a su lado, lo analiza brevemente.

—Tienes suerte, mi amigo no vino hoy así que te dejaré que tomes su lugar, pero... Apenas Chouji vuelva, estás fuera.

— ¿Chouji? Suena a qué es un buen tipo.

—Punto para ti rubio. —vuelve la mirada sobre el chico — ¿Uzumaki Naruto?

— ¡Ese es mi nombre! —expresa con entusiasmo — ¿Y tú...?

—Shikamaru Nara.

Sus manos se estrecharon y para Naruto fue claro que ya tenía su batalla ganada.

Las siguientes horas la relación había avanzado con éxito, Shikamaru cada vez estaba más interesado en el chico problema que había pasado por tantos líos en cada escuela a la que iba, y le intrigaba bastante el hecho de que lo hubieran aceptado luego de tantas cosas... Viniendo de la boca de cualquier otra persona, todo aquello podría sonar a una mentira, pero... Por alguna razón. Al mirar a ese chico podía creerle completamente. El toque de salida fue dado y Naruto permanecía al lado de aquel chico mientras este descansaba en la sombra de una jardinera. La mirada de Shikamaru subió hacia aquel rostro de mármol analizando cada rasgo de su piel, las marcas en sus mejillas...

— ¡Oye Shikamaru! —eleva la mano sonriendo desde su bicicleta —Shino y yo nos estamos marchando, si quieres pasar más tarde a la casa y... —observa al joven a su lado —despegarte del chico nuevo, nos vemos allá.

Naruto no supo cómo reaccionar a aquellas palabras y simplemente agachó un poco el rostro sintiendo la vergüenza recorrer sus mejillas. Shikamaru elevó la mano en despedida y únicamente los observó marcharse para volver la mirada al chico rubio. Estaba encantado por ese muchacho, pero no... Por las razones que ese rubio quería lograr.

—Bueno... —suspira entre su levantar —Necesito llegar temprano a casa o tendré un lío con mi madre...

— ¿He? —sonríe divertido — ¿De verdad? Bueno... —rasca su mejilla con su indice —Bien, fue... Relajante pasar el rato contigo.

Manteniendo la mirada sobre aquel joven, Shikamaru se encontraba fascinado. Naruto elevó las cejas con sorpresa al verlo tan atento a su mirada, y simplemente sonrió lo más relajado posible. Sea lo que sea, había una forma de apartar a ese chico, y de paso... Satisfacerse un poco. Firmemente posó las palmas en las jardineras manteniéndose de frente al rostro de aquel chico que no parecía afectado por ese comportamiento. Shikamaru sonrió con diversión entre su negar y agachar el rostro, causando que aquel chico por fin se encontrará extrañado ante tal comportamiento.

—Oye... —inclina el rostro para mirarlo — ¿Ocurre algo?

—Nada...

Sin previo aviso sujetó el rostro del joven Uzumaki y suavemente unió sus labios en un beso que causaba la sorpresa de Naruto, pero... Sorpresivamente el chico cerró los ojos siguiendo con el beso entre el dejarse guiar. Shikamaru sonrió contra sus labios y suavemente tocó los labios ajenos con su lengua para adentrarse un poco más.

— ¡Mngh! —sujeta los brazos del chico — ¡Mmm! —jadea entre la separación.

Shikamaru estaba encantado con esos sonidos y sin dudarlo sujetaba la nuca de ese chico con delicadeza hasta poder mantenerlo un poco más cerca aferrándose a su cadera. Al terminar el beso ambos abrieron los ojos en la cercanía de sus cuerpos; y los ojos azules de Naruto parecían algo encantados con lo que había ocurrido.

—Me agradas Naruto... Deberíamos salir juntos más seguido. —acaricia su cabello —Trata de no dejar la escuela pronto. —sujetando el mentón ajeno da un dulce beso corto —Nos vemos mañana.

El chico rubio se quedó perdido en la silueta de aquel joven que se marchaba posando los dedos sobre sus propios labios. Y sorpresivamente él hacía lo mismo con algo de... Emoción.

[Una semana después]

Los besos eran normales para el par de amigos, y aunque Chouji había vuelto a la escuela Naruto no había sido apartado del lado de Shikamaru. Los amigos del azabache se habían hecho amigos del nuevo chico y tenían charlas animadas mientras Naruto era medianamente acaparado por Shikamaru.

Eran las tres de la tarde y en la habitación de Shikamaru se están llevando a cabo una sesión de besos sobre su cama. Ambos chicos estaban sentados frente al otro mientras sus labios se unían y separaban... Un suspiro escapó de los labios de Shikamaru mientras suavemente deslizaba la mano hacia el costado de su amigo.

—Naruto...

— ¿Si?

Avergonzado, el rubio cubría su boca mirando a aquel chico tan tranquilo tomarse un momento del beso.

— ¿Cuando te irás?

— ¿He? Sinceramente... No tengo idea. —rasca detrás de su oreja —Eso es cuestión de mis padres... —observa de reojo al chico.

— ¿Y te quieres ir?

— ¿Qué? —niega —Claro que no... —abraza su pierna —me gusta estar aquí... Me gusta estar contigo...

Era ridículo, sabía que sonaba ridículo y que posiblemente ese chico solo estaba jugando con él, es decir, por más despistado que fuera podía percatarse de que la relación que tenían era extraña... Pero... Le gustaba ese chico, y aún así tenía miedo de preguntarle si lo que tenían era...

—Si te pido que no te vayas Naruto... ¿Te quedarías aquí?

— ¿Qué? —traga grueso analizando las sábanas y la información — ¿Irme de tu habitación? —ríe entre una broma.

—Irte de la ciudad.

La seriedad de su rostro siempre lograba hacerlo dudar, ese chico siempre estaba siendo tan serio. Entre todo su grupo de amigos Shikamaru era quién hablaba menos, no expresaba gran cosa y parecía ser que el único que lo entendía por completo era Chouji.

—Yo... No lo sé Shikamaru. Mis padres jamás permitirían eso, y... Quedarme solo, necesito muchas cosas para vivir solo y no tengo casi nada de lo necesario, un trabajo... Un ahorro... Un lugar...

—Pero ¿Lo harías?

Al verse atrapado por esos ojos Naruto solo podía asentir, ese chico tenía algo único que podía hipnotizar a quien quisiera, o al menos a él. Y aún así era incapaz de comprender lo que ese chico realmente quería.

—Bien, entonces.

Sin decir nada más comienza la sesión de besos nuevamente. La cabeza de Naruto estaba hundida en un par de dudas sobre el chico que le besaba, pero... No era capaz de decirle nada.

[Casa Uzumaki]

La noche habia llegado, y el menor de la casa estaba con las piernas sobre el descanso del sofá y la cabeza colgando hacia el suelo mientras mantenía su vista perdida en el techo.

—Cariño... Cariño...

—Ey —suspirando observa a su madre —Bienvenida.

Ella sonríe tomando asiento — ¿Qué pasa? —posa la mano en el estómago de su hijo —Te ves muy pensativo Naruto.

—Um... —desvía la mirada —Creo que me gusta alguien...

— ¿¡De verdad!? —cuestiona con emoción — ¿De quien se trata? ¿Lo conozco?

—No lo sé. —vuelve la mirada sobre su madre —Muestrame las fotos que te mandan los que me siguen...

Ella ni siquiera se ofende por la acusación y rápidamente saca su tableta para entrar en las fotografías y mostrarlas a su hijo. Él suspira y busca con la mirada hasta dar con él y agrandar la imagen, su madre sonríe.

—Es guapo... Pensé que solo era tu amigo.

—Y creo que solo somos eso... —cruza los brazos —No lo sé, él no dice nada.

—Pues... —cruza las piernas recargando el cuerpo del sofá —deberías intentar preguntarle o... Insinuar levemente tus dudas. No lo sé, toca su mano, trata de tomar su mano en un lugar medianamente público... Ve su reacción, su reacción podría hacerte comprender algo, pero... Si eso no te ayuda, sinceramente Naruto, hablar siempre es la mejor opción. —cierra los ojos —Si ese chico te hace sufrir... —aprieta los puños.

—No mamá.

— ¡Lo sé, lo sé! —eleva las palmas abiertas —Solo era una... —detiene sus palabras ante la mirada ajena —No lo haré, lo entiendo.

Con la conversación terminada llegó la hora de la cena y durante todo aquel tiempo Naruto permanecía inmerso en sus ideas y pensamientos, en la imagen vívida de aquel chico besándolo y tocando suavemente su cuerpo. Estaba perdido, y lo sabía bien.

[Dos días después]

El valor para actuar tardo un poco en llegar a su cuerpo, pero, aquel día... Durante la segunda hora de clases, Naruto se atrevió a actuar.

Tragando grueso inclinó el cuerpo hacia la banca a su lado y suavemente tomo la mano de aquel muchacho que dejaba de estar en la luna para verlo. Lo siguiente fue la linda sonrisa del Nara, y un suave beso sobre sus nudillos. Naruto estaba encantado. No lo había soltado ni lo había apartado, y... Aún con la mirada de Chouji sobre sus manos unidas, Shikamaru no dudaba de sujetar aquella mano.

[Hora del almuerzo]

Chouji lo citó con una nota para que se vieran en los baños de la escuela, Naruto no dudó al conocer la amistad de ese chico con Shikamaru.

— ¿Qué está pasando contigo y Shikamaru?

— ¿He? No lo sé... —rasca su nuca —sinceramente no lo sé Chouji, él... Él fue el primero en besarme...

— ¿Qué?

La historia del rubio dio inicio, y mientras Chouji escuchaba cada palabra no podía evitar sentirse confundido. Tocando su mentón, el pelirrojo daba una mirada a aquel rubio que inclinaban la cabeza con duda y en espera de sus palabras.

—Parecía... Feliz de tomar tu mano.

— ¿Lo crees? —expresa avergonzado.

Sonriendo comienza a asentir —De verdad te gusta Shikamaru ¿No es así?

—... Si.

No había más que decir, Chouji se ofreció alegremente a ayudar y escuchar por completo las dudas de aquel chico sobre Shikamaru.

[Salía de la escuela]

—Ey Naruto —sonríe acercándose —Necesito hacer un recado antes de ir a casa ¿Esta bien si nos desviamos un poco?

—Por mí no hay problema —sonríe radiante.

Al verlo caminar tan alegre Shikamaru no podía evitar recordar lo que había ocurrido aquella mañana. Y entre una leve risa atraía la mirada del rubio que confundido elevaba las cejas.

— ¿Qué ocurre? —sonríe — ¿Qué es tan gracioso?

—Nada... —frota su nuca para después volver la mirada al frente — ¿No quieres tomar mi mano? Hoy parecías tener muchas ganas de tocarme...

Dejando que la vergüenza lo invada simplemente comienza a negar — ¿¡De que hablas!? ¡Yo no... Yo no...!

—Bueno... —observa su mano —al verte buscar mi mano me dieron muchas ganas de besarte ahí mismo... Frente a todos.

— ¿¡Bro... Bromeas!?

—No.

Deteniendo su andar gira de frente al chico para hacerlo elevar el mentón y sujetar su cadera. Naruto se estremeció y rápidamente dirigió la mirada a los alrededores de la calle vacía.

—No hay nadie por aquí... —sonríe acercándose  — ¿Quieres hacerlo? —menciona cerca de sus labios —besarme... Podemos hacerlo...

Al separarse un poco puede observar esos ojos negros que no vacilan para nada, y luego de tragar grueso decide asentir. Shikamaru sonríe y se acerca a los labios de aquel chico mientras retroceden a un pequeño callejón que lleva a una zona baldía... Al tener a Naruto contra la pared Shikamaru eleva la intensidad del beso aferrándose al rostro del rubio y poniendo presión sobre su cadera... El joven jadea al sentir los labios ajenos abrirse paso por su cuello, y se estremece al sentir la presión contra su entrepierna.

— ¡Mngh! Shikamaru...

Sus manos se aferraba a la ropa ajena. Jamás habían cruzado la línea de tocar más allá de sus labios, ni siquiera habían masturbado al otro, pero ese día... Shikamaru parecía inquieto por hacerlo. Su respiración profunda se detenía sobre el pecho de aquel chico rubio mientras lo veía subir y bajar entre su fuerte respiración... Al elevar la mirada se podían apreciar los labios del rubio jadeando entreabiertos, su sonrojo... Y el sudor que hacía brillar su rostro. Las lagunas azules encontraron aquellos carbones brillante y por un momento las manos de porcelana de aquel chico rubio viajaron sobre el rostro ajeno acariciándolo y haciéndolo estremecer.

—No creo que... —inspira profundamente —No, yo... —pasa la mano sobre sus cabellos —espera aquí por mí Naruto, iré a hacer el recado de mi madre y volveré por ti.

—Ha... Si...

Tragando grueso el rubio arreglaba su ropa. Estaba desanimado al verlo marcharse, la pena lo invadía junto a la necesidad de sentir aquel toque otra vez, pero mientras él arreglaba su ropa pudo escuchar un silbido proveniente de la zona baldía, y al volver la mirada podía encontrarse con tres sonrisas crecientes, dos chicos altos uno de baja estatura que sostenía un fierro en su mano derecha.

—Asi que era verdad, los rumores corrieron por la zona —expande los brazos señalando todo el espacio a su alrededor —Shikamaru Nara, el calculador despiadado tenía... —señala con el tubo de metal —un lame suelas...

—Y creo que también lame otras cosas —ríe empujando a su compañero.

—Bueno, no sabemos quién lame quién. —encoge los hombros sin importancia —Aunque sería un verdadero asco el saberlo... —ríe.

Los motivos eran claros y fáciles de comprender. En un abrir y cerrar de ojos los tres chicos se encontraban atacando al rubio que entre su huída respondía los ataques con los puños cerrados y algunas patadas; con un puñetazo directo a la quijada, por fin Naruto podía deshacerse de uno de esos chicos, pero... De pronto el chico bajó con el tubo logró darle un fuerte golpe en la espalda que lo hizo caer de rodillas al suelo. Entre respiraciones cortadas Naruto elevó la mirada.

—No les sugiero seguir con ésto, lo digo enserio.

— ¿De veras? —Dice de manera burlona.

— ¿Por qué? ¿Shikamaru se va a enfadar con nosotros?

Una patada hace perder el equilibrio y aire del rubio que cae de costado al suelo mientras ambos chicos siguen pateando su cuerpo una y otra vez.

— ¡Bas... Basta! ¡Dejen... Dejen de hacerlo! ¡Ugh!... ¡Basta...!

— ¿¡Qué pasa!? ¿¡Nos vas a acusar con tu mamá!?

Una patada en el mentón del joven Uzumaki lo hace perder la conciencia por unos segundos, y mientras sus oídos no son capaces de escuchar más que voces lejanas y poco comprensibles... Puede ver al chico de coleta aparecer, su voz llamando su nombre...

—Agachate... —musita — ¡Debes agacharte!

Poniendo toda la fuerza en sus brazos se levanta de golpe hasta tomar a su pareja y tirarse sobre él en el piso; Shikamaru sostiene con duda al joven sobre él y mientras los otros jóvenes ríen mirando la escena... Múltiples disparos comienzan a resonar.

— ¡Basta! —gritaba el rubio — ¡Basta! — ¡Basta!

Al ver su actitud temerosa Shikamaru se aferra con fuerza a él y lo hace girar para quedar de costado mirándose entre la lluvia de balas. El rubio lloraba con el miedo y la pena reflejadas en sus ojos mientras los ojos negros frente a él solo se encontraban preocupados por él. Los chicos que los molestaban habían salido corriendo como les había sido posible y las balas se detenían. Shikamaru se aferra a la mejilla de aquel chico que cierra los ojos pegándose a su pecho mientras su cuerpo tiembla.

—Tranquilo Naruto.

— ¡Naruto, señor! ¿Se encuentra bien?

— ¡Señor! ¿Esta bien?

Cinco hombres de trajes negros se apareciendo al lado de ellos y sin previo aviso separaron al rubio de los brazos de aquel chico para llevárselo lejos mientras sollozaba en un pequeño estado de Shock. Shikamaru suspiró rascando su nuca, esos hombres conocían a aquel chico.

[Mansión Uzumaki, tarde en la noche]

La mujer de larga cabellera negra subía las escaleras con prisa dejando los tacones, abrigo y archivos, regados entre su andar. Detrás de ella llegaba un hombre rubio que suspiraba y pedía al servicio limpiar el desastre mientras se ponían en camino a la habitación de su hijo. La mujer abrió la puerta mirándolo estar bajo las sábanas.

—Naruto... —toma asiento en la orilla de la cama —bebé, supimos lo que ocurrió y lamentamos el malentendido con los chicos...

—Les vamos a dar una buena reprimenda así que... —suspira entre su tomar asiento.

—no quiero que hagan eso, no quiero que los repriman... Quiero que los hagan apartarse de mi lado...

—Bien, entonces cambiaremos a los guardias que van...

— ¡No, papá! —levantandose lo mira de frente —No quiero gente siguiéndome, era... No, simplemente...

Al ver las miradas de sus padres comprende que no tiene más opción que salir de ahí. Tomando una mochila mete ropa y toma su móvil para salir de aquel lugar.

— ¡Naruto! —grita desde el piso de arriba — ¿A dónde vas?

— ¡Iré a dormir en casa de un amigo! —toma unas llaves — ¡Llevaré la moto conmigo!

— ¡Naruto nuestra charla no ha terminado así que espero podamos hablar mañana!

Sin contestarle a su padre simplemente salió de ahí cuánto antes, tomó dirección a la cochera y teniendo su moto salió a prisa de aquella mansión. Estaba enfadado como de costumbre, todo ese tema de su familia siendo una mafia secreta, todo eso de gente siguiéndolo para salvarlo y otros para matarlo...

La motocicleta se detuvo frente a la casa de los Nara, y en el piso de arriba Shikamaru apagaba su cigarrillo para verlo quitarse el casco. Sus miradas se encontraron a mitad de la noche. Shikamaru no dudó en abrir la puerta para él, y apenas Naruto pudo entrar se aferró a aquel chico con fuerza. Shikamaru suspiró y acarició el cabello rubio de su amigo para guiarlo al interior de la casa.

—Espera un segundo, voy a poner algo de té para ti, puedes subir a mi habitación y ponerte cómodo.

—No quiero —sostiene la camisa del chico —me quiero quedar a tu lado Shikamaru...

Al ver el desgane en esos ojos azules no pudo resistirse a su petición. En medio de la noche dos chicos se encontraban en la cocina de una casa mientras la tetera comenzaba a hervir.

—Me iría contigo... —expresa en mitad del silencio —Me quedaría contigo... —busca la mirada frente a él —Lo que sea que querías Shikamaru, yo... Lo haría.

El secreto que guardaba sobre su familia parecía ser un peso inmenso sobre sus hombros, Shikamaru se había percatado de eso cada vez que sus amigos preguntaban sobre la familia del rubio. Tomando su mano le dedico una suave sonrisa.

—Vamonos mañana por la tarde entonces.

—Si.

Sin preguntar el lugar del destino, sin dudar, pura y sencillamente había respondido a aquellas palabras. Quería escapar, quería huir y en algún momento lo iba a hacer aún si no era al lado de aquel chico, y por el lado del chico Nara era los mismo.

[Mañana siguiente]

Naruto salía con calma mostrando una mochila sobre su hombro, su despedida ante los choferes era rápida y tranquila y al llegar al exterior de la mansión podía ver la sonrisa tranquila del chico con el cual iba a huir.

— ¿Tienes todo?

—Mis documentos, ropa y un poco de dinero en efectivo —asiente subiendo detrás de él en la moto — ¿Y tú?

—Saque todo temprano, está en un callejón en el camino. —observa de reojo al rubio —Ponte el casco, vamos a pasar por mis cosas y nos vamos cuánto antes.

—Si. —da una mirada atrás —Tomaré tus cosas rápidamente, ¿Compraste el casco?

La moto resuena y la marcha da inicio. Shikamaru vuelve la mirada para observar esos ojos azules que esperan por él.

— ¡Lo tengo!

— ¡Después de tomar todo tenemos que huir rápidamente!

—No te preocupes, tus chicos no nos alcanzarán.

Al llegar al lugar donde estaban las cosas Naruto bajó de un brinco y rápidamente tomo la mochila por el frente de su cuerpo, entregó el casco y subió a prisa sujetándose del asiento. Le huída dió inicio. Shikamaru volvía la mirada por el retrovisor dándose cuenta de que sus perseguidores se habían dado cuenta de lo que ocurría... Un llamado hacia el rubio comenzó a escucharse y el chico Nara aumentó la velocidad sintiendo la mano del chico aferrándose a su ropa.

Derecha, izquierda, callejones, subidas y bajadas... La última vuelva a la izquierda y estaban a nada de salir de aquella ciudad. Naruto miraba de reojo cada calle que pasaban para asegurarse de que nadie los estuviera siguiendo. No podían detenerse, tenían que salir de la ciudad y seguir andando.

Dos horas más tarde se detuvieron en una gasolinería, mientras cargaban Shikamaru se ponía una mochila en la espalda para poder abrazarse a Naruto. Ambos se miran y entre el comer rápido de un aperitivo helado, suben a la moto con Naruto al volante.

—Otras dos horas y luego tendremos que subir a un par de buses.

—Luego al tren. —asiente dando el casco —Ya hice las cuentas y creo que tendremos dinero suficiente para alejarnos de tu familia.

— ¿A dónde iremos?

—Tengo un amigo de la familia que me hará el favor de conseguirnos un lugar lejos de aquí, no te preocupes, el tipo es confiable.

—Entonces vamos.

El pago en efectivo fue hecho y ambos chicos se ponen en marcha centrando la mirada sobre el camino y las estrellas. Naruto no era un chico malo, pero como le gustaba seguir la corriente del joven detrás suyo... Y en especial... Él valor que ese chico le brindaba.

[Horas más tarde]

La luz del sol cubría cada vez más las calles delante de ambos, ellos se miraban con una leve sonrisa tomando la mano del contrario. Tenían las llaves de un sótano pequeño en el cual podrían quedarse por un tiempo... Al abrir la puerta observan una pequeña habitación sucia y casi completamente vacía, pero había un colchón y una pequeña ventana con luz exterior... Y aunque el techo era bajo y podían tocarlo con levantar la mano, el lugar no era tan malo, al menos parecía tener tubería, una ducha y un excusado... Un lavabo viejo y roto.

—No es la novena maravilla, pero podemos dormir aquí. ¿Te disgusta?

—No. —sonríe —Pero el colchón se ve sorpresivamente nuevo...

—Mi contacto debió conseguirlo.

Las mochilas caen al suelo y ambos se dejan caer en el colchón del suelo, observan el techo con rayaduras y sonríen para girar hacia el otro y tocar el rostro ajeno.

—Gracias.

—Puedo decirte lo mismo Naruto.

— ¿Por qué?

Inclina el rostro hasta pegar su frente a la contraria cerrando los ojos —Quería huir desde hace mucho...

—Eres raro... —sonríe cerrando los ojos —tu familia es dulce y pequeña, linda.

—Pero no me sentía feliz ahí. Quería marcharme, y no esperó que lo entiendas, solo... Quería irme.

—Bien. Pues lo hemos hecho.

Entre su sonrisa aleja el rostro para poder ver los ojos azules de su chico frente a él.

—Me gustas... Bastante.

—Y tú a mí.

Un suave beso es depositado en los labios contrarios. En un segundo ambos ríen y deciden quitarse los excesos de ropa para acomodarse debidamente en la cama y dormir.
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Al iniciar esta historia tenía pensado hacer algo completamente diferente a lo que hice, pero... Este resultado me gustó y espero poder hacer una historia larga de ésto en un futuro.

Nos leemos luego.

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