Un viejo amor.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Con el aire soplando sus cabellos, en la cima de un acantilado descansaba destruido por dentro un joven azabache de cabellera larga, sus ojos dolían, su pecho dolía, su alma quemaba... Todo lo que había hecho, todo lo que vivió, lo que vió, lo que perdió; todo volvía en un flashback doloroso y alejado, en la sonrisa de un joven rubio... lo había perdido por segunda vez, el único chico que le hacía creer que no todo era tan malo, que su familia le quería y que su hermano debió tener una razón para todo, el chico que le quería hacer vivir, hacer volver... Del cual se enamoró. Los días y meses habían transcurrido, la noticia de aquel chico cumpliendo su sueño le llegó, pero había algo más... Habían dos niños y una familia. Toda su vida había Sido una farsa, su lucha era ridícula, y su amor fracaso.

—Sasuke Kun...

Llegaba entre un lento caminar tratando de mirarlo a la cara. Cuando se enteró del matrimonio y de la espera de sus hijos trato de alejarse nuevamente, pero había alguien que me seguía aún insistente como su pudiera arreglar toda su vida, jamás lo hizo, ni siquiera teniendo a su hija lo hizo cambiar lo que sentía, lo que era.

—Ven, toma asiento.

Sakura asintió y rápidamente fue a su lado dejando caer sus piernas por aquel acantilado mientras veía todo el valle, era extraño, nada había cambiado, el sentimiento de estar con ese hombre seguía siendo el mismo, algo tan... Alejado. Ya no le causaba la felicidad de antes.

—Sakura.

—Si... —contestaba sin ganas.

—Siempre has... Tratado de ser una buena amiga, de ayudarme, has estado ahí para mí...

— ¿Pero?

Dedicándole una sonrisa veía nuevamente ese rostro pálido, y ese ojo de un negro tan profundo como la noche sin luna. Sasuke no podía sonreír, él solo suspiraba decaído.

—No puedo hacerlo, lo intente, y amo a Sarada con todo el corazón, es una increíble niña... Es linda y pequeña como un tomate, pero... No puedo estar contigo.

—Porque... —baja la mirada — ¿Amas a alguien más?

—Si... Toda mi vida he amado a alguien más, lo... —apenado la mira —Lamento Sakura.

—No, no —sonrie apenada —esta bien, sabía que nunca me habías correspondido Sasuke, ya lo sabía.

El silencio viajo junto al ruidoso viento que movía los cabellos de ambos personajes, borrando la sonrisa de la pelrosa y el semblante tan pesado de aquel hombre.

— ¿Lo vas a intentar con esa persona? —sonrie tranquila —Bien puedes decirle que te obligue a tener a Sarada —muestra su músculo —no es como si no tuviera la fuerza para obligarte.

Sasuke rio por primera vez y el alma de Sakura dió un vuelco, era la primera vez que el reía con entusiasmo por algo que ella había dicho, ella sonrío, no había más que hacer... Su vida iba a seguir después de eso, cuidaría a su hija y quizá conocería a alguien nuevo, no era tan vieja y su reputación era la mejor, no podía perder la esperanza por un viejo amor incompleto.

—Seria una buena excusa, pero... Esa persona ya formó a su familia y parece feliz con ella.

—Bueno —se encoge de hombros —jamas es tarde para solo... Alejarte de él, decirle lo que sientes, y dejar ese amor atrás para buscar uno nuevo.

—Te diría que es difícil, pero lo estás haciendo ahora mismo, y si... Si es tan fácil para tí dejar ir a tu amor de la infancia, quizá... No sea tan difícil para mí.

—Asi que es tu amor de la infancia —sonrie complacida —bien, lo entiendo, no había forma de luchar contra ello... Pero se te hizo un poco tarde —empuja su hombro con levedad —si tan solo no fueras tan... Apartado, si se lo hubieras dicho en ese entonces quizá las cosas serían distintas.

—Si, pero no lo hice, ahora tenemos a Sarada, ambos somos grandes ninjas y estoy en paz con la aldea... Si se lo hubiera dicho antes, quizá no habría nada de ésto —entrelaza los dedos con los de su compañera —gracias por apoyarme todo este tiempo y nunca rendirte conmigo, lamento mucho no poder corresponder tus sentimientos Sakura.

—No hay problema, la verdad —sonrie avergonzada —hay un hombre que me estaba haciendo dudar de ésto...

— ¿A sí? ¿Más atractivo que yo?

— ¡Hoo, créeme que si! Tiene muchas más fans que tú en la aldea.

—Espero que no estés hablando de Naruto, él ya está casado y con  hijos —rie.

— ¡Claro que no! —sonriendo mantiene la mirada en el vacío —Es alguien mayor que yo, fuerte y valiente, un consuelo en todo mi embarazo y los días que no estabas cerca... Es atractivo y servicial.

—Suena a una buena persona.

—Lo es —levantandose arregla su cabello —voy a ir por él ¡A por cierto! Sarada quiere verte así que trata de pasarte por la casa.

—Muy bien —levantandose termina por abrazarla —gracias por todo.

Ella se aleja con una leve sonrisa y es entonces cuando una nueva figura aparece en las sombras de los árboles, con una sonrisa deslumbrante Naruto hace su aparición caminando tranquilamente hacia su viejo amigo.

— ¿La seguiste?

—Si, lo hice —sonrie —tengo un ojo puesto en ella para poder verte de vez en cuando.

Naruto lo abraza con prisa y aunque incómodo con el contacto Sasuke acepta el toque. Al separarse se miran directamente y Naruto puede notar la preocupación del rostro ajeno.

— ¿Ocurre algo?

—Acabo de... Terminan mi relación con Sakura.

— ¿Qué? ¿Es enserio? Pero ella iba tan... Feliz... —sacude sus ideas —bueno... ¿Estás bien?

—No del todo, yo Naruto... Necesito confesarte algo que he guardado por mucho tiempo.

—Muy bien... Te escucho.

El viento hacía estragos con la tensión del momento, ambos jóvenes se miraban atentos al otro y tomando una respiración profunda Sasuke se atrevía a sujetar aquella mano por fin.

—Me gustas.

La sorpresa era clara en su rostro, aquel chico nunca guardaba sus emociones y eso hacia sonreír al azabache que se alejaba de aquel toque.

—Lo siento si te da asco.

— ¡No, no, claro que no! —sujeta su mano con firmeza —esta bien, sigue hablando, pero... Lamento decirte que no importa lo que me digas yo no pienso dejar a Hinata.

—Lo se —Dice con tranquilidad —pero gracias por dejarme hablar... —lo mira directo —me gustas desde que éramos niños, la primera vez que te ví soportando las miradas de la gente, eras tan fuerte y genial ante mis ojos —confesaba tranquilo —y seguí viéndote, te seguí por años aún cuando ocurriera lo que ocurrió... He pensado muchas veces que ésto nunca sucedería, que jamás se daría... Porqué a tí te gustan las chicas... Pero siempre que veía tus ojos era caer de nuevo en ello —acaricia con suavidad los dedos ajenos —vivir un deseo con una intensidad explosiva que me llenaba de alegría y sufrimiento al mismo tiempo, quererte siempre a Sido... Frustante y doloroso, y feliz, me gusta quererte, pero bien sabía que si te lo decía nuestra amistad terminaría para mal... Y no me sentía listo para eso —baja la mirada al borde del llanto.

—Sasuke —sujeta su mejilla —no llores, mírame, aquí sigo, estoy escuchando atentamente tus sentimientos...

—Pero aun así se que no los aceptarás... —lo mira de frente — ¿Puedo pedirte un último deseo egoísta durante esta confesión?

—Si, claro, lo que sea, lo haré ¡Lo juro!

Sasuke sonríe ante esa actitud tan normal en aquel hombre y solo avanza sujetando su mejilla, ahora Naruto era un poco más alto que él.

—Un beso, solo un... Beso.

—Si...

Cerrando los ojos Sasuke avanza los poco centímetro que le faltaban uniendo con lentitud y duda, sus labios a los de Naruto. El hombre rubio suspira ante la unión y relajándose sujeta la cadera del azabache haciéndolo sorprenderse y sonrojar, ahora se miran avergonzados, Naruto sonríe.

—Que sea un buen beso al menos ¿No lo crees?

Tragando grueso dejaba avanzar los labios ajenos sobre los suyos, Naruto se movía con profundidad sobre aquella boca, como saboreando cada fibra de Sasuke, suspirando entre los alejamientos y aferrándose a aquella cintura, a Sasuke se le venía el mundo encima, era increíble, esa sensación... Esa respiración, esa mano sobre su cuerpo, su propia mano sobre la mejilla ajena.

— ¡Mngh!

Se alejaba ante una corriente eléctrica que recorría su cuerpo, avergozado bajaba la mirada, se había excitado. Naruto sonrío ante su vergüenza y acarició su cabeza para besar su frente.

—No puedo mentirte Sasuke, también me gustas, pero tienes razón... Ahora tengo a Hinata y a mis hijos, no puedo engañarla, y mucho menos dejar a mis hijos... Yo estoy seguro de mis sentimientos, de verdad la amo, y de verdad me gustas... Pero sería imposible que ella aceptará ésto y siguiera a mi lado ¿No lo crees?

Aún ante su vergüenza aquel hombre sonríe y comienza a reír en su mayor esplendor.

—Tiene que ser un broma, ésto... Ésto solo puede pasar contigo.

Su mirada se mantiene sobre el rubio con cariño, era extraño, pero no podía dudar de la palabra de aquel hombre. Relamiendo su labios se acercó un poco y suspiro tratando de relajarse.

—Quisiera hablarlo con Hinata.

— ¿Qué? Sasuke yo no creo que eso sea una buena idea.

—Yo puedo intentarlo, se que está mal... Pero quiero intentarlo porque de verdad quiero estar contigo... Una familia de tres, Hinata, tú y yo, los tres, no la dejaré de lado... Nunca la dejaré de lado, pero permíteme estar contigo.

—Sasuke eso —niega abrumado —Sasuke sabes que eso no es posible, Hinata es una persona muy... Conservadora, ella jamás se ha visto envuelta en cosas así de raras, y sobre todo... Sabes que no podrías hacerlo, lo que tú quieres es estar conmigo, no con ella...

Decaído el azabache bajaba la mirada apretando sus ojos, estaba seguro de que podría intentarlo, que podría lograrlo, pero... Era verdad que Hinata nunca se dejaría envolver por una idea tan loca, y era verdad que aunque fuera poco, él de verdad la envidiaba... suspirando asentía.

—Si, tienes razón, a Sido una idea muy loca —suspira —lo lamento, pensar en tener una mínima oportunidad me...

—Esta bien —se acerca a abrazarlo —esta bien Sasuke, lo comprendo, no quiero que te alteres, todo esta bien con nosotros..u

Tomando una respiración profunda observa aquel ojo negro y solo avanza a sus labios besandolo una última vez, al alejarse Sasuke solo puede ver esa amplia sonrisa en su rostro, esa amplia sonrisa que siempre pintaba su cara, y eso le tranquilizaba, Naruto seguía siendo el de siempre, lo seguiría siendo, y ahora conocía sus sentimientos... Aunque era doloroso pensar en él viviendo feliz con su familia, sabía que ahora Naruto sería consiente de él y eso le quitaba un peso de encima. Si vida era nueva, tenía una hija, tenía dos mejores amigos, y tenía mucho camino que recorrer para... Quizá, encontrar un nuevo amor.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro