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Young Kyun y Tae Yang comenzaron a hablar más. También, el príncipe aprovechaba que su mayordomo estuviese todo el tiempo con él. E igual, siempre hacía berrinches para ir con Tae Yang, cuando lo mandaban con otro escolta del palacio.

Estaba dejando que llevara su mochila, con la excusa de que a veces le dolía la espalda, e hiciera todo por él...

Respecto a Kang Shin Jae... Ese había quedado totalmente en el olvido... Ahora era Young Kyun quien no le prestaba ni atención.

Estando en la escuela, sentado en su mesa, junto a sus amigos... Una de las chicas comenzó a hablar de Tae Yang...

Diciendo lo muy lindo que era... Y eso a Young Kyun lo medio molestó, por lo que sólo dijo...

-Cállate... Es mi primer escolta y no tienes ningún derecho a hablar así de él...

(...)

Finalmente, cuando el pequeño monarca salió de su última clase, Tae Yang lo estaba esperando en el pasillo... Arrecostado a la pared.

Young Kyun quiso caminar hacia él... Pero luego se vio interrumpido... Ya que una chica se acercó a su mayordomo...

-Hola, chico lindo. Mi nombre es Eun Bin...

Se presentó y Tae Yang, quien miraba en dirección a su príncipe, le dedicó una sonrisa forzada.

-¿Te gustaría que saliéramos...

-Lo siento. Estoy muy ocupado con mi trabajo.-dijo sin más.

Entonces, Young Kyun asumió que debía acercarse. Por lo que fue donde Tae Yang y le entregó su mochila.

Aquella chica le hizo una reverencia y luego se fue.

-Ya nos podemos ir.-dijo el príncipe, molesto.

-Como diga, alteza.-comenzaron a caminar hasta salir de allí y subirse al auto.

Durante el viaje, ni Young Kyun intercambiaba palabras con Tae Yang, ni viceversa... Se la pasaron callados.

Tiempo después, cuando llegaron al palacio... Tae Yang se quedó abajo revisando unas cosas... Mientras Young Kyun subía a la habitación.

Cuando Tae Yang fue a su cuarto, se sorprendió de ver al príncipe sobre su cama, jugando con su celular.

Hizo una reverencia y luego habló.

-Alteza... ¿Qué hace aquí?

Young Kyun lo saludó con la mano.

-Esta noche dormiré contigo.-dijo sin apartar la vista de su teléfono.

Tae Yang no se lo tomó en serio y sólo miró su reloj.

-Ya es hora. Tienes clase de Taekwondo conmigo. Vamos.-dijo sin más y el príncipe asintió...

(...)

En la noche, Young Kyun tomó una almohada y se puso su pijama... Para luego cenar con sus padres. Luego de eso, se cepilló sus dientes y fue a la habitación de Tae Yang... Sin más tocó la puerta.

Su primer escolta se quedó perplejo.

Él estaba apunto de cerrar los ojos y conciliar el sueño... Cuando de repente escuchó unos toques a su puerta... Y cuando la abrió se encontró a su príncipe allí.

-Alteza.-dijo desubicado, y luego le hizo una reverencia...-Pensé que no estaba hablando en serio...

Sin más el pequeño Young Kyun entró en la habitación y se acostó en la cama de su mayordomo.

Tae Yang sólo lo siguió y se acostó del otro lado de la cama. Ambos se quedaron en silencio, pensando.

Hasta que el más pequeño decidió hablar...

-Hyung, ¿te puedo abrazar?-preguntó y Tae Yang sólo asintió.

-¿Por qué no duerme en su habitación, alteza?-cuestionó y no recibió más respuestas, que un par de brazos rodeándolo y una cabeza sobre su pecho.

(...)

Al otro día, Tae Yang apenas despertó vio a Young Kyun durmiendo. Intentó levantarse sin despertarlo, pero el príncipe se aferró más.

-Cinco minutos más, hyung.-habló adormilado.

Tae Yang rió por lo bajo, y luego se acomodó. Volviéndose a dormir.

(...)

Pasada como una hora, Young Kyun despertó. Y se le quedó viendo al chico, que estaba muy cerca de él.

Removió el cabello que tenía éste en la cara y sonrió. Tae Yang se removió un poco y eso provocó que el menor se paniqueara. Se acomodó un poco, como si estuviese durmiendo... Pero luego abrió uno de sus ojos y notó que el mayor seguía durmiendo.

Se volvió a acercar y le acarició la mejilla. Luego su mirada se posó en los labios del mayor... Y por su cabeza pasó besarlo.

Se acercó lentamente y logró rozar sus labios con los de Tae Yang.

Sin embargo, no pudo avanzar más, ya que el celular de éste comenzó a sonar.

Se acomodó, y luego Tae Yang se levantó para responder la llamada.

-Buenos días, su majestad.-saludó al rey.

-Hey, Tae Yangie, sólo quería preguntarte por mi bebé, Jae Yoon y yo estamos preocupados, porque él no durmió en su habitación...

Tae Yang se sonrojó al escuchar eso, ya que él sabía muy clara la razón.

-Su majestad, no tienen porque preocuparse. Dejé que el príncipe heredero durmiera en mi habitación, ya que tenía pesadillas...

Explicó algo apenado.

-Ahh.-el rey sonó relajado.-Entonces durmieron juntos... No importa. Sigan en lo suyo...

Dijo con un tono pícaro, para luego colgar. Y eso último dejó a Tae Yang ido.

Sin más dejó su teléfono en la mesita, y luego el príncipe se acercó a él.

-¿Quién era?-preguntó el pequeño curioso.

-El rey.-respondió poniéndose de pie.

Tomó ropa de su clóset y luego miró al príncipe, quien reposaba sobre su cama.

-Alteza, iré a tomar un baño.-avisó, y Young Kyun asintió, para luego ver como su mayordomo se adentraba en el baño.

Se quedó una rato sentado sobre la cama, hasta que el teléfono de Tae Yang volvió a sonar... Vio que le llamaba una chica, así que contestó.

-¿Sí?-dijo.

-¿Y, Tae Yang?-preguntó la chica confundida.

-Él no se encuentra.-respondió.

-Bueno, está bien. Luego le llamaré.-sin más aquella chica colgó.

Young Kyun dejó el teléfono nuevamente en su lugar y se fue a su habitación para bañarse y arreglarse.

(...)

Cuando terminó se puso a buscar a Tae... Encontrándolo en la sala con unos papeles.

Sin más se sentó a su lado y se quedó viendo lo que éste hacía.

Tae Yang notó su presencia y lo saludó respetuosamente, para luego seguir con lo suyo.

Después de un rato su teléfono comenzó a sonar. Por lo que contestó.

Young Kyun alcanzó a ver que era la misma chica de la mañana, pero no sabía de qué hablaban. Aunque le llamaba la atención la forma en la que él le hablaba. Se escuchaba como si la quisiera mucho.

Finalmente escuchó que su mayordomo le dijo...

-Sí, está bien. Te veo a esa hora... Adiós, cuídate.-colgó y siguió con lo que hacía.

-¿Vas a salir?-le preguntó.

-Sí, alteza.

-¿A qué hora?-preguntó.-Es que, tengo planes.-se excusó.

-Dentro de media hora. Pero no hay problema. Ya he hablado con otro de los guardaespaldas, para que le lleve a donde sea que vaya, alteza.-le explicó Tae Yang, y el menor hizo una mueca.

Odiaba cuando cosas así pasaban.

(...)

El príncipe se preparó a la hora prevista y cuando vio a Tae Yang salir, fue trás él, en el auto, con el otro guardaespaldas.

-No digas nada, acerca de esto.-le advirtió a aquel hombre vestido de negro.

-No se preocupe, alteza.-respondió firme.








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El calor me está matando 😫

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