Tae Yang se encontraba tranquilo en su casa viendo algo en la gran pantalla de la sala, mientras tomaba helado.

¿Qué más podía hacer?

Era sábado, vivía sólo.

Era catalogado como el chico frío y malo por su aspecto y carácter, por lo que no tenía muchos amigos, apenas los que tenía los veía, ya que estos siempre andaban en sus cosas y rara vez se reunían con él.

¿Su familia? Ellos sólo se encargaban de darle lo mejor. Mantenerlo y consentirlo. Apesar de que este viviese sólo por su preferencia y ya estuviese bastante grande.

Pero al menos tenía lo que consideraba más preciado para él...

Kim Young Kyun.

Ese pequeño era su novio. Era sumamente hermoso, era todo un bebé. Sólo tenía 18 años, mientras él tenía 22.

Aunque, a pesar de que su novio era prácticamente un niño, era bastante repulsivo. No le gustaba que Tae Yang estuviese encima suyo, no era cariñoso y odiaba que se pasaran más de tres minutos observándolo.

Por eso Tae Yang se encontraba sólo en su gran casa.

Sin duda alguna no le pediría al menor que viniese a hacerle compañía, este podría enojarse.

Aunque fuese por esa brevedad. No le gustaba pasar mucho tiempo con Tae Yang a pesar de ser novios.

Cuando lo que Tae Yang estaba viendo se hizo sumamente interesante para él, su celular comenzó a sonar.

Se quedó atónito al ver quien llamaba...

Young Kyun no le llamaba nunca, era él quien lo hacía siempre.

Contestó extrañado.

—¿Young Kyun?

—...Hyung... Tú... ¿Estás haciendo algo?

Tae Yang observó hacia la tele y luego negó para sí mismo.

—No, ¿por qué?

—... Si no tienes planes puedes venir.—Tae Yang no podía creerlo, ¿le estaba invitando a su casa? ¡eso era muy inusual!—No lo digo por mí, sino más bien por mi madre, ella compró helado y dijo que quizas te gustaría comer un poco.—Tae Yang observó sus manos, el frasco aún tenía helado de sobra, encima ya estaban lleno. Pero no rechazaría la oferta del menor, aunque sea podría verlo.

—Estaré allí dentro de unos minutos.—dijo y colgó sin esperar respuestas.

Se cambió de ropa. Se vistió completamente de negro como siempre hacía y tomó su casco. Salió y puso su lujosa moto en marcha.

(...)

Por su lado Young Kyun había llamado a Tae Yang porque ya las ganas que tenía de verlo eran inevitables.

Siempre que le pasaban cosas como éstas se aguantaba, era un ser asintomático con el mayor.

Osea. No le demostraba lo mucho que lo amaba por puro ¿miedo? Quizás...

(...)

El vestido de negro se sacó el casco y tocó el timbre de la linda casa, la madre de su novio le abrió la puerta.

—Oh, hola señora Kim.—saludó amigable.

—Tae Yang, es bueno verte. Young Kyun se pondrá muy contento, estos últimos días ha estado muy aburrido...

—Si ha estado así es porque quiere, sabe que puede llamarme a cualquier hora. Es él quien prefiere quedarse así.—la mujer asintió dándole la razón.

—Bueno, ya ve con él.—el chico asintió y subió escaleras arriba.

Al estar frente a la puerta de la habitación del pequeño Kim tocó la puerta.

—¿Quién es?—se escuchó desde dentro.

—Soy yo...

Luego de unos segundos la puerta se abrió dejando ver a un lindo Young Kyun vestido color violeta.

Tae Yang se mordió la lengua para evitar decirle un "te ves hermoso".

Sólo tragó y el chico lo dejó pasar.

Observó la habitación del chico, hace como un mes que no entraba allí.

Si, demasiado raro como para ellos que son novios.

Había un olor sumamente agradable, dulce, justamente como olía el menor.

—Hola.—dijo y el chico lo ignoró.

Dió un revuelo de ojos y suspiró para liberar el estrés.

Odiaba que el menor fuese así con él.

—Young Kyun, ¿para qué me llamaste?—preguntó cruzando los brazos.

—Ya te dije, mi madre...

—Acabo de hablar con tu madre y nunca mencionó algo como eso. Quise venir creyendo que tal vez no actuarías de esta forma, pero veo que sigues igual...

El menor dió un revuelo de ojos con fastidio.

—Si te molesta verme, ¿para qué me pides que venga? ¡No te entiendo! ¿Sabes hace cuanto no nos vemos?—el menor negó como si no le importase.—Un mes y medio Young Kyun! Casi dos meses! Y todo porque tú no quieres verme! ¿Qué clase de relación es esta?

Dijo molesto y se volteó para tomar el manubrio de la puerta.

—Adiós!—dijo y se fue.

Young Kyun sólo suspiró. Quería correr trás él y pedirle que se quedara con él.

Minutos después su madre subió a su habitación.

—Cariño, ¿por qué Tae Yang se fue si apenas llegó? Y, ¿por qué se veía tan molesto?—preguntó preocupada.

—Mamá, creo que lo arruiné. No sé cómo demostrarle a Tae Yang que lo amo, sólo actúo frío con él por miedo...

Dijo lamentándose y tapó su rostro. Su madre lo abrazó.

—Cariño, es que le temes al amor, no pierdes nada con arriesgarte, Tae Yang es un buen chico, sólo se tú mismo con él. Estoy segura que le encantará ver tu lado aniñado y meloso.—le aconsejó y el chico asintió.

La mujer lo dejó y él respiró profundo. Tomó su celular y llamó a su novio.

Al parecer este no tenía pensado contestarle. Aún así no se rindió y Tae Yang luego de tanta insistencia le contestó.

—¿Qué quieres?—preguntó molesto y el menor tragó saliva.

—Hyung...

—Habla rápido Young Kyun, no quiere perder mi tiempo contigo!

Young Kyun no se aguantó más y comenzó a llorar, dejando un poco preocupado a Tae Yang.

—H-Hyung, yo, te amo!

Dijo repentinamente y quería seguir diciendo un montón de cosas.

—Quiero verte siempre! Quiero estar contigo!

Tae Yang sonrió un poco.

Young Kyun se estaba declarando.

—Por favor ven a buscarme! Quiero que me lleves contigo! Quiero besarte! Quiero abrazarte!

—Está bien bebé.

—Quiero que me folles!

—¿Qué?

—Mmm... No me hagas caso, es que mi madre me dijo que tomara valor para decirte todo lo que siento, y pues...

Se quedó en silencio y Tae Yang captó.

—¿También quieres eso?—preguntó algo inseguro.

—...Mmm...Sí.—musitó avergonzado.

—Ok.—dijo Tae Yang sorprendido.

(...)

Llegando a la casa del menor apenas entró a la habitación de este, recibió un beso en los labios.

El menor enredó sus brazos en el cuello del mayor y este lo tomó de la cintura.

Sus lenguas se enredaron y ambos gimieron un poco por la exitación.

—¿En serio quieres tu primera vez?

El chico asintió eufóricamente y volvió a besar al mayor.

Tae Yang lo cargó y lo llevó a la cama. Young Kyun le iba a mostrar lo que realmente sentía y este aceptaría gustoso.

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Aquí se acaban las transmisiones.

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