~Pérdida~

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Me encogí un poco más sobre mí mismo, si es que aún era posible. Los sollozos llegaban a mis oídos como afiladas agujas, torturándome, haciéndome recordar que soy una malísima persona, que debería estar a su lado, apoyándolo.

La cabaña de Apolo estaba hasta arriba de sus integrantes, seguramente todos acorralando a mi Solace, acribillándolo a preguntas del tipo "¿estás bien?" o  "¿quieres un abrazo?". Bueno, en realidad digo mi Solace, pero él no sabe de mi existencia. No sabe que le observo cuando trabaja en la enfermería, o que miro por el rabillo del ojo hacia su mesa en las comidas.

Por una parte, deseaba con toda mi alma irrumpir en su cabaña y correr a su lado, ayudarle, consolarle... Daría lo que fuera por que dejase de llorar.

Pero por otra parte... Sabía que si hacía acto de presencia... Bueno, ni lo notaría. Si me acercase a consolarlo, me miraría con cara de "¿qué Hades haces aquí hablándome?" Y yo no sería  capaz de ver el rechazo en su rostro.

Los minutos iban pasando, y seguía oyéndolo llorar. Poco a poco la cabaña de Apolo se iba vaciando, dejando a Will solo. Miré por la ventana disimuladamente. Austin, el hermano de Will, era el último que estaba saliendo por la puerta.

Me mordí el labio interior, dubitativo. Debía hacer algo, cualquier cosa. A lo mejor él solo necesitaba estar sólo un momento... Pero no soportaba la idea de no apoyarle, no decirle cualquier cosa o simplemente quedarme allí, oyéndolo desesperado. 

Para cuando me di cuenta, mis pies me habían llevado hasta la puerta de su cabaña y mi mano se había alzado para empujarla con suavidad. El rubio estaba encogido en el suelo, al lado de su cama, abrazándose las rodillas, sollozando amargamente.

Me acerqué vacilante. Todavía no se había dado cuenta de mi presencia. Aún podía salir sin que se enterase...

De pronto, un crujido del suelo llamó su atención. Alzó la cabeza y pude verle el rostro. ¡Oh dioses! Sus mejillas estaban empapadas, tenía los ojos enmarcados por pronunciadas ojeras y sus hermosos orbes celestes estaban inchados e inyectados en sangre de tanto llorar. 

- ¿Nico? ¿Q-qué haces aquí?- su voz sonaba ronca, pero aún así era la más hermosa que había oído en mi vida. Su cara de confusión me instaba a contestarle, por lo que me vi obligado a responder a su pregunta.

- Yo... ehh, había oído que tu madre...- callé de inmediato. Un rastro de dolor pasó por su rostro y me sentí una persona horrible .- Lo siento. Solo quería... Esto no se me da bien- murmuré para mis adentros.

- No pasa nada, estoy bien -se sorbió la nariz e hizo un intento de sonrisa. El hecho de que quisiese aparentar que todo estaba bien hacía que se me encogiese el corazón.

- No es verdad, Will, no estás bien- él se volvió a echar a llorar. ¡Dioses! Qué mal se me daba esto. Me quedé unos segundos parado, esperando. Después de un rato, me di cuenta de que no era de ayuda, así aje empecé a volver sobre mis pasos.

- ¡No! ¡Por favor! ¡Quédate! No quiero estar solo. Por favor, no te vayas -di un respingo al escuchar su súplica. De normal Will era muy seguro de sí mismo y no solía ser así. Me acerqué lentamente y me senté a su lado en el suelo. 

Por unos segundos me quedé allí, estático, sin saber cómo reaccionar. No se me daba bien la gente, prefería quedarme en mi cabaña, a solas. Pero había estado tanto tiempo deseando estar cerca de él que no iba a dudar en disfrutar el momento.

De pronto, sentí cómo su cabeza se posaba en mi hombro. Su piel era muy cálida, casi febril. Y su pelo... ¡Por el Hades! El suave tacto de su cabello dorado era como acariciar terciopelo con tu propia mejilla. 

Quise rodearle con el brazo, abrazarle, mantenerlo más cerca de mí, pero no sabía como reaccionaría. Me daba pánico que se apartase o algo.

Poco a poco , los sollozos fueron disminuyendo. Podía oír cómo empezaba a regular su respiración y las convulsiones de sus hombros se hicieron casi imperceptibles. Suponía que había pasado a un modo de llanto silencioso, intentando parar de llorar.

- Gracias- le oí decir. Pensaba que iba a seguir hablando por lo que permanecí callado. 

Al no oírle decir palabra, dije:

- No es nada. Parecías destrozado. Solo quería verte bien, como siempre -vacilé un momento antes de seguir hablando .- Antes había tanta gente aquí que no quise agobiarte más con mi presencia...

- No me agobias -me cortó de pronto .- Perdona. Es solo que... en realidad disfruto a tu lado- me quedé atónito. ¿Estaba escuchando bien? ¿Will Solace disfrutaba de mi presencia? No lo podía creer. Me quedé unos instantes paralizado, procesando sus palabras.

Aunque era un poco irónico que su madre hubiese muerto el mismo día en el que me decía esto...  Lo amaba tanto... Pero no era momento de comerle más la cabeza, necesitaba descansar.

- Will, yo... eh, creo que d-deberías descansar -susurré .- Estás destrozado y seguramente también agotado. Entiendo que estés así, pero deberías dormir...

- No quiero irme a la cama, porque cuando despierte ya no estarás aquí. Ni siquiera sé si esto es real -decía mientras se sorbía la nariz, era adorable -, pero no quiero que te alejes. 

- ¿Quieres que me quede? Pero tendrías que dormir. Will, no soy médico pero sé que...

- ¿P-puedes quedarte a dormir conmigo? - Espera, espera. Rebobina, le dije mentalmente. ¿Había oído bien?- Por favor, no quiero estar solo- su voz temblaba, de hecho todo su cuerpo temblaba. Hasta era posible que yo también estuviera temblando. No le podía ver la cara pero percibía la desesperación en su voz.

Lentamente, sin saber de dónde sacaba el valor, le rodeé con el brazo mientras articulaba un simple "claro".

Él se levantó con dificultad y se dirigió hacia su cama sin despegarse de mí. En otras circunstancias habría estado de los nervios, con el corazón latiéndome a mil. Pero en ese momento, sabía que él solo quería compañía, no pasaría nada más por mucho que lo desease, aunque un ligero rubor permanecía intacto en mis mejillas.

Nos quedamos en la cama, en absoluto silencio. Yo estaba tenso pero él parecía mucho más relajado que minutos antes. Se había arropado hasta el cuello y solo era capaz de ver su revuelto pelo de oro a la ligera luz de la luna que entraba por las ventanas.

No sé cuánto tiempo pasó, puede que incluso me lo hubiese imaginado, pero entre el sueño y la vigilia, antes de rendirme a la noche, pude distinguir un suave y casi inaudible "Gracias por todo". 

//////////////////////////////////

Weno, weno, weno. Después de desaparecer por lo que creo que ha sido un mes o así, vuelvo con más Solangelo, gente.

Sé que algunas habréis deseado lemmon/smut, lo veo en vuestras miradas, pero no soy capaz de escribirlo, al menos no todavía. Además no creía correcto que hicieran limonada cuando acaba de morir la madre de Will :'(.

Como siempre, me haríais hiper feliz si me votáis, comentáis y me ayudáis a mejor con cualquier tipo de crítica CONSTRUCTIVA.

Así que eso, espero que haya gustado este 1100 palabrillas y nos leemos luego. :3 :3 <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro