Capítulo 11

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-- Les voy a contar una larga historia ¿Por dónde debería empezar?

Hace mucho tiempo atrás, cuando las razas se encontraban en disputa contra la raza de los demonios, se encontraban los humanos. La creación perfecta e imperfecta del caos, capaces de sentir, amar, traicionar, mentir, y más. Eran perfectos en su imperfección.

La Deidad Suprema y El Rey Demonio se encontraban celosos de esa imperfección y no contentos con La Guerra que por sus egos habían empezado, usando de peones a sus propios hijos para ese infinito juego de ajedrez; susurraron a los oídos de una profeta que existían dos deidades las cuales eran "Los Dioses Gemelos" y necesitaban un cuerpo para resucitar, y estos ayudarían a su causa, comenzando así a explotar las imperfecciones de los hombres: traición, ambición, duelo, malicia; pero con lo que nunca contaron es con un sentimiento que corrompería incluso a sus propios hijos: amor.

Entre la búsqueda de candidatas, una chica de hermosos cabellos celestes resaltó al ser una mujer con gran magia en su interior, elegida para ser la portadora de estos gemelos. El científico que logrará esta hazaña junto a su consorte serían los nuevos Reyes de la humanidad.

-- Así es como comienza mi historia, y ¿Por dónde debo de contarla? Bueno, mi nombre es Eve Zvezda, soy la mejor bruja de este lugar. La persona que amo se llama Adam que es un gran científico del lugar. Y un día él me beso y me dijo: "La nueva madre de los dioses serás Ma ¿Esta bien?".

Aquella chica, llamada Eve estaba enamorada de aquel científico e hizo todo lo que él pidió sin ninguna oposición, lo amaba con locura, estaba cegada de amor que dejó que experimentarán con su cuerpo, la dañaron físicamente para poner aquellas semillas dentro de su cuerpo y poder ser la madre de los dioses que llevarían a la humanidad a la cabeza y lo más importante junto al hombre que amaba.

El proyecto se llamó "Caín y Abel", sería el nombre qué los gemelos tendrían cuando nacieran. Los días pasaban y pasaban, pronto se convirtieron en meses, y en menos de lo que canta un gallo la mujer entró en labor de parto. Pronto tendría a los dioses e hijos entre sus manos pero...

Ese momento nunca llegó.

-- Así es como comienza mi historia y ¿Por dónde debo de contarla? Bueno, mi nombre es Adam Moonlit y soy el mejor científico del lugar. Por desgracia recibí malas noticias, el proyecto fue un fracaso porque los gemelos nacieron ya muertos y todos mis sueños y metas desaparecieron.

Aquel hombre, llamado Adam tenía a Eve en un estado de enamoramiento gracias a un filtro de amor y así la tenía comiendo de la palma de su mano.

Estaba enojado con el senado de su país, jamás conoció a su madre y supuestamente ella debía ser virgen pero lo tuvo a él.

Él era alguien muy listo y si lograba usar este proyecto a su beneficio podría hacer pagar a aquellas personas. Por eso había caído en un truco tan bajo como manipular sentimentalmente a una de las brujas más poderosas del reino, pero...

Ver a la mujer tan destrozada, gritando por los hijos que tanto había ansiado y cuidado en su vientre nacer muertos, había logrado que su pecado le destrozara el corazón en mil pedazos. Se odiaba a si mismo por hacer eso, fue cuando se acercó a la chica que lloraba con ímpetu, el lamento inundaba la habitación con un dolor que sólo una madre siente cuando la separan de los amados hijos que tanto cuido.

El hombre se acercó y la abrazo para tratar de calmar su rabia.

-- Mi amada Eve por favor perdóname por destrozarte. Los gemelos han perecido gracias a mis errores por eso, vivamos juntos como te lo he prometido.

Fue cuando me he dado cuenta de que te amo.

Unos amantes corrían con su equipaje hacia aquel bosque que la mujer tanto anhelaba, fuera de la vista de los ojos de los dioses, la guerra y el proyecto. Sólo les interesaba ser felices, pero esto parece mitos griegos porque la felicidad nunca duraría.

...

El castaño contaba aquella historia que había ocurrido en víspera de La Guerra Santa. Sin duda los dioses eran muy crueles.

La gigante se encontraba con lágrimas en los ojos al oír tan bella historia de amor y no entendía porque aquello era un pecado. El rubio, por su parte, sintió un hueco en el estómago, el bosque le recordaba tanto a su querida hada, le hubiera encantado decirle lo que ese humano le dijo a la bruja "Huyamos al bosque y conmigo casate", su vida sin duda sería diferente, King jamás se hubiera involucrado en los sucios juegos de su padre y la madre de Elizabeth, él no tenía porque compartir la maldición de ambos pero ¿Qué fue lo que le dijo?; que era un débil. Sus palabras fueron el detonante que nunca perdonaría.

-- ¿Y esta historia de tu madre que tiene que ver? Ni siquiera te llamas Caín o Abel -- hablo el zorro quien había analizado el relato contado.

-- Eso es cierto, ella no es mi madre pero será alguien muy importante, porque mi madre es la segunda conejilla de indias. Si había un humano ambicioso, habría otro en segunda fila y esto era así. El amor era una pérdida de tiempo para simples ratas de laboratorio, al menos así pensaba Seth, podría decirse que de cierta manera... Era mi padre.

...

-- Así es como comienza mi historia, y ¿Por dónde debo de contarla? Bueno, mi nombre es Seth Twiright y soy el mejor científico del lugar. Caín y Abel fueron fallas. Adam con Eve se fugaron. A otra Ma debo de buscar para que así todas mi metas pueda al fin cumplir...

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Gracias por leer los veo el siguiente capítulo.

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