Llegaron al castaño dentro de la cabaña, la última vez que alguien había poseído el cuerpo del hada se había hecho una  masacre, pero esta vez aquel espíritu parecía tranquilo y con el conocimiento que estaba en el cuerpo del Rey Hada pues se encontraba viendo la taberna con curiosidad.

— Así que ¿Qué quiso decir ese demonio con "gemelos malditos? Noté que se veía muy preocupado — hablo el zorro viendo al hada con desconfianza.

— Oh, si si — miro al grupo que se encontraba reunido en la barra. — Es una larga historia que comienza a principios de la Guerra Santa.

— ¿Quién eres? ¿Por qué tomas el cuerpo de mi hermano?

— Se retuerce en una incubadora, pequeña, pequeña era la semilla. Malvada parte en la que se dividió, su nombre era Hansel. Qué importa que todo su cuerpo se muera, tarde o temprano volverá a nacer. Todos actos de aquel Dios van contra el demonio.

Los miembros que se encontraban presentes se miraron muy confundidos porque no comprendían nada de nada, no entendían en que momento se habían metido en aquella historia.

— Sigues sin responder mi pregunta, enano.

El chico sonrió y sólo asintió antes las palabras del zorro.

— Una vez fue hijo de un esforzado leñador y empujó a una bruja dentro de un horno. Una vez fue el sirviente del demonio de la gula se encargaba del ganado ya que era muy tonto. Una vez fue conocido como el quinto pierrot y por ello era el hijo de la Gran Santa Claus. Aún tras ellas su identidad es aquella que nos traerá nuestro final.

— Enano, ¿Qué quieres decir? — volvió a preguntar el zorro.

— Existen cuatro dioses, cuatro finales, pero vamos a empezar por el inicio de la historia, pero yo les sugiero que hagamos una parada al pueblo donde se confeccionan las mejores telas. Ahí encontrarán a la persona que buscan y en el viaje yo les diré lo que pasó...

Todos asintieron.

— Les voy a contar una larga historia, ¿Por dónde debería empezar...?