Capitulo 11

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Donde se encontraba, no lo sabía, de nuevo lo único que divisaba eran aquellos pilares blancos y esos muros de igual color.

Esta vez no estaba corriendo, comprendió que si se desesperaba no lograría nada, lo mejor era investigar, tal vez con ello tuviese alguna una pista de que hacía en ese lugar tan extraño.

Camino por largo rato, por un gran pasillo, se encontró con una gran puerta entonces la abrió, adentro se encontraba oscuro pero pudo distinguir un gran salón, según lo que pudo percibir, era un lugar grande que podía suponer que era usado para reuniones, tenía una gran mesa, con sillas alrededor de ella, estas eran blancas con un respaldar muy alto, contó once sillas alrededor de la mesa.

De momento escucho pasos que se acercaban al lugar, se sobresaltó y decidió entonces que lo mejor era esconderse, ya un poco alejado, observo a varias personas entrar a ese salón, trece en total, once tomaron asiento en esa gran mesa y los otros dos estaban parados atrás de un hombre que ocupaba el asiento principal frente a los diez alrededor, supo entonces que el podría ser el líder de ese grupo.

Era un hombre de cabellos y ojos color marrón, con una mirada que denotaba prepotencia, orgullo y vanidad, parecía alguien muy fuerte, según sus pensamientos en ese momento.

También pudo observar a esos extraños sujetos, eran diez en total, cada uno tenía una apariencia un poco rara, a su parecer, ellos poseían cosas sobre si, como partes de huesos, en sus cabezas, rostros y quijadas.

Era inquietante ver como todo ello de alguna manera le resultase extrañamente familiar, se quedó en una oscura esquina para evitar ser visto por ellos, era una lástima que no pudiese escuchar que era lo que decían, pero asimilo que la situación era muy seria, observo como hablaban algunos despreocupados y otros molestos, se gritaban unos con otros o eso parecía, callaron cuando tuvo la palabra ese hombre de cabellos marrones, además pudo ver como uno de ellos discutía por algo, para luego pararse y alejarse, algo le decía que a ese sujeto, lo conocía de algún lado, pero ¿de dónde?, esos cabellos azules y sus ojos de igual color, ¿Por qué?, ¿Por qué se parece tanto a….él? –imposible…-musito por lo bajo, abriendo sus ojos por la sorpresa.

Al ver como ese sujeto que se marchaba se detuvo sorpresivamente, se dio cuenta que algo estaba sucediendo, se inquietó de alguna manera, de un momento a otro, solo pudo ver como ese hombre de cabellos castaños se le quedaba viendo de reojo al tipo de cabellos azules que tenía una especie de media quijada con dientes filosos como una especie de mascara por sobre su mejilla izquierda, vio como caía casi que de rodillas por algo, era como si una gran carga fuese puesta sobre ese sujeto, incluso hasta él sintió una terrible presión que incluso lo hacía respirar con gran dificultad, "¿Qué estaba pasando? ¿Qué era esa gran energía que sentía?" era como estar en encerrado en un cuarto con una gravedad mucho mayor al de la tierra, impidiendo quedarse de pie por más tiempo. Volvió su vista hacia ese grupo y cuando pudo darse cuenta, de que había parado estrepitosamente esa energía, se fijó que ese hombre cabellos azules se paró y volvió a su asiento nuevamente para seguir escuchando las ordenes de su líder.

Después de un rato, la reunión termino, espero un poco más para luego salir de donde se escondía. Eran raras las cosas que sucedían en ese extraño mundo, y las cosas que sentía estando ahí lo molestaban aún más. Salió del salón y cerró la puerta.

Volvió a caminar otro poco más, y se encontró con una puerta blanca, entonces recordó la última vez que estuvo ahí, que había entrado y que vio a una joven en ese lugar…

Esperen… un momento…. era verdad, recordó que ahí había visto a una mujer de largos cabellos y que se parecía un poco a cierta chica que conocía.

Después de meditarlo por largo rato…..

Entro a dicha habitación, y la vio, aunque el lugar estuviese a oscuras, vio su silueta bajo la luz de la luna que era la única iluminación que bañaba dicha prisión, ella estaba admirando ese astro que era su compañía y lo único que podía mostrar ese mundo donde no había estrellas que la acompañaren, se veía tan solitaria así como ella también lo estaba, parecía ensimismada en sus pensamientos, mientras contemplaba la luz que desprendía esa luna menguante, tan pura e inmaculada como ella.

Trato de acercarse pero en ese momento….

-"Voy a entrar".-una voz grave y masculina se hizo escuchar.

Como anteriormente hizo en aquel salón, volvió a esconderse en un rincón de la habitación envolviéndose con la fría oscuridad de la esquina de la habitación..

-"De modo que ya te diste cuenta no es así."-le dijo un extraño hombre mientras entraba. Esta se giró para solo verle de forma desafiante, pero preocupada.

Pronto pudo darse cuenta que ese mismo hombre, era uno de aquellos que había visto hace un rato en aquel lugar junto con todos esos extraños tipos, pudo observar con curiosidad ese casco que ocupaba la mitad de su cabeza, como un hueso con una punta hacia arriba, ¿podría ser que fuese el resto de algún cuerno?...fue lo que se preguntó. También pudo notar rasgos muy peculiares en ese sujeto, que de alguna forma le daba miedo pensar pero…-¡esto es imposible!¿porque?¿porque se parece a mi?…-.pensó, aunque su apariencia era similar había rasgos muy diferentes que podrían diferenciarlos, como esas líneas que caían por sus ojos, y su piel aún más pálida, tal cual papel blanquecino, tan blanca como la nieve misma, era como ver un cadáver pero moviéndose, de pronto poso sus ojos sobre esa chica.

Abrió sus ojos como platos ante la sorpresa, esa mujer…..era igual a ella, pero ¿porque?, sus grisáceos ojos, su figura, su cabello, aunque su aspecto era un poco distinto, pues se veía un poco más joven como aparentando unos 15 años, aunque sabía que su compañera andaba rondando los 17…no era mucho pero era una gran diferencia con respecto a su rostro, al igual que su cuerpo.

Sabía que estaban diciendo algo, pero no pudo prestar mucho cuidado, por pensar en lo anterior con relación a sus apariencias. Decidió mejor callar mentalmente y seguir observando aquello que sucedía.

-"Es hora de comer, come"- esa extraña criatura le ordeno. Ella solo le observo.

-"No la quiero."-Contesto ella.

-"Mi deber es mantenerte con vida, hasta que Aizen-sama me ordene lo contrario".-le decía de forma tajante y fría a la mujer que hasta ese momento mostró que no estaba gusto por su presencia.-"¡come!".-volvió a ordenar.

-Ai…zen….sama…-susurro el pelinegro, aunque estuviese escondido, ese cuarto no era tan grande como el anterior, por lo que podía escuchar con claridad aquella conversación entre esas dos personas.

-"¿Acaso tengo que forzarte a tragarte la comida? ¿o prefieres que te ate y te la inyecte por vía intravenosa?".-de manera severa le espeto a la mujer.

Por lo que percibió el moreno, pudo notar que la mujer, era como una especie de prisionera, aunque no sabía el motivo, pues vestía igual que ellos, cualquiera diría que era parte de ese grupo extraño. Noto enormemente la tensión que se formaba entre estos dos, de igual forma, aunque al principio vio en ella algo de temor, poco a poco le observo que se resistía, a lo que fuese que ese sujeto le dijera para que la hiciese flaquear.

-"¿Qué quieres que te diga? ¿No te preocupes estoy seguro que aun esta con vida?"-Le preguntaba mirándola fijamente. Ella solo sostenía uno de sus brazos con su mano, se podía notar que estaba temblando ¿de miedo ó de rabia?, no se podía explicar exactamente que demostraba esa mirada, pero veía como se apretaba con fuerza, como si fuese de alguna manera un distractor para lo que le decían.

-"PatéticoNo estoy aquí para consolarte."

Según parecía, discutían por alguien, que si se encontraba o no muerto, ella alegaba que no era verdad, pero el inquiría en que no importaba si fuese más tarde que temprano que de todos modos siempre moriría.

-"Detente".-en su voz casi apagada, mostraba la súplica a sus crueles palabras.

- "No te entiendo. ¿Por qué te importa tanto que mueran uno o dos? Ellos morirán, ¿qué más da que muera uno antes de tiempo?"-fríamente seguía diciéndole, ignorando las suplicas de la mujer.

Parecía que por lo poco que entendió, algunas personas habían ido a su rescate, pero se podía entender que ellos ya lo tenían resuelto, que no saldría de ahí y que sus amigos morirían, algo lógico, si le preguntaban, según podía ver todos ellos no eran seres ordinarios, aparte de ser extraños, se veían muy fuertes, y que cualquiera que se atrevía a plantarles cara, no creería que saldría con vida de esa.

Volvió a callar sus pensamientos mientras los miraba. No creía que esa mujer duraría mucho, contra esas frías y duras palabras dirigidas a ella, otro hubiese sido ya hubiera caído ante tal guerra psicológica.

-"Para….".-levantando la vista lo volvió a ver.

-"Si no estaban preparados para afrontar todo esto, entonces la culpa recae sobre su estupidez. Si te dijera que son una grupo de estúpidos no te estaría mintiendo."-seguía confrontándola rudamente.-"Entonces ¿Porque no lo admites?"-

Parece ser que lo último que estuviese diciendo ese hombre, hizo reaccionar algo en ella, pues vio como dio un respingo acompañado de un temblor y esos ojos empezaban a notar miedo, frustración…

-"Si yo estuviera en tu lugar, estaría molesto con ellos por haber venido a Hueco Mundo sin haber medido sus fuerzas antes".-dijo él.

-¿Hueco….Mundo…?-murmuro para sí, porque esa palabra le hacían sentir algo raro dentro de sí, le hacía pensar que algo se encontraba olvidado y que necesitaba desmedidamente recordar, pero no sabía cómo, rápidamente volvió a ver lo siguiente.

Eso si no se lo espero, con sorpresa y con sus ojos abiertos, lo presenció.

¿Era posible? ¿De dónde saco esa valentía….esa osadía?, pensaba que sería todo, que le gritaría que se callase, que le rogaría de rodillas que la dejara pero no…... lo que hizo en realidad lo dejó sin habla, pero no solo a él…..sino también a ese sujeto.

Un gran eco se hizo sentir en la habitación, le abofeteo con tal fuerza que hizo girar su rostro de lado por completo, ella aun jadeando por su acción le veía con una mirada fúrica, con algunas lágrimas que asomaban en sus ojos tan próximas a salir y ese sujeto quedo con su rostro y vista hacia la pared.

Ahora estaba seguro, de que la mataría, no se necesitaba ser un genio para predecir que si un prisionero le hiciese algo a quien te tuviese en cautiverio, no dudaría en lastimarte y hacer que te arrepintieses por ello.

Mientras ese tipo seguía con su vista hacia la pared, el chico se paralizo, pues se dio cuenta de la razón por la que ese tipo se quedó así durante ese corto lapso de tiempo, vio como esos verdes se encontraron con los suyos, se congelo, pensó que diría algo, pero….

Ese extraño hombre, por el rabillo del ojo dirigió su vista aun con el rostro de lado, nuevamente a ella. Pero aun así no hizo nada. Solo la observo.

Se giró sobre sus talones completamente para dirigirse a la puerta y salir, le recalco nuevamente que debía comer y que regresaría dentro de una hora, que si para entonces ella no hubo acabado sus alimentos entonces la ataría y la forzaría a tragarlos.

Luego de que salió, la puerta se cerró y ella aun temblando con ambas manos sobre su pecho empezó a soltar sus lágrimas, llorando en silencio, cayendo de rodillas por las fuerzas que la abandonaron en ese momento.

Quizó acercarse, no entendía porque, pero no soportaba ver ese sufrimiento en esa mujer, si por el fuera, hubiese tratado de alejarla de ese sujeto, que lo único que provocaba era dolor, miedo, angustia y desesperación hacia ella.

Pero antes siquiera de hacerlo, escucho los entre sollozos, palabras que decía a ese hombre que acababa de dejarla es ese estado tan deplorable.

-"¿p-porque?….¿porque me tratas así….ahora?...¿no…logro entenderte….?...¿dime que pasa?..."-termino por decir mientras lloraba y se abrazaba a si misma con mucha más fuerza.

Saliendo de ese oscuro rincón, camino hacia ella desconcertado por lo que ella había dicho, sintió una fuerte punzada en su pecho como si lo que ella acabase de decir, hubiese sido tan doloroso con el hecho de solo escucharlo, ¿Por qué? querer entenderlo era más frustrante que el hecho de solo pensarlo.

Pero de pronto sintió algo cálido sobre su cuerpo, giro nuevamente su vista hacia ella, mientras la veía indefensa, pero logro observar lo último que ella pudo otorgar….a esa puerta….no...él ya sabía para quien era esa mirada, una fugaz, cálida, tierna pero triste mirada, aun con todo el sufrimiento que acababa de pasar, ¿era posible que aun tuviese fuerzas para hacer eso?y más aún, a quien era dedicada.

-"¿P-porque duele tanto?¿ dime porque me duele tanto mi corazón? ¿p-porfavor d-dimelo….Ulq"

De un momento a otro, sintió nuevamente que era tragado por aquella fría y tenebrosa oscuridad, pero escucho que ella seguía preguntando y ahora que quizó tratar de saber quien preguntaba se sumió en la nada..…eso fue lo que termino por envolver su cuerpo, la nada, haciéndolo flotar en ese mundo sin luz, sin brillo, sin nada…y así perdía poco a poco la consciencia y se dejaba arrastrar por ese vacío….

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