Capitulo 21.

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Mientras Orihime caminaba sin rumbo con un semblante pensativo marcado en su rostro, se topó con alguien, estuvo a punto de caer de no ser que fue sostenida por la cintura antes de que eso sucediera.

-Eh?!-sus mejillas se tiñeron de rosa pálido al sentir esas manos en su cintura.

-Deberías tener un poco más de cuidado, podrías lastimarte.-dijo quien la sostenía.

-Huh?!-"esa voz"pensó de inmediato.-d-disculpe mi imprudencia.-se soltó del agarre e hizo una reverencia.

Sonrió y rio silenciosamente, llevo una mano a su rostro para evitar que lo viera reír la chica.-vamos, no te pongas así, fue un accidente, ¿no es así? Orihime-chan.-

-Eh?! M-Mitsuki-san?!-dijo sorprendida Orihime, levanto inmediatamente la vista para ver al joven parado frente a ella, con ese rostro de amabilidad y sonriendo cálidamente.-Que hace aquí?!-pregunto asombrada la chica.

-Oh...te ves hermosa Orihime-chan.-dijo sin dejar de sonreír, Mitsuki iba vestido de forma casual, iba con una chaqueta de color verde musgo, una camisa lisa de color negra y unos pantalones de mezclilla de color azul. Se había hecho una media coleta en su cabello largo y solo caían unos cuantos mechones en su rostro, además de no estar usando sus habituales lentes.

"Se ve muy guapo"- pensó Orihime en ese momento, nunca le había visto vestido de esa forma, la verdad, como solo lo había visto en la oficina era imposible verlo vestido casualmente.-"Parece otra persona".-Hmmm...Mitsuki-san que hace por aquí?...-pregunto nerviosa la chica.

-Huh?! No te dijo Ulquiorra-san que vendríamos?.-le pregunto confundido.

-¿Vendríamos? ¿Quiénes?¿No vino usted solo? ¿Alguien más ha venido?.-pregunto confundida más de lo que ya estaba.

-Claro, la Sra. Cifer-sama vino también, ah! Ahí viene.-dijo señalando en la dirección que venía.

Johana se había vestido de igual forma, casual, llevaba un pantalón de pescador que le llegaba un poco debajo de sus rodillas casi a la altura de sus tobillos este era de color turquesa, una blusa manga larga de color rosa palido con encajes en la línea de los botones, y un suéter de color crema por el clima, llevaba su cabello suelto, traía consigo un ramo de rosas azules.

-Hola Hime-san, pero que linda te ves!-dijo alegre la mujer Rubia.

-Ah...b-bueno...gracias...usted también se ve hermosa.-dijo ruborizada, en verdad la madre del pelinegro se veía muy bella y elegante, incluso dudaba mucho aparentar la edad que tal vez tendría.-Eh?! Para que son esas rosas?.-pregunto curiosa Orihime.

-Huh?! Ah! Son para mi hijo, no te dijo que vendríamos a verlo?.-

-N-no la verdad no, pero no es demasiado solo para el festival, es decir, el solo ayudo con los postres para nuestro puesto....-

-Cómo?! Ahh...te refieres a eso.-dijo sorprendida y luego volvió a sonreír.-no, no hablaba de ello, la verdad estoy emocionada porque después de tanto tiempo, podre verlo hacer lo que más ama.-le dijo mientras ponía una mirada nostálgica.

-¿Lo que más ama?!.-pregunto con sorpresa la chica. ¿Sería posible que él conociese ese sentimiento?¿era posible que en verdad él tuviese corazón?

-Sí, Ulquiorra-san, dará un concierto, tocara el violín, él es un popular músico en su país, y esta será la primera vez que toque desde hace mucho.-le contesto Kazehaya.

-V-Violín?! P-pero....-y fue entonces cuando se le vino a la mente las palabras del pelinegro –"tengo actividad en un hora...".-e-entonces, ¿Ulquiorra puede tocar el Violín?.-pregunto mucho más sorprendida.

-No lo sabias, ¿verdad?.-dijo nostálgica la madre del chico.-No te preocupes, hay muchas cosas que no sabes aún. Ulquiorra hace mucho que no toca, y cuando venimos a este país, creí que podría ayudarle....me dije que si tal vez cambiaba de ambiente, era posible que podría recuperarse, pero aun así, tenía tanto que no tocaba, y fue hasta hace unas semanas que decidió volver a hacerlo, es por eso que estoy muy contenta.-termino diciendo casi con lágrimas en los ojos y con una sonrisa muy cálida.

-En verdad no sabía de eso...-dijo bajando la mirada la ojigris.-¿y que clase de música toca?.- pregunto aun cuando le dolía un poco por no saber ese detalle de él.

-Es música clásica, fue uno de los jóvenes más talentosos de Alemania, y participo en muchos eventos ganando el primer lugar en varios de ellos, en realidad Ulquiorra-san es un joven muy admirable.-dijo sonriendo Kazehaya

-En serio?!...Hmmm...Mitsuki-san, porque ahora le llamas por su nombre.-

-Ah!.-rio nervioso.-bueno fue porque él me lo pidió, dijo que no le gustaban los honoríficos y que no le tratara como a los demás o algo parecido.-respondió el joven igual de nervioso mientras ponía su mano en su cabeza.

Orihime sonrió, al pensar que a pesar de todo,él no había cambiado nada, y que más daba si no conocía una o dos cosas acerca de él, ella había dicho que quería saber más de Ulquiorra, entonces porque no volverlo a intentar, una buena forma para estar más cerca de él, la mejor manera para...-protegerlo.-susurro para sí.

Kazehaya fugazmente miro de reojo a Orihime, de forma seria, curvo levemente sus labios, sin que ambas féminas se percataran.-Bueno, porque no vamos entonces, Cifer-sama, ¿a qué horas es el concierto?-

-Ah...es verdad, es casi la hora, porque no vamos juntos Hime-san, sé que él se alegrara de verte ahí.-le dijo sonriéndole.

-S-seguro que puedo ir?.-pregunto muy nerviosa y sonrojada.

-Claro! Estoy segura, ven vamos, ¿o es que tienes algo que hacer?.-pregunto la mujer mayor.

-N-no no tengo nada que hacer, iré con ustedes.-levanto la mirada y sonrió tras eso empezó a caminar con ellos rumbo al gimnasio.

Mientras caminaban, Orihime se apresuró y colocándose frente a ellos dio una reverencia. Sorprendiendo a ambos invitados.

-Hime-san? ¿Por qué haces eso?.-pregunto curiosa la rubia.

-Disculpen, es para demostrar mi agradecimiento por lo del otro día, no tenían que tomarse las molestias para celebrar mi cumpleaños.-dijo un tanto avergonzada.

-Ah! Es eso, no te preocupes, fue algo que nos dio mucho gusto hacer para ti, no es así Kazehaya-san.-

-Claro Orihime-chan, con solo que te haya gustado nuestros obsequios fue más que suficiente.-dijo sonriendo y mostrando sus blanquecinos dientes, el apuesto joven.

-Si! Me gustaron muchísimo gracias.-se apresuró a decir la pelinaranja.-aunque de verdad no debieron tomarse tantas molestias por eso.-

-No te preocupes por eso, y nos alegra que te hayan gustado, ahora sigamos o se nos hará tarde, si Ulquiorra no ve que estamos a tiempo, estoy segura que se molestara.-dijo sonriéndole muy feliz y cortes Johanna a Orihime.

-Es cierto...-dijo en voz inaudible la chica.

Después todos siguieron con su andar hacia el gimnasio de la escuela.

*****

-Oh...dios, esto está muy lleno.-dijo asombrado el joven caballero.

-Hmm es cierto, tanto querrán verlo...-se preguntó la rubia.

Orihime al ver la cantidad de gente y percatarse que habían más chicas que chicos o adultos, no dudo, que era por la popularidad del joven, la cual tenía en el instituto, y esa era la causa de que estuviera repleto.

-Bueno, no se preocupen, según me dijo iba a apartar unos asientos al frente, vengan vamos, es posible que todavía no los hayan ocupado.-dijo alegre la Ojiverde.

Caminaron hasta el frente y en efecto, el profesor del club de música, había apartado tres asientos en la segunda fila a la izquierda del gimnasio.

-Eh?! Esperaban a alguien más?.-pregunto Orihime al ver los tres asientos.

-No.-dijo Johanna, luego la observo y le sonrió divertida.-creo que sabía que te encontraríamos y decidió apartar tres asientos en lugar de dos.-

-Bueno, por lo menos estamos cerca, así podremos disfrutar mejor no lo creen.-sonrió el muchacho.

-Hmm....Jo-Johanna-san, como sabía que Ulquiorra tocaría hoy?.-la duda le carcomía desde hace un rato, no había escuchado que él fuese a dar un concierto durante las semanas de preparativos al festival.

-Ah?! Eso....-rio maliciosamente.-es que encontré unas partituras y un itinerario en el estudio de nuestra casa, hace unos días, y le pregunte, ya sabes cómo es, así que me costó un piquín convencerlo de que me dijera de que trataba.-

-Vaya...no lo sabía.-

-No te preocupes, además le pregunte si podía traer a Kazehaya-kun para que me acompañara, y dijo que no le molestaba, en verdad estoy muy feliz de verlo nuevamente tocar. Me emociono solo de recordarlo como cuando estábamos en casa.-

"aun así hay tanto de ti que aún no conozco."- miro hacia el escenario, pensando en ello la ojiplata.

-¿Y....porque dejo de tocar?.-pregunto sin mirar a la mujer mayor.

Johanna quien miraba el escenario contemplando un piano y esperando, al escuchar la pregunta de la pelinaranja, no pudo ocultar su asombro, sus ojos se ampliaron como platos, empezó a ver todo cristalino, y luego muchas imágenes surcaron su mente- ambulancias, un coche volcado, paramédicos, sus familiares, sangre, unos jóvenes, doctores corriendo de un lado a otro, y un chico con su camisa ensangrentada así como sus manos....- volvió a ver a Orihime y le respondió.

-S-sucedieron algunas cosas, cuando estábamos en Alemania, y p-pues....Ulquiorra dejo de tocar y-y...-en eso Johanna llevo su mano a su rostro para limpiarlo por el rastro de lágrimas que empezaba a salir.

Orihime inmediatamente poso su mirada en la madre del chico y llevo una mano de ella hasta las de la Sra. Cifer.-L-lo siento...no fue mi intención...-

-N-no disculpa, fue grosero de mi parte ponerme triste por eso.-le dijo con una sonrisa melancólica a la joven.-es solo que....no, no es nada, olvídalo...mejor disfrutemos del concierto ¿quieres?.-

-S-si...-respondió aun con un poco de remordimiento por lo que acababa de suceder.

-Gracias por esperar querido publico! Estamos orgullosos de presentar a uno de nuestros alumnos con gran talento musical, él hace poco se mudó a nuestro país y es uno de los jóvenes más destacados en el ámbito de la música en el extranjero, por lo que esperamos que así como nosotros ustedes también aprecien su talento!.-exclamaba uno de los organizadores de actividades del gimnasio, quien daba apertura a cada actividad realizada en ese lugar.

-No deseamos hacerles esperar así que presentamos con honor al alumno de 3-A (tercero) el joven Ulquiorra Cifer!.-El director presento al muchacho y el público aplaudió para quienes estaban entrando en ese momento.-

-Huh?! P-pero de que esta vestido Ulquiorra?!-pregunto asombrada la Rubia.

-E-es....el C-conde Drácula....-Orihime nerviosa y apenada le respondió la duda a Johanna.

Kazehaya y Johanna se le quedaron viendo a Orihime y luego a Ulquiorra y se rieron silenciosamente, ahora se daban cuenta que era posible de que la actividad del salón de ambos jóvenes debieran usar disfraces.

-Si su primo lo viera en esas pintas, seguro estuviera divirtiéndose como nunca.-rio graciosamente la Ojiverde.

-s-su primo?...-pregunto Orihime desconcertada.

-Sí, es gracioso, pero incluso él lo molesta con eso que era un Vampiro, o Drácula, o incluso a veces le decía que era Batman, siempre le decía eso desde que eran pequeños...-le dijo divertida mientras recordaba todo eso Johanna.-Ulquiorra normalmente no le prestaba mucha atención o incluso le llegaba a contestar, pero a veces cuando lo sacaba de quicio le decía que un día de esos lo ahogaba en el lago que estaba cerca de nuestra casa. Era tan gracioso ver de vez en cuando algunas emociones en mi hijo.-

"Oh...en serio...¿eras así de divertido Ulquiorra? Desearía poder conocer más esa faceta tuya..."pensó la pelinaranja al ver al pelinegro.

Mientras el público terminaba de aplaudir, Ulquiorra se colocó en medio del escenario, a un lado había un piano, otro joven entro junto con el Ojiesmeralda, y se sentó frente al piano, Ulquiorra lo volvió a ver y asintió. Cuando todo estaba en silencio, comenzaron a tocar.

Era una melodía que empezó tranquilamente, primero se oyó el piano y luego inicio el Violín, haciendo unos pequeños acordes mientras tocaba la melodía, su acompañante al piano empezó a tocar para dar comienzo a la melodía.

-La Sonata No. 9 para Violín de Beethoven "Kreutzer", eso es lo que está tocando Orihime.- en un susurro comento cerca de ella Johanna para que entendiera.

Luego de unos segundos, la melodía que salía del violín, empezó a cobrar vida, comenzó a adquirir personalidad, con ello tomo la atención del público, los movimientos del Ulquiorra eran como un pequeño baile, con el violín, sin necesidad de moverse de su lugar, no era violento, pero tampoco tan alegre, era nostálgica pero con vida, la melodía envolvía todo el lugar, incluso mientras seguía, los conocedores de ese tema se dieron cuenta que ya no era la melodía, tempo, acorde, no eran fiel a la partitura, sino que eran propias del chico que estaba tocando, era algo excepcional, tanto talento que acompañaba al muchacho.

Cuando toco el último acorde, la melodía que salía de su violín se detuvo en el acto, dando un enorme espectáculo musical al término, hubo un momento de silencio, pero luego no se hizo esperar lo eufóricos que dejo a la audiencia. Aplausos, gritos, ánimos, de todo le fue entregado al joven.

-I-increíble....en verdad eso fue increíble....-dijo sin dejar su asombro y sorpresa la pelinaranja, jamás, jamás hubiese creído que Ulquiorra.....un ex-espada.....un ex-arrancar.....su ex-carcelero, pudiera tocar de esa forma, o que incluso pudiese tocar algo tan hermoso, lagrimas rodaron por sus ojos así como sus aplausos no dejaron de cesar.

-solo había escuchado unas cuantas melodías en reproductor, pero nunca creí que fuera tan impresionante.-casi boquiabierto y asombrado igualmente, mientras aplaudía, decía Kazehaya.

-Bravo! Bravo!.-se levantó y aplaudió mucho más fuerte, lagrimas bajaban por sus mejillas, pero no eran de tristeza, eran de alegría. La madre del Chico estaba tan contenta, tanto que su rostro no dejo de demostrarlo.

Ulquiorra quien aún seguía un poco agitado por la energía que consumía el tocar, sentía algo muy nostálgico, al ver el gimnasio repleto, los aplausos, los halagos, todo, a su mente una fugaz imagen llego – de la edad de 15 años había ganado uno de los concursos de música de Alemania, era uno de los jóvenes prodigios con sus melodías, se sentía muy feliz, estaba tan lleno de vida, se sentía tan pleno por dar vida y llegar hasta el corazón de la audiencia con sus música- volvió su vista hasta los tres asientos que había reservado hace más de media hora, para ellos.

-Así que estas aquí.-dijo en un susurro mientras veía a Orihime aplaudir y llorar, una pequeña curvatura se reflejó en sus labios, hizo una reverencia y se retiró.

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