Capitulo 8 Parte II

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Ese mismo sábado por la noche mientras cenaba Orihime empezó a rememorar todo lo que había vivido durante las últimas semanas junto a sus amigos y cierto Ojiesmeralda, habían pasado ya tantas cosas que se hizo un sumario de lo que en verdad estaba haciendo, y al final que era lo que necesitaba lograr con todo ello…

Tomo el panecillo que le regalo Ichigo y con una taza de té se acercó a la sala, para seguir pensando, mientras devoraba tan delicioso manjar.

Han pasado ya varias semanas desde que Ulquiorra y ella empezaron a trabajar, usando los viernes para ir a la empresa , y uno que otro día donde no tuviesen clases ya sea por la mañana o por la tarde, obviamente apegados al plan de trabajo que hizo este, evitando que ella faltase a trabajar.

Durante su jornada de trabajo ella empezó a aprender a hornear las diferentes tipos de especialidades de pan que vendían, algunas veces le llevaba a Johanna y otras a sus amigos del instituto.

Igualmente Johanna empezó a enseñarle a cocinar alguno de los platillos que preparaba para ellos durante la cena, afinando su gusto por la comida y su estilo de cocina, dando como resultado aquello a lo que debiese ser normal para ser consumido por cualquier humano o espíritu si recordáramos a ciertos Shinigamis también.

Aunque no había manera que ella, dejara de comer aquellos platillos que tanto había degustado por años, y que siempre, a su parecer no eran tan malos, como decían los demás que parecían, incluso llego a pensar que un día de estos volvería a intentar darle una probada de ellos a Ulquiorra "Sé que le gustara mucho, esta vez no se enfermara, además es delicioso, no entiendo porque nadie le gusta los trozos de pescado con wasabi y helado de chocolate, sabe exquisito, apuesto a que Ulquiorra-kun le encantara", se decía a sí misma.

Los domingos no eran la excepción algunas veces salía un rato con Tatsuki-chan, en otras con los chicos, siempre respetando el horario en el que debía estar en casa de Ulquiorra trabajando en su proyecto y en ocasiones cuando tenían tareas adicionales.

Ambos empezaron a ayudarse, claro Ulquiorra no aceptaría tan fácil que Orihime le ayudaba en cierto modo a entender un poco más los textos de los libros, familiarizándolo con algunos kanjis que podrían ser difíciles de entender, usado en la clase de caligrafía, él le ayudaba en Inglés que era donde tenía más deficiencia ella, no así en las otras materias donde ambos una por su dedicación y el otro por gran intelecto los resolvían sin mayor preocupación.

Aun cuando pasaban una considerable cantidad de tiempo juntos esto no era suficiente para que el dejase de comportase tan frio como siempre, y de vez en cuando o contadas ocasiones mantenían alguna conversación un poco más larga de lo que usualmente era.

Solamente cuando estaban en la empresa Ulquiorra se comportaba, según lo que ella podía notar, un poco extraño cuando la veía charlar naturalmente con Mitsuki y reír por alguna cosa que dijesen, se preguntaba porque se comportaba de esa manera, a ella le agradaba tanto el joven Kazehaya porque en cierta forma su calidez le hacía recordar a Sora.

Por lo demás para tristeza de ella todo se mantenía como siempre, algunos monosílabos, pocos argumentos y miradas, aunque no como las que tenían en Hueco mundo, pero al final era algo…. sabia algunas cosas de él, pero no mucho, solo lo usual cuando conoces a alguien, donde vivió, como era ese lugar entre otras cosas, que sirvieron para apaciguar su propia curiosidad. Muchas veces deseaba que el pudiese recordarla y constantemente se preguntaba si el la aceptaría, si seguiría con ella o se alejaría…..

Estos últimos pensamientos iban cada vez en aumento y muchas veces dolía pensar que el pudiese alejarse, por no decirle la verdad, por no explicarle de donde y de qué manera se habían conocido con anterioridad.

Sacudió su cabeza esperando que con ello alejara esas ideas que en nada podrían ayudarle a acercarse al moreno, a mostrarle lo que era el corazón.- No…. sé qué él ahora es distinto, puede parecer frio, pero sé que en el fondo si existe y se encuentra justo ahí, es solo que de algún modo él lo ha olvidado…..- eso de alguna forma se había convertido en una convicción para seguir y luchar por lo que tanto ella quería.

Gracias a él, ella ya no era tan débil, gracias a él, estuvo intentando seguir adelante, día con día, no dejarse desmoronar por nada, ni nadie, pero a veces solo el recuerdo de él, era lo que la mantenía en constante depresión hace meses atrás, ¿Por qué?, la razón pues porque no tuvo las suficientes agallas para tirar todo, de no importarle lo que dijesen y traerlo ella con sus poderes nuevamente cuando se desvanecía frente a sus ojos.

Pero esa pena aparecía solamente en sus desoladas noches, ya que en el día actuaba como si nada, y lo hacía no solo por ella misma, sino que lo hacía igual por sus amigos no quería seguir preocupándolos, además él le había mostrado, que no todo era perfecto y bello, que siempre existía oscuridad, incertidumbre, desesperanza y miedo, no era malo sentir eso de vez en cuando, pero esas emociones le ayudaron a ser más fuerte para no derrumbarse cuando aparecieran nuevamente.

Ahora las cosas pintaban distinto, porque, pues primero que él estaba con vida y lo segundo que estaba ahora ahí, cerca de ella, a su lado; si bien el chico era estoico, frio al hablar y con una inexpresividad que hacía pensar que en verdad era como estar frente a un muerto, ella aun así lo quería, le costó mucho darse cuenta de ello, y ahora tenía como objetivo de hacer que él la notase. Pensó en Kurosaki-kun si se llegara a dar cuenta de esos sentimientos era seguro que haría hasta lo imposible por alejarla de él

No es que Kurosaki-kun fuese malo, le prohibiera u ordenase de quien de alguna forma ella debía querer o estar enamorada, no era difícil leer los pensamientos del pelinaranja de ojos avellana, para él su deber era siempre proteger a quienes quería, proteger a su familia y amigos, y ella no era la excepción, la matemática era simple con él.

¿¡Quien en su sano juicio, dejaría que te acercaras a alguien que te hizo mucho daño?!

De igual forma le recriminaría ese simple hecho, ellos habían ido a Hueco Mundo, arriesgando sus vidas por ella, para rescatarla, estuvieron al borde de la muerte, y entonces que hacia ella, acercándose al tipo que inicio todo eso, haciéndole creer a los demás que se había convertido en una traidora por irse, solo para protegerlos.

Es que no valían nada las vidas de sus amigos, para solo pensar en ello, que no le importaba el hecho de que estuvieron a un paso de morir a manos de los Espada, por ella….

Sin contar que también el Cuarto Espada había asesinado en dos ocasiones a Kurosaki-kun, si, no solo una, sino dos veces!... por dios en que estaba pensando…. y que de alguna forma de no ser por ella, se hubiese convertido en una tumba más y Aizen hubiera ganado la guerra, en ambos momentos, le ayudo a regresar aunque la segunda ocasión, no fue como se lo esperaba.

Pero regresando a lo primero, no podía, no era una opción dejar que se acercara a él, Kurosaki-kun la quería y la protegía como si se tratase de una hermana más, pues así fue lo que al final ella pudo entender ya hace mucho, dolorosamente lo reconoció en su momento, aunque esa no era la única razón por la que aquel amor que sentía por él se había estado extinguiendo todo ese tiempo.

Además estaba el hecho de que aún no sabían cómo Ulquiorra había formado parte de los Espadas, pensaban que era un Hollow mas, pero resulto que en realidad era como ellos, que era un humano, el solo pensar de qué forma Aizen lo obligo a formar parte de su Ejercito hacia que le se le revolviera el estómago.

Pero de no ser por eso, de no haber formado parte de los Espadas, de no haber ido a por ella buscándola en el Sekaimon para llevarla a Hueco Mundo, de no haber sido que por orden de Aizen, él era sus carcelero, su cuidador, su única compañía en aquel desértico lugar. Jamás se hubiesen conocido, ¡Jamás!...

La sola idea de eso, era peor que el ser alejada de él, porque de alguna forma este se convirtió en alguien a quien ella le debía mucho más de lo que se pudiese imaginar.

Kurosaki-kun no podría entender esos sentimientos que poco a poco fue comprendiendo con el tiempo, durante sus noches en su prisión, pero no aquella de paredes blancas, no esta era aún peor y más desolada, por lo menos en aquel lugar tenia a alguien que la visitaba a cada momento, que la protegía de aquellos que quisiesen hacerle algo, que aunque no hablara mucho escuchaba todo lo que ella dijese, alguien que en muchas ocasiones se quedó a su lado durante las horas que debían ser dedicadas para dormir, se quedaba a un lado de la puerta con ambos brazos cruzados, recargado sobre la pared, solamente observando, vigilándola atentamente.

Solo así, ella no sentía aquella soledad, que la embargaba desde hacía mucho tiempo, era verdad sus amigos estaban ahí siempre que lo necesitase, pero solo hasta que pudiesen darse cuenta de ello.

Pero él no, durante el tiempo que estuvo en ese lugar aunque ella no lo comprendiera, aun sin que pudiera decir algo, él ya lo sabía, sabia la necesidad de ella, de que alguien se encontrase ahí a su lado para no volverse loca y ahí se hallaba él solo viendo, solo observando, pero para Orihime era todo lo que necesitaba, no era necesario decir nada, lo único que quería era compañía y en eso se había convertido La Cuarta Espada, Ulquiorra Cifer ante sus ojos en su única y agradable compañía, pero no fue hasta que regreso al mundo humano que se hubo dado cuenta de ello.

Era cierto, Kurosaki-kun no podría conocer lo que es la verdadera soledad, él tenía a su familia, aunque en ocasiones fuesen molestos como él inquiría, eso era preferible a la terrible soledad, tenía a Tatsuki-chan que era como una hermana o una madre si se puede decir así, para ella, pero no era lo mismo, además que por sus prácticas y todas las actividades que empezaron a llegar por estar en casi en el último año del instituto, solo faltaba un poco más de medio año para que todo terminara, faltaban cerca de seis meses, eso sería todo y cada quien tomara un rumbo distinto, y ella ¿qué?, estaría nuevamente sola…

Orihime quería demasiado a sus amigos, como para impedirles que no siguiesen sus metas y sus objetivos, ella tampoco debía quedarse estancada, se lo prometió a Sora y quería cumplirle como fuese, pero aun así, no podía evitar sentir un vacío el solo pensar en ello.

De alguna forma sintió, que comprendió a Ulquiorra, comprendió por qué el representaba el vacío, ¿era así como él se sintió en realidad?

¡Patético!

Sí, eso hubiera dicho él, pero para ella esto era distinto….

Por ello de alguna forma empezó a aferrarse a él, ya no quería depender de sus amigos, sabía perfectamente que sería menos dolorosa la partida de todos cuando llegara el momento, porque él se lo volvería a demostrar, que todo tiene un comienzo y un fin, que nada es color de rosa como siempre decían algunos.

Pero entonces, porque la insistencia de querer mostrarle el corazón, si sabía que era posible que él también se fuera, así como sus amigos, acaso era, que guardaba la esperanza de quedarse a su lado siempre.

Sí, ese era su anhelado deseo, su egoísmo, quedarse junto a él siempre, aquellas palabras que una vez él le había dicho que eran sentidas por culpa del corazón, ahora ella los tenía por él, "solo los humanos podían dejarse llevar por esos sentimientos que de alguna manera traerían dolor y destrucción."

Pero que más dolor podría sentir ya su dañado corazón, Su hermano murió hace mucho, el chico que ella había dicho que amaría durante toda su vida y otras más, nunca la vio de esa forma, y luego cuando termino esta estúpida batalla entre Kurosaki-kun y él, lo vio esfumarse como el viento, como lo efímero en lo que se convirtió en ese momento, que más dolor y destrucción que esa que trajo consigo de aquel domo…..después de eso ya no le quedaba nada!

Ahora, que ya todo era diferente, si bien no se llevaba para nada con sus amigos, tampoco era tan malo, pues que más demostración que la que hacía siempre, ir a recogerla al trabajo, llevarla a su casa a cenar, sentirse de alguna manera, que ella era parte de algo, que tenía una familia a quien le importaba, que estaban al pendiente de ella, y no era al revés como siempre sucedía con los chicos.

Era en ese lugar donde nuevamente sintió una calidez, que no tenía desde hace mucho, aun cuando durara muy poco, pero era suficiente para ella, después se encargaba de llevarla a su casa, y dejarla segura ahí, para que descansase, que más pruebas necesitaba para ver las buenas intenciones de él.

Ya había pasado tanto tiempo, desde que la salvo de aquellos hombres que la querían lastimar, pero eso no era excusa para que el estuviese siempre al pendiente de ella. Era por ello, que en su interior se decía, que quizás de alguna forma era posible que el la recordase, aunque no estuviese segura de ello.

Por ahora, era todo lo que ella había pensado, sabía que no sería un camino fácil de recorrer, lo supo desde un inicio, pero aun así que podía hacer, lo único que se le ocurría era que sus amigos, que Kurosaki-kun de algún modo la entendiera, comprendiera los sentimientos de ella, que la dejara ser feliz a lado de él, obviamente debería saber primero los sentimientos de Ulquiorra para decir aquello, aun así, eso era lo que ella deseaba, y de algún modo, sabía que las cosas no resultarían si hacía lo mismo que estuvo haciendo con Kurosaki-kun.

No, esta vez ella debía dar los pasos correctos para llegar al corazón del ojiverde, aunque lo primero era hacerle ver la existencia del mismo. Al final todo lo que logro recopilar de lo pensado era que tenía un camino bastante difícil, pero eso no la desanimaría, se lo prometió y lo cumpliría.

Aun cuando después quieran darle la espalda sus preciados amigos, aun así ella sabía que a final ellos entenderían, que reconocerían sus acciones, llevados por sus sentimientos, y que no sería malo al final de todo, pero debía ir con cuidado primero, si no quería que las cosas se complicaran más de lo que al parecer ya estaban.

Con ello, ya en su cama empezó a quedarse dormida, el domingo tendría un día largo, debía trabajar en varias cosas además que debía ir a casa del Ojiesmeralda, para avanzar en el proyecto, ya solo quedaba más o menos uno a dos meses para entregarlo.

"Kurosaki-kun, por favor, confía en mi…. Solo confía en mi…."

Pensando en ello, se quedó dormida…..

Continuara….

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro