🧸 ᴅ ɪ ᴇ ᴢ 🧸

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35 días para la boda.

Las sábanas seguían manteniendo sus aromas, las flores estaban perdiendo su vida lentamente en aquel florero y el comienzo de un nuevo día parecía anunciar que una vez más también llegaría una alegría más a su vida.

El omega se mantenía paralizado, sus manos apretaban la tela de su suéter y sus ojos llenos de lágrimas no le permitían seguir viendo lo que decía aquel pequeño aparato.

Positivo.

YoonGi no lo sabía, pero cuando comenzó a tener mareos y náuseas desde hace unas semanas sintió la sospecha y después de haber vomitado su desayuno salió a la farmacia, camino solo por el área de higiene personal y fue ahí donde encontró esa caja alargada que confirmaría sus sospechas, una parte de él esperaba que todo fuera una mentira, un mal sueño o una broma.

Simplemente no estaba listo aún.

Un sollozó se escapó justo cuando YoonGi había llegado a casa y dejaba sus cosas en la sala, JiMin no le respondió cuando anunció su llegada así que pensó que podría estar dormido, pero supo que estaba equivocado al oírlo.

—¿Mimi?

El omega saltó en su lugar y tomo la prueba de embarazo para esconderla detrás de él, sus ojos enrojecidos veían a YoonGi fijamente y el alfa hacía lo mismo sintiendo que algo malo estaba ocurriendo por el agrio aroma en su pareja.

—Yo... bueno, parece que es algo importante, ¿quieres que lo hablemos o no te sientes listo aún?

JiMin no entendió cómo fue que consiguió tener la dicha de un alfa como YoonGi, oírlo decir aquello después de ver claramente como escondía algo detrás de él y seguir preguntando antes por su aprobación. Se sintió mal por ocultar algo que los involucraba a los dos así que lentamente mostró la prueba por encima de las sábanas dejándola lentamente ahí.

Vio que los ojos de YoonGi se cerraban con una expresión parecida al arrepentimiento y recargaba su cabeza contra la puerta llevando sus manos a su rostro escuchando un bajo «lo lamento».

—¿Gi... estás molesto?

Su voz estaba rota aunque no lo quisiera demostrar, pero necesitaba el apoyo de YoonGi al sentir que estaban en un gran error que aún podía ser corregido.

—¿Lo quieres, JiMin?

Los ojos del omega se cerraron bajo la mirada felina de su pareja y negó lentamente.

—Entonces te acompañaré en todo el procedimiento, Mimi —lo abrazo con fuerza al saber de antemano que JiMin no aceptaría un bebé, al menos no en ese punto de su vida y para él era totalmente comprensible, ya que tampoco se sentía listo para ser padre.

—N-no es que no quiera ser padre algún día, es sólo que es tan temprano para nosotros que apenas vamos a casarnos y estabilizar nuestros gastos —lo escucho a través de su llanto y no dejo de acariciar su espalda, tampoco se alejo y lo puso sobre su regazo cuando JiMin lloro más fuerte en su pecho.

—Lamento no h-haber tenido más precaución, sé que la r-responsabilidad es de ambos pero...

—C-creo que fue el día que mi celo se adelantó y olvide tomar la pastilla.

YoonGi no le dijo nada más ya que sabía que la culpa era de ambos y no tenía sentido seguir diciendo quién tuvo la culpa o no, de igual forma el acto lo hicieron ambos al igual que la irresponsabilidad de no haberse cuidado en un momento tan peligroso como el celo.

Sintió que su pareja lloraba y su cuerpo se movía al mismo ritmo que sus sollozos, no pudo decir más y sintió que sus ojos ardían, aunque ya había tomado la decisión junto a JiMin, el miedo seguía presente en ellos. Sin embargo no eran dos niños que necesitaban de sus padres para resolver el problema.

Los días habían pasado y la cita en el hospital llegó, estuvo presente con su pareja a cada segundo en esa fría sala de espera donde su corazón dolió al ver a chicos mucho más jóvenes que ellos esperando por el mismo destino en la sala de operaciones.

También pasaron por la sala de maternidad y ver a tantos omegas con sus bebés en vientres le hicieron sentir que en algún momento de su vida él también sería dichoso de estar en esa situación. Sabía claramente que un embarazo no era de ensueño como lo pintan en películas de romance, era cruel el proceso de ver lo bruscos cambios en el cuerpo, la forma en que se adapta para llevar una vida dentro y el dolor de sentir como sus caderas y huesos parecen romperse cuando ese bebé está naciendo.

JiMin comprendía ese dolor gracias a su padre y la explicación que recibió de sus progenitores, le habían explicado que era un proceso tan largo que muchas veces deseaban no encontrarse en esa situación ni un momento más, aunque también le dijeron que al verlo entre sus brazos supieron que valió la pena esperar. Y por más que amaran a su hijo decidieron no tener más, porque MinHo no quiso volver a sentir ese dolor inigualable y TaeMin acepto haciéndose la vasectomía para no correr riesgos.

—Park JiMin.

El omega tembló y miro dudoso los ojos de su pareja, YoonGi le tomo de la mano y la enfermera les dejo pasar a ambos advirtiendo al alfa que solamente podría darle su apoyo pero no debía intervenir en ningún momento.

Se llevaron a JiMin a una sala donde fue preparado, cambio sus ropas y al regresar vio a los médicos y a su pareja esperando por él cada uno con sus respectivas protecciones.

Le explicaron todo lo que harían y que una vez comenzará no había marcha atrás, después de que él dijera que sí solo cerró sus ojos dejándose llevar por la anestesia y la calidez que sentía al tener su mano junto a la de YoonGi.

Las horas pasaron y cuando despertó se encontró en una blanca habitación con sus padres esperando por él con una sonrisa en el rostro. Sintió temor ya que no había hablado con ellos sobre el tema y pensó que recibiría algún comentario agresivo de ellos dos.

—Hiciste lo que creías correcto, estamos contigo, bebé.

TaeMin lo abrazó y MinHo acarició sus cabellos, el omega se sintió rodeado de amor con sus padres y cuando YoonGi entro a la habitación supo que fue él quien los llamo ya que incluso sus madres estaban esperando afuera viendo por la ventana.

Yuqi le sonrió y levantó sus pulgares como apoyo, SoYeon le envío un corto beso y GeonHak solo le saludo ya que no entendía lo que pasaba pues no recibió muchas explicaciones cuando sus madres salieron a toda prisa después de que su hermano mayor fuera a su casa con una noticia importante.

—Pensaste primero en tu futuro y el de tu pareja, hijo. Se requiere valor para tomar una decisión como la tuya, es por eso que para nosotros eres muy valiente.

Oír a MinHo decir aquello le hizo llorar, así que solo se dejó abrazar y sin sentir la culpa de haber elegido su futuro antes que el de un niño al que no podrían darle todo lo que necesitaba en esos momentos.

Elegirte a ti antes que otros no es malo, mucho menos cuando eres joven y tu futuro está en juego.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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