—YoonGi... YoonGi.

Abruptamente despertó jadeando de sorpresa cuando la mano caliente de JiMin sacudió su hombro con torpeza y clavando un poco sus uñas en su piel, sus ojos lo enfocaron después de unos segundos que de inmediato le dieron una señal de alerta cuando lo vio respirando lo más profundo que podía y con una mano sobaba su vientre sudando desde la frente a su cuello.

—Mierda —soltó de la sorpresa y su primer instinto fue levantarse e ir por la pañalera, tomar las pantuflas de JiMin y se las puso intentando no temblar, el omega sorbio su nariz e intento sonreírle a su esposo, sin embargo bajo su cabeza y respiro otra vez de la manera en que le enseñaron en sus clases de parto.

Para el alfa el tiempo iba demasiado rápido mientras ayudaba a JiMin para llegar al auto, las luces se veían muy brillantes y su cuerpo temblaba aún más que el del propio omega. Cuando estaba en el asiento del conductor y todo lo demás en la parte de atrás se aseguro de que JiMin estuviera respirando bien y que su posición fuera al menos un poco comoda para su estado.

—YoonGi, tranquilo —le dijo al ver que sus ojos eran como en su forma animal, de color verdoso pero dilatados de una forma que le hizo pensar que su gatito estaba tomando el control en él debido a su emoción o miedo.

—Lo siento —el auto se movió entre las calles casi solitarias a excepción de algunos autos que se encontraban, sentían su ansiedad a tope cuando los semáforos estaban en rojo y esperaban por pocos minutos que parecían eternos en su situación.

Llamaron a Jessi avisando de su llegada en pocos minutos y la alfa les dijo que ya estaba esperando con todo listo junto a HwaSa y YeoSang para ser ayudantes. Al estacionarse salieron dos de ellos con una silla de ruedas donde su esposo se sentó y fue ingresado hasta un quirófano, no le permitieron ingresar por el límite de personas permitidas así que sentarse en la sala de espera fue un suplicio que le hizo arder el pecho.

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Dentro del quirófano la alfa iba hablando sobre cada cosa que harían para disminuir el riesgo de parto, claramente JiMin había decidido tener a sus hijos por cesárea por misma recomendación de su doctora, así que mientras iba sintiendo la aguja llegar hasta lo más profundo en su espalda cerró los ojos con dolor y apretó la mano del chico que lo veía casi inexpresivo de no ser por esa clara preocupes que se reflejaba en él.

—¿Tan mal me veo? —Preguntó riendo pero el rubio negó apenado y sonrió debajo de su mascarilla sin soltar su mano.

—Lo lamento, es que mi hermana tuvo gemelos hace un tiempo y no tenía idea de que había pasado por esto también.

Los minutos pasaron, sus ojos ya estaban casi cerrados y ni siquiera entendió en qué momento su ropa desapareció y ahora tenía una bata, el frío se colaba por sus pies sintiendo que temblaba sobre la camilla y finalmente  su cuerpo sucumbió a los efectos de la anestesia antes de oír a Jessi decirle con una sonrisa:

—No te preocupes, todo saldrá bien, cariño.

Es corto, lo sé, pero estoy pensando en tomarme un tiempo para poder hacerles un maratón de tres capítulos mínimo.

Los amo bebés. 💜